Con la llegada de la nueva generación, las compañías buscan dos cosas: optimizar presupuesto y aprender de las nuevas máquinas, por lo que las versiones remasterizadas están a la orden del día, son proyectos baratos y aprendes de las nuevas consolas, matando dos pájaros de un tiro. Aunque hay alguna remasterización cuestionable en cuanto a su necesidad, está claro que los jugadores de consola, si pudiesen votar, pedirían una versión remasterizada de Metro 2033 y Metro: Last Light, dos grandes juegos en Xbox 360 pero apoteósicos, en cuanto a apartado gráfico se refiere, en sus versiones de PC.
Aunque estamos encontrando, y encontraremos, bastantes ‘remastered’ de esos, estoy seguro que la palma se la lleva 4AGames, los desarrolladores de Metro, que han conseguido ofrecer en las nuevas consolas dos juegos con características gráficas de PC de alta gama, nuevas características jugables y todo ello a un precio muy competitivo. Os presentamos el análisis de Metro Redux en su versión para Xbox One.
Ucranianos en Rusia
Antes de empezar con el análisis en sí, me gustaría situaros un poco. Por si no lo sabéis, los desarrolladores de la saga Metro son los chicos del estudio ucraniano 4AGames. Ya sabéis todo el conflicto que hay ahora mismo entre Rusia y Ucrania, conflicto que ha obligado al estudio a ‘exiliarse’ en Malta para poder seguir desarrollando juegos, algo que os contamos hace poco.
No sé qué obsesión tendrán los ucranianos con los rusos y la radiación, pero hace unos añitos nos llegó, a PC, un sensacional videojuego llamado S.T.A.L.K.E.R., de otro equipo polaco, que ya cerró, en el que también se exploraba la idea de la radiación en Rusia. Sin embargo, el equipo de 4A Games nos ofreció en 2010 una visión más survival con su Metro 2033, exclusivo de Xbox 360 y PC, jugabilidad que cambiaron con la secuela, Last Light, y que se recupera con el nuevo Metro Redux. Una vez contextualizado el estudio, empezamos con el análisis propiamente dicho.
Pesadillas en Moscú
Bienvenidos al futuro, un futuro donde es imposible ver la luz del Sol sin una máscara, un futuro donde el dinero no tiene validez y las balas son el recurso más preciado, junto con el aire. Un futuro donde las lineas del metro de Moscú son nuestras calles y donde cualquier intento por recuperar algo del exterior se convierte en una odisea, un periplo peligroso en el que nos enfrentaremos a seres que parecen sacados del mismo infierno y a los que llamamos ‘los Oscuros’, habitantes de la superficie contaminada debido a la guerra nuclear.
Lo que queda de la antigua Moscú ahora son ruinas y la gente, confinada en la linea de metro de la ciudad, mantiene relaciones tensas con sus vecinos, se producen disputas, hay enfermedades, escasez de recursos y pobreza, todo ello aderezado con los asiduos ataques a estas fortalezas subterráneas por parte de los Oscuros, que en cada ataque se suelen llevar alguna que otra vida. Todo ello conforma un contexto que resulta de los más atractivos que se han creado estos últimos años en el mundo del videojuego, contexto que se ve reforzado por un guión sublime que nos engancha desde el principio y no nos suelta hasta el final, en ambos videojuegos.
En Metro Redux seremos un soldado, Artyom, un joven que vive en una de las zonas seguras de la red de metro de la capital rusa, aunque ya da igual de qué sea capital, con el mundo en este estado eso ha pasado a un quinto plano. Pronto se nos pondrá un arma en las manos y emprenderemos la aventura de nuestra vida, tanto por la red de túneles como por la superficie, a la vez que somos testigos de la miseria del mundo propuesto, inspirado en la novela homónima de Dmitry Glukhovsky, y de algo más aterrador si cabe que un puñado de bestias cuya afición es la de dar caza a la diezmada población humana, como es la capacidad de los Oscuros para infundir el terror y las pesadillas en los humanos, algo que tendrá su importancia a lo largo del primer juego, Metro 2033.
A partir de ahí debéis ser vosotros quienes, atrapados por la fabulosa manera de contar la historia, bastante mejor que en un shooter convencional, descubráis y viváis los acontecimientos en las botas de Artyom.
Novedades jugables
Lógicamente el apartado de la historia es el que menos se ha tocado de esta versión remasterizada, aunque hay algunos secretos en Metro 2033 que no estaban presentes en el original, es en el apartado jugable donde, de verdad, la primera entrega de la saga parece otro juego debido a la incorporación de las mecánicas jugables de Metro: Last Light. Vamos a empezar por lo fundamental: elegir el sistema de juego.
En Metro Redux podremos elegir entre dos sistemas jugables, el heredado de Metro 2033: supervivencia, o el de Metro: Last Light: espartano. En supervivencia debemos racionar las armas y los filtros de aire (necesarios para respirar en el exterior), debemos escudriñar los escenarios y no gastar ni una bala. Las balas… es curioso, en Metro hay dos tipos de balas, las que tienen valor y las que no. Las que tienen valor son de antes de la guerra y se utilizan como dinero, aunque también son capaces de acabar antes con los enemigos. Las que no tienen valor… pues eso, son menos eficaces y no valen mas que para cambiar decenas de ellas por un puñado de las buenas. ¿Tiraríais el dinero? Os aseguro que en Metro no lo haréis en sus niveles de dificultad más alta, y es que será necesario el modificar las armas y obtener mejoras, otra característica nueva para Metro 2033.
El modo de juego espartano es más parecido a lo que estamos acostumbrados los jugones de hoy, el ir como Rambo por un campo de ‘charlis’, sentados en montones de munición y sin escasez de recursos. Este componente hace que el juego sea rejugable, ya que no enfrentaremos los combates de igual manera en espartano que en modo superviviente. Además de estos dos modos tenemos los lógicos modos de dificultad, en difícil las cosas estarán muy negras. El propio tono del juego también nos anima a pasarnos una serie de niveles en sigilo o a tiro limpio, eso queda a nuestra elección, además de alguna fase sobre railes bastante espectacular.
Además del estilo de combate de Last Light, Metro 2033 Redux incorpora otras mecánicas, como el hecho de limpiarse la máscara, ya que se irá ensuciando poco a poco, nuevas animaciones, el poder dejar inconscientes a los enemigos o la citada personalización, además de una sustancial mejora de la IA en niveles de dificultad bajos. No es que fuesen tontos en el juego original, pero si eran algo reticentes en dificultades bajas en cuanto a lo que significa que seamos su enemigo se refiere. Eran ‘perretes’, algo que no ocurrirá, casi nunca, en Metro Redux.
Vemos la luz de la superficie
El segundo apartado, aunque el más importante, que mejora en Metro Redux es el apartado gráfico y, sobre todo, técnico. En esta versión del juego encontramos una tasa de frames que, hasta en los PCs más potentes, resultaba imposible, hablo de los ansiados 60 frames por segundo, que se mantienen de una forma espectacular. El juego, además, va a 900p en Xbox One, lo que supone que el aliasing no funcione tan bien como en las otras versiones o tenga un texturizado más borroso.
El cambio, sobre todo con las versiones de anterior generación, es realmente espectacular. Os pondré un par de capturas, una de cada generación, de Metro 2033 para que apreciéis el enorme cambio que ha supuesto esta versión en términos de geometría, texturas, partículas y efectos alpha.
En Metro: Last Light notamos el evidente ‘upgrade’ gráfico y técnico, pero es Metro 2033 la versión que más agradece esta versión Redux al incorporar el motor que 4A Games utilizó para la secuela. Como ya he dicho, en términos generales el juego roza el sobresaliente y se convierte en uno de los shooters que mejor lucen de esta nueva generación, donde no estoy tan contento es con el modelado y, sobre todo, animaciones de los personajes, ya que parecen robots, algo que encontramos desde la primera entrega en el 2010 y que el estudio no ha sabido pulir con la secuela.
En cuanto al apartado sonoro, la vida sigue igual, con el doblaje de los originales y lo mejor de todo, el estruendoso sonido de las armas profundo y sordo, toda una gozada disparar el revolver por primera vez.
Bienvenidos al universo ‘Metro’
En definitiva, Metro Redux es un producto para los que disfrutaron las entregas originales y para quienes nunca han jugado un título de la saga. Quienes ya jugaron saben lo que hay y descubrirán una suavidad en el gameplay, un cambio gráfico y, sobre todo, las novedades jugables de Metro 2033. Quienes nunca hayan jugado descubrirán todo eso y una historia apasionante contada con maestría, además de un mundo que te invita a entrar de lleno gracias a la fantástica ambientación.
Eso, sumado a que cuesta 35 euros y ofrece, en la primera partida, unas 20 horas de juego si sumamos ambos títulos, que además son rejugables gracias a las dos tendencias jugables y que no encontraremos un shooter parecido, quizás Wolfenstein: The New Order, hacen a Metro Redux muy, muy atractivo y un producto que un poseedor de una consola de nueva generación no debería perderse. Last Light contiene, además, todo el contenido descargable que ha salido hasta ahora, lo que es un plus, un plus muy jugoso.
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Lo bueno
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- Apartado gráfico y técnico
- Guión trabajado y profundo
- Mecánicas jugables
- Añadidos de la versión Metro 2033 Redux
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Lo malo
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- Nivel de animaciones desfasado
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