Al igual que pasa con los juegos deportivos, un año en videojuegos ya no es lo mismo sin nuestra ración habitual de baile y, en este sentido, la saga Just Dance se ha ganado el trono año a año. Y ya hacen diez. La gran pregunta siempre que tenemos una nueva edición en las manos es la misma: ¿Merece la pena? ¿Añade contenido suficiente? En lo que respecta a Just Dance 2020, la respuesta es bien sencilla. Si bien no eleva la saga a nuevas cotas, sí mantiene el encanto que ha hecho tan popular a Just Dance y añade un toque nostálgico gracias a su modo All Stars.
La base del juego es igual que siempre, en el caso de Xbox One podemos conectarnos al juego a través del smartphone o usando Kinect y empezaremos a disfrutar desde el primer minuto replicando las coreografías que se nos presentan en pantalla. Nuestro rendimiento se medirá con un sistema de estrellas y puntuación para que podamos superarnos a nosotros mismos y hacer pequeñas competiciones con amigos en fiestas. El sistema de rastreo del movimiento funciona muy bien en las dos modalidades, siendo la cámara de Kinect la que más libertad te da al no tener que sujetar nada en las manos mientras bailas. Pero no hay excusa, porque todos tenemos un smartphone y, simplemente conectándolo a la misma red donde esté la consola en tan solo unos minutos podemos estar quemando la pista.
Al principio del juego la mayoría de funcionalidades están bloqueadas, pero nos hará falta tan solo unos pocos bailes para ir desbloqueándolas todas. Podremos crear nuestro perfil con apodo personalizado, obtener premios en la máquina de regalos que canjeamos por moneda “mojo”, listas de canciones o eventos aleatorios. Los regalos que nos pueden tocar en la máquina son avatares, bailes adicionales, imágenes de fondo y más. Cada tirada nos costará 100 mojos que vamos ganando por bailar y por completar los desafíos, esta máquina, además, ha visto reducido el tiempo de su animación lo que hace que canjear nuestro mojo sea aún más fluido. Este sistema hace más atractivo el modo de un jugador, ya que sientes que las horas que le echas al juego sirven para algo. Ubisoft mantiene lo aprendido de los sistemas de progresión de otros juegos.
Entre las novedades también encontramos una interfaz mucho más amigable pero que respeta las bases de entregas anteriores, completamente controlable desde el smartphone si optamos por él para jugar, y un Modo Sweat que nos cuenta las calorías que quemamos durante el baile, buena opción también para empujarnos a jugar solos. Además, como el año pasado, al principio del juego nos da a elegir entre su versión normal o Kids. Bailes adaptados a los más peques que requieren algo menos de movimiento pero que resultan igual de divertidas. En el modo cooperativo podremos combinar nuestras puntuaciones con más jugadores, siendo un modo divertido y simpático especialmente disfrutable con los más pequeños de la casa.
Las opciones de personalización cobran aún más relevancia en esta entrega en la que los jugadores pueden adaptar a su gusto las partidas así como crear sus propias listas de canciones entre las seleccionables en un catálogo de más de 40. Pero lo más destacable de esta entrega es el modo All Stars en el que iremos descubriendo 10 planetas distintos en los que rememoraremos las canciones más icónicas de la saga a lo largo de estos diez años, al acabar este viaje en el tiempo desbloqueamos un tema oculto que merece la pena ser descubierto.
El juego tiene en su título “2020” y ¿Qué juego en este año no tiene un gran componente online? Ubisoft da un pasito más allá en este terreno con su World Dance Floor, una sala donde poder hacer desafíos y compartir canciones con gente de todo el mundo. Con este modo podremos incluso clasificarnos para un torneo mundial. ¿Quién sabe? Uno empieza por Just Dance y puede acabar en Fama.
El catálogo base de temas se puede antojar un poco corto, aunque se puede exprimir bastante el juego, pero palidece antes las más de 400 canciones (y creciendo) que nos encontramos si contratamos el servicio Just Dance Unlimited. Lo podemos contratar durante 24 horas (2.99€), un mes (3.99€), 3 meses (9.99€) o 1 año (24.99€). El juego nos incluye un mes gratuito para que veamos las bondades de este servicio y dejarnos con las ganas de tenerlo permanentemente, porque la cantidad de canciones clásicas y modernas de las que dispone es tremenda. La buena noticia es que si damos una fiesta por unos pocos euros podemos ampliar el catálogo 24 horas o 1 mes y así nadie se puede negar a echar unos bailes, porque va a haber canciones del gusto de todos.
Como conclusión, a pesar de que no despunta como un título revolucionario en la saga, esta edición de 2020 hace suficientes mejoras como su interfaz, el modo All Stars o los distintos alicientes para jugar solo, como para merecer la pena adquirirlo. Con un buen catálogo de base bastante variado, si añadimos el Just Dance Unlimited tenemos un juego completísimo para que nadie se pueda negar a bailar con su smartphone en una fiesta.