Poco a poco hay más y más juegos de estrategia y gestión en Xbox One y nos hacemos eco de uno de los juegos más destacados en este género en los últimos años. Hablamos de Railway Empire – Complete Collection , que llega para ampliar uno de los juegos de estrategia mejor valorados por la comunidad. Si eres de los que te gusta la gestión de empresas y la historia del transporte, te presentamos el análisis de Railway Empire – Complete Collection, para descubrir un juego que podría satisfacer muchos de tus deseos.
Railway Empire llegó ofreciendo una interesante combinación de estrategia competitiva, sin tener que recurrir al ámbito bélico. La expansión del ferrocarril allá por el siglo XIX, fue una lucha sin cuartel por parte de muchos empresarios que vieron en este medio de transporte una clara ventaja. Tomando de primeras la expansión del ferrocarril en Estados Unidos, Railway Empire expone diferentes lugares y épocas en las que el jugador será parte de esa expansión haciendo valer su ingenio, ambición y capacidad estratégica.
Railway Empire – Complete Collection añade mucho más contenido a la aventura, ofreciendo así más horas de estrategia, gestión y pasión por los trenes. Si no conoces el juego, te interesa conocer todo lo que realmente te encontrarás en el juego.
Railway Empire es estrategia pura, pero también es una gran aventura por la historia
Estrategia en estado puro
Desde un primer momento, con un tutorial bastante completo, nos van introduciendo en las mecánicas básicas del juego. La construcción de una red de ferrocarril es algo que va más allá de poner estaciones y vías, comprar locomotoras y crear rutas. Hace falta conocer las necesidades de cada población, atender a los recursos y plantear rutas con algo de inteligencia, incluso, cierta previsión.
De este modo, atendiendo a la industria de cada localidad, podremos buscar las materias esenciales que requieren, y así, plantear las primeras rutas. A partir de ese momento, el transporte de personas también ha de considerarse, uniendo diferentes ciudades. Poco a poco, el movimiento de mercancías y personas hará que cada población evolucione, y se plantearán nuevas industrias que requerirán nuevas materias. Incluso, la producción de esas fábricas, puede concatenarse con otras industrias en otros pueblos, y habrá que adaptar o plantear nuevas líneas, para ir moviendo la mercancía y beneficiarnos económicamente.
Al final, la economía de la empresa es lo que importa, y para ello, hay que tener en cuenta muchos factores. Entre ellos, está la posibilidad de introducirse en las economías locales invirtiendo en esas industrias, en esos lugares de obtención de materiales, construyendo nuevas fábricas y mucho más. Poco a poco vemos que, en torno a la gestión de nuestra empresa, la profundidad del juego ofrece grandes posibilidades.
Este concepto principal para lo que es la jugabilidad, es el que se puede usar en los diferentes modos de juego que se ofrecen. Son una buena cantidad, y más sabiendo que las partidas pueden durar horas. A la campaña principal, se suma el modo desafío que permite repetir y hacer nuevas misiones y el modo libre. Este último es ese en el que cada cual intenta implicarse con toda la región y ver cómo ayuda a evolucionar todas las comunidades en un conjunto muy amplio.
Añadir todos los DLCs en una colección hacen de esta edición un juego mucho más completo
Al final, son muchas horas de entretenimiento y sobre todo, porque Railway Empire es un juego que ofrece una amplia propuesta de estrategia y gestión. Es una buena manera de empezar, ahora continuamos con la jugabilidad, que es por donde este juego llega a enganchar.
Competir es evolucionar
Railway Empire nos lleva a diferentes escenarios por todo el mundo, donde tenemos que hacer frente a una situación histórica concreta. Esto se implementa mediante una serie de tareas, que en el modo historia implica una ligera narrativa. Tanto cuando hay que superar ciertos desafíos de infraestructura, como hacer frente a la estrategia, se debe estar preparado para buscar soluciones, aprovechar los recursos y ser eficientes con el balance económico y las necesidades del mercado.
Ya de este modo podemos intuir que Railway Empire es un juego que busca desafiar con la tarea más sencilla. Y es que puede suponer un desafío encontrar un mero equilibrio en la construcción, la cual, puede obligarnos a ser creativos. Sin mucho más que plantear soluciones a problemas, encontramos que Railway Empire ya ofrece un interesante desafío. Pero hay más, la competencia. En el modo historia iremos desbloqueando diferentes escenarios, donde ya desde el segundo comenzarán a surgir otras empresas que tiene el mismo objetivo, dominar el transporte ferroviario.
Obtener e invertir puntos de investigación puede ayudarnos a tener ventaja
Y esa competencia planteará sus propias estaciones, planificará sus propias rutas y tirará su red de ferrocarriles igual que lo hacemos nosotros. Planteado casi como si fuese un juego multijugador, aquí la IA es bastante implacable, incluso descortés. Y surgen otras figuras que harán tomar ventaja. Empleados para los trenes, para la empresa, incluso autónomos que harán tareas sucias para desprestigiar a los rivales o potenciar nuestra imagen.
Además, en diversos árboles de tecnologías, consiguiendo puntos de investigación, encontramos la opción de ir mejorando nuestras capacidades. Nuevas tecnologías en el ámbito de empresa, o directamente, en forma de herramientas, tecnología de trenes o locomotoras, nos harán prosperar y ser competitivos. Adelantarse a la competencia es una manera de enfrentarse a ella, pero este juego requiere también cierto grado de control de la economía empresarial. Se puede invertir dinero en esas otras empresas, llegando incluso a adquirirlas y sumar así su red de ferrocarril a nuestra red.
No es tarea sencilla, porque la prioridad es cumplir con una serie de objetivos que, incluso, tiene fecha de caducidad. No completarla a tiempo supone perder la partida y tener que volver a empezar. Es un juego de estrategia, os podéis imaginar que eso no es cuestión de repetir algo que dura 10 minutos, se puede echar por tierra una larga partida de varias horas.
La construcción ofrece una libertad creativa importante, pero hay que ser eficientes.
Bella tradición visual
A nivel técnico, este género pocas veces hace uso de tecnologías super-espectaculares. Pero no obstante, suelen ser juegos que adecuan su diseño de forma muy acertada. No es excepción en Railway Empire, que ofrece un diseño muy acorde a su temática y que en su salto a consola, al menos en Xbox One X, ofrece un acabado detallado al más mínimo detalle.
Se puede observar que los escenarios tienen mucha vida, muchos detalles y estos no se pierden cuando se acerca el zoom. Incluso, no se ve para nada afectado el rendimiento. El diseño general está adaptado a un género que no suele aplicar exceso de realismo, si bien, el modelado de las estructuras tiene gran cantidad de detalles. Con un ligero diseño histórico, con ciertas referencias a esa era industrial, y unos avatares más propios de los dibujos animados, se plantea una interfaz sencilla y amigable.
Haciendo zoom al máximo encontramos un minimundo repleto de detalles y de bastante calidad
La banda sonora es adecuada, con un toque certero en la ambientación, según regiones, encontramos todo tipo de bandas sonoras de todas las regiones del mundo. Del mismo modo, este apartado no pierde detalle con el sonido de las locomotoras, que otorga un pequeño grado de satisfacción cuando se está jugando. Dado que además se trata de un juego totalmente traducido y doblado al castellano, todavía resulta más interesante atender a cada matiz, a cada detalle de esta ambientación. Lo más amigable es el entorno, los iconos y las explicaciones.
En cierto modo, tiene un punto de relajación este juego, donde incluso podemos ir a un tren y disfrutar de uno de esos viajes desde cámaras internas a la locomotora. Un momento de relax que puede venir muy bien, introduciéndonos en esa experiencia de estar haciendo llegar la expansión del ferrocarril a territorios inhóspitos. Será un pequeño placer en una aventura que, por otro lado, no tiene nada de relajante, pues la competencia es feroz y puede no dejar un minuto de respiro.
La gestión es muy completa, desde la empresa hasta cada tren y línea ferroviaria.
Una adaptación acertada
Una de las mayores dudas que se plantea es cómo hacer llegar un juego que se presenta para teclado y ratón a consolas. El mando ofrece opciones limitadas, aunque los menús radiales han surgido como una solución interesante. Al tratarse de un juego de estrategia a tiempo real, además puede configurarse para no poderse pausar, exige estar atento y actuar rápido.
Si hay algo interesante en Railway Empire es su capacidad de adaptarse, o ajustar determinadas opciones para que el jugador establezca un nivel de desafío. En el modo normal, no se permite pausar el juego de forma manual, si bien, cuando se están construyendo el tiempo se para. El mayor problema que surge, es que en ocasiones se produce un conflicto cuando se está construyendo o gestionando alguna cosa y surge una pantalla emergente. Si se da esta circunstancia, es mejor que no se esté haciendo nada, pues no suele ser complicado pujar sin querer. Cuando es una tecnología no importa mucho, pero si es una propiedad, el gasto es importante.
Con un poco de maña y muchas horas de experiencia, ya no habrá problemas para gestionar los desvíos
No obstante, el control es bueno y las soluciones expuestas son acertadas. Puede que el requerimiento de atinar con el menú radial a veces lleve a algún conflicto, pero por lo demás, el juego se disfrutará de forma notable por todo lo que ofrece. Porque a ese extenso modo campaña, que viaja desde Estados Unidos por los diferentes continentes para expandir la línea ferroviaria tratando la historia de esta industria, se suman otros modos de juego que buscan la creatividad o superar retos.
Al final, todo confluye en una experiencia de creatividad, gestión y estrategia, exigiendo objetivos diferentes y otorgando al jugador horas de apasionada “acción”. Y tras unos años demostrando su valía, ha llegado el momento de hacer valer todo el trabajo del estudio en una edición que reúne todos los DLCs que se han ido añadiendo. DLCs que añaden más opciones, mapas, desafíos y horas de juego, porque desde principio a fin, Railway Empire es un juego que desafía y entretiene. Si te gusta este tipo de juegos y no le habías dado oportunidad, esta es una muy buena edición que no defrauda en absoluto.
Gestión y estrategia en estado puro
Para un juego que aboga por un género clásico y que recuerda tanto a aquellos Tycoon, no se puede concluir otra cosa que un tópico. Y es que Railway Empires es un juego que lleva al jugador a una experiencia de gestión y estrategia en estado puro. Pero sabe darle un toque personal, un toque desafiante y con cierto grado de acción.
Los diferentes escenarios, desafíos, la rivalidad, todo está planteado para que no solo se intente plantear la mejor solución a los problemas, sino a hacerlo con premura para no ser superados. Un juego que, en su planteamiento amigable y relajante, puede llegar a ofrecer momentos de tensión importantes. Con ello, puede parecer que lo que es un juego que ofrecería una experiencia relajada, aunque desafiante, se puede llegar a notar una impronta que define un juego bien diferente.
Cierto que, pese a que se recorra todo el planeta a lo largo de la expansión del ferrocarril por cada país, puede resultar algo repetitivo. Pero en el fondo, hay una importante variedad de modos, estilos y situaciones en cada una de ellas. Al final, más que por las mecánicas, Railway Empire destaca por ser un juego que es bastante dinámico según progresa la partida. Lo peor suele ser cuando te ponen un objetivo y al no alcanzarlo te obliga a comenzar otra vez tras muchas horas enfrascado en la “batalla”.
Una edición repleta de contenidos para una propuesta de estrategia muy completa y apasionante
Dentro de todas esas propuestas de estrategia, Railway Empire puede haber logrado imprimir algo más de exigencia por estas circunstancias, lo que puede hacerlo especialmente atractivo si eres de esos jugadores que les gusta este tipo de juegos y busca un nuevo desafío. En esta ocasión, Railway Empire – Complete Collection, añade a la experiencia base una gran cantidad de contenido adicional, que simplemente ayudará a satisfacer por más horas uno de los mejores juegos de estrategia que han llegado a Xbox One.