Para empezar el análisis de Subnautica Below Zero primero hay que hablar sin contemplaciones del principio de todo, y no, no os hablo del principio de la vida tal y como la conocemos si no más bien de los primeros pinitos del estudio desarrollador, Unknown Worlds, y es que, para los que hasta hace poco no habíais oído hablar del estudio indie en cuestión, este se formó a principios de 2001 trayendo su primera joya: Natural Selection, un shooter en primera persona invadido de alienígenas donde ya se veía de lejos lo bien que se le daba al equipo crear criaturas de otro mundo.
Este título contó con una esperada secuela unos cuantos años más tarde aunque sus seguidores ya habían perdido cualquier esperanza debido a que la empresa en ese tiempo se estuvo dedicando a otro tipo de público, género, e incluso diríamos que sector. Parecía ser que Natural Selection era lo máximo que nos podían ofrecer hasta que en 2014 el estudió resurgió como un ave fénix para deleitarnos con el acceso anticipado de Subnautica.
Cuatro años más tarde, esta primera entrega se lanzó tímidamente de manera oficial al mercado revolucionando el género de los survival consiguiendo múltiples galardones y títulos al Mejor juego de exploración, Mejor juego de supervivencia y Mejor juego de PC del 2018. Casi nada. El equipo quería volver al ruedo con una idea fresca nunca, o casi nunca antes vista, no ser un juego inspirado en X juego, si no ser ‘el juego’, y lo consiguió con creces.
Ha llovido mucho desde entonces y Unknown Worlds Entertainment ha decidido seguir demostrando por qué usan este nombre convirtiendo Subnautica en una saga y lanzando la secuela Subnautica Below Zero, entrega que, por lo que se ha podido ver, sigue brindándonos la oportunidad de descubrir mucho más sobre el misterioso planeta 4546B.
Nuevas aventuras, mismo planeta
Contando con una trama totalmente nueva, seguimos los pasos de Robin, investigadora que recibe un comunicado sospechoso de que su hermana Samantha -la cual se encontraba de expedición en este mismo planeta- ha sido hallada muerta debido a su propia negligencia. Robin incrédula, está segura de que hay mucho más detrás de todo este ‘accidente’, por lo que decide viajar a 4546B sin pensarlo dos veces para encontrar pistas de lo que le ha podido pasar a su hermana o si hubiera alguna posibilidad de que siguiera con vida, así como también explorar todo lo que oculta dicho mundo. Ya desde el principio conseguimos averiguar que la historia tiene mucho más peso que en la primera entrega, algo que le sienta bastante bien.
Por supuesto sus creadores no nos lo iban a poner tan fácil como para devolvernos a las mismas ubicaciones ya conocidas de su primera entrega, esta vez aterrizamos en la zona glaciar del planeta donde lo desconocido y quedarnos sin oxígeno no serán solo nuestros mayores problemas, también lo será la hipotermia. Esto claro está que por una buena razón: la exploración terrestre cobra mayor protagonismo en esta ocasión y dependeremos de diferentes elementos -como plantas térmicas- para mantener nuestra temperatura corporal.
Siendo una parte fundamental en esta nueva trama pisar tierra firme, así como también para conseguir nuevos planos y materiales, la idea en cuestión es buena aunque quizás la gran frecuencia con la que lo hacemos comparado con el primer título hace perder un poco esa ‘magia’ que lo caracteriza. Si, a veces llega a ser desesperante estar horas y horas bajo el agua pero, ¿a caso no estamos aquí para esto mismo? Sería una pena que la saga se volviera ‘todoterreno’, pero no os alarméis, no significa que lo sea, simplemente puede llegar a dar esa impresión.
Fantasía bajo el mar
Estéticamente el juego sigue siendo un placer para los ojos y sin básicamente cambios, conservando su propio estilo nos brinda un increíble repertorio de colores del bioma marino. Los efectos de los cambios climáticos así como el ciclo día y noche y la fauna y flora consiguen que las aguas cobren vida ofreciéndonos un lugar armónico en el que pasar horas y horas explorando, recolectando y fabricando en paz así como momentos de verdadera ansiedad y terror con a penas unos breves sonidos que nos alertan de que algo grande y peligroso nos está observando. Así es la esencia Subnautica y así han querido mantenerlo.
En lo jugable sigue en sus trece, con pequeños cambios si, pero con mismas mecánicas y objetivos, ofreciendo al jugador diferentes modos de juego según convenga, un modo más relajado donde explorar nuevas especies, ponernos creativos y construir nuestra propia base acuática, recolectar y disfrutar de la vida en el fondo del mar o convertirnos en todos unos supervivientes en busca de los peligros más indeseados. Subnautica Below Zero cumple una vez más con su objetivo de contentar tanto al jugador ‘pasivo’ como al ‘ofensivo’, algo que ocurre pocas veces en un videojuego y que ofrece ese equilibrio tan buscado por muchos usuarios.
Su punto débil: su sombra
Llegados a este punto hay que recalcar que no todo podían ser palabras bonitas hacia esta secuela, si es cierto que seguir la misma fórmula que su antecesor es garantía de éxito aunque quizás un cambio de trama y localización sepan a poco para sentirlo como un título único y original, esa chispa que surja y diga: ‘lo necesito’, y el gran motivo por supuesto es su primera entrega, la cual no le pone las cosas muy fáciles a la segunda para brillar -algo que suele pasar muy a menudo-, aún así, Below Zero se convierte en una grata experiencia para aquellos amantes del género que bien sean fans de Subnautica o incluso que se estén iniciando en los survival, es recomendable para todo tipo de público, solo se necesita un poco de paciencia y…¡recolectar muchos recursos!
Otro punto negativo del que hay que hablar es su rendimiento en Xbox One, no voy a negar que Xbox Series ya es el presente para la mayoría de jugadores pero personalmente no creo que sea un título tan demandante como para sufrir de vez en cuando tirones de FPS en medio de la partida en una Xbox One. Obviamente esto es algo reversible y seguramente se arreglará con una nueva optimización así que si aún sois de la ‘oldgen’ no os preocupéis, podréis disfrutar del juego como el resto.
Conclusión:
Subnautica Below Zero expande nuestra experiencia submarina con nuevas historias que contar y descubrir, con una nueva trama que engancha, nuevas zonas que explorar y así hacer las delicias de quienes se quedaron prendados del título original. Es bueno, si, aunque se siente como que le falta ‘algo’ más sorprendente para poder lucirse y dejar atrás lo visto en 2014, algo que tiene mucho que ver con que fuese tratado durante un tiempo como un DLC muy completo, un complemento para el juego principal. Eso si, un complemento perfecto que cualquiera querría adquirir.