Just Cause ha sido esa saga de videojuegos de perfil bajo, que ha enganchado a un cierto sector de usuarios que disfrutan de su adictivo gameplay y de una propuesta que reside en explotar, disparar y destruir. Con un variopinto gancho, Rico Rodríguez se desplaza por enormes mapas buscando derrocar a un malvado dictador que aterroriza a la población local. En esta cuarta entrega se ha magnificado todo. Desde las posibilidades de destrucción, las físicas del gancho hasta llegar a la meteorología. Y es que en Just Cause 4 tendremos que luchar o utilizar a nuestro favor una fuerza de la naturaleza tan impresionante como un tornado. Por desgracia, parece que a la propuesta le falta algo de cocción, sobre todo en su apartado gráfico. Si quieres saber más sobre el juego, continúa leyendo nuestro análisis de Just Cause 4.
Una historia sin gancho
La verdad es que sobre la trama principal de Just Cause 4 os puedo contar bien poco, no porque recurra a spoilers sino porque no hay. El juego comienza con nuestro protagonista llegando a un nuevo lugar en el que una malvada corporación (llamada La Mano Negra) tiene atemorizada a la población local. Esta empresa se dedica a modificar a sus anchas los fenómenos atmosféricos de Solís como simples pruebas para llevar a cabo un plan a gran escala. Y bueno, todo lo demás es lo de siempre. Hay que ayudar a la población local a levantarse en armas, en un ejercito que toma el nombre de Ejercito del Caos.
En Just Cause 4 el aliciente para jugar la campaña principal es el de que es la manera en la que obtienes nuevos artilugios y mejoras para tu gancho, de manera que si quieres aumentar la diversión que obtienes jugando a tu ritmo, debes avanzar en la trama. Todo lo demás que aporta la historia principal, en concepto de misiones jugables, son escenarios que podemos disfrutar por nuestra cuenta ya que los enemigos abundan en todo el mapa y podemos utilizar todo tipo de vehículos, armas y objetos para enfrentarnos.
La historia principal se divide en diferentes subtramas que nos presentan un aliado concreto y requieren de superar ciertas misiones. Esas misiones se obtienen al ir avanzando por el mapa, ganando el terreno para nuestro Ejercito del Caos y retomándolo de la Mano Negra. Esta manera sirve para alargar la experiencia de juego y de cohesionar la mecánica de gestión del territorio (cual juego de estrategia se tratase), así que a medida que retomamos el control de la isla podremos avanzar en las diferentes tramas, acabando todo cuando se completan todas y desbloquean la trama principal, con el consecuente enemigo final.
Guerrero con causa
El punto fuerte del juego es su jugabilidad. No os puedo confesar la cantidad de horas que he dedicado en este juego a únicamente hacer el tonto por el mapa. Es gratificante comenzar a emparejar enemigos con tu gancho, atarlos a un coche, poner globos fulton al coche y que este se eleve, ponerle propulsores al coche y que salga disparado cual avión. Just Cause 4 pone a tu disposición una cantidad absurda de combinaciones para acabar con tus enemigos o simplemente hacer el ganso por el mapa del juego. Combinar el traje aéreo con el paracaídas, vehículos de guerra y comenzar a sembrar el caos…
El juego además se presta a aportarte diversión sin necesidad de llevar a cabo ninguna misión principal. En cuanto comienzas a armas jaleo en cualquier punto del mapa comenzarán a aparecer soldados de La Mano Negra, cada vez en mayor cantidad y mejor arsenal. Apareciendo helicópteros, tanques y barcos si es necesario. Obviamente, lo suyo es utilizar sus propias armas contra ellos, mezclar la acción con nuestro increíble gancho y disfrutar de la sinfonía de explosiones.
En lo jugable Just Cause 4 cumple notablemente, quizás la respuesta de algunas armas y una mirilla demasiado grande. El sistema de gancho es estupendo y nos permite muchas combinaciones gracias al globo elevador, el propulsor y el refractor. Los 3 se pueden mejorar, añadiendo elementos extra que los hacen todavía más interesantes y mortales.
El curioso Easter Egg de Just Cause 4 imitando un videojuego indie
A parte de para combinaciones divertidas con nuestros enemigos, el gancho también sirve para solucionar algunos puzzles que se nos presentan en las misiones principales y secundarias del juego. Tener que levantar interruptores, abrir pesadas puertas, guiar una enorme bola de piedra a un recipiente…
Vehículos terrestres, aéreos y marítimos completan la experiencia. Los coches no se acaban de conducir con demasiada brillantez, aunque se ha mejorado la jugabilidad de anteriores entregas. En cuanto a barcos y aviones o helicópteros la experiencia es bastante correcta.
Una experiencia borrosa
He jugado a Just Cause 4 en Xbox One X. Las capturas que veis en este análisis han sido tomadas de manera directa desde One X durante el gameplay del juego y algunas escenas cinemáticas. Como podéis ver el resultado es decepcionante, sobre todo en las escenas de vídeo. Durante el gameplay, la verdad es que el juego aguanta bastante bien el tipo si no te fijas en los detalles, además las explosiones están muy logradas y las físicas de los objetos, reaccionando en todo momento al gancho, son una manera de mitigar las carencias gráficas. Pero en las escenas de vídeo es cuando el juego lo pierde todo.
Los modelados de los personajes carecen de definición alguna, su ropa es una mera textura plana, las caras son todo un dilema y la distancia de dibujado (o enfoque) hace que se vea todo borroso excepto unos personajes y objetos carentes de texturas. Durante una cinemática, en la que Rico y sus compañeros estudiaban un plan de ataque colocando figuras sobre un mapa, el mapa no tenía ningún tipo de relieve. Como esa situación suceden varias a lo largo del juego, algo impresentable en un hardware como Xbox One X e incluso la Xbox One de lanzamiento.
La sensación es que Just Cause 4 es un juego borroso, con gran cantidad de dientes de sierra y unas texturas muy pobres. Un apartado gráfico por debajo de lo que vimos en su anterior entrega, Just Cause 3. La culpa la puede tener el rendimiento del juego, ya que al contrario que la anterior entrega de la saga, Just Cause 4 tiene un rendimiento impoluto, moviendo gran cantidad de objetos, físicas y explosiones sin bajar un solo frame de su tasa. Parece que había un problema de tiempo y desde Avalanche Studios pusieron sobre la mesa si querían priorizar los gráficos o el rendimiento de cara al lanzamiento del juego. Square Enix ya ha anunciado un parche que pretende solucionar esos problemas gráficos, algo que será difícil llevar a cabo en tan poco tiempo, aunque estaremos atentos.
Por último, el apartado sonoro no deslumbra pero tampoco molesta. La banda sonora es correcta, con una radio dentro del juego con canciones y locutor. Los actores de doblaje al castellano hacen bien su papel, sin alardes, pero de manera suficiente. El sonido de las armas y vehículos tiene bastante margen de mejora.
En general, el apartado técnico del juego (si nos referimos a rendimiento, elementos en pantalla y físicas) llega al notable, pero los gráficos consiguen un aprobado por los pelos debido a su pobre resolución, distancia de dibujado y texturas.
Análisis de Just Cause 4 – Xbox One
Just Cause 4 es un juego para pasar el rato. Es divertido, alocado y engancha hasta cierto punto. En largas sesiones de juego puede que te canse. La verdad es que explotar cosas y dispararte con todo lo que pillas por el camino puede agotar y hartar si lo haces durante varias horas. En partidas más cortas la verdad es que el juego gana y si eres de esas personas que puede perdonar un apartado gráfico que roza el suspenso seguramente te lo pases todavía mejor.
Si os han gustado las anteriores entregas de Just Cause seguramente os convenza esta, ya que en términos de gameplay es la más completa y la que mayores combinaciones ofrece. Avalanche Studios debería centrarse en nuevos proyectos como RAGE 2 e incluso volver a probar suerte con la IP de Mad Max y dejar descansar un tiempo Just Cause.