Hoy analizamos Remnant: From the Ashes, un juego que hasta hace escasas semanas no conocía de su existencia, algo que al igual que yo pasó con muchos jugadores. Y la verdad es que es una lástima que una propuesta tan interesante pase desapercibida hasta que llega a nuestras manos, pero Gunfire Games nos trae un diamante en bruto, un juego que se adelanta al frenesí de lanzamientos de los meses de septiembre, octubre y noviembre; un juego que quiere brillar con luz propia y que -de hecho- lo consigue, pero bajo ciertas condiciones. Bienvenidos a nuestro análisis de Remnant: From the Ashes.
Remnant: From the Ashes quiere ser un nuevo Dark Souls. Bueno, de hecho son muchísimos los juegos de estos aires (AA o juegos que no son indies y cuentan con cierto presupuesto, aunque sin llegar al nivel de grandes producciones) que quieren dar el pelotazo como en su momento lo hizo Dark Souls. Pero no tan solo en repercusión, sino en gameplay. La dificultad y las continuas pantallas avisando que has muerto en batalla son unas de las muchas señas de identidad de una saga que ha marcado un antes y un después en esta industria, así que muchos son los juegos que se atreven a imitar el estilo con mayor o menor acierto.
Remnant: From the Ashes no es una simple imitación de Dark Souls, sino que coge los pilares de esa saga y los hace suyos, creando alrededor un mundo propio con sus propias normas, historia y sobre todo un profundo lore. El lore, esa palabra que tan de moda se puso hace unos años, es lo que utilizamos para definir la «esencia» o «alma» de un juego, queremos decir que el mundo tiene una historia propia que se remonta a miles de años, que nosotros en el juego formamos parte de una cadena de acontecimientos que se viene trabajando desde antaño y que si vamos escarbando encontraremos detalles que nos narren la vida de nuestros enemigos, de los lugares que visitamos, que nos cuenten por qué todo tiene el aspecto que tiene…
Prepárate para morir
En Remnant: From the Ashes morirás muchas veces, pero sobre todo lo harás de manera injusta si juegas en solitario. La campaña se puede afrontar con hasta dos amigos más en sesiones públicas o privadas o si prefieres puedes hacerlo en solitario. Esta última opción significa la muerte. El juego no está nivelado para un solo jugador (al menos la versión que hemos probado para este análisis), de manera que la dificultad de los enemigos es la misma juegues solo o junto a dos amigos. Cuando comiences el juego y veas que eliminas con relativa facilidad los primeros enemigos no pensarás que hablo en serio, hasta el momento en que llegue un enemigo que simplemente es una versión mejorada de los que hasta ahora te has enfrentado y veas que tus armas no le hacen daño y que el en 2 toques te mata.
Con 3 jugadores es más fácil enfrentarse a esos enemigos, pero por el simple hecho de que sois más y hacéis más daño por simple acumulación. Los enemigos son difíciles y moriréis igualmente muchas veces, pero no de manera injusta. Jugar en solitario a este juego es un suicidio que acabará con vuestra paciencia y seguramente os haga devolverlo sin pasar más de dos horas a sus mandos.
Un nuevo universo por descubrir
Ya he hablado de que Remnant: From the Ashes tiene un lore profundo, pero de verdad no os imagináis hasta que punto. Una vez consigáis superar las primeras adversidades podréis ir descubriendo paso a paso al enemigo, la Raíz, quienes cuentan con unos diseños de lo más espectaculares y que nos recuerdan -en cierta medida- a algunos enemigos de la saga Gears of War.
La propuesta de Remnant: From the Ashes es simple en su inicio, ya que eres un héroe que se embarca en un viaje hasta una torre que es el origen del mal del planeta. Debes purgarlo y salvar al mundo. Las cosas no salen como deberían y te encuentras pronto naufragando y enfrentándote -espada mediante- a unas criaturas que te matarán pronto. No te preocupes, ya que está previsto que mueras. Algo así como cuando en Bloodborne te sueltan al inicio ante una bestia y esta te manda al Sueño del Cazador. Solo que esta vez no existe un lugar como tal, sino un refugio al que te llevan sus habitantes tras verte malherido. En dicho refugio te curan, te dan nuevas armas y armadura y sirve de tutorial para la verdadera mecánica del juego: disparar y esquivar.
Remnant: From The Ashes ofrecerá múltiples elecciones y caminos en su multijugador
La mayor pega es que los controles no responden como deberían. No hay un input instantáneo a la hora de esquivar, de manera que si esperas al último minuto para hacerlo seguramente te comas los ataques. Tampoco la animación es que sea demasiado fluida, por lo que a parte de tardar en esquivar también tardarás mientras lo haces y en recuperar el control de tu personaje. Un juego que busca que el jugador sea hábil no puede permitirse este tipo de errores.
Una vez acabemos el tutorial y desbloqueemos el primer cristal (vamos, las hogueras) podremos disfrutar de los entornos del juego y sus nuevos enemigos. Ahí será cuando moriremos muchas, muchísimas veces. Con mecánicas parecidas a Dark Souls pero esta vez jugando como un shooter en vez de un juego de combate cercano, estaremos ante el mundo que nos ofrece Remnant: From the Ashes. Suerte.
Un cuidado diseño
En Remnant: From the Ashes el diseño gráfico y el apartado sonoro son lo más cuidado. De entrada nos sorprenderá una banda sonora tan épica en un juego de este corte tan humilde, algo así como la primera vez que jugamos a NieR. Pero hay que deshacerse en elogios con el trabajo para ambientar Remnant: From the Ashes. La banda sonora es verdaderamente espectacular y no costará mucho que consiga ponernos la piel de gallina.
Mención a parte el diseño de los enemigos y los escenarios. Aunque en los humanos no se luzca demasiado, en los enemigos podemos ver diseños novedosos y logrados, haciendo de la Raíz un enemigo temible en un estilo gráfico que mezcla el realismo con trazos de animación. Por último y no menos importante, cabe destacar y alabar que Remnant: From the Ashes viene doblado por completo al castellano. Algo que tratándose de un juego de este presupuesto hay que reconocer y agradecer.
La parte negativa en este aspecto la protagonizan los bugs. Varias veces he tenido que reiniciar el juego por problemas en los diálogos. Enemigos que aparecen de la nada, problemas con los controles y escenarios, etc. El juego no está todo lo pulido que debería, supongo que debido a que se decidió lanzarlo en agosto para evitar quedar enterrado entre los próximos lanzamientos AAA.
Análisis de Remnant: From the Ashes – Xbox One
Remnant: from the Ashes no es un juego para todo el mundo y su parte inicial puede ser la mayor piedra en el camino para todos los que lo quieran disfrutar. Si estás pensando jugarlo en solitario más te vale abandonar esa idea a menos que se lance un parche que ajuste la salud y daño de los enemigos al número de jugadores de la partida.
Con una propuesta que se basa plenamente en Dark Souls, pero que construye con gran acierto su propio mundo, Remnant: From the Ashes es un juego a tener en cuenta, sobre todo para aquellos que busquen un desafío cooperativo alejado de los shooter-looter como Destiny o The Division, con un universo logrado al milímetro, una banda sonora espectacular y un diseño original. Quizás tenemos ante nosotros a una de las sorpresas del año.