Star Wars, como una de las sagas más influyentes y lucrativas de la historia del cine, ha tenido también un peso importante en la industria de los videojuegos de manos de Electronics Arts y Lucas Films desde hace ya muchos años, pero casi siempre desde una aproximación de juegos de acción y aventura, rol y, más reciente, shooter. Ahora, la compañía ha decidido darle protagonismo a una parte tan importante de las películas como son las batallas de naves, de lo que surge Star Wars: Squadrons.
Las batallas galácticas sí han tenido un importante papel en juegos anteriores de la franquicia, como en el pasado Star Wars: Battlefront 2, pero la propuesta de EA Motive es mucho más ambiciosa. Un juego enteramente dedicado a las batallas espaciales desde la perspectiva personal de un piloto, con una nueva historia dentro de su universo y un sistema multijugador que promete ser uno de los mayores reclamos para los fans de la serie.
Buenos y malos – Historia
Aunque a muchos parece sorprenderle, Star Wars: Squadrons sí cuenta con una campaña tradicional para un jugador con su propia historia dentro del universo de la franquicia y, sin ser un alarde de ingenio en cuanto a narrativa, la verdad es que salva los trastos de manera muy decente. Más por su faceta jugable que por la historia en sí, pero es una buena propuesta que, de no haber contado con ella, hubiesen corrido ríos de tinta criticando la decisión. Recordemos que el juego llega a precio reducido.
En la cronología del universo de la serie, la historia de Star Wars: Squadrons comienza tras la destrucción de Alderaan, cuando Darth Vader manda a las tropas del Imperio a acabar con cualquier rebelde restante de la galaxia. En una de esas misiones, el capitán Lindon Javes, cansado de los actos del Imperio, decide traicionarlo y unirse a la República a cambio de información valiosa sobre el enemigo.
No es hasta cuatro años más tarde, tras la batalla de Endor, cuando surgen los dos escuadrones protagonistas del juego, el escuadrón Vanguardia por parte de la República, dirigido por Lindon Javes, y el escuadrón Titán por parte del Imperio, a cargo de Terisa Kerill. Se trata de la antigua protegida de Javes, a quien guarda terrible rencor por su deserción.
La historia se desarrolla de forma paralela y gira entorno al Proyecto Starhawk de la República, una nueva y poderosa nave que podría decidir la guerra. El objetivo de cada bando es asegurar el progreso del proyecto por parte de la República y tratar de ponerle fin por todos los medios por parte del Imperio.
En sí, la historia es muy sencilla, previsible y bastante corta, aunque se agradece una cierta profundidad en el trasfondo de su trama y personajes a través de conversaciones opcionales entre misión y misión. Como decía el mérito de la campaña viene más dado por la jugabilidad en sí y los grandes momentos de sus misiones, que por la historia en sí.
Adrenalina espacial – Jugabilidad
Star Wars: Squadrons no deja de ser un juego de combates de aviones, como ya hemos visto en otros tantos juegos, pero sabe muy bien llevarse la fórmula a su propio terreno para que tenga sentido dentro de su universo y, sobre todo, que resulte divertido y fresco.Tanto en su campaña en solitario como en el modo multijugador contaremos con las naves más emblemáticas de Star Wars divididas en 4 clases, caza, bombardero, interceptor y apoyo. Encontraremos desde el caza Tie o el X-Wing, hasta el A-Wing o el Interceptor Tie.
Cada tipo de nave cuenta con sus propios parámetros de durabilidad, velocidad o manejo y componentes intercambiables para personalizar la experiencia y, por ejemplo, tener más resistencia, otro tipo de armamento o dificultar el fijado enemigo. El control, sin embargo, es similar entre todas las clases, aunque hay algunas diferencias entre las naves de la República y el Imperio.
El manejo de las naves es relativamente simple, pero bastante complejo de dominar incluso en dificultad normal. En dificultades elevadas se convierte en todo un reto para los más expertos o que quieran disfrutar del manejo profesional con un mando Hotas. Una vez dentro de la nave y en pleno vuelo, siempre en primera persona, los paneles de control son la pieza clave de la experiencia. Desde ahí, con el mando, podremos subir o bajar velocidad, derivar la energía a motores, armas o escudos (solo en el caso de las naves de la República), activar el turbo o estar pendientes del resto de parámetros, como vida, munición o radar.
Como digo, el funcionamiento es sencillo, pero requiere cierta habilidad para dominar el control y saber como hacer quiebros a altas velocidades, dominar la rotación jugando con la velocidad o medir el momento exacto para lanzar un ataque. Con esto logra una inmersión única dentro de la batalla (se pueden quitar todos los marcadores de pantalla y guiarse solo por los cuadros de mando) y hace que resulte tremendamente divertido incluso para alguien que no sea especialmente fan de La Guerra de las Galaxias.
Combate con amigos – Multijugador
En el modo multijugador de Star Wars: Squadrons, probablemente el mayor reclamo del juego, encontraremos dos modalidades de juego competitivo: Refriega y Batalla de flotas. Parten de la misma base, pero ofrecen dos propuestas de juego muy distintas.
Refriega viene a ser el típico modo de juego al estilo Team Deathmatch. Como su propio nombre indica, son batallas entre naves pequeñas en equipos de 5 contra 5 donde el primer equipo en llegar a 30 muertes gana la partida. Simple y rápido para echar una partida rápida.
Batalla de flotas, que es un modo clasificatorio, consiste de nuevo en combates de 5 contra 5, pero a mucha mayor escala. Este modo de juego cuenta con su propio tutorial para comprender más fácilmente las mecánicas, y consiste en una batalla con naves pequeñas (los jugadores), naves capitales y la nave principal de cada bando (el Destructor imperial en caso del Imperio, por ejemplo). El transcurso de la partida se rige por un medidor de “moral” que se llena de un lado o de otro según vayamos acabando con el equipo rival y, cuando llega a cierto nivel, permite poco a poco avanzar el combate contra las naves importantes hasta llegar a la nave principal del equipo y destruirla para acabar la partida. Pero claro, la gracia está en que en medio de un ataque a las fragatas rivales, por ejemplo, el equipo contrario puede seguir avanzando su nivel de moral y que cambien las tornas. Entonces en vez de jugar al ataque hay que pasar a la defensa.
En el terreno multijugador es donde cobra especial importancia esta personalización de clases y armamento que comentábamos antes. Durante la campaña, a no ser que te encuentres en niveles de dificultad muy elevados, la situación es factible para cualquier nave, pero contra otro jugador la cosa cambia. Sin embargo, para poder personalizar cada clase primero habrá que subir de nivel para conseguir
Espacio sideral – Gráficos
Star War: Squadrons no solo es un deleite para los sentidos por su meritorio acabado gráfico, también es un regalo para todos los fans de la franquicia por contar con una banda sonora que rescata los temas más conocidos y suena siempre a un nivel extraordinario en todas las batallas. Ofrece exactamente lo que uno espera encontrarse en un juego de Star Wars.
En cuanto al acabado visual en particular, EA Motive hace un gran trabajo tanto a nivel gráfico como a nivel artístico. Es una autentica delicia ver cómo están recreados los distintos escenarios, el modelado de las naves, los personajes o el propio acabado de los hangares de cada facción. Se nota que el juego está pensado para ser compatible con VR, por lo que se prescinden de ciertos elementos que recarguen la escena y limita el movimiento fuera de la nave, pero destacan cosas como las animaciones faciales de los personajes durante solo conversaciones en primer plano que llegan incluso a mirar a la cámara directamente saltándose la cuarta pared. Otro ejemplo más de que se hizo con la VR en mente.
Cuenta con algunas cinemáticas de planos exteriores que bien podrían pertenecer a cualquier película de la saga, aunque a veces se ven ciertos artificios raros en la imagen y se escapan algunos frames, aunque desactivemos el grano de la imagen desde el menú de opciones. El reto de cinemáticas tienen un acabado sobresaliente, destacando de nuevo el modelado y animaciones de los personajes.
Durante el juego en sí, subidos a la nave, el rendimiento en Xbox One X es perfectamente fluido y no será por falta de efectos y elementos en pantalla. Consigue crear escenas realmente espectaculares y proyecta una sensación de velocidad genuina.
Conclusiones
Star Wars: Squadrons es toda una carta de amor a los fans de La Guerra de las Galaxias por muchos y diferentes motivos. Desde su historia y la recreación y comportamiento de las naves, hasta la banda sonora y la espectacular puesta en escena. Además, es un muy buen juego de naves, accesible, pero exigente, y llega a precio reducido con una más que solvente variedad jugable.