Cyberconnect2 regresa para ofrecernos el ansiado final que muchos ya estaban esperando, la cálida despedida de una saga considerada, a su vez, la mejor representación de un manga en una consola. Muchos han sido las voces que criticaban el sentido continuista y poco innovador de la saga Storm pero, ¿será su cuarta entrega, exclusiva para la nueva generación de consolas, una revolución con respecto a sus predecesores?
Esta nueva entraga es el cierre definitivo hasta un más que probable reinicio, ¿qué luces y sombras se ciernen sobre las nuevas aventuras del ninja más alocado de Konoha? Descubridlo en el análisis de Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm 4.
Domo arigato, Kishimoto
Primero hay que agradecer a Masashi Kishimoto por el digno, a la par que épico, desenlace del manga, muchos serán los que recuerden esos emotivos capítulos finales durante años mientras comparan la intensa obra del “padre” de Naruto con otras cumbres como el Dragon Ball de Akira Toriyama, sencilla y llanamente elogiable. Cyberconnect2 es el responsable, una vez más, de dar vida a ese vasto mundo de aldeas ninja en consolas de nueva generación, un reto nuevo para la desarrolladora japonesa que causó que las expectativas y el hype de muchos se alzaran dado que, anteriormente, tan sólo habían trabajado en las consolas de la anterior generación de forma ejemplar (sobre todo en su primera entrega) demostrando que la evolución podía y debía existir.
Lejos quedan ya las miradas de asombro y estupefacción cuando los jugadores de medio mundo miraban admirados el titánico salto que la saga dio de Playstation 2 a Xbox 360. Luego ese asombro se tornó en justamente lo opuesto al sacar, casi anualmente, una entrega que no mostraba reformas de ningún tipo y se volvía en un tedio continuista que se centraba únicamente en deleitarnos con un fragmento adicional de la historia de Kishimoto, como si a todos los fans de la serie se les racionara su dosis de “Naruto” transformando las entregas en un producto de marketing bestial (al nivel de Ubisoft o Capcom) en lugar de buscar nuevas fórmulas de mejora técnica, visual y de profundidad de los controles que todo buen juego de lucha debe tener. Así pues, no es de extrañar, que muchos estaban esperando un salto tan inmensamente grande como lo hubo en las dos anteriores generaciones pero, ¿así ha sido?
Un paseo por Konoha
El título consta de varios modos de juego entre los que destaca el Modo Historia que nos hará vivir, tanto algunos acontecimientos del pasado de personajes tan destacados como Kakashi o Hashirama Senju, como el esperado desenlace de la historia principal, sabiamente sesgada en el anterior Storm en mitad de la Cuarta Guerra Mundial Ninja.
Los otros modos son los clásicos Versus y Multijugador Online además del Modo Aventura. Este último, pese a ser un complemento que se agradece (todo sea dicho), resulta ya insipido en un jugador experimentado al proponernos muchas Quest faltas de inspiración que se pueden resumir en: ir del punto A al punto B, realizar recados absurdos, escuchar conversaciones que no llevan a ningún sitio y lidiar con bastantes combates cuyas condiciones para salir victoriosos se simplifican en poco más que derrotar al enemigo de turno o derribarlo con una técnica definitiva. En los primeros juegos de la saga los retos eran aún mayores y te hacían sudar bastante en contadas ocasiones cuando debías mantener la barra de vida al 90% con una IA enemiga que rozaba lo enfermizo. Todo el Modo Aventura se ha simplificado para que resulte ser un paseo por los, eso sí que hay que destacarlos, bellos entornos de los que hace gala. Como aliciente podemos decir que, de quererse jugar al completo, este modo puede darnos varias horas de entretenimiento garantizado pese a la sencillez de su conjunto.
Si de algo hay que destacar el soberbio trabajo de Cyberconnect2 es de llevar el Modo Historia a otro nivel, no jugable (que de eso hablaremos más adelante), sino narrativo. Todos los fragmentos de la trama se desgranan con unas secuencias soberbias que están acompañadas de unos acertados QTE que, si bien no exponen fielmente los movimientos, técnicas o, en resumidas cuentas, las situaciones que se suceden tal cual en el manga es por la sencilla y comprensible razón de dotar al título de una mayor espectacularidad y eso es algo que cualquier fan de Naruto entenderá. El juego se desenvuelve muy bien dentro de las líneas argumentales que aún le quedan y dejará perplejo a todos los seguidores de la obra de Kishimoto.
Poco podemos decir del ya clásico modo Versus y Online salvo que esperemos que este último muestre, una vez el título llegue a las casas de todos los usuarios, la estabilidad que nunca ha tenido. Encontrar un combatiente era una cuestión de suerte en Storm 3, error que esperemos no vuelva a repetirse en la nueva generación de consolas.
Aprendiendo el Rasengan: ensayo y error
Desgranando el título a fondo vemos que hay varias cosas que se mantienen y otras que se han pulido. Por un lado seguimos teniendo nuestro doblaje en japonés e inglés (aunque creo que este último la da igual a toda Europa) con unas voces muy bien integradas en las distintas situaciones que se dan en el título. Además, en lo que respecta a lo sonoro, este nuevo Naruto hace alarde de unas muy acertadas melodías que amenizan los combates contra amigos e incluso enfatizan de forma soberbia los momentos cumbre del Modo Historia. Como bien hemos dicho anteriormente los modos de juego son herencia de anteriores entregas de la saga y muchos de los personajes vistos en Storm 3 se mantienen en este juego con idénticas técnicas.
Los nuevos personajes incluidos en el título están muy bien representados con sus ataques definitivos bastante actualizados con respecto al manga y se ha añadido la posibilidad de sacar a combatir a los personajes de apoyo como novedad jugable. También hay una amplia variedad de tanto personajes seleccionables como de técnicas definitivas de equipo como las protagonizadas por Naruto, Sasuke y Sakura como miembros del Equipo 7 de Konoha.
Hay mejoras apreciables en el apartado técnico pero son tan imperceptibles que muchos se preguntarán si este juego verdaderamente no podría haber salido en la anterior generación de consolas. Dichas mejoras están visibles en los efectos de iluminación con mayor énfasis en las partículas (la representación de los elementos como el fuego son sencillamente sobresalientes).
Cyberconnect2 le ha puesto cariño al título, eso es evidente en el Modo Historia, pero le falta esa pizca de innovación, ganas de superarse e inspiración que tantas bocas abrió y otras tantas cerró en el primer Storm con respecto a sus predecesores.
No es “kunai” todo lo que reluce
Las novedades en la jugabilidad no suplen las titánicas faltas de un sistema de combate plano y carente de profundidad, el juego se basa en repetir las mismas combinaciones para todos los personajes del título con la salvedad de que, como agravante a esta situación, algunos de ellos tienen ataques más desproporcionados o son más difíciles de bloquear.
Otro punto que refleja las pocas ganas de innovar es la repetición de escenarios que ya hemos visto hasta la saciedad en Storm 2, Storm 3, Generations y Revolution como el de Konoha o el de la Cascada de la Verdad, ¿en serio no existen otros planos para hacer el escenario? Como si la aldea no tuviera otros sitios…
La saga ha llegado a un punto de inflexión gráfica, no hay una evolución apreciable salvo las mejoras en los efectos de partículas, iluminación, técnicas (fuego, agua) repitiendo el esquema de hacer cambios insignificantes a sabiendas de que van a vender millones de copias. Los personajes no tienen ese salto gráfico que se espera de un título de nueva generación, aunque cercanos al anime sabemos que se pueden esforzar en buscar un grado mayor de perfección y mejora como ya vimos en sus trabajos previos.
Conclusiones de una Konoha devastada
Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm 4 tiene un binomio de conceptos: es brillante pero con sombras, ejemplar pero continuista y artísticamente bello pero poco arriesgado e innovador. Se repiten escenarios juego tras juego (el de Konoha ya nos los sabemos de memoria desde el primer Storm), los gráficos son los mismos pero con efectos de partículas mejorados, los modos de juegos son pocos y la interactividad con el entorno del Modo Aventura es casi nula. Si existiera una palabra que definiera sus defectos sería: prisas. La rapidez por sacar un producto antes de que finalice el anime y de querernos vender un título a medio cocer es más que evidente lo que deja, tras de sí, un sistema de combate pobre y carente de profundidad que se considera, a día de hoy, la triste herencia y lacra que ha atormentado a la saga desde sus inicios además de volvernos a presentar a personajes cuyas técnicas, transformaciones o daños por combos (Madara o Kaguya) es sumamente desproporcionado con respecto a otros (Sakura). No sabemos si hay que echarles las culpas de estos errores a Bandai Namco, a Cyberconnect2 o a ambas partes por igual pero, en estos momentos, muchos fans de Naruto se preguntarán: “¿nueva generación de consolas?” Lo dudamos profundamente.
Pese a la sensación de deja vu que deja el título estamos ante un juego con un mimo excepcional en el detalle por representar los acontecimientos que cierran el manga y las historias paralelas que aún no se habían narrado con una excepcional secuenciación acompañada de sus QTE tan característicos. El Modo Aventura es un pequeño aliciente y el Multijugador nos deparará horas de piques garantizados, aunque siempre nos hubiera gustado algo más, una verdadera revolución en nuestras queridas Xbox One, un Cel Shading que algunos títulos como Ni No Kuni 2 empieza a mostrar de qué están hechas nuestras jóvenes consolas de nueva generación. Tal vez la siguiente entrega de Naruto calle muchas bocas pero, tristemente en esta entrega, será imposible silenciar los defectos “continuistas” de los que hace gala.