Con el último título principal de Prince of Persia datando de 2010, los seguidores de la franquicia en manos de Ubisoft hemos esperado hasta estos días para disfrutar de una nueva entrega. The Lost Crown, o La Corona Perdida, no se presenta como una continuación directa, sino que introduce una historia independiente con un nuevo protagonista, Sargon, como parte de su atractiva estrategia.
Ubisoft ha tardado 13 años desde Las Arenas Olvidadas para establecer las bases de un reinicio adecuado para la serie, optando por un estilo de juego 2.5D que busca ser más accesible al mismo tiempo que desafiante. El juego no pretende ser fácil de dominar, sino más bien un desafío diseñado para aquellos que disfrutan de combates ajustados y plataformas rápidas y precisas.
La elección de Ubisoft Montpellier de no establecer una conexión directa con entregas anteriores es a consciencia. Al presentar a Sargon como nuevo protagonista en una historia que arranca desde cero, The Lost Crown pretende atraer tanto a veteranos como a jugadores noveles, ofreciendo una puerta de entrada para quienes no tienen experiencia previa en la saga. ¿Será suficiente para enamorarles?
A continuación, vamos a desgranar todo lo que ofrece Prince of Persia: The Lost Crown.
Una narrativa tejida en las ruinas del tiempo y la mitología persa
The Lost Crown nos sumerge en una narrativa que se desarrolla en las ruinas del tiempo, explorando la rica mitología y la historia de Persia. Si bien la escritura no destaca especialmente, las actuaciones vocales (con un estupendo doblaje en español) y el mundo meticulosamente creado por Ubisoft, resultan cautivadores. El título nos sumerge en la mitología del Medio Oriente, combinando elementos históricos con toques modernos para ofrecer una experiencia envolvente. A pesar de que la trama no se distingue por su originalidad, la presentación e inmersión en la cultura sí son notables.
Ubisoft, reconocida por su habilidad para construir mundos creíbles inspirados en la historia del mundo real, demuestra una vez más su maestría con The Lost Crown. Su propuesta presenta un entorno rico y variado, desde el exuberante Bosque Hyrcanian hasta los intrincados laberintos de los Archivos Sagrados llenos de acertijos. Las ciudades abiertas ofrecen vistas impresionantes y destacan por su gran detalle visual.
Sin adelantar ni destripar detalles sobre la trama, esta se centra en Sargon, miembro de un equipo de héroes con habilidades únicas llamados «Los Inmortales». El joven de peinado mohicano asume el papel protagonista en una misión para rescatar al Príncipe Ghassan, viviendo una aventura que se desarrolla por todo el sagrado Monte Qaf donde también encontraremos a otros personajes que actúan solicitando ayuda, ofreciéndola o vendiendo útiles para nuestra travesía. La combinación de elementos míticos y eventos históricos crean un tapiz intrigante, respaldado por la destacada contribución musical del compositor Gareth Coker (Ori and the Will of the Wisps).
Aunque la narrativa no se eleva a la categoría de excelsa, esta sí logra captar el suficiente interés al establecer una conexión entre el jugador y el rico trasfondo cultural que propone el título. El diseño de su mundo, influenciado por la antigua Persia y la mitología del Medio Oriente, refleja el compromiso de Ubisoft con la creación de crear algo verdaderamente auténtico y diferencial.
La danza «metroidvania» de Sargon por el tiempo y el espacio
El término «metroidvania» se ha convertido en una etiqueta distintiva para aquellos juegos que fusionan hábilmente la acción de la saga Metroid con la aventura mapeada de Castlevania. Ahora, Prince of Persia: The Lost Crown entra en el género, presentando una mezcla de los elementos clásicos del Prince of Persia original de 1989, con los propios del género Metroidvania.
En The Lost Crown, nuestro héroe inicia su viaje con habilidades básicas, las cuales se van expandiendo y perfeccionando a lo largo del juego. Este desarrollo progresivo es un sello distintivo del género Metroidvania, donde el avance no se basa sólo en la acción directa, sino en la acumulación de habilidades que permiten explorar nuevas áreas y superar obstáculos previamente inaccesibles.
En Prince of Persia: The Lost Crown, la exploración no es lineal, sino que invita a la revisita constante (o backtracking) de áreas con nuevas capacidades, una característica esencial del género. La progresión natural del personaje y la incorporación fluida de nuevas habilidades en el juego resultan sorprendentes, remarcando la coherencia del diseño.
En este sentido, Ubisoft ha logrado revitalizar con maestría una franquicia que había permanecido en silencio durante demasiado tiempo, porque The Lost Crown no solo representa un retorno a las raíces, sino también una evolución de la serie hacia el futuro. Se encuadra como un juego inspirado en los referentes del género, con un enfoque en la acción-aventura y la plataforma 2.5D. Al adoptar esta fórmula, el título se sitúa en la misma categoría que otras sagas de renombre como Blasphemous, Dead Cells, Hollow Knight y Ori.
Las mecánicas típicas de los metroidvania, con su progresión no lineal, juego basado en habilidades y exploración recompensada, emerge como un componente esencial para el éxito del juego. Sin embargo, en una carta de amor y homenaje enviada con gran respeto y cariño, se mantiene fiel al espíritu plataformero clásico Prince of Persia de 1989, pero con mayor enfoque en la fluidez del movimiento, el dominio del combate y el uso estratégico de las habilidades de Sargon que, huelga decir, nos hubiera gustado que fueran algo más variados y vistosos.
Exploración con secretos enterrados y desafíos
¿Qué sería de un juego del género o estilo metroidvania sin la exploración? Nada. Y aquí The Lost Crown sabe cómo ofrecer una inmersión profunda en un vasto mundo lleno de secretos y desafíos, convirtiendo nuestra exploración en una experiencia fascinante desde los primeros compases de juego. Cada zona coloreada del mapa descubre un bioma distinto que se va dibujando según avanzamos por él. La aventura presenta innumerables razones para recorrerlos una y otra vez.
Cofres con valiosos recursos, misiones ocultas (secundarias) y desafíos con puzles y plataformas se entrelazan en una red compleja, incitando al jugador a explorar meticulosamente cada rincón. Para ello, contamos con una adición ingeniosa como es el sistema de fragmentos de memoria, que nos permite capturar momentos específicos y vincularlos a ubicaciones en el mapa a modo de recordatorio de que allí nos hemos dejado algo por explorar o descubrir, sea por el motivo que sea.
La duración de la historia principal sin pararnos demasiado en misiones secundarias ni recolección de coleccionables, es de alrededor de 20 horas, ofreciendo una densidad y diversidad de contenido más que suficiente. ¿Tal vez son demasiadas? Para mantener la experiencia fresca sin que llegue a caer en la monotonía, Ubisoft Montpellier ha introducido eventos dinámicos y desafíos temporales como una estrategia para mantener el interés a lo largo de la travesía de Sargon, pero no siempre lo consigue, pues algunas secundarias carecen de interés más allá de ir, completar y volver a por el premio.
Dificultad personalizable con la accesibilidad por bandera
The Lost Crown se esfuerza por ser accesible, permitiendo a los jugadores ajustar la dificultad y elegir entre modo de exploración guiada o libre. Así, tanto los noveles del género como los más experimentados, hallarán la forma de ajustar el juego a su habilidad y competencias. Características adicionales aparte, como modos para personas con daltonismo, remapeo de controladores y doblaje completo en varios idiomas, demuestran el enfoque centrado en el jugador.
Lo que sí encontrarán todos ellos son innovaciones como un sistema de amuletos que porta Sargon colgados del cuello, y que iremos encontrando a través del monte Qaf. Estos proporcionan extras como más daño de golpeo con arma de mano o a distancia, más vida, o rellenar el medidor de habilidades con mayor frecuencia, especialmente útiles de cara al combate.
Un sistema de combate enlazado con la exploración
El sistema de combate de Prince of Persia: The Lost Crown también refuerza su identidad como Metroidvania. Las habilidades de combate de Sargon, especialmente las habilidades Athra como la «Oleada Athra», se desbloquean y personalizan a lo largo del juego. Este aspecto no solo enriquece la experiencia de lucha sino que también se integra con la exploración y el descubrimiento. Deberemos adaptar nuestro estilo de combate y estrategia para enfrentarnos a jefes únicos y desafiantes, lo que implica una conexión directa entre las habilidades adquiridas y el progreso en el juego.
Por otro lado, la inclusión de mecánicas Souls-like, como la pérdida limitada de monedas al morir y la necesidad de descansar en los árboles WakWak para recargar objetos curativos, requieren de nuestra atención para adaptar la estrategia. Estos árboles funcionan como puntos de control manuales, y suponen un elemento clave para la supervivencia durante la aventura, ya que permiten ajustar nuestras habilidades para adaptarnos a diferentes estilos de juego y situaciones, una flexibilidad que favorece la exploración y la estrategia.
Técnicamente pulido y un rendimiento de alto nivel
Desde el punto de vista técnico, el conglomerado audiovisual de Prince of Persia: The Lost Crown funciona perfectamente y resulta crucial para sumergirnos en su mundo. Se palpa el cariño de Ubisoft hacia la franquicia con ganas de darle una vida diferente. La fidelidad visual, el diseño artístico y la coherencia estética reciben especial atención, sobre todo al considerar la transición a la estética 2.5D. Un rendimiento estable y una sólida tasa de fotogramas, redondean el producto y garantizan una experiencia fluida y envolvente en nuestra versión analizada: Xbox Series X, en 4K y a 120fps.
Mención especial para el trabajo de Gareth Coker, compositor bien conocido por su destacada contribución a Ori and the Will of the Wisps. La música se integra orgánica y armoniosamente con la atmósfera visual, al mismo tiempo que el doblaje y efectos de sonido de alto nivel desempeñan un papel fundamental, completando así la experiencia técnica del juego.
Conclusiones de Prince of Persia: The Lost Crown
La nueva entrega de Prince of Persia se proyecta como una destacada adición a la serie y una verdadera sorpresa para los aficionados al género metroidvania. Ubisoft quería revitalizar la franquicia y parece haberlo conseguido, gracias a la combinación de un bello apartado audiovisual, un rendimiento técnico a la altura, una narrativa que aun sin ser muy interesante se las apaña para funcionar bien, y una jugabilidad con progresión y gran adaptabilidad para que lo juegue quien quiera.
Me he divertido con Prince of Persia: The Lost Crown y lo voy a seguir haciendo, porque aunque no es perfecto, la magia de la franquicia y sus orígenes persisten y traspasan la pantalla. Es un metroidvania con sello propio. Y en un año 2024 que acaba de empezar y que promete estar repleto de lanzamientos, lo nuevo de Ubisoft se esforzará por encontrar su lugar, enfrentándose a la expectativa y a la crítica.
Tal y como ha hecho Sargon, tal y como hemos hecho en SomosXbox.
- Usa tus poderes del tiempo, habilidades de combate y movimientos para ejecutar combos...
- Descubre un mundo maldito lleno de lugares exuberantes inspirado en Persia. Explora una...
Última actualización el 2025-05-16. Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados. SomosXbox podría recibir una comisión por tus compras. Más información.