Después de una larga espera, llega por fin el momento de Red Dead Redemption 2. La anterior entrega, uno de los juegos mejor valorados de la pasada generación, estará todavía en la memoria de muchos de vosotros, que puede que también hayáis vuelto a jugar de forma más reciente gracias a las mejoras para Xbox One X y la retrocompatibilidad. Esta nueva entrega es una precuela del juego protagonizado John Marston, y aunque sigue la línea jugable de este, hay un importante salto generacional entre ambos juegos, que intentaremos mostraros con nuestro análisis de Red Dead Redemption 2.
Hay tantos detalles y matices en Red Dead Redemption 2, que bien podríamos dedicar un artículo a cada uno de ellos. Pero, de momento, intentamos explicaros de la forma más clara posible la increíble sensación que nos ha dejado (y está dejando, porque a pesar de llevar más de una semana con el juego todavía nos quedan muchísimas cosas por hacer en este vasto mundo) el nuevo juego de Rockstar. Os adelantamos que la espera, sin duda, ha merecido la pena.
No es país para viejos
Los acontecimientos de Red Dead Redemption 2 tienen lugar antes del anterior juego. Aquí nos pondremos en la piel de Arthur Morgan, uno de los hombres mejor valorados y más capacitados de la banda liderada por Dutch van der Linde. Corre el año 1899 cuando comenzamos el juego. Años finales del Salvaje Oeste, en los que Morgan y su banda se enfrentan a un mundo en pleno proceso de cambio. La civilización se va propagando y va llegando a los lugares hasta ahora más recónditos, con ciudades que crecen y otras que surgen de la nada. Mientras que las bandas y forajidos lo tienen cada vez más difícil para sobrevivir en un mundo de leyes y restricciones.
Son tiempos duros, en los que hombres como Morgan se ven en la obligación de afrontar los cambios que llegan a la sociedad, en la que no viven, pero de la que sí se nutren. Esto implicará, a su vez, hacer frente a sus propios ideales y forma de vida. Unos dilemas morales que estarán muy presentes en Red Dead Redemption 2 y que deberemos afrontar de muy diversas formas, no solo a través de la trama principal. Rockstar ha logrado crear su juego más maduro hasta la fecha (frase que vais a ver repetida más de una vez, porque es lo que mejor lo define) en todos los aspectos. No por tratarse de un producto que bebe de todo lo anterior a la vez que consigue darle una nueva dimensión.
Westworld
¿Cómo repercute esto a nivel de historia y decisiones? Pues la libertad que tenemos en Red Dead Redemption 2 es enorme, pero no depende de un solo sistema, sino que Rockstar ha creado un mundo tan orgánico y que se siente tan natural, que todas sus partes dependen a la vez de otras. Hay juegos que nos hacen tomar decisiones en determinados momentos y, dependiendo de estas, nos hacen avanzar por uno u otro camino. Pero todo esto resulta más complejo en Read Dead Redemption 2 al existir varios niveles de libertad. Hay algunas decisiones importantes que tomar en momentos cruciales, pero casi todo lo que hagamos, como tomar participación en un evento aleatorio o interaccionar con los compañeros del campamento, influirá de una forma u otra en nuestra experiencia, en nuestra historia como Arthur Morgan.
Por ejemplo, tenemos una barra que determina nuestro honor, y en función de lo que hagamos, podrá bajar o subir afectando a ciertos comportamientos de los NPC, como que nos cobren más barato en las tiendas, o que nos busquen las autoridades. Pero es que esta barra podrá subir y bajar en función de muchos tipos de acciones. Por lo que mientras que somos crueles con algún ciudadano, puede que salvemos la vida a otro de algún modo y este termine haciéndonos un obsequio a cambio. Por lo que no todas las acciones afectan de la misma forma y no pueden simplificarse a una sola barra.
Todo esto puede resultar complejo, y de hecho lo es. Pero una vez estamos jugando es algo que se entiende claramente gracias a una gran inmersión, que no nos obliga a plantearnos el sistema de honor de forma independiente. Después de unas cuantas horas vamos viendo como nuestras acciones repercuten en el mundo y en función de esto vamos tomando ciertos hábitos o costumbres, como el de procurar llevar nuestras armas enfundadas al entrar en alguna ciudad o establecimiento para no tener problemas, o taparnos la cara cuando vamos a cometer alguna fechoría para que no nos reconozcan.
No es que nos encontremos con momentos cruciales muy remarcados, aunque en la trama principal hay alguno, sino que de alguna forma el juego nos va haciendo rolear como Arthur Morgan (hay también un pequeño toque de supervivencia del que hablaremos luego) e ir dando forma a la historia casi sin darnos cuenta. Mientras se nos va haciendo entrar en ese juego de decisiones morales en base a unos valores que no tienen por qué ser fijos, porque son complejos y llenos de matices: los del propio Morgan, Dutch y el resto de la banda.
La libertad, por supuesto, no queda ahí. En Red Dead Redemption 2 contaremos con una serie de misiones principales, que seguirán cierto orden, pero hay una infinidad de actividades y misiones secundarias más que podremos llevar a cabo. Las misiones secundarias no tienen peso en la historia, pero sí que pueden repercutir en diálogos o algunas variantes. Además siguiendo la línea dejada por GTA V, encontramos en ellas a algunos de los personajes secundarios más interesantes de todo el juego, siendo además misiones igualmente trabajadas en cuanto a mecánicas e historias.
La cacería es otra de las actividades más desarrolladas. No solo podemos cazar y aprovechar a cada animal que veamos en el juego (hay un compendio con más de 100 especies), sino que también están los animales legendarios: únicos en su especie y a los que cazar supondrá un mayor reto. A la cacería también tenemos que unir una pesca bastante bien implementada, con muchas especies de peces. También podemos dedicarnos a atrapar forajidos para ganar un dinero extra, o atracar bancos, casas o diligencias. Todas estas actividades no se convertirán en tareas monótonas, porque casi siempre hay alguna variante reservada para sorprendernos.
Pero también podemos dedicarnos a simplemente pasear o hacer vida diaria. Tenemos un montón de juegos de cartas, dominó u otros en los que pasar el tiempo y ganar unos dólares extra. Cosas más banales, como entrar en una taberna, siempre nos ofrecen la oportunidad de escuchar algunas conversaciones interesantes o conocer a algún nuevo NPC. Mientras que comer, beber, fumar o asearnos, no son partes completamente obligatorias en la vida de Morgan, pero nos ofrecerán bonificaciones que vendrán muy bien a la hora de realizar las misiones.
Arthur Morgan, desencadenado
Hemos hablado del mundo que nos rodeará, del que rodea a Arthur Morgan, pero todavía no lo hemos hecho sobre el propio Arthur y el sistema de personalización. O sobre cómo Rockstar vuelve a coger un personaje aparentemente rudo y frío, probablemente el que más de toda la banda, y lo convierte en el protagonista de su historia, humanizándolo hasta tal punto que no deja de sorprendernos a nosotros mismos mientras le manejamos.
En cuanto a lo primero, el aspecto de Morgan puede ir variando a lo largo del tiempo, con una barba que va creciéndole con el tiempo, o un peso que puede bajar si no comemos lo suficiente. Son cambios muy progresivos, no esperéis nada brusco, por lo que tampoco suponen en ningún momento un agobio para la experiencia por vernos obligados a estar pendiente de comer o abrigarnos, pero están ahí para darle un toque más de realismo e inmersión.
Morgan vive estos días difíciles en un campamento junto al resto de su banda, compuesta por todo tipo de personajes. Muchos de ellos son viejos conocidos de Red Dead Redemption (aquí más jóvenes) como Bill Williamson, Javier Escuella, Dutch o el propio John Marston y su familia, Abigail y su hijo Jack. Pero prácticamente todos los personajes que podemos conocer en el campamento, junto a los del exterior, resultan igual de carismáticos y tienen algo interesante que conocer. Una de las especialidades en Rockstar es la creación de personajes, algo que se encuentra plenamente reflejado en Red Dead Redemption 2. Pero por encima de todos ellos tendremos a un Arthur Morgan con el que inevitablemente terminaremos cogiendo cariño gracias al desarrollo de su personaje, tanto a través de la historia principal como de cada una de las demás tareas que realizamos en el juego.
También son especialistas en contar historias. En Red Dead Redemption 2 volvemos a dejar de lado el tono más socarrón de GTA V, para adentranros en una historia más centrada en el drama. Pero en las más de 60 horas que nos puede durar la historia principal (muchas más a poco que nos entretengamos en otros menesteres, y creed que es prácticamente imposible no hacerlo), hay lugar para todo tipo de situaciones. No os puedo desvelar más, pero una vez puestos en situación con lo comentado en las primeras líneas, podéis estar seguro de que si disfrutasteis con Red Dead Redemption, vais a disfrutar muchísimo de lo que esta vez Rockstar nos ha dejado preparado.
Los odiosos ocho
De la misma forma que Red Dead Redemption 2 me parece un juego perfecto en cuanto que logra alcanzar casi por completo lo que se propone, también me parece que hay cosas en él que no serán del agrado de todos. Hablamos de un ritmo lento, muy marcado y que incluso en los momentos mas desbocados sigue siendo mucho más comedido de lo que es, por ejemplo, un GTA. Que nadie se equivoque, porque esto no es un GTA en el Salvaje Oeste, sino un Red Dead Redemption, con sus propias características.
Todas las acciones y tareas de las que hemos hablado hay que realizarlas de forma manual. Es decir, si queremos cortarnos el pelo, habrá que buscar un barbero. Buscar un perista si queremos craftear un objeto en concreto. Si queremos mejorar nuestro caballo u ofrecerle cuidados, buscar un establo. Son cosas que ayudan mucho a la inmersión, pero es cierto que también traen consigo un ritmo de juego bastante lento. Lo mismo ocurre a la hora de realizar misiones o dirigirnos a los objetivos.
El mapa de Red Dead Redemption 2 es enorme, y aunque los caballos pueden ir mejorando sus características, no hay ninguno que alcance las velocidades de vértigo de un deportivo ni que tenga una resistencia infinita. Si a esto le unimos que los viajes rápidos no son instantáneos, sino que dependen de que busquemos estaciones de tren, o llegado a cierto punto que lo desbloqueemos en el campamento, Red Dead Redemption 2 puede hacerse muy lento para algunos jugadores, que quizás no tengan la paciencia para disfrutar de la experiencia que propone: de un mundo vivo lleno de sorpresas, unos paisajes impresionantes a cada paso que damos o las siempre elocuente conversaciones de quienes nos acompañan en nuestros viajes.
Red Dead Redemption 2 es un juego enfocado al extremo en los detalles. Y además Rockstar no ha dudado ni un ápice en recrearse en ellos, haciendo un gran hincapié en cada animación, en cada acción que ejecutamos. Es posible que después de varias horas, algunos se desesperen al ver como Morgan no corre dentro del campamento, de un edificio o en según qué momentos; o de ver como desvalijar una casa nos lleva un par de minutos en lugar de un instante.
Lo que sí es cierto es que al contrario de todo lo demás, los controles parecen continuar siendo uno de los puntos que más le cuesta a Rockstar. La inclusión de tantas opciones, como la interacción con cualquier personaje que nos crucemos, o incluso con los animales, vuelve todo un poco más complejo. Y es verdad que se prima lo visual, con animaciones pausadas y detalladas, sobre la agilidad en el control. Pero aún así realizar ciertas acciones resulta un poco más engorroso de la cuenta.
Registrar una casa, por ejemplo, es una acción relativamente habitual, y a veces cuesta un poco más de la cuenta encontrar el punto en el que interactuar con los objetos, o ver qué es lo que vamos a coger. Algo parecido ocurre al apuntar, y cambiar de coberturas, al disparar en movimiento desde el caballo, o en ocasiones al realizar algunas acciones contextuales. Son solo algunos momentos que pueden jugarnos una mala pasada en algún combate, o al cumplir algunos objetivos en los que haya algo de prisa. No es raro que en las primeras horas de juego metáis la pata alguna que otra vez, pero con un poco de paciencia, terminamos por ir habituándonos a todas las acciones.
La rueda implementada para cambiar de armas o cambiar entre los menús de nuestro inventario y el de nuestro caballo sí que le sienta bastante bien. Igual que la posibilidad de guardar objetos en el caballo que puedan sernos necesarios en ocasiones, como la ropa de abrigo por si nos toca visitar una zona fría de improviso, u otro tipo de armas, como un rifle de precisión.
The Revenant
Cuando hablo de detalles no me refiero solo a gráficos, como los que podemos ver tanto en los interiores como fuera de las ciudades o poblados, sino a cada aspecto del juego, como la cantidad de animaciones y la transición de estas. O una a increíble ambientación y puesta en escena a nivel técnico, que nos lleva a través de varios tipos de parajes, nevados al norte o los más cálidos del sur, pasando por una gran ciudad como Saint Denis. Red Dead Redemption 2 ha sido el primer juego de Rockstar creado desde cero para la actual generación de consolas. Y creedme al decir que le han sabido sacar provecho al hardware actual. Nosotros lo hemos jugado en Xbox One X, y es un auténtico espectáculo visual.
No os diré que en cuanto a texturas y modelados de personajes Red Dead Redemption 2 sea el mejor juego, porque el nivel a estas alturas de la generación es muy alto, y se nota que hay cosas heredadas de GTA V, pero sin duda es uno de los juegos que mejor partido sabe sacarle a sus posibilidades: por el tremendo nivel de detalle de cada escenario, por las cuidadas y gran cantidad de animaciones, y sobre todo por los asombrosos efectos climatológicos y de iluminación. Unos efectos que merecen especial mención, porque Rockstar los explota al máximo, pero es que en todo momento sabe jugar con ellos de forma perfecta para regalarnos constantemente unas estampas impresionantes. Ya sea en campo abierto o dentro de una ciudad, de día o de noche, o en prácticamente cualquier situación que nos encontremos, el juego es un espectáculo visual constante.
A esto le acompaña un apartado sonoro con una calidad totalmente a la altura. Tanto por la banda sonora, compuesta por Woody Jackson, que sincroniza y acompaña a la perfección cada momento y situación; como por el trabajo de doblaje más grande y completo que hemos visto nunca, en el que han participado más de mil actores. Como es lógico, por el trabajo y las dimensiones de este, el doblaje se encuentra en inglés, mientras que tenemos todas las líneas de diálogo (incluidas canciones y espectáculos que podemos ver en las ciudades) traducidas al español. A este respecto queda todavía por hacer algún retoque, en cuanto a algunos subtítulos que no sincronizan bien (rara vez), o algún ajuste gráfico (por ejemplo hay una chaqueta que no cargaba la textura), pero en general sorprende también el buen acabado teniendo en cuenta las dimensiones del juego.
Valor de Ley
El valor de Red Dead Redemption 2 se encuentra fundamentalmente en la extraordinaria integración que Rockstar ha logrado entre todos sus elementos: el narrativo, el jugable y el técnico. Es la mejor obra de la compañía hasta fecha por la madurez lograda en cada apartado, pero también por el modo en el que todos estos se unen para ofrecernos una experiencia que no para de sorprendernos y que está perfectamente integrada. Ya sea por las cosas más pequeñas, como un ciudadano al que salvamos la vida en una ocasión y nos hace un regalo al cruzarnos con él en la ciudad o la satisfacción al salir vestido de la tienda con un nuevo traje para Arthur; a las más trascendentes, como una emotiva y profunda historia o uno de los apartados técnicos más espectaculares y sólidos que hemos visto.
Una sensación que se consigue gracias a una grandísima atención a cada detalle, a una ambientación magnífica, y a un mundo que tiene vida por sí mismo. En este sentido, difícilmente vamos a encontrar actualmente nada igual. Aunque haya otros juegos de mundo abierto que también hacen cosas de forma excelente, como The Witcher 3: Wild Hunt, The Legend of Zelda: Breath of the Wild o el propio GTA V. Para que os hagáis una idea de con qué podemos comparar Red Dead Redemption 2 y a qué altura se encuentra la nueva obra de Rockstar.