El personaje del narcotraficante colombiano Pablo Escobar dio un sinfín de titulares a la prensa de todo el mundo durante finales de los ochenta y principios de los noventa, abanderando un modelo de estado criminal, consiguió ponerse en el objetivo de la agencia antidroga de los Estados Unidos que peleó por su extradición con el sistema, por entonces, corrupto del gobierno colombiano.
Esta “gesta” no ha pasado inadvertida para el cine y la televisión que, especialmente en los últimos diez años, han encontrado un auténtico filón con el que entretener a la audiencia ávida de historias truculentas. Probablemente, en la cima de todas estas obras esté la serie de Netflix Narcos, que en sus dos primeras temporadas narró de forma brillante la vida de este genio criminal.
El pasado 22 de noviembre nos llegaba el videojuego basado en esta serie de la mano de Kuju Enterntainment con la colaboración en su producción de Curve Digital. Aprovechando la imagen de los actores de la serie como gran valedora, la propuesta de entretenimiento interactivo que nos llega a Xbox One, PC, Switch y PS4 se basa en un sistema jugable de acción táctica por turnos a lo XCOM que, sin ser demasiado brillante en muchas de sus facetas, si logra entregar un producto entretenido y accesible a todos los jugadores.
El juego se centra en los sucesos que la propia serie de Netflix nos relató acompañándose, al igual que esta, de todo el trasfondo histórico detrás de los acontecimientos que vieron el nacimiento y crecimiento del Cártel de Medellín. Con dos campañas diferenciadas, pudiendo elegir entre el bando de la DEA o del cártel, Narcos: Rise of the Cartels nos propone un juego en el que, desde una perspectiva aérea afrontaremos distintas misiones en las que podremos desplegar nuestro equipo de hasta cinco miembros en el escenario con el fin de realizar distintos objetivos.
El juego tiene una estructura basada de misiones principales y secundarias que van de la mano, ya que para poder afrontar las misiones principales tendremos que haber realizado antes una cantidad determinada de misiones secundarias. Cuando hayamos rellenado una barra que se muestra en nuestro mapa de despliegue en la base podremos acceder a la misión principal o, si lo preferimos, seguir realizando misiones secundarias para aumentar nuestros ingresos y, por tanto, nuestras posibilidades en cuanto a la gestión de nuestro equipo.
Resulta conveniente señalar que dentro de estas misiones secundarias siempre tendremos una a la que podremos acceder de manera gratuita, garantizando así el juego que, en ningún momento, nos quedemos atascados por la falta de recursos. Precisamente, esta falta de recursos, hace recomendable entretenerse un poco realizando misiones secundarias para aumentar nuestro botín y no andar justos de unidades que mandar al campo de batalla.
Narcos: Rise of the Cartels nos propone un sistema de gestión de equipo relativamente sencillo para lo que acostumbran estos juegos, como recurso único tendremos el dinero, y este dinero solo nos servirá para contratar soldados que luchen por nuestra causa independientemente de la que sea. El coste de los soldados no siempre será el mismo, siendo mayor dependiendo del tipo de unidad escogida o de su nivel.
Precisamente sobre el sistema de niveles de Narcos: Rise of the Cartels conviene mencionar que el juego hace uso de una autolimitación de nivel, por lo que, si no avanzamos dentro de nuestra historia no podremos seguir subiendo el nivel de nuestras unidades. Al finalizar cada una de las misiones, obtendremos unos puntos de experiencia que se bifurcan en dos variantes, generales e individuales, cada uno de los soldados que vuelva de la misión obtendrá sus propios puntos de experiencia mientras que, al grupo se le recompensará con otros tantos.
Estos puntos generales de experiencia resultan de bastante utilidad y conviene gestionarlos apropiadamente ya que, en Narcos: Rise of the Cartels la muerte es definitiva. Cada unidad que muera en combate no podrá regresar a la base y la perderemos para siempre, algo especialmente doloroso cuando la muerte ocurre a un miembro de nuestro equipo al que ya hemos desarrollado en profundidad. Además, los heridos en combate quedarán inhabilitados para las siguientes misiones según sea la gravedad de sus heridas. Acelerar el proceso de curación será posible por una cantidad de dinero.
Como decía, la gestión de los puntos de experiencia generales se torna vital, ya que cuando perdemos soldados en combate, puede resultar más rentable contratar unidades de nivel bajo y subirlas de nivel de una tacada gracias a estos puntos que desembolsar grandes cantidades de dinero, con el añadido de que, además podremos personalizarlas más a nuestro gusto.
La personalización de las unidades se produce con cada subida de nivel, momento en el cual podremos seleccionar dos habilidades que se sumarán a las que ya tenga el soldado en cuestión. Estas habilidades son variadas y cada tipo de unidad tendrá las suyas propias, permitiéndonos aumentar el daño las armas, curarnos en mayor o menor medida, hacer uso de granadas, poder recorrer más distancia en cada turno, ganar turnos después de muertes y cosas por el estilo.
Estas habilidades tienen un coste de puntos en el momento de las misiones y algunas van a tardar varios turnos en recargarse, esta gestión táctica en combate un punto divertido de Narcos: Rise of the Cartels, pero algo insuficiente. Mientras realizamos misiones como extraer a un secuestrado, matar un objetivo, incautar pruebas, robar informes o acabar con todas las unidades enemigas el juego adereza la acción táctica con momentos de shooter en primera persona.
En determinados momentos, se activará esta cámara en primera persona que nos va a permitir contraatacar a enemigos que previamente nos hayan disparado, atacar a enemigos que se muevan en nuestro campo de visión o ejecutar tiros de gracia a unidades que, tras un ataque por nuestra parte hayan quedado lo suficientemente debilitadas. Esto también se produce en sentido contrario por lo que deberemos tener cuidado especialmente a la hora de movernos de no pasar por delante de la línea de visión de las unidades enemigas. Sin duda este es un punto realmente llamativo y atractivo dentro del juego que invita al jugador a no apoltronarse en el sofá si no quiere desaprovechar estas oportunidades que el juego nos brinda.
Con una jugabilidad basada en turnos con puntos de movimiento y disparos Narcos: Rise of the Cartels, se queda corto en cuanto al componente táctico, la inteligencia artificial es en ocasiones errática y desaprovecha oportunidades de forma inexplicable. Además, solo podremos ejecutar acciones con un solo miembro del equipo en cada turno, algo que limita muchísimo el despliegue táctico y hace que gran parte del equipo quede infrautilizado, pudiendo resolver algunas misiones con tan solo un par de miembros sin sufrir demasiado.
El juego tiene nivel de dificultad único, seguramente los jugadores más avezados en este género van a echar de menos el desafío. Por otro lado, tenemos la variedad de miembros con los que conformar nuestro equipo que, para aunar las dos campañas en una explicaré como granadero, soldado de asalto, explorador, intendente y capitán. Cada uno de ellos tendrá su arma característica, siendo el capitán elegible dentro de nuestro equipo antes de comenzar la partida.
La gestión del capitán es importante puesto que, si lo perdemos, tendremos que reiniciar la misión desde el principio, y aquí el juego hace algo muy interesante, porque en el momento de repetir misión no vamos a hacer exactamente la misma, algo que solo aplica a las misiones secundarias, porque las misiones principales se mantienen fieles a su contenido por razones evidentes, pero como decía el juego nos va a dar otra misión, por lo que el ensayo-error no va a ser una opción tan clara y tendremos que mejorar realmente nuestra manera de jugar para poder seguir progresando.
Narcos: Rise of the Cartels es un producto licenciado la exitosa serie de Netflix y como tal utiliza los modelados de los actores reales de la serie, algo que va a hacer las delicias de los fans, más si cabe, si tenemos en cuenta que algunos de los personajes míticos de la serie son jugables, aportando habilidades especiales que solo ellos poseen.
En cuanto a los escenarios, Narcos: Rise of the Cartels tiene un gran surtido de ellos, bien trabajados y con excelentes recreaciones de lugares que se ven en la serie como la mansión Nápoles. Con estructuras a diferente nivel y coberturas totales y parciales, cada uno de ellos se siente bien trabajado y diseñado con mimo, transportándonos adecuadamente a las distintas ambientaciones en las que tiene lugar la serie.
En el apartado sonoro el juego cuenta con la banda sonora original de la serie, así como los actores originales de la misma para dar vida a sus protagonistas, algo que le da un valor añadido a un título que se dirige a un público muy específico. El juego llega con subtítulos y textos en pantalla en castellano.
Narcos: Rise of the Cartels hace uso de Unreal Engine 4 para mover los elementos en pantalla sin conseguir explotar todo lo que este motor da de sí durante las misiones, conformándose con ir a lo sencillo, se echan de menos elementos móviles o destruibles durante la acción. Probablemente el mayor partido se lo saque a las escenas cinemáticas, donde consigue alcanzar un buen nivel en la recreación de los personajes que vemos durante la serie.
En definitiva, Narcos: Rise of the Cartels es un juego destinado a los amantes de la serie y de las historias criminales, no consigue llegar a la excelencia en ninguno de sus puntos, quedándose en el camino en cuanto a la profundidad de gestión en la base y siendo poco valiente en cuanto a la acción táctica. Los fallos de la inteligencia artificial enemiga alejarán del título a los más avezados en el género de la acción táctica por turnos, pero ofrece una fórmula que, a pesar de sus carencias consigue ser entretenida en las 10 horas que nos llevará completar sus dos campañas. Su historia y su uso completo de la licencia de la serie Narcos de Netflix son, probablemente sus mayores atractivos, pero el hecho de que esto ya es conocido por la mayoría del público, hace que no sea un juego prioritario en el panorama actual de lanzamientos.