Hay pocas sagas que sean más sinónimo de RPG Japonés que Final Fantasy. La saga creada por Hironobu Sakaguchi ha sido el buque insignia de Square tanto desde sus momentos iniciales bajo el nombre Squaresoft como tras su fusión con Enix. Final Fantasy posee ya 15 entregas numeradas bajo sus espaldas y un sin número de spin offs de diferentes géneros y ambientaciones.
El caso del título que analizamos hoy es delicado, aunque la idea de un juego de acción ambientado en la saga, y de la mano de unos auténticos veteranos como Ninja Theory suena a potencial para un juego de ensueño, quizás muchos ya sospechéis que la ejecución, como poco, deja bastante que desear. Así que, sin esperar más, aquí os dejamos nuestro análisis de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin.
Confusión, desorden.
La premisa de la historia de Stranger of Paradise es curiosa. Nos encontramos con una especie de remake del Final Fantasy original, siguiendo a pies puntillas la leyenda de los 4 guerreros de la luz y varios de los puntos de guion claves del juego de 1987. La cuestión está, como tantas cosas en este título, en su bizarra ejecución. Aquí, los 4 guerreros de la luz tienen personalidades rocambolescas y diseños de corte moderno absolutamente incohesivos con la ambientación del mundo en sí mismo, encabezados por un hombre con un cierto aire a Bruce Willis bajo el nombre de Jack Garland.
La historia en sí misma es difícil de seguir y sigue cotas ascendentes de absurdez a través de todo el recorrido, unido a unos diálogos que tendríamos dificultad en creer que no han sido escritos buscando la parodia. Esto no sería en sí mismo algo malo, ya que otros juegos de acción han seguido un estilo similar para acunar un estilo divertido y desenfadado, como el popular Metal Gear Rising: Revengeance. El problema aquí es que, a diferencia del juego de Platinum Games, las escenas interrumpen la acción de forma recurrente, tienen una duración excesiva y los personajes son totalmente estoicos, resultando mayormente lentas y aburridas al margen de lo bizarro de las situaciones que se presentan ante los ojos del jugador.
Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos.
A nivel jugable, el juego presenta un sistema de combate muy cuidado y divertido, y es sin lugar a dudas el punto decisivo a la hora de decidir si os gustará Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin o no. Recogiendo varias de las ideas que Team Ninja introdujo en Nioh (y en consiguiente, del género de los soulslike), este título nos propone un combate táctico, con un gran enfoque en los contraataques y la esquiva. Incluso en nivel de dificultad normal, el juego supone un reto que nos llevará a aprovechar todas las herramientas que nos proporciona y a actuar con cuidado.
Probablemente, la mayor innovación, y lo que lo diferencia de otros títulos, son los diferentes trabajos, una mecánica extraída de los juegos de Final Fantasy más clásicos y que, en este caso, nos permitirá cambiar al vuelo las estadísticas, equipamiento y habilidades de nuestro personaje. De esta manera, podremos hacer que Jack sea en un momento un espadachín que cargue contra enemigos en un amplio área, y con pulsar un botón, convertirlo en un mago con el que explotar debilidades elementales. La variedad de trabajos es amplia y cada uno de ellos posee su propio árbol de desarrollo, abriendo enormemente las posibilidades de estrategia y experimentación.
En relación a esto, la barra de PM, que se agotará al usar magias y habilidades, juega un papel muy importante. Para recargarla, deberemos hacer ejecuciones a nuestros enemigos y realizar contraánimas, contraataques que deberemos sincronizar con los golpes enemigos. Supone un elemento de riesgo/recompensa que nos puede llevar a recibir daño, pero de utilizarlo correctamente nos permitirá asestar un fuerte golpe a los enemigos y recuperar un buen pellizco de nuestra barra de PM, resultando ampliamente satisfactorio cuando empezamos a poder ejecutarlos de manera consistente.
El combate es divertido y satisfactorio, y ofrece multitud de elementos que poder perfeccionar que encantará a los amantes de los juegos de acción complejos. No obstante, este apartado también tiene sus fallos, para empezar, algunas animaciones son toscas y entorpecen el combate, y por otra, no pelearemos solos, y lamentablemente, la inteligencia artificial de nuestros compañeros no nos facilitará las cosas. Habríamos echado en falta que tuvieran una mejor IA para hacerlos sentir un aspecto más útil y significativo en los combates.
Comportamiento aparentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos deterministas con gran sensibilidad a las condiciones iniciales.
La banda sonora es uno de los aspectos más destacables de Stranger of Paradise. La música contiene temas verdaderamente bombásticos, que acompañan a la maravilla la acción del título. Incluso su uso en escenas cinemáticas es destacable, dejándonos con algunos de los momentos más memorables del título. No es de extrañar, teniendo en cuenta que su compositor principal, Naoshi Mizuta, ha trabajado en otras increíbles bandas sonoras para Square-Enix, como la de Final Fantasy XIII-2 o Final Fantasy XIV.
Para terminar, queremos hablar del apartado técnico. Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es sin lugar a dudas el juego con peor calidad de imagen que hemos jugado hasta la fecha en Xbox Series X. Sin ser un alarde gráfico en lo que a modelados, texturas o cualquier otro aspecto se refiere, el juego presenta una resolución bajísima en todo momento, tanto en modo rendimiento como en calidad, llegando a lucir en ocasiones —y sabemos que puede sonar a exageración, pero os aseguramos que no lo es— por debajo de resolución HD. Stranger of Paradise también emplea a menudo escenas prerrenderizadas, las cuales también lucen como si de un juego de la época de Xbox 360 se tratase, con una enorme compresión y una resolución bajísima. Un punto positivo es que, al menos, es capaz de mantener una tasa de 60 fps totalmente estable, un aspecto de vital importancia en un juego de acción.
Análisis de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin
A grandes rasgos, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin se siente como un juego anclado a dos generaciones atrás. Aunque a menudo eso se puede apreciar como un aspecto positivo, no lo es tanto cuando representa gráficos verdaderamente pobres y una historia vacía y que estorba más que aportar. Aún así, el sistema de combate ofrece una experiencia divertida y fresca que resultará satisfactoria a los fans de los juegos de acción. La pregunta de si es Stranger of Paradise juego para vosotros reside íntegramente en si podéis perdonar todos los fallos y medias tintas que os echará encima en favor de su divertida jugabilidad.