Analizar Life is Strange 2 está siendo algo más complicado de lo que al inicio pensaba. Si sois de los primeros seguidores de SomosXbox sabréis que me he encargado de valorar cada uno de los episodios de esta IP, desde una primera entrega desconocida en su lanzamiento -y que después alcanzó la fama mundial- hasta una precuela que me puso la piel de gallina para luego decepcionarme. Life is Strange 2 no comenzó de la manera que yo esperaba. Un episodio plano que parecía haber perdido el amor por lo que hizo grande a la primera entrega.
Luego llegó un segundo episodio donde multitud de decisiones y caminos influían en el desenlace final, un episodio marcado por los lazos familiares y más calmado de lo normal, pero que al menos me mostraba que había algo bueno por llegar. Entonces llegó el episodio 3, que parecía una redención, una carta de disculpas de los desarrolladores en la que nos presentaban a los mejores personajes hasta la fecha, donde las relaciones con ellos -y nuestro hermano- eran lo más importante y con un final que te dejaba la boca abierta.
Este cuarto episodio de Life is Strange 2 es una demostración de que Dontnod no ha aprendido de sus errores y vuelve a demostrar que no tiene un rumbo claro en esta entrega. En Faith, el Episodio 4 de Life is Strange 2, nos encontramos un desarrollo lineal, con unas decisiones que no vemos que sean capaces de influir de alguna manera en el desarrollo, con entornos cerrados que nos devuelven a los fallos del primer capítulo y sobre todo, la sensación de que tenemos que avanzar por una especie de pasillo narrativo para que pase algo, salte el siguiente script y avancemos en la historia.
Estás bien jodido
Sean despierta de una pesadilla, lleva varios meses en un hospital donde hace unos pocos días que despertó después de un largo coma. Los acontecimientos finales del Episodio 3 hicieron que el adolescente perdiese un ojo, tuviese varias heridas en el cuerpo y encima acabase retenido en una habitación de hospital. Ahí, intentando recuperar lo que le queda de vista espera el alta médica para ir a un correccional y ser juzgado por la muerte de un policía en Seattle en la que él y su hermano son los principales sospechosos.
Obviamente no queremos que nos cojan presos así que hay que idear una manera para salir del hospital y buscar a Daniel, hermano de Sean, causante de lo sucedido al final del episodio 3 y regresar a México. El juego nos pone a nuestra disposición un solo camino para escapar, viniendo del tipo de juego que tenemos ante nosotros nos esperábamos algo más de variedad. Pero no, debemos limitarnos a abrir la ventana con un objeto cercano y pasar al andamio que tenemos al lado. No tenemos la posibilidad de aturdir al guardia con un arma, incluso de que nos detecten y tengamos que reaccionar de otra manera… Estamos completamente ligados a un solo destino ideado por los guionistas.
Una vez recuperamos los objetos y robamos un coche conseguimos escapar y ahí comienza la búsqueda de nuestro hermano. Una búsqueda que nos volverá a llevar por situaciones donde el racismo está al día, aunque esta vez muy bien llevadas, de manera que nos conseguimos sentir verdaderamente mal y empatizar con Sean, sintiendo lo que siente el chaval en esos momentos. Algo que el primer episodio intentó conseguir pero no logró.
En Faith también hay buenas personas, podemos también dudar de ellos y negar su ayuda, por si llega el momento en que nos traicionan. Pero Life is Strange siempre ofrece las dos versiones de la historia, por muy mala gente que haya, siempre habrá alguien ahí que valga la pena.
Hay que tener fe
Llamándose Faith (fe) es lógico pensar que este episodio estará centrado en la fe cristiana. Daniel y Sean son descendientes de padre mexicano y los abuelos maternos ya nos demostraron lo cristianos que eran. Una vez más volvemos a encontrarnos con la religión cristiana en una especie de culto sobre el que girará la parte central de la aventura en este episodio y sobre el que preferimos no desvelaros demasiado.
Esta especie de secta, centrada en los milagros, recaudar dinero y poner a dios por encima de todas las cosas no deja de ser una representación banal, estereotipada y vista hasta la saciedad de los cultos sacacuartos que existen en todo el mundo. No hay ni un ápice de originalidad en la trama (algo que en la primera entrega desde luego abundaba), cuando Sean se sorprende de los posibles giros de guión que da la historia, nosotros ya los hemos visto venir nada más entrar por la puerta. El esfuerzo en el guión es nulo y si encima eliminas las diferentes posibilidades, te queda un juego llano y predecible.
Sobre el desarrollo de personajes solo me queda decir que conseguirán que odie a mi hermano pequeño. Daniel pasa de ser un chico inocente al que un hermano mayor debe proteger a un completo idiota con una manera de ser que no casa si tenemos en cuenta la edad del chico. Aun así, perdonaría ese comportamiento si se debiese a que a lo largo de la historia me he portado mal con él, teniendo un comportamiento más amable si he sido el hermano que merecía. En cualquier caso siempre veremos lo mismo.
Dontnod ha demostrado de sobra que sabe hacer entornos bellos. Este episodio de Life is Strange 2 no es una excepción, con una dirección artística y fotografía a otro nivel. Unos planos agradables, acompañados por una banda sonora que cumple en sus momentos, como de costumbre. Las actuaciones de los personajes cumplen (en inglés, como siempre) y la localización está bien lograda.
En cuanto al rendimiento… el juego sigue contando con multitud de cuelgues momentáneos y caídas de frames incomprensibles teniendo en cuenta que se ha alargado el tiempo de desarrollo de cada capítulo.
Análisis de Life is Strange 2: Episodio 4 – Xbox One
El episodio 4 de Life is Strange 2 es una pequeña decepción después del anterior episodio, que conseguía poner el listón al mismo nivel que la primera entrega. Faith es un episodio plano, muy guiado y con muy pocas sorpresas que dan la sensación de ser una mera transición, al revés de lo que pensábamos justo al acabar el episodio 3. Su corta duración (en unas dos horas como mucho lo tenéis listo), los pocos entornos explorables y la sensación de que tomemos la decisión que tomemos no cambiará nada, hacen de este episodio uno de los peores del juego.
A Life is Strange 2 le queda un episodio, que llegará en diciembre, para confirmar si se trata de una de las decepciones del año o si consigue remontar las sensaciones para al menos contentar a su comunidad de fans. Este episodio, lleno de caídas de rendimiento, narrativa plana, personajes que no aportan nada y multitud de tópicos, nos demuestra que quizás es momento de descansar para la franquicia y dejar Life is Strange apartado durante un tiempo, hasta que ideas originales y propuestas innovadoras consigan -aunque sea- sorprender y llegar tanto como lo hizo la primera entrega.