Hace poco hablaba con una persona de la dificultad que entraña escribir en un medio de videojuegos, sobre todo por el cambio de algoritmo que ha venido afectando a todas las plataformas existentes, con YouTube, Google o TikTok como principales exponentes. Vivimos en una época en la que buscamos consumir contenido por encima de nuestras posibilidades. Queremos que todo sea corto y satisfactorio. Ahora y bueno, a poder ser. Aunque, de hecho, en muchas ocasiones ni nos importa si es bueno o no, solo poder consumirlo en una brecha inferior a 30 segundos.
Este cambio en el paradigma del consumismo también ha afectado a los videojuegos, y cada vez son más los jugadores (entre los que me incluyo) que reniegan de esos grandes mundos abiertos que requieren decenas de horas, casi siempre con contenido sin valor alguno, para “optimizar” sus horas de juego, y buscar algo que le permita no tener que dedicar todo su tiempo libre a un solo juego. Como decía, corto y satisfactorio. Y creo que precisamente eso es algo que ocurre con Neon White. Un juego que nos llena de dopamina con un diseño basado en el consumo rápido, pero que entraña mucho más, y te lo cuento todo en este análisis.
Análisis de Neon White
El juego de la generación TikTok
Suscríbete a XboxMedia en YouTube
No tengo ningún temor a decir que Neon White es un juego que ha sido desarrollado pensando precisamente en esos hábitos de consumo multimedia que acabo de comentar. ¿Os imagináis poder completar un nivel en apenas 20 segundos? ¿O un capítulo entero, dependiendo de tu destreza, en tan solo 5 minutos? Eso es precisamente lo que ofrece Neon White. Una propuesta frenética de consumo inmediato donde podemos superar sus niveles en apenas unos segundos.
Neon White se divide en varios capítulos donde tendremos que superar una serie (variable) de niveles. Su diseño parece estar pensado precisamente para esos jugadores que consumen decenas de vídeos en TikTok en un momento, pero que acaba traduciéndose en horas de consumo frente al móvil. Ese gancho de completar niveles uno tras otro, en poco tiempo, y con una precisión digna de un reloj suizo, provoca que, lo que está pensado para completarse en apenas segundos, acabe robándonos toda una tarde de nuestro tiempo. Sin ir más lejos, durante una de las tardes de esta semana, todavía me quedaban 4 capítulos para terminar el juego. ¿Qué ocurrió? Que los terminé todos de una tacada. Todo por esa sensación de “que rápido está pasando esto”, que en realidad se acabó traduciendo en casi 3 horas jugando a Neon White.
Lo mejor de todo es que esto no sería posible sin lo bien diseñado que está Neon White, tanto en lo que se refiere a su gameplay como a su diseño de niveles. El juego basa su funcionamiento en el uso de unas cartas que encontraremos en el escenario, que nos darán acceso a una serie de armas (pistolas, subfusiles, escopetas o un potente lanzacohetes), cuyo atractivo no solo es lo dinámico de su uso, sino que también cuentan con un factor estratégico. Todas estas armas cuentan con una habilidad especial de descarte. Pulsando el botón LT podremos “descartar” el arma después de realizar una acción individual especial que, dependiendo de la que llevemos equipada, puede ir desde activar una especie de salto doble, hasta engancharnos en determinadas partes del escenario como si de la pistola gancho de Batman se tratara.
Todo funciona a las mil maravillas, y es gracias a un diseño de niveles que no solo es inteligente, sino que en determinados aspectos puedes llegar a ser incluso exigente. ¿Por qué? Pues porque precisamente, pese a decir que está pensado para esos usuarios que consumen contenido en redes como TikTok o Instagram, también se ha pensado en el otro grupo de jugadores. Los que quieren exprimir al máximo todas y cada una de las horas de entretenimiento. ¿Y cómo lo ha logrado? Con un sistema de medallas que nos recompensa en base a tratar de lograr superar el nivel en el menor tiempo posible.
De hecho, el juego no solo nos premiará más a medida que vayamos bajando la marca que hayamos logrado al superar un determinado nivel. Sino que, aun tratándose de un juego puramente single player, nos muestra un marcador global donde podremos ver las marcas que han hecho tanto nuestros amigos como el resto de usuarios del juego. Esto, claramente, tiene como finalidad que nos “piquemos”, y tratemos de seguir mejorando un tiempo que al principio podría parecernos imposible. El ejemplo perfecto del trabajo bien hecho.
Esto va mucho más que de «ángeles» y demonios
Aunque lo más satisfactorio de Neon White es su gameplay, lo cierto es que no hay que olvidar que existe un componente narrativo detrás de este. En el juego encarnamos a “White”, un joven que de repente se ha despertado en el cielo sin ningún tipo de recuerdo sobre su anterior vida. Nada más despertar, se entera que deberá participar en una competición orquestada por los Celestiales, una suerte de ángeles, en la que deberán de obtener las mejores marcas en la caza de demonios frente a otros “Neon”, los elegidos por estos seres para llevar a cabo esta misión.
¿Qué tiene de peculiar todo esto? Que todo se engloba en una competición en la que estos “Neon”, que son ni más ni menos que las almas de las personas que estaban condenadas a ir al infierno, traten de luchar entre sí para obtener la mejor marca, y así lograr el perdón y ser recibido en el cielo. Como no, esto da lugar a conflictos y a alianzas que puede que no sean lo que parecen, o que, efectivamente, acaben siendo fructuosas para un determinado contendiente.
En este sentido, creo que es necesario destacar que el elemento narrativo no solo está presente en la historia, que es sencilla pero efectiva. También encontramos un cierto toque RPG en el juego, ya que podremos mantener charlas con una serie concreta de Neons, que no solo nos brindarán la oportunidad de superar misiones secundarias con niveles donde las reglas cambian completamente; sino que también nos permitirán desbloquear recuerdos de nuestra vida pasada. Además, os advierto que es un proceso necesario para completar el juego al 100%.
La propuesta narrativa es simple, no presenta ningún giro de guion inesperado, pero acompaña tan bien a lo que vemos en pantalla que no hay muchas pegas que ponerle. Es como el buen vino con la carne: un acompañante que mejora aún más la experiencia.
Un paraíso colorido y variado
A nivel técnico, Neon White quizás no es un portento que pueda presentar candidatura a los GOTY a mejores gráficos. Sin embargo, su estilo artístico presenta una personalidad espectacular. En lo referente a las cinemáticas, casi todo se mueve en base a viñetas inertes. Sin embargo, donde realmente luce es cuando el juego está en movimiento, con un toque cartoon que le sienta muy bien.
Además, en Xbox Series X el juego funciona como la seda. Aquí no nos encontraremos con diferentes modos. Angel Matrix, creador del juego, no ha querido que optemos por una mejor calidad en pro de un mejor rendimiento. Neon White está pensado para ser frenético, y por eso requiere que funcione a la mejor tasa de fotogramas posible. Y, al menos en mi caso, el juego ha funcionado a 60 fps en todas y cada una de las horas que he invertido en él.
Y por si fuera poco, a un apartado técnico y visual extraordinario, le acompaña una banda sonora que encaja a la perfección con lo que ocurre en pantalla. Muchas de sus pistas me han recordado a esas que podía encontrar en las máquinas recreativas de los salones arcade, algo que no solo es una decisión realmente inteligente para con su gameplay, sino también para potenciar toda la experiencia. La banda sonora presenta un cierto toque “electro” que quizás no es para estar escuchándolo en Spotify en tu día a día, pero funciona a la perfección durante todas y cada una de las horas que jugamos. Y eso es lo que hay que pedirle a cualquier BSO de videojuegos.
Conclusiones – Análisis de Neon White
Neon White se ha convertido en una de mis grandes sorpresas de 2024. Soy consciente de que el juego ya lleva dos años en el mercado, pero no ha sido hasta su llegada a consolas Xbox cuando he podido disfrutar de un título que lo tiene todo para lograr embaucar a cualquier tipo de jugar. Frenético, divertido y con una dosis de competitividad, tanto individual como global. Todo ello enfrascado en un bote inmediatez que lo hace el juego idóneo para todo el mundo, pero sobre todo para los jugadores con consumos basados en el efecto TikTok.