Desde hace unos meses, la gigantesca compañía Electronic Arts, propietaria de algunas de las grandes franquicias de la industria del videojuego, ha apostado por una nueva línea de actuación. Esta línea llegó EA Originals, una división alternativa de la empresa norteamericana que tenía como objetivo poner a disposición de los jugadores experiencias más basadas en lo narrativo, sin olvidar la belleza visual, pero sin requerir de un presupuesto tan elevado como podría necesitar un triple A. A Way Out, de Hazelight Studios, o Fe, de Zoink, ambos lanzados en 2018, son algunos ejemplos de las obras que Electronic Arts nos ha acercado con este interesante programa.
Pero precisamente hoy llega el día de presentar Sea of Solitude, el nuevo videojuego de EA Originals y que, en esta ocasión, llega de la mano del pequeño estudio berlinés Jo-Mei Games, compuesto por un total de trece personas entre las que se encuentran dos veteranos de la industria como Cornelia Geppert y Boris Munser. Nosotros ya lo hemos jugado y te contamos qué nos ha parecido en nuestro completo análisis que, por supuesto, puedes confiar en que estará completamente libre de spoilers. Acompáñanos en las siguientes líneas y te contaremos lo que debes saber de Sea of Solitude.
El mar de nuestra mente

Los viajes en barca y la oscuridad serán frecuentes en nuestra aventura
Jo-Mei Games lo tenía claro: Sea of Solitude no ofrece una solución a la depresión y al aislamiento mental, pero sí muestra de una forma personal las experiencias vividas por su guionista, Cornelia Geppert. Así las cosas, la nueva obra de EA Originals es un viaje a lo profundo de la mente de Kay, una joven que se ha sumido en un profundo mar de pensamientos que la embargan. Sus errores pasados y sus miedos se han convertido en gigantescos monstruos que la martirizan día tras día. Explorando los recuerdos de su yo anterior, Kay debe recuperar lo mejor de sí misma y, de paso, acercar al gran público una temática que pocos se han atrevido a tratar en la industria del videojuego, si bien este título lo aborda de una forma tan directa y explícita que podría resultar demasiado brusca en determinadas ocasiones. Dejar jugar a la imaginación y no darlo todo mascado a nivel metafórico hubiera sido, probablemente, una mejor decisión.
Sentirse solo y apartado puede ser lo más terrorífico de este mundo, y eso es precisamente lo que se atreve a explorar Sea of Solitude. Sentimientos tan complejos son maravillosamente recreados en la obra de Jo-Mei Games a través de una propuesta conceptual perfecta. La joven Kay viaja en una barca por una ciudad inundada. En ella le persiguen monstruos cuando se aleja de la iluminación de su zona de confort, pero será necesario que se acerque a la oscuridad para arrojar luz sobre sus secretos más desagradables, aquellos que más la atormentan. Aunque, por supuesto, los viajes marítimos a bordo de una barca no son lo único que encontraremos en el juego.
Un viaje por mar y tierra

En muchas fases Kay deberá valerse de sus propios pies para seguir avanzando
A pesar de que surcar las aguas de nuestra mente ocupa gran parte del tiempo que destinamos en Sea of Solitude, lo cierto es que Kay debe enfrentarse a muchas fases en las que la barca se queda en un segundo plano y es ella misma la que debe solucionar sus problemas. Puede que el videojuego de EA Originals no funcione tan bien cuando Kay se mueve sobre sus propias piernas, pero lo cierto es que estas fases siguen dejando momentos muy interesantes. Y es que a pesar de que la narrativa de Sea of Solitude nos invita a cierta linealidad, el título de Jo-Mei ofrece zonas bastante abiertas que podemos explorar con algo de libertad. Prueba de ello son los coleccionables que encontramos en el mundo: a saber, botellas con mensajes escondidos y gaviotas a las que tenemos que espantar para que se vayan volando a otra parte.
Mientras que la barca es nuestro medio de transporte más eficaz y seguro para desplazarnos por el agua sin temor a que ninguna criatura surgida de nuestra mente nos dé caza, las fases en las que vamos a pie tienen un mayor componente de plataformeo e incluso de resolución de puzles. Encontrar la forma de subir a un edificio en mitad de la ciudad sumergida, cruzar por zonas acuáticas en las que un monstruo está deseando convertirnos en su cena, huir adecuadamente de figuras oscuras que nos persiguen… Todos ellos son algunos de los desafíos a los que deberemos enfrentarnos en un Sea of Solitude que no deja de crecer en todos los aspectos a medida que avanza, pese a que jugablemente podría haber sido un juego más pulido en ciertas fases.
Belleza audiovisual

Sea of Solitude nos obsequia con estampas absolutamente preciosas
Ya ha quedado claro que Sea of Solitude es un título valiente y profundo a nivel narrativo, y que, aunque conservador, es efectivo y entretenido en lo jugable. Sin embargo, uno de los grandes puntos fuertes del videojuego de Jo-Mei está en lo audiovisual. Y es que el nuevo título de EA Originals apuesta por una estética que combina una de las temáticas más frecuentes de la narrativa: la lucha de la luz contra la oscuridad. Así, tener zonas iluminadas y completamente coloridas, y otras oscuras y repletas de tenebrosidad dotan de un apartado visual verdaderamente imponente a un Sea of Solitude que se vale más de un estilo gráfico preciosista y acertado que de una potencia pura que no busca en ningún momento, porque tampoco la necesita para destacar.
No se queda atrás una banda sonora a cargo de Guy Jackson, que no solo acompaña en los momentos de exploración, sino que destaca sobremanera cuando debe hacerlo para aportar ese toque emotividad y profundidad. En lo sonoro también cabe apuntar a un magnífico trabajo de actuación por parte de los actores de doblaje que ponen voz a los personajes del juego, con especial énfasis en la voz de Kay. A pesar de que el juego no cuenta con doblaje al castellano, sí contamos con textos en nuestro idioma para que cualquier jugador de habla hispana pueda entender perfectamente la historia del juego.
Así las cosas, Sea of Solitude ha sabido cumplir las expectativas que había generado con sus diferentes tráilers y avances. En un mercado saturado de obras de corte independiente, el videojuego de Jo-Mei Games sabe hacerse un hueco con inteligencia: con un apartado audiovisual majestuoso y con una narrativa que, aunque demasiado explícita, es poderosa y puede hacer que cualquiera se sienta identificado con las experiencias que en ella se narran. Sea of Solitude, que puede completarse en unas cinco o seis horas, dependiendo del énfasis que pongas en encontrar todos los coleccionables, no arriesga en lo jugable, pero es sólido también en este apartado y, por ello, se convierte en una obra imprescindible para los amantes de las buenas historias.