Uno de los lanzamientos más importantes de la semana ha sido el battle royale del último Call of Duty, Call of Duty: Warzone. El juego de Activision ha conseguido captar la atención de más de 6 millones de usuarios en apenas 24 horas, rompiendo todos los registros de otros juegos como Fortnite BR o Apex Legends. Pero lo que hay que tratar ahora es su rendimiento. Y para eso, atendemos a un nuevo análisis de rendimiento de Call of Duty: Warzone comparando todas las consolas.
El medio encargado de ofrecer este análisis de rendimiento de Call of Duty: Warzone comparando todas las consolas es Digital Foundry. Dado el corte multijugador de Call of Duty: Warzone, resulta inevitable pensar que la prioridad absoluta de Infinity Warfare ha sido, precisamente, el rendimiento. Un rendimiento que se ha puesto como objetivo los 60fps y es lo que precisamente el equipo de especialistas de este medio analizan.
Desde Digital Foundry dedicaron importantes elogios al nuevo motor empleado por Infinity Ward para Call of Duty: Modern Warfare. Es el mismo motor que se ha empleado en esta ocasión para Call of Duty: Warzone. Es evidente que hay algunas diferencies importantes entre ambos juegos, ya que en el caso del battle royale, hay más jugadores y el mapa es más grande y presenta una gran diversidad. Son aspectos que marcan la diferencia, no solo con Modern Warfare, también con sus rivales.
Centrándose en los rendimientos, se comienza con la resolución, que es uno de los factores cuyas diferencias marcan la distancia entre las diferentes consolas. Y es que parece que en lo demás, se ha intentado que el ajuste se mantenga para igualar las partidas. Xbox One X apunta a los 4K nativos (3840×2160), pero en algunos casos la resolución se reduce en el plano vertical hasta los 1920×2160. En el caso de Playstation 4 Pro, la resolución apunta a 2716×1528 pixeles, por debajo de los 4K. A nivel de acabados,t Xbox One X mantiene el tipo mejor que la consola de Sony.
Si nos centramos en las consolas base, PS4 alcanza los 1080p, aunque del mismo modo que pasa con Xbox One X, suele ver rebajado el número de pixeles en el plano vertical, bajando hasta los 960×1080. En el caso de Xbox One, la resolución objetivo es de 900p, y del mismo modo se pueden notar algunas bajadas de la resolución por debajo de ese estandard. Pero como hemos dicho, aunque con un menor nivel de detalle, el ajuste de la mayoría de elementos en pantalla, sobre todo en lo relacionado con el LOD, se intenta mantener para que la experiencia no sea diferente ni beneficie a nadie.
Estos ajustes sirven para que Call of Duty Warzone mantenga un rendimiento lo más cerca posible de los 60fps en las cuatro consolas. Que Xbox One X ofrezca la mejor versión a nivel de acabado, es lo que hace que su rendimiento esté por debajo de la versión más estable, la de PS4 Pro. Esta, a lo sumo, puede llegar a reducir la tasa de frames a los 55fps. Es algo que también sucede en el caso de Xbox One X, pero al hacer uso de VSYNC, aparecen algunos artefactos y tearing para evitar caídas mayores. Las consolas base sufren bastante más, dada la exigencia que se ha buscado para otorgar un resultado visual que no afecte a la jugabilidad. Y es que en el caso de PS4 el juego ronda más los 50fps que los 60fps, algo muy similar a lo que le ocurre a la Xbox One base.
Al final, lo más importante es que Call of Duty: Warzone es un juego que se hace disfrutar por muchos factores y el rendimiento no parece afectar negativamente. Todas las consolas rinden a un nivel capaz de ofrecer una experiencia satisfactoria, que además, es común gracias al juego cruzado. Sin duda, Call of Duty: Warzone es el battle royale que necesitaba esta franquicia, siendo ofrecido como free-2-play en todas las plataformas en las que vio la luz.