El terror no vive su mejor momento en la industria del videojuego pese a los reiterados esfuerzos del panorama independiente por revertir la situación. Aunque la compañía galesa Wales Interactive se ha centrado en los últimos años en traer de vuelta el denostado género FMV (Full Motion Video o vídeo de movimiento completo) gracias a títulos como The Bunker, Late Shift o The Complex, en esta ocasión lo que nos traen es una aventura de terror a caballo entre el survival horror y el walking simulator. ¿El resultado de su experimento? Acompáñanos en las siguientes líneas para conocer nuestra opinión al respecto en este análisis de Maid of Sker.
Mantente en silencio
Se trata de la segunda incursión de Wales en el terror tras el regularmente recibido Don’t Knock Twice. En esta ocasión Maid of Sker apuesta por una narrativa más sólida, aunque el resultado tal vez no haya sido el esperado por los amantes de este género, en el que la tensión es tan importante como una cuidada historia que te impulse a seguir avanzando a pesar de la incomodidad de la opresiva atmósfera. El título de Wales Interactive nos pone en la piel de Thomas Evans, un hombre del siglo XIX que viaja hasta una remota isla inspirada en el folklore galés atraído por una carta de su amada Elizabeth Williams. Según cuenta, se encuentra retenida en el Hotel Sker, propiedad de su familia y del que no la dejan escapar. Es entonces cuando Thomas emprende un viaje de rescate.
El principal concepto de Maid of Sker es el de no hacer ruido. Al poco de su llegada al hotel, Thomas descubrirá que unos seres ciegos campan a sus anchas por el recinto y toda la isla en general. Su falta de vista, eso sí, ha agudizado su capacidad auditiva, de modo que una de las mecánicas principales del juego es la de ponernos las manos en la nariz y la boca para dejar de emitir sonido. El humo del fuego y las partículas del polvoriento hotel serán nuestros grandes enemigos a la hora de mantenernos en silencio, una tarea más ardua de lo que parece. Y es que, como es evidente, los pulmones de Thomas tienen una capacidad limitada y en algún momento debe volver a inspirar.
Explorar y controlar el timing
Sosteniendo la respiración es fácil sortear a los enemigos y avanzar por los escenarios, pero la clave de toda la mecánica reside en controlar el timing. Si Thomas empieza a ahogarse cuando tiene a un enemigo cerca se meterá en problemas y deberá salir corriendo antes de que le rodeen y empiecen a dañarle. Más allá de estas pequeñas fases con resistencia enemiga en las que de vez en cuando debemos activar la palanca adecuada para abrir el camino correcto, la exploración en Maid of Sker es bastante rutinaria e insulsa. Deberemos recorrer pasillos, encontrar llaves y objetos clave que nos permitan avanzar en la historia mientras nos comunicamos con nuestra querida Elizabeth a través de los diferentes teléfonos del hotel.
Sin embargo, la trama argumental no es tan interesante como mantenernos en vilo y querernos hacer seguir con atención lo que sucede. La sucesión de acontecimientos tiene lugar mientras nosotros nos dedicamos a hacer lo mismo una y otra vez sin sentir emoción por lo que está por llegar, por mucho que Wales se empeñe en ello. Es por eso que incluso en un título que ronda las cuatro horas de duración llega a hacerse largo en muchos momentos. Así como otros títulos de terror te obligan a parar por la tensión que generan, Maid of Sker nos ha obligado a hacerlo porque en ocasiones no aguantábamos más y necesitábamos cargar las pilas antes de seguir y encontrar la motivación para hacerlo.
Una atmósfera a la altura
A pesar de ser un título de corte independiente, Maid of Sker es muy atractivo visualmente. Tanto los exteriores como los interiores de un cuidado hotel Sker (con varias plantas que primero recorreremos linealmente y que más tarde serán libres al más puro estilo del Resident Evil original) lucen a gran nivel, al contrario que un diseño de enemigos que está lejos de dar miedo y se acerca más a lo risible. Lo más extraño en este sentido es un desagradable efecto borroso que se produce con el movimiento de la cámara y el personaje. Pese a deshabilitar la opción en el menú, el efecto parece seguir activo. Más allá de eso, el apartado sonoro también se encuentra a una altura respetable, con efectos aceptables y un casting de voces en inglés que cumple con creces.
En resumen, Maid of Sker es un título de terror cercano al walking simulator que pese a contar con buenas ideas y un diseño de escenarios notable, no logra quitarse de encima los problemas habituales de ambos géneros. Por un lado, como juego de terror es demasiado convencional y los enemigos no son imponentes. Por el otro, no es divertido de jugar y en ocasiones incluso se hace pesado.