Como cada año, las licencias deportivas salen a la luz, siendo el turno de las de motor. El arranque de las temporadas nos ha dejado las primeras carreras de MotoGP y Milestone ha presentado su nuevo episodio que intentaremos exponer en este análisis de MotoGP 24 en Xbox Series X. Un juego que en esta ocasión evade la generación anterior, apuntando maneras para intentar implementar algunas novedades.
Una de las mayores sensaciones en esta edición es que pudiera repetirse la fórmula del juego anterior. Y es una de las mayores taras que suelen tener estos juegos, más cuando un estudio lleva años intentando evolucionar paso a paso cada año con alguna novedad. Desde la edición de 2017, que cerró una etapa, Milestone ha querido ir añadiendo funciones y mecánicas a la versión renovada que hoy atendemos con MotoGP 24. ¿Qué novedades trae esta edición?
En este análisis de MotoGP 24 exploraremos las novedades que sientan una nueva evolución de la saga
Enumerando las novedades, los factores más llamativos de una edición que parecía apostar por la continuidad se centran en mecánicas de juego. Los principales cambios afectan al desarrollo de las carreras, sobre todo para el modo trayectoria o campeonatos, pudiendo elegir un formato que recrea los fines de semana de competición. Nuevas sesiones, nueva normativa de neumáticos y las carreras Flag-to-Flag en MotoGP para cuando la meteorología se pone caprichosa.
Pero si hay algo que puede resultar interesante, en torno a estas novedades aplicadas al modelo de fin de semana, está relacionado con el modo trayectoria. Y es que los juegos deportivos suelen hacer especial énfasis en cómo se desarrolla la historia de cualquier usuario, simulando ser un piloto que llega a la competición desde la categoría más baja.
Un modo trayectoria más inmersivo
Una de las principales novedades que han querido exponer en esta ocasión sigue la línea marcada en MotoGP 23. Han querido dar un valor mayor a la reputación que se va ganando con esas mecánicas de objetivos por carrera que alentarán a cada piloto a querer ser mejor. Rivalidades con otros pilotos y objetivos de equipo que se traducen en puntos que suman en una reputación y que sirven para ir progresando desde la categoría Moto3 hasta convertirse en campeón de la MotoGP.
El inicio de este modo trayectoria sigue los mismos pasos que en su edición anterior, dando una sensación de copia y pega bastante importante. Pero comenzamos a ver los cambios cuando al tener que elegir nuestro primer equipo para correr una temporada completa, nos expone la opción de activar el mercado de fichajes. Y es algo que ya vimos que otros juegos también parecen interesados incluir, donde debemos elegir bien dónde vamos y no ser demasiado ambiciosos para no meternos en un lío.
Dadas las circunstancias, habrá que ser más cauto a la hora de intentar avanzar en la categoría. La IA adaptativa y la necesidad de cumplir los objetivos, son aspectos que pueden contraponerse y hacer que la trayectoria se complique.
Y es que, dada otra novedad de este juego como es la IA Adaptativa, que hablaremos después, de no lograr los objetivos del equipo sufriremos en nuestra reputación. De hecho, este sistema de reputación no será como una subida de nivel, donde una vez logramos un nombre solo podemos mejorar. También apunta a que podemos perder una categoría y pasarlo mal para optar a nuevos contratos con determinados equipos. Ya sea Moto3, Moto 2 o MotoGP, todas requieren de un mínimo de reputación de piloto para poder optar a ello, sabiendo que el resto de pilotos de la parrilla, también están en el mismo mercado donde estamos nosotros.
El transcurso del modo carrera, en líneas generales, sigue los mismos parámetros que se dieron en MotoGP 23. Aunque algunos de estas características se han retocado para ahondar en esa experiencia, como es el caso de la reputación que hemos visto, así como en cómo interactuar con otros pilotos en ese sistema de El Muro, aunque este todavía debe ajustarse un poco mejor para evitar ciertas confrontaciones innecesarias. Al final, algunas de las carencias que se notaban en el último juego se mantienen, donde la capacidad de dirigir el desarrollo de la moto parece solo disponible en una categoría como MotoGP. Existe un ranking de rendimientos, pero de no conseguir cumplir los objetivos del equipo, este no progresa y se complica de más la situación.
El mercado se mueve y nos dará la sensación de estar enfrascados en una lucha de rendimiento y reputación para optar por algunos asientos. Debemos competir contra muchos pilotos de cada categoría
Esto nos puede sacar un poco de esa línea de intentar controlarlo todo, pero es algo que puede servir para intentar encontrarse con la competición y dejar la gestión para momentos más importantes. Porque, como viene siendo habitual, los saltos de categoría son saltos enormes que hay que afrontar con mucha decisión. Y no siempre con éxito. En esta ocasión, por los cambios en la IA, puede que ir de valiente sea un problema. Aunque ese punto desafiante y la sensación de progreso, están bien conseguidas, como suele ser habitual.
Pero ahora, la temporada tiene ese factor de ver que esta competición está viva. La mayor novedad en lo que el transcurso de la trayectoria se refiere, es ver el mercado de fichajes. Desde los rumores hasta los fichajes, en los que vemos cómo los pilotos se van de un equipo a otro. Un buen ejemplo es lo que nos pasó en la primera temporada, donde Marc Marquez no fue a Ducati, sino a Aprilia. Nuestra llegada mueve muchos asientos, y a partir de ese momento, la parrilla está viva gracias a esta opción. Ya no es cuestión de señalar donde e ir allí, sino ganarse ese asiento que buscamos ocupar. Y tenemos competencia, por que hay que tener en cuenta como se han aplicado ciertos cambios a cada carrera, cambiando bastante en lo relativo a la experiencia respecto a su entrega anterior.
Una renovación notable
A la hora de hablar de las carreras, que en el fondo es lo que más relevancia tiene en un juego de esta índole, es que se ajuste la conducción, los pilotos rivales o circunstancias de carrera que puedan suponer un elemento estratégico o circunstancial importante. Y ahí encontramos que estos factores se han cambiado para lograr obtener un resultado muy bueno en general.
Lo primero sería hablar de la IA, ya que es uno de esos factores que se viene desarrollando desde aquel cambio de motor en 2018 y que ha ido evolucionando hasta la fecha. Si recordamo, ANNA es el sistema de IA que aprende que Milestone viene ofreciendo desde hace muchos años. Cada año se espera que esta IA se comporte de una forma más natural y pueda competir con nosotros a un nivel justo. Hasta la fecha, ese concepto venía regulado manualmente por el usuario, con ese rango de dificultad que iba desde 50 hasta 120. Siempre ha dado guerra ajustarlo para disfrutar de un juego que, ni fuese fácil, ni fuese imposible. Ahora, eso ha cambiado si ajustamos el nivel de dificultad a lo que se ha dado a conocer como IA Adaptativa.
La IA se nota más completa y competitiva, por que no tendremos que configurarla y se adaptará a nuestro ritmo. Importante que ahora no se noten artificiales, e incluso, saquen los codos en lugar de golpear. Y es que también pueden ser sancionados por ello.
Basándose en su IA que aprende con el paso de las semanas y los circuitos, que acumula horas de sesiones de juego de los jugadores para aprenderse circuitos y ser más capaz, ha llegado a un climax que denota que el trabajo se ha logrado realizar. Aunque en su anterior edición había circuitos, de estos que van rotando y que entran en el mundial, en los que la IA todavía estaba verde, en otros parecía inalcanzable. En MotoGP 23 se añadía un factor adicional, y es que esta IA había aprendido tan bien que ni se molestaba entre sí, ni consideraba nuestra posición. En momentos concretos, con trazadas diferentes, la IA nos ignoraba y nos tiraba al suelo al sacar los codos, la IA siempre ganaba.
Ahora hemos comprobado que esta IA no solo se intenta adaptar a nuestro ritmo, también se intenta adaptar a nuestra posición en pista. Aunque siempre habrá momentos en los que las trazadas confluyen, en esta ocasión no siempre ganarán. De este modo, la sensación de estar compitiendo en igualdad de condiciones se acentúa y que no tengamos que preocuparnos por ajustar un punto arriba o abajo la dificultad en un menú, permite que esta se acomode en tiempos muy cercanos. Cuando decimos cercanos, es que la IA también va a trabajar durante cada Gran Premio por ser más rápidos que nosotros. Algo que, seguramente, requiera de cierta paciencia y muchas carreras para que la IA se haga a nuestro rendimiento en cada carrera.
Pero en general, hemos podido comprobar que la IA puede comportarse bastante bien, aunque también hay momentos en los que encontramos ciertos conflictos. Conflictos que puede ser cuestión de semanas que se vayan ajustando, con la llegada de actualizaciones. Ahora bien, ya de primeras parece un paso adelante en sensaciones de carrera, donde las confrontaciones pueden llegar a ser intensas y muy gratificantes. Y eso, considerando que los rivales no son inmunes a poder ser sancionados, por qué el nuevo sistema de Stewarts, o comisarios, es implacable y conoce nuevas reglas.
Al final, la parte fundamental de esta experiencia ha mejorado de forma notable. El control de la moto y la IA ayudan a hacer cada carrera algo muy intenso. Pero hay que estar a la altura de semejante desafío, como ponerse la cámara de casco
El sistema de sanciones llega a todos, e incluso, con nuevas sanciones como el obstaculizar en clasificación. De hecho, no son pocas las veces que nos han sancionado, con más o menos motivo, con una PVL de salida. Pero a este tipo de sanciones, que hay que aprender a evitar, encontramos otras como obligar a dejar pasar al piloto que se adelanta de forma inadecuada. Incluso, si nos vemos involucrados en un contacto que supone un accidente, seremos investigados para resolver nuestra parte de culpa. En esta ocasión, los límites de pista y las advertencias por superarlos no serán los únicos motivos para que nos obliguen a hacer una PVL, o vuelta larga. Lo mejor de todo, es que veremos cómo los rivales de la IA, también pueden verse obligados a hacerla.
Para estar al tanto de todo esto, la interfaz se ha actualizado para notificar de todo lo que sucede con este sistema. Puede resultar un poco invasivo, pero en ocasiones resulta importante tener constancia si algún piloto que está por delante, sanciona y tiene que pasar por ese trámite que le hará perder mucho tiempo. Tened cuidado si pensáis que podéis ser agresivos con los rivales, porque podría conllevar una potente sanción.
Este sistema funciona, no obstante, siempre pueden quedar suspicacias sobre cómo funciona en todo momento. Y es que, en muchas ocasiones, las viejas costumbres de la IA, o que veamos que no se sanciona por igual a todos, es algo que siempre quedará para el argumentario propio de los pilotos. También pueden ser cosas que requieran ajustes, sabiendo que la comunidad puede aportar mucha información sobre estos comportamientos y reglamentos, para que la experiencia no pierda ni un ápice de intensidad, y sea justa. Pero, para saber meter la moto por lo negro, hay que atender a los cambios que llegan al principal elemento de esta propuesta. La conducción.
Ya sea para bien, ya sea para mal, la IA Adaptativa es quizás una de las novedades más interesantes. Ya no solo por corregir la fallida IA anterior, también por ofrecer magníficos momentos en cada carrera.
Sentir la moto en cada momento
Una vez que hemos visto que el juego ofrece buenas oportunidades para competir, ya sea en solitario o con otros jugadores, nos debemos centrar en cómo se maneja la moto. Y como pasa con todos los juegos de pilotaje o conducción, siempre se tocan cosas. Ya sea para bien o para mal, atendiendo la demanda de unos u otros, MotoGP 24 muestra un comportamiento distinto a su antecesor.
Esta saga siempre ha sabido combinar muy bien los controles hápticos y las vibraciones para informar a los jugadores si se están pensando al frenar, o al dar gas. Del mismo modo, el ajusta de botones para adecuar los dos frenos, se ha mantenido. De forma que si tienes tradición de jugar a estos juegos, notarás que nada es distinto. Hasta que te subes a la moto y comienzas a practicar.
Una normativa aplicada al detalle, con nuevos requisitos por categoría que ofrecen menos compuestos de neumáticos o fines de semana donde las sesiones son distintas, hacen que la experiencia requiera de otras prioridades para el piloto. El ajuste de la moto, que mantiene los criterios de siempre pese a cambiar la interfaz, nos obligará a ser precisos para que la moto se comporte como queremos. Si lo vuestro no son los ajustes manuales, podéis recurrir a lo recomendado o al ajuste guiado con la complicidad del ingeniero. ¿Cuándo pondrán una figura de ingeniero que aplique mejor los reglajes en base a un nivel que tenga? Eso ya lo dejarán para el siguiente juego, si implementan mejoras en la gestión del equipo.
La conducción es algo que ha cambiado lo justo, por que tenía ya un buen equilibrio en sus anteriores entregas. Moto3 puede ser la que más se note, dando un control mucho más preciso de la moto para adecuarla a nuestro estilo de conducción. ¿Te gusta ir de lado?
Cuando nos subimos a la moto esperamos encontrar esa experiencia tan gratificante que ofrece Milestone en sus juegos sobre dos ruedas. Y poco a poco vemos cambios, y notamos sensaciones diferentes en cada juego. Atrás quedó esa categoría Moto3 que era un paseo, incluso, la última versión que resultaba imposible mover la moto en aceleración. Ahora ya podemos derrapar y caernos por exceso de confianza al dar gas. En la frenada puede que se note demasiado aplomo, siendo algo más complicado encontrarle el punto a ese movimiento lateral de la rueda trasera con el que deleitarnos al entrar en curva y buscar cerrar la trayectoria.
Aún así, Moto3 sigue siendo una categoría muy disfrutable. Por que la poca potencia sumada a la agilidad de la moto y la cantidad ingente de rivales, la convierten en un desafío carrera tras carrera. Moto2 y MotoGP, son esos monstruos que hay que saber dominar, donde la frenada puede ser determinante. Y como la IA es más precisa y se adapta mejor, podemos ver que alargan la frenada para que no les metamos la moto, que cometen errores al lanzarse por el interior sin espacio, incluso, llegan a caerse por exceso de atrevimiento. Pero en esas categorías, nosotros también caeremos a plomo si vamos demasiado valientes.
Los cambios han sido sutiles, pero se notan bastante. La brutalidad de las categorías más potentes sigue saturando las sensaciones, pero en la menor, es donde se ha notado más ese cambio. Pero en todos los ámbitos, se mantiene esa buena conducción. No se puede negar que es tolerante, con esa fórmula que tiene Milestone con sus juegos. Se puede pedir más realismo, o más exigencia. Pero dado que ahora vamos a tener que pelear mucho más si recurrimos a la IA adaptativa, lo de rodar en pista cómodos puede no ser suficiente si buscamos ganar.
Lo cierto es que la conducción se nota retocada, más que renovada o evolucionada de forma notable. Pero hay aspectos que este juego ha evolucionado “menos”. Y el matiz de las comillas lo explicamos ahora.
MotoGP 24 se nota como una evolución, y puede haber dado pasos muy adecuados aunque tengamos la sensación de que necesitamos más.
Renovación por cuestiones de licencia
No podemos negar que hay aspectos que los juegos de MotoGP vienen cambiando poco en los últimos años. En esta ocasión, podíamos haber esperado un salto a la generación actual y obviar la anterior. Pero, tal como sucede con la F1, no ha sido así. Y es por esto que podríamos notar que los cambios en el apartado técnico se han quedado en el limbo a la espera de una nueva edición. Ya en su momento se hizo un cambio importante en el ámbito del motor gráfico, pasando a Unreal Engine, y en los pequeños ajustes visuales de cada año, ha quedado la cosa.
Desde entonces, los cambios que se han ido introduciendo cada año han ido cambiando poco las cosas. Se puede notar que donde no hay que tocar, no debe hacerse y en ese ámbito el juego sigue siendo un juego que ha intentado priorizar el rendimiento. Sólido en los 60fps, y consolidada la resolución a 4K, el juego no gozará de una revolución técnica en lo que a modelados se refiere. Se nota bastante continuista en este aspecto, si bien, todo lo demás parece haber intentado ser adaptado a nuevas “obligaciones”.
Modelados, libreas, los nuevos circuitos y ajustes pequeños que denotan que en el apartado técnico no se ha movido demasiado la cosa. Los menús se ven distintos, pero sabiendo bien donde está todo
Entre esas obligaciones está el intentar acercarse más a los requisitos de la licencia, dándole un nuevo aspecto en la distribución de las interfaces. Esto podría causar más de un dislate después de tantos años con los mismos menús para todo. Pero lo cierto es que no es demasiado complicado hacerse a una interfaz que muestra un componente más dinámico, actualizado o preciosista. Pero cual peluquín para disimular la calvicie, nos encontramos con un juego que si tiene que mostrar una evolución, debería hacerlo en esos aspectos que llevan años anclados en “lo mismo”.
Y es que cuando configuramos nuestro piloto, no hay cambios. Las animaciones de podio, son las mismas que en los últimos 10 años. Se puede haber trabajado en los nuevos modelados de motos, las nuevas libreas, ajustes en iluminación, algunas animaciones y el apartado sonoro. En el fondo, tampoco es algo que se le pudiese achacar, sabiendo que lo fundamental para estos juegos es transmitir buenas sensaciones sin ser un despropósito técnico.
Dada la prioridad por la nueva generación, no hubiera estado de más encontrar ajustes para priorizar calidad o rendimiento. Aunque en el fondo, sabemos bien que en estos juegos ese tipo de opciones no suelen ser tan reclamadas. Que nos encontremos con un juego que ya luce suficientemente bien, y en el que no se debe comprometer el rendimiento, denota nuevamente ese conformismo, o en su defecto miedo, por hacer algún cambio que pueda comprometer un producto que busca parecer renovado, pero podría pecar de caduco en este apartado.
Priorizar el rendimiento y consolidarlo en los 60fps para una experiencia gratificante de conducción, es más que suficiente con las mejoras en el modo trayectoria y el siempre recurrente multijugador con LiveGP.
Sin competencia, sin asumir riesgos, pero cumpliendo
Cuando llega una nueva entrega de una licencia deportiva, siempre queda la cuestión de atender las novedades para ver si la emoción puede surgir. Y en esta ocasión, atendiendo a las novedades, no podemos negar que los fans de la competición, y particularmente los fans del motociclismo, tienen motivos para sentir cierta alegría. En lo principal, se podría decir que tras un paso atrás, MotoGP 24 busca consolidar ese aura de buena recreación de una competición. Más allá de buscar cumplir con esa vertiente multijugador que permite a muchos disfrutar del motociclismo, se ha dado un paso hacia delante para que ese modo trayectoria tenga más interés. Y es que esa IA renovada y adaptativa, es más desafiante. Esa necesidad de cumplir para tener una reputación que nos permita optar a equipos mejores, también lo es.
La conducción es uno de los factores que más importa y las sensaciones recuerdan mucho a sus antecesores. Nadie se va a sentir extraño al subirse a la moto y enfrentarse a los icónicos pilotos, las estrellas del motociclismo. Un juego que se siente fantástico, gracias a cómo han sabido trasladar a las manos, a través del mando, lo que pasa entre los neumáticos y el asfalto.
MotoGP 24 hará las delicias de los amantes de esta competición, por que es un juego para auténticos pilotos que buscan un desafío. De no buscarlo, puede que las mejoras de este juego no te llamen mucho la atención.
No podemos negar que los juegos deportivos suelen tener ese compromiso con notarse nuevos, pero sin arriesgarse a revoluciones. Y es algo que se traduce en casi todos los juegos vinculados a licencias deportivas. No por ello podemos justificar, o excusar, que llega un día en el que debe haber un compromiso por mejorar. Porque el nivel de exigencia a ese fan de una licencia u otra, no debería ser la razón para seguir clamando por un juego que puede mejorarse.
Desde mi punto de vista, los cambios introducidos en el modo trayectoria y en la experiencia de un jugador son significativos para valorar de forma muy positiva esta entrega. Sin duda, aquellos que busquen meterse en el mono y subirse a la moto para escribir una historia de leyenda, tienen una gran oportunidad con mecánicas y herramientas que la harán más intensa y desafiante.