Después de algunos retrasos, y cambios de nombre, llega Rainbow Six Extraction, el juego que nacía a partir de uno de los primeros eventos temporales que tuvo Rainbow Six Siege y que finalmente ha terminado convirtiéndose en un título con identidad propia. Algo lejos queda ya aquella temporada de Siege, con la que los operadores Lion y Finka se estrenaban en el juego, y que llegaban junto a un muy trabajado evento PvE, que nos enfrentaba a una serie de agresivos alienígenas.
En resumidas cuentas, Rainbow Six Extraction recoge el testigo de aquel evento, y vuelve a centrarse en componente PvE (es decir, en el juego cooperativo frente a la IA). Solo que las posibilidades ahora se han multiplicado, y se ha dotado de muchísima más profundidad a estos enfrentamientos, que ahora componen un juego en sí mismo, aunque manteniendo a su vez toda la esencia de Siege. Ahora bien, ¿cumple Extraction con lo necesario para funcionar como un juego completamente independiente, y paralelo a Siege? Ahora lo comentamos:
La premisa argumental que da lugar a Extraction parte de aquel evento mencionado. Lo que ocurre es que ahora el parásito que tratamos de contrarrestar se ha extendido por varios lugares del mundo, y hacerle frente no solo es ineludible, sino también más duro que antes. Las arqueas, como se llaman los enemigos, adoptan formas variadas y entrañan distintos tipos de peligros, y la evolución del parásito está fuera de control. Por eso llega el momento de que el equipo Rainbow Six entre en juego.
Ash y Thermite, dos viejos conocidos de Siege, que también cuentan con la colaboración de otros operadores como Mira, son los encargados de dar forma a la historia que hace de telón de fondo de Rainbow Six Extraction. A través de unas cinemáticas que no son muy largas, pero que cuentan con esa atmósfera propia de la saga, se nos irá poniendo en situación. Sin embargo, la estructura del juego no es lineal, sino que se centra en la realización de incursiones en una serie de mapas y zonas del norte de América, que iremos desbloqueando poco a poco, pero entre las que nos podemos mover libremente entre misión y misión.
De este modo podremos ir jugando partidas a nuestro ritmo. Y cuando digo a nuestro ritmo no me refiero solo a poder elegir entre los distintos mapas del juego a la hora de realizar incursiones, sino también al nivel de dificultad, que será una de las partes fundamentales de Rainbow Six Extraction. Y es que dispondremos de 4 niveles de dificultad, que se irán desbloqueando en las primeras horas de juego. Siendo el primero de estos relativamente sencillo, pero escalando la dificultad rápidamente en los sucesivos, ya que no solo nos toparemos con mayor cantidad de enemigos, sino que estos serán más variados, numerosos, será más fácil alertarlos, y a esto se sumarán posibles mutaciones que nos pondrán las cosas si cabe más complicadas.
Pero antes de que nadie se preocupe por la dificultad, hay que tener en cuenta que se trata de uno de los aspectos más cuidados de Siege, y que más nos terminará enganchando por el juego de riesgo y recompensa que en todo momento hay presente en las partidas. Cada vez que hagamos una incursión contaremos con 3 objetivos diferentes que podremos cumplir o no.
En el primer nivel de dificultad será habitual que acabemos sacando los 3 objetivos sin demasiado problema, llevándonos la experiencia de todos ellos. Pero las cosas se irán complicando conforme escalemos la dificultad, y será cada vez más sencillo que la situación de tuerza durante una incursión, obligándonos a abandonar la misión dirigiéndonos (si conseguimos llegar a salvo) a una de las zonas de extracción del mapa. Por lo que obtendremos experiencia en función de los logros que hayamos tenido durante la intervención.
La curva de aprendizaje está muy bien equilibrada para todo tipo de jugadores, por lo que ya seáis jugadores experimentados de Siege, como nuevos por completo en la saga, es posible ir jugando al ritmo de cada uno, y obteniendo progresos acorde al nivel de habilidad. Siempre se puede mejorar, siempre se puede aprender. Pero sin olvidar que las decisiones estratégicas también se encuentran fuera de la partida:
Si no nos retiramos a tiempo de una incursión, y los tres miembros que componen las escuadras en Extraction terminan muriendo, no solo perderemos mucha experiencia de nuestro nivel general, sino que el propio operador también bajará su nivel, y además no podremos volver a jugar con él hasta que le rescatemos en una nueva incursión (siendo este uno de los objetivos que aparecerá en la nueva incursión si vamos a la misma zona donde le perdimos).
Para responder a esto, podemos comenzar hablando de las diferencias entre ambos juegos. Rainbow Six Extraction, a diferencia de Siege, es un juego centrado por completo en el PvE, y dejando de lado los enfrentamientos contra otros jugadores de Siege. Es decir, que nos enfrentaremos constantemente a enemigos controlados por la IA. Y este es precisamente uno de los primeros puntos en los que destaca Rainbow Six Extraction: una buena variedad de enemigos, con características lo suficientemente distintas entre sí para ofrecer variedad en los enfrentamientos, y un comportamiento que ya en los primeros niveles de dificultad resulta implacable.
Estas cuestiones nos obligarán en todo momento a barajar nuestras opciones antes de cada incursión, estudiando si merece más la pena ir a rescatar a nuestro operador perdido en un nivel de dificultad más bajo, aunque obtengamos menos experiencia si las cosas salen bien, o arriesgándonos en un nivel superior con un nuevo agente, con la posibilidad de perder también a este.
El sistema de progreso, junto a un punto de gestión que nos ha recordado en cierto modo a XCOM, y a una curva de aprendizaje bien equilibrada (aunque no tan larga como la de Siege) hace que resulte muy fácil engancharse a la propuesta de Extraction. Cada operador irá subiendo de nivel por separado, obteniendo con cada nuevo nivel pequeñas mejoras centradas en su habilidad, desbloqueos e nuevos armas, o mejoras de velocidad o resistencia. Cada uno irá subiendo de nivel conforme juguemos con ellos, siendo necesario levearlos al máximo para hacer frente con éxito a los peligros de las misiones más difíciles.
Pero tendremos que tener cuidado, ya que si morimos no podremos volver a jugar con él hasta que lo rescatemos del parásito. Y además perderemos buena parte de nuestro progreso con él. De la misma manera, si un operador resulta muy herido en una misión, no podremos volver a jugar con él hasta que se recupere. Lo que ocurrirá simplemente dejando pasar el tiempo mientras seguimos jugando con otros operadores. Así el juego nos obliga a ir probando con distintos agentes, y subiendo de nivel varios de ellos.
Contamos con 18 operadores que se irán desbloqueando poco a poco, todos ellos conocidos de Siege, de donde traen también sus habilidades y armamento, con algunas pequeñas adaptaciones más apropiadas para hacer frente al parásito, la nueva amenaza de Extraction. Y esto no es lo único conocido de Siege, sino que la mayoría de elementos propios del juego competitivo de Ubisoft, han sido llevados a Extraction, pero con variaciones más apropiadas al PvE.
Por ejemplo, el uso de la utilidad como granadas, claymors, drones y demás, será clave para superar las misiones. sobre todo en niveles altos. Hay un gran número de gadgets, que iremos desbloqueando conforme vayamos obteniendo experiencia y superando una serie de objetivos paralelos dentro de las incursiones, como matar a un determinado tipo de enemigo o usar un tipo de utilidad.
Para que la realización de cada misión no se acabe volviendo algo tedioso, contamos con un buen número de enemigos con comportamientos y puntos débiles diferentes entre sí. Siendo todos ellos, a excepción tal vez de los bastajes, los más básicos, lo suficientemente peligrosos como para hacer que una misión que parecía ir bien se complique rápidamente en cualquier momento.
No podemos decir lo mismo de los escenarios. Contamos con más de 10 mapas distintos en el estreno del juego, que nos llevarán a distintos lugares de ciudades como Alaska o Nueva York. El problema es que casi nunca en el desarrollo de las misiones hay algún elemento diferencial, que haga diferente jugar en uno u otro mapa, y la experiencia viene a ser la misma. La destructibilidad de los escenarios sí que se ha mantenido de Siege. Y puede cobrar cierta importancia en los momentos en los que tenemos que asegurar objetivos o atravesar rápidamente zonas plagadas de enemigos, pero nos parece que se encuentra algo desaprovechada respecto a Siege.
Algunas habilidades de operadores tampoco nos has parecido tan relevantes en los inicios del juego, pero al igual que ocurre en Siege, todas ellas resultan útiles de algún modo, y dependen en cierto modo de nuestra creatividad a la hora de sacarles partido y combinarlas con las del resto de personajes. Justo por eso, el juego en equipo es la clave para sacarle el máximo provecha a Rainbow Six Extraction. Y aunque también podemos realizar incursiones en solitario, todo resulta mucho más satisfactorio cuando conseguimos coordinando con otros dos compañeros.
Por ejemplo, el uso de la información es otro de los elementos que diferencia a Extraction de otros shooters PvE. Y es algo que se aprovecha principalmente al jugar en compañía. Por eso operadores como Pulse o IQ, centrados en el uso de la información, se encuentran un poco más limitados al juego en equipo y en colaboración. En cuanto a eso. El estreno de Rainbow Six Extraction, desde hoy mismo, en Game Pass, va a ser algo muy positivo para estos primeros meses de juego. Haciendo mucho más sencillo montarnos una escuadra junto a un par de amigos.
Por último, hay que mencionar que entendemos Rainbow Six Extraction como un juego que continuará evolucionando poco a poco, con la introducción no solo de nuevos contenidos en forma de operadores, enemigos y mapas, sino también con ajustes de equilibrio que se irán produciendo en respuesta a la comunidad. Por ejemplo, mejorar el aprovechamiento de los escenarios, y pulir algunos aspectos relacionados con las habilidades de los operadores, son buenos puntos por los que comenzar.
En el aspecto técnico, Rainbow Six Extraction también bebe mucho de Siege, con unos diseños y gráficos muy similares. Sí es cierto que encontramos en Extraction un mayor nivel de detalle, aunque probablemente esto se deba en mayor medida a la ausencia del modo competitivo, ya que en Siege actualmente se buscan escenarios más limpios y visibles de cara a no entorpecer la experiencia de juego. Mientras que en Siege vamos a contar en todo momento con una atmósfera más oscura y opresiva.
Con especial mención al llamado mucílago, que impregna todos los escenarios, y que se encuentra relacionado directamente con el parásito. Cuando crucemos por zonas llenas de esta sustancia, caminaremos más lento, y en cambio los enemigos serán más poderosos. Por eso ser precabidos y “limpiar” los caminos que vayamos a recorrer durante la misión es también importante, ya sea haciendo uso de utilidad o disparando directamente a esta sustancia para que desaparezca a nuestro paso.
En cuanto a rendimiento. Rainbow Six Extraction funciona a 4K y 60 fps en Xbox Series X sin ningún problema. Aunque también podemos optar por bajar un poco la resolución, a favor de algunos efectos visuales. Todo depende, en este caso, de vuestra preferencia y vuestra pantalla.
Conclusión
Rainbow Six Extraction nos ha sorprendido para bien. No es solo otro shooter PvE cooperativo más en el que enfrentarnos a hordas de enemigos, sino que cuenta con un toque táctico que aporta frescura, y una estructura de misiones, progreso, aprendizaje y dificultad que hace que resulte muy sencillo engancharse a su fórmula. Y también hereda directamente de Siege el que a día de hoy sigue siendo uno de los mejores gunplays del panorama, convirtiéndose en una excelente puerta de entrada para aquellos jugadores que quieran iniciarse en Siege de una forma más relajada, sin meterse directamente en el componente competitivo.