El análisis de PES 2016 en Xbox One ya está aquí. Sí, hemos tardado un poco más de lo previsto pero, en esta ocasión, ha valido la pena. Y es que, por fin, Konami se ha puesto las pilas tras una generación e inicio de la presente en la que parecía que estaban de parranda y nos brindan un juego de fútbol no sólo sobresaliente sino que, además, sabe adaptarse a la perfección y de forma automática según juguemos online o individual.
Acompañadnos en el análisis de PES 2016, leed el análisis de FIFA 16 y preparaos para hacer temblar a vuestra cartera. Este año hay pelea entre dos formas distintas de ver el fútbol pero con unas cotas altísimas de calidad.
Un equipo bien armado
Ha llovido mucho, muchísimo desde que vimos el último buen Pro Evolution Soccer. Ha llovido tanto que la saga japonesa ha tenido una generación para pensar y reflexionar sobre los problemas que tenía su sistema de juego mientras veía que, año tras año, quedaba más embarrada y enrojecía cada vez más en comparación con su máximo rival, un rival que, en tiempos de PS2, ni consideraban como tal.
Y es que, pese a tener una generación de retraso, la entrada de un nuevo estudio de desarrollo, uno europeo, y el nuevo motor de la compañía japonesa, el Fox Engine, desarrollado por Kojima Productions, la difunta sección de Hideo Kojima, la primera entrega de Pro Evolution Soccer, aka PES, en la actual generación ya nos dejó con buen sabor de boca. En la entrega del año pasado, auqnue en Xbox One fuese un nuevo desplante de la compañía japonesa debido a la resolución del título, nos dejó con buen sabor de boca en lo concerniente a la jugabilidad y la IA del equipo, algo que se ha trabajado sobremanera desde el año pasado para dotar a cada equipo, los más conocidos, eso si, de una inteligencia artificial realista y que se corresponde a los comportamientos de los equipos que quieren representar. Ahora, con PES 2016, Konami quiere demostrar que está en la ‘pomada’ de los juegos de fútbol, y vaya si lo demuestra, poniendo sobre la mesa un juego con dos características marcadas y diferenciadas, su sobriedad y su diversión.
Konami, más bien el PES Team, comenzó la generación, con PES 15, hablando de lo bueno y bonito que era su motor gráfico algo que, sinceramente, es lo de menos en un juego de fútbol. Sin embargo, algo cambió cuando empezaron a hablar de PES 2016 ya que, la compañía se empeñaba en declarar que el objetivo era volver a las entregas nuevas y, en concreto, volver a Pro Evolution Soccer 6, la ‘última’ gran entrega de la saga, y vaya si lo han conseguido, cogiendo la base de lo que funcionaba en su día y trayendo la esencia a la actual generación.
La verdad, funciona. PES 2016 no sólo recuerda poderosamente a las entregas buenas de Pro Evolution Soocer, aquellas anteriores al 2007, sino que es capaz de ofrecer dos tipos de filosofía balonpedística, una para el modo un jugador, que podremos ajustar, y otra para el modo online.
Jogo bonito con tintes de simulación
PES 2016 tiene una premisa muy clara: lo principal es llevar una experiencia de fútbol realista a nuestras consolas. Y es que, no es necesario que Piqué realice 20 filigranas antes de soltar el balón cuando lo más efectivo es mover la bola hacia un costado y, si no se puede avanzar, hacia atrás. Eso es lo que vemos en el fútbol real y es así como jugaremos en PES 2016. Está claro que, si somos buenos con el control, podremos hacer maravillas en cuanto a regates y paredes pero esa no es la filosofía del juego japonés, al menos no es su principal baza.
De hecho, más que un regate basado en filigrana, PES 2016 destaca gracias a un sistema que hará que un jugador con buenas estadísticas, ayudado por nuestra pericia, juegue de un modo similar a lo que practica Xavi Hernández. EL control 360º es el sistema que hará que PES 2016 resulte más realista a los mandos, y a la vista, que cualquier otro juego de fútbol. Será un sistema por el cual se podrán realizar diversidad de toques en una baldosa, algo que será muy útil no sólo a la hora de controlar de espaldas y volvernos sino a la hora de orientar el balón con un solo toque, regatear en una baldosa y hacer paredes rápidas con posterior giro y tiro a puerta.
El modo para un jugador, por defecto, es un modo muy espectacular. Practicaremos, ya que la máquina y los movimientos de los jugadores nos incitan a ello, un fútbol de lo más espectacular, rápido, abriendo espacios y realizando paredes sin parar, así como regates gracias al control 360º y pases al hueco casi automáticos. Sin embargo, la cosa cambia cuando nos enfrentamos a otro jugador a través de internet. El juego parece volverse otro nos ofrece un fútbol mucho más pausado donde irnos por banda no será tan sencillo, los pases no serán fáciles y tendremos que tirar del pase manual, así como del dominio absoluto del control 360º y, sobre todo, tendremos que armarnos de paciencia por el ritmo más lento, y realista, de los encuentros.
Además, hay algo que me ha gustado especialmente, tanto en modo solitario como online, pero sobre todo en este último, que tiene que ver con las animaciones y posición de los futbolistas de cara a la realización de un pase, la recepción del balón, la ejecución de un centro o un disparo a puerta. Si el jugador no está correctamente posicionado en el campo o su animación es muy forzada, no podrá girar de forma mágica el tobillo para realizar un espectacular pase hacia atrás. No, el jugador tendrá que estar bien posicionado y tener la posibilidad real de realizar el pase, o disparo.
Todo esto no sería posible sin unas físicas del esférico que respondieran a la perfección, algo de lo que puede estar orgulloso el PES Team. Y es que, el balón es lo más parecido a la realidad que he visto en ningún juego de fútbol hasta la fecha. Vuela como debe, bota como debe y responde a los toques de los futbolistas de forma muy acertada. Sin embargo, siempre hay algún problemilla y PES 2016 vuelve a pecar de algo recurrente en la saga, los auténticos misiles tierra-tierra que lanzan los futbolistas en la frontal del área. No sólo los disparos cargados serán auténticos meteoritos sino que, como veis en este pequeño fragmento, hasta el más mínimo toque puede convertirse en un misil.
En otros términos debemos referirnos a la inteligencia artificial. Si bien es cierto, PES 2016 hace gala de una IA que se comporta bastante bien en la mayoría de ocasiones pero es algo que se produce cuando atacamos. Cuando nos toca defender la IA es muy, muy ‘blandita’ y nos dejará vendidos en más de una ocasión no sólo abandonando sus marcas sino empezando a correr después que el rival.
Y, hablando de defensa, es importante recalcar que PES 2016 aún está por detrás que su principal, y único, competidor en este apartado. Y es que, las defensas que se pueden ejecutar desde hace años en FIFA, la defensa activa, es algo que haría mucho bien a la saga Pro Evolution Soccer, una defensa basada en nuestra habilidad para ‘meter la pierna’ y no en lo bien que pulsemos el botón correspondiente para que el jugador vaya directamente a robar la bola. Es algo que, además, encaja con el espíritu PES 2016 con su fútbol pausado y de habilidad y que, sinceramente, espero ver en la entrega del año próximo. Por último y en la línea de los porteros, PES 2016 recuerda bastante a Ter Stegen, y no es broma. Los porteros se defenderán bastante bien mano a mano haciendo gala de grandes reflejos pero desde el frontal realizarán cantadas importantes.
Modos para todos los gustos
Si en el apartado jugable hay pocas quejas debido al afán del PES Team por mejorar, en la sección de modos el equipo nipón no ha puesto en mismo empeño. Y es que, PES 2016 hace gala de los mismos modos que vemos desde hace años en cualquier juego de fútbol.
Por un lado tenemos la mítica Liga Master y Soy Leyenda. En la Liga Master seremos un técnico que tiene que velar por la salud de su club, podremos elegir si se trata de un club con plantilla real o ficticia, realizando fichajes, viendo que no entramos en números rojos, jugando partidos, controlando el salario de nuestros jugadores y ojeando el mercado. Es un modo interesante pero peca de no ser demasiado profundo, algo así como el modo Soy Leyenda, el alter ego de Liga Master pero, en esta ocasión, controlando a un sólo jugador, puede ser real o creado por nosotros mismos.
Está claro que los modos disponibles en un juego de estas características parecen marcados desde hace años, con la excepción del modo FUT de FIFA o el MyClub de PES pero es cierto que no vendría mal que EA o PES Team copiaran el modo carrera de los NBA 2K, algo que, realmente, animaría a mucha gente a crearse un avatar y ver como progresa a lo largo de varias temporadas.
Encontramos, además, bastantes licencias de competiciones continentales, entre ellas la UEFA, la Copa Libertadores, etc, competiciones que no son mal relleno. El postre lo componen los modos online, modos basados en ligas como el modo Divisiones, los clásicos amistosos y un modo en el que 22 usuarios se enfrentan entre sí manejando cada uno a un futbolista diferente.
Fox Engine
El Fox Engine que nos ha deslumbrado en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain hace acto de presencia también en PES 2016, como ya lo hizo, aunque de forma algo bochornosa, en la edición del año pasado. La iluminación es el punto clave del motor ofreciendo unos campos y jugadores realistas en cuando a este apartado se refiere. Además, el modelado de los jugadores de primer nivel raya el sobresaliente.
Sin embargo, sin duda, lo mejor del título son las animaciones y el sistema de colisiones, algo de lo que ya hemos hablado y que es responsabilidad directa del motor gráfico, como el movimiento y las físicas del balón. Todo luce muy bien pero seguimos encontrando algunos fallos de animaciones en las faltas, como las animaciones del colegiado, así como el aspecto del césped, plano y demasiado irreal.
Tiempo muerto para comentaristas y licencias
Antes de terminar hay que hablar del punto más negro de un juego de fútbol que intenta ser realista. Es cierto que no hace falta tener a todos los jugadores de la tercera división juvenil china para disfrutar de un juego de fútbol pero si se agradecería contar con los nombres más reconocidos a nivel mundial, tanto a nivel de jugadores como de equipos.
También es cierto que se han ampliado el número de licencias en esta entrega y, por fortuna, en España no nos podemos quejar (contamos, además, con la segunda división). Tenemos todos los equipos, equipaciones, escudos y jugadores licenciados. Sin embargo, encontramos que en países como Inglaterra, con la liga más importante del mundo, equipos como el Arsenal no es más que el clásico North London. Eso si, hay que dar gracias que los jugadores si tienen su rostro y nombre real.
Eso si, tendremos editor, aunque algo recortado en la versión de Xbox por razones de marketing, con el que podremos personalizar casi todos los aspectos de nuestro club a costa de invertir un buen número de horas en dejarlo todo como a nosotros nos gusta, o como es en realidad y no aparece por tema de licencias.
Por otra parte tenemos otro apartado que necesita una urgente revisión. Carlos Martínez y Julio Maldonado, sobre todo Maldonado, no están mal en la vida real pero sus avatares digitales son todo lo contrario a agradables. De hecho, bajaréis el volumen con tal de no volver a escuchar los comentarios reciclados y algo tan cutre como nombres de futbolistas pregrabados de años anteriores con un tono que no se corresponde con la frase que se está emitiendo, además de comentarios que no reflejan la realidad de lo que estamos viendo en el terreno de juego.
Play beautiful
Jugar bonito no es sólo ser capaz de hacer filigranas imposibles con el portero a lo Neymar mientras regateamos a 10 tíos y damos pase de la muerte. No, jugar bonito es lo que propone PES 2016, un juego que, por fin, se toma en serio, excepto por el nivel de sus comentaristas, y ofrece una experiencia futbolística reconfortante tras tantos años en el dique seco.
Pro Evolution Soccer 2016 no es perfecto, ni mucho menos. No es original, tiene fallos de control en algunas ocasiones y la pelota hace cosas raras en algunos tiros. No podemos defender de forma ‘activa’ y la IA tiene altibajos. No tenemos todas las licencias y el editor en Xbox no está completo. Sin embargo, PES 2016 es un fantástico juego de fútbol que presenta dos tipos de jugabilidad, una para el modo solitario y otra para el online, un sistema de control llamado ‘360º’ que es una auténtica delicia y unas físicas del balón de lo mejor que hemos visto hasta ahora.
Sin embargo, lo mejor de la entrega de este año es que, por fin, parece que hay pelea entre FIFA y Pro y el año que viene, si siguen por este camino, los jugadores tendrán muy difícil elegir un juego y dejar el otro en el estante.