Hace más de tres años que Bloober Team nos presentó Observer, una obra que dejaba de lado el terror psicológico con el que había destacado gracias a la gran acogida de Layers of Fear y nos trasladaba a un futuro cyberpunk. Pero no un futuro ciberpunk cualquiera, sino el más oscuro, deprimente e incluso desagradable que hubiéramos visto en mucho tiempo. Ahora Observer regresa con una versión mejorada para la nueva generación de consolas que no solo incorpora mejoras visuales, sino también adiciones de contenido que amplían la experiencia de juego. Acompáñanos en las próximas líneas para conocer nuestra opinión en nuestro análisis de Observer: System Redux, que hemos jugado en Xbox Series X.
Bienvenido al futuro
Observer: System Redux nos sitúa en el año 2084, en Polonia. El futuro distópico que nos presenta Bloober Team nos habla de un mundo sumido en el caos, en el que la gente se atrinchera en sus casas evadiendo una realidad regida por una megacorporación y temerosa de una pandemia tecnológica que amenaza con acabar con todo aquel al que infecta. Ha escogido un buen año la compañía polaca para reflotar su obra, de eso no cabe duda. Como en toda historia ciberpunk, la gente se ha fundido con la tecnología de tal forma que la lleva incorporada en su interior, literalmente, haciendo uso de herramientas que en teoría deberían facilitar su vida.
En ese contexto, Daniel Lazarski, el personaje del que tomamos el control, se adentra en un bloque de edificios de la zona más pobre de la ciudad de Cracovia, en el que sigue la señal de su hijo, al que hace años que no ve. Lo que encontrará no le sorprenderá: decadencia, muerte, miseria y podredumbre tecnológica. Nuestra misión como Observadores (una figura policial con la capacidad de introducirse en las mentes de la gente para explorar sus recuerdos) será investigar el edificio para discernir qué está ocurriendo y cuál es el paradero de nuestro hijo.
Brillante oscuridad
El punto fuerte de Observer: System Redux es su increíble ambientación. Bloober Team hace lo posible para hacernos sentir incómodos. Recorremos pasillos futuristas, pero al mismo tiempo decadentes y lúgubres; con enormes contrastes de oscuros sótanos y brillantes carteles de neón. Las personas que encontramos, los objetos con los que interactuamos, las situaciones que vivimos. Todo está diseñado para hacerte pensar ‘qué lugar más desagradable’. Este es el mundo futurista que ha dibujado Bloober y lo cierto es que la sensación se percibe desde los primeros compases del juego hasta su mismísimo final.
Ahora bien, hay algo que me ocurrió en 2017 y que me ha vuelto a ocurrir ahora con esta versión System Redux: Observer es un juego lento, pesado, casi tedioso por momentos. Todo lo que vivimos a lo largo de las aproximadamente seis horas que dura es demasiado reiterativo, no consigue sorprendernos con situaciones jugables que nos peguen a la pantalla, que no nos permitan alejar la vista ni un solo milisegundo. A ello contribuye también el contenido adicional que ha sido incluido en esta renovada versión.
Se agradece tener cosas nuevas que hacer, entre las que se incluyen una amplia variedad de misiones secundarias que nos invitan a recorrer el bloque de edificios de arriba abajo buscando pistas para adquirir combinaciones, claves y nombres de inquilinos. Gracias a estas misiones podemos meternos más de lleno en la ambientación que propone Bloober y ampliar la experiencia jugable. Sin embargo, ninguna de ellas se siente verdaderamente fresca y que merezca prolongar la “agonía”, en el buen sentido. Mientras tanto, al centrarnos en las secundarias perdemos el hilo de una trama principal que ya de por sí era lenta.
Observador de nueva generación
System Redux no solo es una versión con contenido inédito, sino también una remasterización de la obra original pensada para la nueva generación. Y es ahí precisamente donde más destaca el juego de los también creadores de Layers of Fear, Blair Witch y el futuro The Medium. Nosotros lo hemos jugado en Xbox Series X y lo hemos podido hacer en unos gloriosos 4K de resolución y a unos fantásticos 60 frames por segundo (que, eso sí, han sufrido pequeñas caídas puntuales en zonas determinadas). Esta sí es una característica de rendimiento inmediato, que nos permite ver una mejora considerable con respecto al juego de 2017.
Si nunca jugaste Observer este es un momento perfecto para hacerlo, especialmente si eres aficionado a la ciencia ficción, a los mundos futuristas y al terror ambiental. También si disfrutas con las aventuras narrativamente guiadas y que se centran más en contar una historia que en poner a prueba nuestras habilidades a los mandos (aunque de vez en cuando sí tendrás que estrujarte la sesera para resolver algún puzle).