En el año 2005, muchos usuarios se adentraron en una franquicia que dentro de pocos años cumplirá dos décadas, y esta es Sniper Elite. Desde pelear en las ruinas de Berlín, a luchar por los páramos de África, o volar cabezas nazis en la Italia fascista, hemos acompañado a nuestro querido Karl Fairburne durante años de guerra contra la Alemania nazi, pero aún nos quedan muchas guerras que luchar.
Hace unos meses atrás, Rebellion anunció la quinta entrega numerada de la franquicia numerada, ambientada esta vez en la Francia ocupada por los nazis, y pocos días nos separan de disfrutar de esta nueva aventura, contando de nuevo con Fairburne como personaje protagonista, y que tendrá que cooperar con la resistencia francesa para derrotar al ejército invasor. A lo largo de este texto, expondremos las virtudes del título, como los puntos más flojos del juego. Si estáis indecisos con la compra, o tenéis ganas de conocer más del título, disfrutad de este análisis de Sniper Elite 5.
La Operación Kraken debe ser detenida
Como siempre, parece que la Alemania nazi no se cansa de que sus proyectos más secretos sean destruidos por el famoso francotirador llamado «La Sombra», y en este título, la cosa no cambia para absolutamente nada. Fairburne se ve obligado a viajar a Francia para acabar con la «Operación Kraken» y con los líderes que llevan todo el proyecto.
Viajaremos por diversas partes de Francia (desde el frente de batalla, hasta un pueblo antiguo en medio de una playa, un nivel visualmente increíble) y con diversos objetivos que cumplir. Mientras vamos acabando con la cúpula de mando de la Operación Kraken y descubriendo de qué va, conoceremos a los miembros más importantes de la Resistencia Francesa, unos personajes que, si bien podrían haber llegado a ser mucho más carismáticos y más cercanos a Karl, se agradece tener aliados en la trama.
Como francotirador experimentado, podremos acabar las misiones de diferentes formas
Una de las mejores ideas que Rebellion ha implementado en este título es la «libertad» que nos da a los usuarios de escoger varios caminos para llegar a nuestro objetivo, aunque sin llegar a la maestría del diseño de niveles de Dishonored. Desde el inicio de cada misión, al abrir el mapa, podemos observar todas las rutas que tenemos para completar la misión (suelen ser tres rutas muy claras, y después desviaciones del camino principal).
Aunque el diseño de niveles está bastante bien, hay que decir que el movimiento por el mapa deja mucho que desear. En muchas ocasiones, a Karl le cuesta saltar obstáculos, y no reacciona de la mejor manera a los controles de, por ejemplo, agachado y tumbado, haciendo que muchas veces en situaciones de sigilo te desesperes, y acaben pillándote. Es una pena, ya que Rebellion debería haber invertido más trabajo en pulir el sistema de movimiento (tampoco pedimos que llegue a la perfección del de Metal Gear Solid V).
Reventar cabezas a cámara lenta sigue siendo de lo más gratificante
Sin lugar a dudas, la seña de identidad de esta franquicia es la «kill-cam» en slow-motion que podemos ver cuando acertamos de lleno la última bala de un enemigo, y en esta entrega sigue presente. Depende de donde le demos, conseguiremos cierta experiencia extra, y eso nos insta a colocarnos en diferentes posiciones, e ir eliminando a muchos nazis de la forma más precisa posible (sí, dan puntos extra por reventarles de un balazo los «cataplines», aunque no es tan gráfico como sería en Mortal Kombat).
Además, en esta entrega tenemos un arsenal bastante diverso a nuestra disposición, pero lo mejor se lo guardan para la mesa de armas, donde podremos personalizar cada aspecto de nuestras armas a nuestro antojo, para que se adecúe más a nuestra forma de jugar (las misiones pueden ser jugadas tanto a lo «Rambo» como al más puro estilo de Snake, sin que nos vean). La personalización de las armas añade una capa de profundidad a la jugabilidad, y le queda de muerte.
Con todo lo bueno, Sniper Elite 5 no llega a las cotas de calidad de un triple A
Y ojo, no es para nada algo malo, ya que muchas veces las mejores obras vienen del mundo indie, pero nos referimos al nivel de calidad en lo técnico y en lo pulido que debería estar. Varios fallos en la IA enemiga que la hace impredecible, pero de una manera muy frustrante y que hace mucho más difícil saber cómo pillarla desprevenida, y un apartado técnico que se queda muy atrás en comparación a otros lanzamientos de este mismo año, hacen de Sniper Elite 5 un título en algunos aspectos un poco «pobre», y además continuista, incluso demasiado.
Al final, Sniper Elite 5 está creado para complacer a los fieles fans de la franquicia, sin tampoco innovar en nada importante, quedándose en «tierra de nadie» y es una pena, ya que si Rebellion hubiese apostado más por ofrecer una experiencia más novedosa, seguro que el factor sorpresa habría generado muchos usuarios interesados en esta quinta entrega. Obviamente, no es un mal juego, ya que la trama es interesante, la jugabilidad es divertida y es muy, muy rejugable, pero se echa en falta algún que otro cambio que hiciese de este juego, algo diferente… Pero parece que Karl Fairburne seguirá siendo el mismo de siempre en Francia, tanto para lo bueno, como para lo malo.