Tras el regreso triunfal de la saga, en estos últimos años se ha trabajado para poder ofrecer una nueva experiencia que desgranamos en este análisis de Microsoft Flight Simulator 2024. Y es que hay muchas preguntas abiertas a lo que realmente supone la llegada de este nuevo título de la saga. Tras muchos años esperando el regreso, el lanzamiento del juego de 2020 permitió redefinir el género con muchas innovaciones tecnológicas para rozar la perfección en la simulación de vuelo. Innovaciones que han servido para acercar el título a usuarios poco usuales en el nicho de veteranos.
Microsoft Flight Simulator 2024 parece ser un producto que redefine los logros de su antecesor para hacerlo todavía más atractivo. Introducir ciertos aspectos que permiten que el juego no sea solo para aquellos que disfrutan de esta pasión por la simulación con algo que cuesta ajustarlo a la definición de videojuego. Algo que su anterior entrega no lograba aplicar del todo y que ahora, parece haber sido el motivo para dar un nuevo paso en esta longeva franquicia.
Con este análisis de Microsoft Flight Simulator 2024 veremos que se ha buscado ampliar un nicho de fieles veteranos
Con todas las innovaciones que redefinieron el género, vamos a repasar lo que aporta una nueva entrega que busca verse más como un videojuego que como una herramienta para disfrutar de la simulación de vuelo. Algo que puede abrir otro tipo de preguntas, pero es cuestión de ir viendo lo que se ha logrado, antes de evaluar lo que se ofrece.
Lo que está bien, no se tiene que tocar
Y lo cierto es que gran parte de este análisis tiene que recordar lo que la edición de 2020 de Microsoft Flight Simulator obtuvo. Y hablamos de un juego que ofrecía una experiencia de simulación a un nivel que pocos juegos habían logrado. No es una cuestión de enfatizar la magnífica propuesta técnica que ha ido evolucionando para sacar el máximo provecho de todos los hardwares. Cierto es que en ocasiones, se ha estado experimentando con la tecnología de computación en la nube para completar lo que los hardwares no podían hacer.
Toda esa integración, permitían extraer información del planeta para trasladarla a la pantalla, lograba un nivel de inmersión y realismo poco usuales.Las actualizaciones fueron mejorando la calidad general del juego, exponiendo las principales ciudades y lugares de interés recreados gracias a la fotogrametría. De esta manera, explorar el mundo era un placer, sumando así un claro interés para disfrutar de un simulador extraordinario. Y es que pocos se podían resistir a esta experiencia de simulación que, aunque sus mayores adeptos eran los veteranos de la saga, quiso dar el salto a consolas para aceptar nuevos integrantes en el nicho.
Volar sigue siendo algo que se puede ajustar a todos los requisitos para que sea placentero y relajante
Tras una brillante puesta en marcha, el juego fue ganando adeptos y soporte por parte de terceros. Tanto por contenido en el mercado, donde muchas empresas dedicadas crearon mods profesionales, como por aplicaciones de terceros. Incluso, podríamos ver que algunas de ellas han sido fundamentales para que Asobo Studios haya planteado mejoras en Microsoft Flight Simulator 2024. Un claro ejemplo está en lo relativo a la experiencia de piloto, con el modo carrera en el que ahondaremos más adelante. Pero ese aspecto, era algo que funcionó muy bien en el anterior juego, por que cada jugador era capaz de verificar su progreso disfrutando de la experiencia de juego tan diversa que ofreció en la edición de 2020.
Y tomando esto como base, sabiendo que ese tipo de iniciativas dejaba fuera a los usuarios de consolas, parece lógico pensar que el juego podía evolucionar para centrar un poco más su experiencia. Los desafíos, los modos concretos que había en el primer juego, funcionaron bien, pero no crecieron lo debido para mantener a la comunidad pegada al joystick para seguir volando. Y podía resultar tedioso, para los menos habituados a este tipo de simuladores de vuelo, tener que configurarse cada vuelo a su antojo para algo más que el mero hecho de volar. Por que el juego era bello, era relajante, pero en muchos aspectos la falta de dirección en la propuesta puede descolocar a los nuevos adeptos. ¿Cómo se podía mejorar el que era el mejor simulador del mercado?
De simulador a videojuego
Pues el resultado es intentar dirigir la experiencia por unos caminos determinados por lo que usualmente encontramos en muchos videojuegos. Desde que se abrió la veda al “Modo Carrera” o “Modo Historia” en los juegos deportivos, desarrollar una carrera profesional en Microsoft Flight Simulator parecía una gran idea. Y esa es la principal faceta que incluye como novedad, y puede que uno de los principales argumentos para todos los usuarios que quieran disfrutar nuevamente de una experiencia de vuelo totalmente fascinante. Concretar objetivos y dar pequeños pasos en el aprendizaje, son algo que siempre ayudará a ver un simulador como algo más atractivo.
Puede que encontrar un extenso tutorial, de varias horas o días, resulte algo tedioso. Cierto es que si se guioniza y se hacen capítulos de ese aprendizaje, lo que antes era una cuestión de conocimiento, se convierte en una adquisición de experiencia. Una especie de concepto rolero en un simulador que tiene muchas novedades para garantizar que este modo tiene sentido. Y es que lejos de quedarse en un tutorial guiado por etapas y trabajos, se ha intentado ampliar la experiencia.
Poco a poco, paso a paso, el modo carrera se complementa con ese típico tutorial que, para este juego sería eterno
Incrementar la cantidad de aeronaves disponibles era un requisito que, por el mero hecho de ser una secuela, se podría considerar como necesario. Y así ha sido, solo que no se ha buscado en lo normal, sino que se ha buscado diversificar la gama de aeronaves tomando las carencias como virtud. A lo largo de los meses, hemos llegado a ver cómo se iban introduciendo diferentes vehículos, inspirados por Halo o por Dune. Pero lejos de quedarse en esas referencias o guiños, han introducido globos, helicópteros y Zepelines, repitiendo la experiencia con cazas de combate o planeadores.
Lo cierto es que toda esa diversidad permite tener una mejor ramificación de opciones a la hora de exponer un modo historia en el que comenzaremos con una avioneta sencilla para aprender lo básico y sacar la primera licencia. Eso solo es el principio, ya que después de eso tendremos todo el cielo para poder convertirnos en el piloto que queramos ser. Desde vuelos recreativos, a vuelos comerciales, podremos ir conociendo el funcionamiento de diferentes tipos de vehículos para diferentes tipos de pilotaje. De lo más sencillo, a lo más complejo, cada sección tiene sus desafíos de aprendizaje y sus trabajos para obtener experiencia, horas de vuelo y nuevas posibilidades. Cada una, requiere de su propia licencia y su propio aprendizaje.
Incluso, hay que tener en cuenta que estos pasos que se dan para poder abarcar nuevas misiones, vienen requeridas de pagos. Al principio se otorga el presupuesto justo para llegar a completar la licencia que otorga la oportunidad de ganar dinero. A partir de ahí, completar las misiones no solo suma reputación y horas de vuelo, también dinero que es indispensable para poder seguir progresando. Y cuando la cosa se pone seria, la verdad es que no se limita a ser un juego para transportar personas. Hay otras especializaciones que pueden resultar realmente interesantes para experimentar.
Cada misión, es experiencia. Pero llegado el momento dinero que necesitaremos invertir para seguir avanzando
Con esto, comprobamos que lo que antes era una herramienta para simular todo tipo de vuelos, ahora es una experiencia de pilotaje. La direccionalidad de este modo, permite comprender Microsoft Flight Simulator 2024 como una experiencia centrada en el jugador que quiera tener esa sensación de progreso. Un concepto más propio de los videojuegos, donde cada uno elegirá qué camino seguir y progresará según lo desee. Al final, lograr todas las licencias es el objetivo que determinaría el final de algo dentro de esta propuesta.
El cielo es infinito
Pero no se trata solo de terminar ese modo de juego, por que Microsoft Flight Simulator 2024 son cuatro años de evolución de una herramienta que podía resultar confusa para esos nuevos usuarios. La ampliación de un nicho, que seguirá encontrando la misma experiencia fascinante que ya fue en su edición de 2020. Por que a partir de ahí, el modo libre que sigue ofreciendo infinidad de horas de vuelo y la ausencia de límites que vimos en Microsoft Flight Simulator, suma más contenidos.
Los desafíos, planteados como un conjunto de pruebas centradas en diferentes fines, así como en un ámbito competitivo con desafíos temporales periódicos. Todo esto complementa las ansias de adrenalina, pero también, la relajación y descubrimiento de un planeta que desborda belleza otra vez. Si durante un vuelo no sacas tiempo para hacer uso de la herramienta de fotografía, siempre puedes recurrir al desafío fotográfico que te obligará a hacerlo. Es ahí donde podemos atender algo tan sencillo como ver que el juego sigue siendo una joya visual.
No es para tomárselo con prisas, por que los vuelos son reales y los tiempos… también. Se puede atajar, pero así no se aprende ni se disfruta
Resultaría redundante volver a hablar de un planeta tierra recreado con todo lujo de detalle. Y resulta redundante dado que es la parte que menos habría evolucionado de su anterior entrega. En parte, porque no hacía falta. Microsoft Flight Simulator fue un juego que no solo lucía espectacular el día de su lanzamiento, sino que fue adaptándose a las nuevas tecnologías y optimizando su rendimiento. Tanto por su llegada a consolas, como por la llegada de nuevas tecnologías de Nvidia, como el Ray Tracing, fueron haciendo de su belleza original un espectáculo vivo que evolucionó para ser mejor cada día. ¿Qué podría mejorarse en este ámbito?
Prácticamente nada. Porque la llegada de nuevos vehículos, la introducción de nuevos menús, la creación de un avatar o plantear novedades que hicieran sentirse renovada la licencia no tenían que aplicarse en el apartado técnico. De hecho, una de las grandes novedades podría ser la aplicación de voces que sirven para mejorar la comprensión del jugador en un ámbito en el que no se suelen usar muchos idiomas. Claro que esto se busca para integrar al jugador, no para introducirlo en el realismo que tenía la edición de 2020. Aunque las voces son robóticas, al puro estilo de los GPS de los coches, se puede agradecer comprender todo lo que se llega a decir.
Sigue siendo espectacular, pero hay determinados conflictos que deberán revisar para que nadie se quede a medias
Pero es algo que ha buscado innovar en un apartado que podría no ser necesario. Del mismo modo que podríamos ahondar en este aspecto otro de los problemas que se han generado por la innovación tecnológica que no se ha sabido gestionar debidamente. Y no es lo único que ha quedado un poco en entredicho.
Abrir una nueva etapa con importantes novedades
Entrando en cuestiones que pueden generar algo de debate, se comprende que haya habido muchas quejas por cuestiones técnicas, que abordaremos más adelante en este análisis de Microsoft Flight Simulator 2024. Pero una de las cosas que más se ha prodigado es la queja ante un concepto que en su nicho no se comprende. Vemos que casi todos los simuladores suelen comprenderse como herramientas que evolucionan y mejoran. Y hasta hace poco, el propio Microsoft Flight Simulator de 2020 era una herramienta de simulación que crecía por parte de actualizaciones oficiales y contenido de terceros.
La decisión de crear esta secuela, como un juego separado, no es algo que se haya comprendido del todo. Aunque hayamos contemplado todos los cambios que se han introducido, incluso sugiriendo cual es el objetivo general para la licencia, no se llega a comprender cómo algo tan similar a su predecesor requiere de un pago completo. Nuevamente incido en que no hay que evaluar este punto como algo que se comprenda mirando a los juegos habituales en consolas, sino en cómo se suelen gestionar en PC. Es ahí donde reside el nicho de los simuladores y casi cualquier propuesta de este perfil suele perdurar por muchos años. Casos claros son los Truck Simulator de SCS Software, incluso podríamos hablar de Elite Dangerous. Cierto es que en su competencia de siempre, la saga X-Plane ha ido dando saltos mucho más cortos buscando la gloria. Sobre todo, si atendemos a los primeros juegos que veían versiones casi cada año.
Los cambios sobre todo se aplican a vehículos, con nuevos tipos que requieren de nuevas etapas de aprendizaje.
Pero a partir de cierto momento, los simuladores se convirtieron en un producto de fidelización y crecimiento. De evolución constante, buscando un nicho fuerte y leal que sigue disfrutando de esos juegos gracias a las constantes evoluciones del mismo. Un ejemplo podríamos tenerlo con DCS o Star Citizen, aunque en este último caso, lo complicado ha sido conseguir que el juego llegase a su versión final. Pero el concepto está en esa estanqueidad de versiones que no separan la experiencia en un nuevo juego que corta por lo sano lo obtenido hasta entonces.
Cierto que, lo que justifica este salto es la introducción de muchos conceptos nuevos. Porque Microsoft Flight Simulator en 2020 parecía una experiencia en la que un piloto decidía tomar un avión para volar. Ahora, lo que se ha buscado es que ese piloto tenga una finalidad, como puede ser transportar viajeros, apagar fuegos, llevar enfermos, transportar cargas o fumigar campos. El mero hecho de volar es un placer al alcance de la mano de cualquiera gracias a este simulador. Pero se le ha conferido un concepto añadido. Volar no solo es un recreo. Nos descubre muchas opciones en las que es un auténtico recurso.
Las esperas indeseables no se dan sólo en los aeropuertos
De sobra conocidos son los problemas que tuvo el juego en su lanzamiento. Y lo cierto es que son lo que justifican la tardanza a la hora de publicar este análisis de Microsoft Flight Simulator 2024. No obstante, hablamos de problemas que nunca había llegado a tener, sabiendo que muchos juegos han salido mal optimizados, o medio rotos. Una actualización tenía una solución relativamente rápida, pero en este caso, encontrarse con un juego cuyo fallo es que no arrancaba, llega a ser traumático. Nadie puede negar el mal sabor de boca que dejó ese comienzo. Un comienzo que también sirvió para ahondar en uno de los aspectos que hemos comentado. Lo que está bien hecho, no lo toques.
Pues lejos de mantenerse en los conceptos que ya fueron polémicos en su regreso, se podría determinar que el segundo intento ha sido una metedura de pata mayor. Los problemas de los servidores impidieron disfrutar del juego a muchos usuarios por una primera ejecución que no se realizaba. Horas mirando una pantalla de carga, casi nos hacía recordar las tediosas esperas en las terminales esperando el embarque en un avión que no va a despegar. Algunos, incluso, decidimos que era mejor hacer otra cosa y esperar al día siguiente para poder jugar por primera vez.
Los desafíos añaden, de forma temporal, un reto que puede hacerse realmente tenso
Y en ese momento nos encontramos con otro problema bastante molesto. El cambio del menú, y de la gestión de los controles, se hacía extremadamente confuso. Así como en el primer juego se podía gestionar mejor los accesorios dedicados a este tipo de juegos, me resultó extremadamente complicado configurar debidamente el Logitech X56. Prácticamente he preferido esperar a que se corrijan los conflictos de controles, ya que ahora la gestión de los diferentes controles resulta demasiado complejo. A futuro, espero que puedan solucionar el problema para poder configurar todos los botones sin que entren en conflicto entre ellos mismos.
Después de eso, no ha resultado problemático configurar los gráficos para obtener un rendimiento óptimo en una RTX4070, que puede correr en un preajuste elevado corriendo bien a más de 60fps. Aunque gran parte de ese extra puede llegar gracias al DLSS 3, para el que llegaron los drivers en la semana de lanzamiento. Ahora bien, derivado del problema de los servidores, que la mayor parte del juego sea a través de la computación en la nube por que no permite instalar los paquetes todavía, hace bailar la calidad general demasiado. Se puede jugar, pero no suele ser extraño ver el icono de falta de banda ancha, pese a tener una conexión de fibra óptica que debería funcionar perfectamente. De hecho, jugando en Xbox Series X el juego no tiene tantos problemas y todo parece más optimizado.
Una decisión que puede resultar cuestionable, porque parece que Microsoft Flight Simulator 2024 puede verse como un juego inacabado que busca la atención fuera del nicho que confía en su anterior entrega. Y es que, ese tipo de usuario podría señalar este videojuego, como un producto deficiente que podía haberse comprendido como una expansión de un simulador que funcionaba a las mil maravillas.
Que no te intimide un simulador, por que esta edición ha buscado acercar el género a todo el mundo
La simulación nunca se había visto tan atractiva
Tomando la base del extraordinario Microsoft Flight Simulator, la llegada de una secuela parece buscar refrescar la licencia. Un refresco necesario en busca de ampliar el nicho, aunque pueda ser algo que ha tocado hueso con los veteranos. Algunas decisiones mal gestionadas, algunos problemas técnicos que se han reproducido en los primeros días, han descubierto un producto que muchos no han comprendido como una nueva entrega. Y en parte, tiene sentido decir que esto podría haber seguido el camino de EA Sports WRC, cuando amplió este año con un DLC de pago que implementó algunos nuevos contenidos.
Cierto que se ha cambiado la base, añadiendo modos de juego muy importantes para renovar la imagen de una franquicia que parecía ajena al interés que los gamers pueden tener por este tipo de simuladores. Su llegada a consolas fue impactante y funcionó, pero ahora, es posible que este producto pueda calar hondo en esos jugadores y convertirlo en un producto más accesible por su atractivo. El modo carrera es, ciertamente, una de las mejores decisiones que podían haber tomado para dinamizar la experiencia.
Seguimos viendo un producto que no se comprende por los motivos normales y ha sumado malas experiencias para empezar. Le queda mucho camino por delante y esperemos que cumplan
Microsoft Flight Simulator 2024 es la evolución que necesitaba su anterior entrega para hacerla atractiva para todo el público. Esas iniciativas, convertidas en modos de juego que se comprenden y se disfrutan, hacen de esta espectacular simulación de vuelo, algo dirigido para que los jugadores vayan adquiriendo la pasión desde lo más básico. Ponerse objetivos y dirigirlos paso a paso, permite que la frustración no llegue por precipitarse. Algo que podría no haber logrado el estudio al lanzar un producto inacabado, mal gestionado en su lanzamiento y con una clara ausencia del feedback que permitió que Microsoft Flight Simulator se haya consagrado desde su última entrega en un simulador para los amantes de la simulación.
Esta nueva etapa no despega como era esperado. Pero si se trabaja debidamente, será más pronto que tarde que pueda tomar vuelo y permitirnos descubrir que en el cielo, no existen límites. No obstante, es mejor manejar esta evolución con la misma suavidad con la que se lleva el timón, para evitar entrar en barrena y que esta expansión convertida en juego no termine estrellándose. Tiene una comunidad creciente dirigiendo el rumbo.