Una de las cosas que el ser humano siempre ha anhelado ha sido el surcar los cielos. Por su parte, el mundo de los videojuegos nos permite ponernos en el papel de grandes héroes, vivir historias trágicas, disfrutar con juegos para la familia o simplemente competir contra amigos y desconocidos en cualquier lugar del mundo. Si juntamos el mundo de la aviación y el de los videojuegos nos vienen algunas sagas a la cabeza, unas más arcade y centradas en la espectacularidad y otra, especialmente focalizada en PC, que es un simulador puro y duro.
Microsoft Flight Simulator es la saga más longeva creada en Microsoft y, hasta hoy, jamás había aterrizado en consolas. El hito que vivimos con el lanzamiento de Microsoft Flight Simulator en Xbox Series X|S solo es posible gracias al poder que alberga la consola de Microsoft y al deseo de los fans en todo el mundo por recibir en sus consolas uno de los juegos mejor valorados del pasado 2020. Encendemos el motor, pedimos pista para despegue y procedemos a comenzar el análisis de Microsoft Flight Simulator en Xbox Series X. Ah, y si queréis ver las imágenes de este análisis a calidad 4K, os dejamos la galería aquí.
El futuro de la simulación en consola
Los simuladores son un estilo de juego que siempre ha estado ligado a PC, ya que muchas veces gracias a la comunidad de jugadores y modders se acaba expandiendo la experiencia, algo que es muy fácil de ver con las diferencias que presentan simuladores como Asetto Corsa en consola o PC a día de hoy. Con Flight Simulator, Xbox ha decidido seguir el camino que ya llevó a cabo con un juego cuyo nicho era PC, Gears Tactics. Casi un año después de su lanzamiento en PC, Microsoft Flight Simulator llega a Xbox Series X|S, pero ¿consigue ser una experiencia placentera en consola?
Si al igual que un servidor jamás habéis jugado a un simulador de vuelo y estáis preocupados si Microsoft Flight Simulator es «demasiado» para vosotros, lo único que puedo hacer es calmaros. Una de las grandezas de Microsoft Flight Simulator es que se adapta a todo tipo de públicos, de forma que los amantes de los simuladores y la aviación encontrarán una experiencia realista y placentera, mientras que los que quieren disfrutar de las vistas, de recorrer los cielos y sentir que puedes ir a cualquier lugar del mundo también disfrutarán.
Microsoft Flight Simulator cuenta con varias formas de recibir al jugador. La primera y que más me llamó la atención son unos vuelos pre-definidos en los que se nos lanza directamente al lado de un paisaje emblemático: los rascacielos de Manhattan, la bella Nápoles, las pirámides de Guiza, el monte Everest…
En esos vuelos ya aparecemos en el aire, cerca de nuestro objetivo y tan solo nos podemos limitar a dar vueltas y quedarnos boquiabiertos con el paisaje. Para adaptarnos a los controles, contamos con más de 20 tutoriales, acompañados por tests para poner a prueba nuestro nivel. A ver, no os preocupéis si hay cosas que no se os dan bien, ya que además de todos estos tutoriales también contaréis con ayudas al pilotaje.
Como si fuese un juego de conducción, Microsoft Flight Simulator cuenta con niveles de ayudas, que van desde un modo fácil en el que solo nos tenemos que molestar en saber girar, subir, bajar, acelerar y frenar, a otros más avanzados, acabando con uno que es simulación pura y dura.
Aun así, y como pasa en los juegos de carreras, podemos personalizar cada nivel de dificultad, acompañado de la valentía de cada piloto. Por ejemplo, me he atrevido a realizar bastantes vuelos por mi cuenta y aunque el despegue es bastante fácil, el aterrizaje es más duro de llevar a cabo.
Por si eso fuese poco, cada tipo de cámara añade diferente inmersión. Con la cámara en tercera persona, los botones para acelerar o bajar revoluciones, frenar en aterrizaje, desplegar el tren y demás son botones de nuestro mando (A, B, X…), mientras que si ponemos la cámara en primera persona, esos botones se deberán seleccionar con el cursor del juego dentro del panel de mando. Obviamente, son formas diferentes de vivir el juego, desde una sensación de simulador pura a otra más propia de un videojuego.
La virtud de Microsoft Flight Simulator es justamente esa misma, que sabe ser videojuego y simulador al mismo tiempo. No abruma al jugador casual que quiere una experiencia bonita a la vez que complace al jugador exigente y aficionado a la aviación que se las sabe todas.
El verdadero poder oculto de la nube
Uno de los discursos que más sentí en la era de Xbox One pre Xbox One X era el del poder oculto de la consola de 2013, así como el poder de la nube. Ambas cosas resultaron igual de falsas, claro. Ahora la situación es bien distinta: Xbox Series X es una verdadera bestia en potencia y la nube se ha utilizado para potenciar el resultado.
Microsoft Flight Simulator utiliza ambas cosas. El poder de Xbox Series X sirve para mover todo el juego, con un pack de texturas y contenido que sirve para jugar al juego offline y obtener un resultado más o menos bueno, pero la clave está en internet. Microsoft Flight Simulator se beneficia de los mapas de Bing y el entorno cloud de Microsoft, sumado a la magnífica Blackshark.ai, el pilar que dota de vida el mundo del juego. Gracias a esta inteligencia artificial, se reconocen los mapas de Bing y se da textura, sombra y definición al terreno.
Gracias a esa mezcla de potencia, innovación y cómputo en la nube tenemos a nuestra disposición todo el planeta Tierra. En Microsoft Flight Simulator podemos despegar desde cualquier aeropuerto del mundo e ir allá donde queramos. Obviamente, lo primero que hice fue ir a mi casa. Porque pese a tener todo el planeta a mi disposición, lo primero que quiero hacer es ir a casa.
La sensación fue… especial. Despegar de un aeropuerto cercano, pasar por ciudades y parajes que me conozco al dedillo y luego acabar sobrevolando mi propia casa. Pocas veces he sido consciente de lo que se ha hecho en el mundo de los videojuegos como en ese mismo instante.
Después de esa experiencia casi religiosa, me he aventurado a diferentes vuelos por diferentes sitios de España, algunos que me conozco y otros que me gustaría conocer. Además, se puede escoger que se recoja en tiempo real el estado de la meteorología en todo el mundo, afectando a si llueve, hace sol, hay nubes, niebla, es de día o de noche, lo que acaba dotando de todavía más realismo al juego. De hecho, no sé si os acordáis de un enorme incendio que afectó San Francisco hace unos meses, pues obviamente ese humo se reflejó en el juego.
Describir la experiencia que uno puede vivir en Microsoft Flight Simulator es bastante difícil, ya que aunque puedo hablar largo y tendido de cómo se puede adaptar al jugador y de que resulta reconfortante juegues como juegues, creo que es la tecnología lo que acaba haciendo que el juego sea algo tan único.
Estoy seguro de que si la experiencia de simulación o de controlar al avión fuese igual de buena pero no se recrease todo el planeta de la forma que se hace o los gráficos no fuesen tan espectaculares, la sensación no sería la misma. Sí, seguiría siendo un simulador genial, pero se perdería algo por el camino. Soy de esos que piensa que los gráficos no lo son todo en un videojuego, pero es que en este caso estamos en una increíble excepción. Microsoft Flight Simulator es un despliegue tecnológico único, una proeza que aúna tecnologías punteras y que nos presenta en nuestras casas la oportunidad de volar a cualquier rincón del mundo a 4k desde una máquina de 500 euros.
En Microsoft Flight Simulator podemos ir donde nos de la gana. Trazamos nuestro plan de vuelo, seleccionamos nuestro avión y nos ponemos a los mandos. Si el vuelo es muy largo podemos pausarlo, pero tened en cuenta que será completamente fiel a la realidad, por lo que si queréis dar la vuelta al mundo… pues eso. La cosa es que podéis hacerlo. Literalmente, las posibilidades que ofrece Microsoft Flight Simulator son infinitas.
La adaptación a consola
Debo reconocer que mis primeras horas con Microsoft Flight Simulator fueron algo decepcionantes debido a unos cuelgues del juego que me reiniciaban la consola hasta que descubrí que tenía una actualización pendiente en mi Xbox Series X y, por lo que sea, no se me instaló. Así que después de deciros que por favor mantengáis vuestras consolas actualizadas, lo siguiente que tengo que decir sobre el rendimiento de Microsoft Flight Simulator en Xbox Series X es que es bastante bueno.
No os vais a librar de las caídas de frames, sobre todo en esos momentos en los que en grandes ciudades comienzas a alejarte y el juego debe mostrar más y más terreno, recordamos, a una resolución de 4k. Los 30fps son estables durante bastante parte del tiempo, pero también dependen de vuestra conexión a internet, ya que el juego recoge datos en todo momento de la nube para mostrar el escenario, así que el rendimiento es bastante probable que varíe según la velocidad de vuestras conexiones.
Por lo demás, no voy a decir nada que no haya dicho ya. Microsoft Flight Simulator es una proeza técnica sin rival por todo lo que representa. Asobo Studio de la mano de Xbox Game Studios nos traen un juego en el que todo el planeta Tierra es nuestro patio de juego. Donde podemos ir allá donde nos dé la gana.
En cuanto al apartado sonoro, obviamente cada avión, aeroplano, avioneta y demás tendrá replicado su particular sonido. Acompañando al ruido de los motores tendremos una banda sonora original que irá sonando de vez en cuando, aunque pocos juegos se me ocurren donde pega más conectar nuestra app favorita para escuchar música y ponernos cualquier playlist que nos haga compañía. Las voces, presentes en forma de co-piloto y de control de torre de cada aeropuerto están en inglés, mientras que todos los textos del juego aparecen en español de España.
Análisis de Microsoft Flight Simulator – Xbox Series X
Ya de por sí, Microsoft Flight Simulator era una proeza en PC, pero que llegue a consolas hace que millones de potenciales nuevos jugadores puedan disfrutar de una experiencia que se ha refinado para ellos. Microsoft Flight Simulator se puede jugar con mando de consola sin problema alguno. De hecho, si vais a jugar en tercera persona y de forma más casual, seguramente sea la mejor opción. Si queréis lanzaros a la opción simulador, hay una línea de periféricos dedicados para el juego, aunque lo mejor es comenzar poco a poco.
Justamente en cuanto al aprendizaje, Microsoft Flight Simulator se asegura de que el jugador tenga todas las herramientas posibles con multitud de tutoriales que sirven para entender y practicar con los conceptos básicos. En cuanto a modos de juego, tenemos la posibilidad de ir a cualquier lugar del mundo, saltar directamente a lugares especiales de nuestro planeta o realizar pruebas de todo tipo. Además, el juego multijugador con aviones de demás pilotos se amplía gracias al cross-play entre PC y Xbox, así como el cross-save que permite que sigamos nuestro avance allá donde lo dejemos, ya sea en Xbox o en PC.
El hecho de que Microsoft Flight Simulator se lance en Xbox Game Pass hace que, seguramente, sean todavía más los jugadores que quieran probar el título. Es por eso que en Asobo Studio han hecho especial hincapié en optimizar la experiencia para todo tipo de usuarios y que puedan disfrutar de un juego que pese a jugarse bien y adaptarse al estilo de juego, es en su apartado técnico y en su recreación de nuestro mundo donde alcanza cotas jamás antes vistas en el mundo de los videojuegos, tanto en escala como en calidad. Microsoft Flight Simulator es una proeza de nuestro tiempo.