La mayoría de propuestas relacionadas con el mundo del motor son juegos donde la velocidad tiene un papel protagonista. Pero dentro de las alternativas que han proliferado en el diverso mercado de PC, existen multiples opciones de disfrutar de simuladores que dejan los circuitos a un lado y se centran en otro tipo de experiencias. Spintires fue una de las revoluciones dentro de este tipo de juegos, que incluso supo ofrecer una alternativa a los simuladores de transporte creados por SCS Software, como son Eurotruck o American Truck Simulator. Lejos del asfalto, Spintires fue una propuesta que abogaba por terrenos extremos, es decir, embarrados y sinuosos, para meter vehículos de gran peso para llevar a cabo desafíos y misiones varias.
Desde Saber Interactive han decidido ofrecer una expansión para Spintires: Mudrunner, que es la edición definitiva que llegó a consolas. Una expansión que se ha presentado como American Wild y que intenta abarcar nuevas áreas y posibilidades dentro de esta experiencia. Ambientado en Estados Unidos, se toman algunos de los vehículos característicos de esta zona, así como la llegada de nuevos mapas para establecer nuevos desafíos. Pero antes de eso, hagamos un pequeño resumen de que ofrece Spintires Mudrunner,
Iconos norteamericanos se unen a las moles rusas para superar los embarrados desafíos de Spintires en esta expansión
Barro, moles y troncos
Spintires: Mudrunner llegó a Xbox One como una versión adaptada a consolas de uno de los juegos de simulación más interesantes que llegó a Steam tras un largo periodo de Acceso Anticipado. Esta propuesta abarcaba un concepto interesante, donde se buscaba la pericia al volante de auténticas moles mecánicas diseñadas para todo tipo de terreno. De hecho, la propuesta original incluyó un buen número de desafíos donde se busca cumplir con un objetivo concreto y se añaden otros secundarios para conseguir el éxito total.
Asimismo, se presentaron, a modo de campaña, diferentes mapas donde hay que buscar los puntos de recogida de troncos para llevar a un aserradero. Este sería el principal objetivo a cumplir, donde hay que valorar el combustible, los daños ocasionados al vehículo y el terreno por el que transcurre la ruta. Para ello, el mapa incluye diferentes puntos de interés, como son otros garajes (donde poder hacer reparaciones y configurar el camión), así como puntos de repostaje, puntos de recogida de troncos y los aserraderos. Hacer un plan, encontrar más vehículos o gestionar los recursos disponibles es lo que hará que consigamos superar cada uno de estos múltiples escenarios a modo de campaña.
Cargados hasta los topes, la carretera será un oasis ante una desafiante y atractiva experiencia de conducción
Con esto, la experiencia es lo que resulta más atractiva, ya que cumplir los objetivos no sirve más que para poner fin o una meta a la experiencia. Totalmente abierto, los mapas sirven como un laberinto que expone desafíos constantes en sus pistas de barro, sus zonas empantanadas y ríos. Cubierto por completo, los observatorios son unos puntos que permiten descubrir un área en el mapa. Un mapa que sirve para orientarse, más allá de usar puntos de ruta personalizados que pueden orientarnos un poco más gracias a la brújula. Cierto es que estas ayudas son muy útiles en el modo casual, siendo eliminados y llevados al límite en el desafiante modo extremo.
Añadir un multijugador para hasta tres jugadores fue la rúbrica de una experiencia exigente, desafiante, diferente y, a su manera, apasionante. La cooperación es la base de un multijugador donde los cabrestantes, los convoyes y la atención al detalle sirve para salir con éxito. En el caso del modo extremo, resulta especialmente profundo.
Nuevos objetivos añadidos a la experiencia, donde deberemos encontrar troncos fuera de las zonas de entrega
Un nuevo escenario, una mayor experiencia
A lo largo del tiempo Spintires: Mudrunner amplió de forma puntual y muy escueta sus contenidos añadiendo un par de mapas, unos pocos vehículos y un par de desafíos. Estos llegaron como un complemento a consolas que no añadía nada de diversidad. Precisamente American Wild es la expansión de contenido que permite hacer ese pequeño cambio. Un cambio que nos lleva a escenarios inspirados en las agrestes tierras de Montana, Dakota del Norte y Minnesota.
La frondosidad de las coníferas, pueblos que no parecen tan fantasmagóricos como los del juego original, hacen que el juego se vea y se sienta diferente. Con un total de nueve mapas y trece vehículos nuevos, la experiencia de Spintires Mudrunner se amplía de forma notable. De hecho, los dos mapas incluidos en el modo principal añaden un mayor número de carretera, lo que puede parecer mucho más sencillo para conseguir el objetivo. No obstante, lo que hay en esta expansión es la llegada de varios vehículos que, pese a que el juego invita, no se adaptan como los anteriores a esos terrenos embarrados. Las clásicas cabezas tractoras Freightliner, que carecen de esa tracción integral tan útil fuera del asfalto, parecen haber obligado a construir mapas menos extremos.
No solo es conducir, también es gestionar una estrategia para conseguir alcanzar los objetivos
Pero también tenemos momento para el ocio con otros vehículos, como son los todoterrenos de Ford, el Bronco y el F150. Claro está, no podía faltar el mítico Hummer. Estos vehículos no servirán para llevar pesadas cargas, pero son fabulosos para reparaciones o pequeños repostajes. Pero lo más especial es encontrarnos con algunos vehículos más especializados, que sirven principalmente para las nuevas misiones dentro de la partida. Maquinaria forestal con grua que nos servirá para ir a las nuevas zonas de búsqueda para recoger troncos y llevarlos a la zona de recogida. Algo que será especialmente importante en el modo extremo, donde no se pueden cargar los camiones con un solo botón y lo tenemos que hacer a mano.
Los nuevos escenarios aportan algo de diversidad ante la pantanosa estepa, pero no supone un cambio realmente drástico
Más variedad, más profundidad
Spintires: Mudrunner se ha caracterizado por ser diferente. Un juego que ha apostado por lo extremo, y para ello ha hecho falta añadir unas físicas muy exigentes a la experiencia. A nivel técnico el juego luce con mucha contundencia. Un tanto tosco, sus modelados se muestran sólidos, algo toscos, pero es que estamos hablando de camiones de gran tonelaje. Los escenarios se ven completos, con un nivel de detalle abrumador, aunque no haya una gran variedad de diseños.
Esto es algo que, pese a que está mejorado para Xbox One X, ofreciendo un juego que corre a 4K con HDR, permite distinguir bien las partes que están mejor cuidadas de las que no. Es así que podemos ver detalles de gran calidad, con texturas adaptadas a los 4K. Los camiones lucen espectaculares, con un realismo muy elaborado y que, pese a que la iluminación no parece encajar, ofrece un buen acabado y un producto con caracter. Ahora bien, también hay detalles menos pulidos, como pueden ser algunos efectos de barro o agua, que son un poco básicos, pero sobre todo, los interiores. Un juego de esta índole no debería prescindir de un elemento tan importante como son los retrovisores en esta vista, que están de adorno. Claro que gran parte de la experiencia se disfruta de la cámara exterior.
Los caminos embarrados obligarán a tener mucho tacto, si estamos en el modo Extremo, la cooperación multijugador os salvará de muchos reinicios
Claro que el punto fuerte de este juego son las físicas y como estas afectan a lo que vemos en pantalla. No solo hablamos de cómo afectan a la conducción, donde se aplican para complicarnos el paso por los caminos embarrados. Ver las ruedas girar, recoger barro, limpiarse con el agua, salpicar o deformar el terreno, dan cuenta de su objetivo. Cálculos de físicas por encima de pensar en mejoras visuales que no serían tan útiles. Aquí no se puede conducir por la playa como si nada pasase, no se puede conducir con la alegría del resto de propuestas, ya que siquiera es aconsejable hacerlo.
La conducción del juego dista mucho de lo habitual, ya que a la hora de manejar la dirección hay que atender a todo en todo momento. Nosotros somos quienes giramos, pero también quienes recuperamos la dirección como el timón de un barco en Sea of Thieves. Esto dificulta que la velocidad pueda ser elevada. Aun así, por mucho que vayamos a tope, la velocidad será muy baja en zonas donde “podemos” correr.
Con un ciclo diario que pasa de un dia nublado en el que parece que van a salir zombies desde cualquier esquina, a una noche fantasmagórica en la que parece que en cualquier momento veremos a Alan Wake, es un juego más que resultón que ha sabido priorizar las físicas para ofrecer una experiencia tremendamente desafiante y atractiva para quienes estén cansados de la velocidad arcade.
No obstante, no podemos negar que si hay un aspecto que le hace perder más gracia que nada, es el hecho de que somos el único ser vivo que hay en todos estos mapas. A esa homogeneidad y ambientación homogénea, se añade una enorme sensación de vació que nos obligará a tocar la bocina para escuchar el eco y ver como, si se da el caso, algún pájaro sale volando. La realidad es que es un elemento secundario, pero salvo que juguemos en el modo multijugador, la sensación de soledad es abrumadora.
En las lúgubres noches nos dará la sensación de estar a punto de encontrar a Alan Wake con su linterna
Con ganas de más
La implicación del estudio para dar un soplo de aire fresco a Spintires es agradable, pero igual parece que se ha forzado mucho a la hora de introducirse como una expansión y no seguir con la política de DLCs gratuitos. Aun así, la cantidad de contenidos que se incluyen dan para mucha diversión y al no tratarse de un juego de gran coste, se puede asumir esta expansión como una inversión interesante. Y de hecho, habiendo ahora juegos como Forza Horizon 4, una propuesta radicalmente diferente como Spintires: Mudrunner tiene un fuerte atractivo.
Es posible que el público de consola no sepa apreciar este cambio, pero los que esperan con ganas los diferentes simuladores de autobuses, camiones o granjas, Spintires: Mudrunner es una propuesta atractiva. Es una versión más dirigida a desafíos, menos sandbox, y que ofrece una diversión directa y exigente. Técnicamente puede ser rudo, pero viendo en que se centra el motor gráfico llega a verse como un juego bien elaborado. Su diseño puede resultar bastante monótono, sobre todo por ese filtro de niebla que lo tapa todo. Los vehículos están diseñados y recreados con gran exactitud, las físicas son bastante precisas, pese a que en ocasiones tengan algún que otro desvarío.
American Wild es una expansión que deja con ganas de más, lo que significa que es corta o que el juego es extraordinario
Si te gustó Spintires: Mudrunner, la expansión ofrece un pequeño cambio, ampliando una experiencia que necesitaba de este cambio de aires. Una expansión que además, puede hacer aflorar las ganas de tener más, porque como propuesta rinde, divierte y entretiene. Un oasis de barro para evadir las típicas propuestas de velocidad que parecen todas iguales si las comparamos con este juego.