Cuando nos enteramos que GameFreak estaba desarrollando un juego que no era de Pokemon y que saldría para Xbox One nos sorprendimos pero, mayor fue nuestra sorpresa cuando vimos que la distribuidora no era otra sino SEGA, la mítica compañía que anda de capa caída y que prefiere centrarse en los dispositivos móviles antes que en consolas.
Cuando uno ve las primeras imágenes de Tembo: The Badass Elephant piensa: no es bueno sacar de la zona segura a una compañía como GameFreak, quienes llevan dos décadas haciendo lo mismo una y otra vez. Sin embargo, en cuanto nos ponemos a los mandos del elefante la cosa cambia. Descubrid con nosotros la cara oculta de la naturaleza en el análisis de Tembo: The Badass Elephant.
Tembo con el pañuelo de Rambo
Sin apenas promoción, con un par de tiradas de imágenes y una sola nota de prensa, todo auguraba un estrepitoso fracaso para Tembo, un elefante cabreado con un pañuelo en la cabeza y cuyos desarrolladores era un estudio que no había salido de hacer mascotas virtuales y una distribuidora que más bien parece estar en el exilio.
Sin embargo, estas dos compañías japonesas han logrado darnos un trompazo en toda la cara al lanzar un producto redondo, divertido, tanto por su humor como por su jugabilidad, con una banda sonora a la altura y un apartado artístico sublime.
En Tembo: The Badass Elephant tenemos una historia, la de siempre. Una banda de [lo que sea] invade la Tierra y el ejército americano se ve obligado a pedir ayuda a un ente superior. Como Rambo, Snake y compañía están de vacaciones, el gobierno acude a Tembo, un elefante que está en su isla junto a su hijo. En cuanto recibe la llamada, y gracias a unos pajarillos, Tembo vuela a la central de operaciones para empezar a repartir estopa entre las tropas enemigas que están secuestrando humanos.
Entre niveles tendremos una serie de pantallas estilo cómic que servirán de introducción a la acción pero, la verdad, no nos importan en absoluto una vez nos ponemos a los mandos del ‘aparato’ por primera vez.
Diversión salvaje
Y es que Tembo: The Badass Elephant es el juego más divertido que vamos a recibir este verano, además de adictivo, y es que, una vez que empecemos no podremos parar de jugar con este elefante hasta que terminemos la aventura, aventura que durará de unas 4 a 5 horas dependiendo de nuestro nivel de habilidad. Es un juego corto y rejugable pero, la verdad, no veo un aliciente que me haga volver a los parajes donde se desarrolla la acción.
Lo más importante es disfrutar lo que se nos promete al momento y Tembo conseguirá que lo pasemos en grande emulando, precisamente, a un icono de SEGA, a uno de Nintendo y a juegos como Metal Slug en la faceta jugable. Tembo es un juego de plataformas y acción frenética, tanto es así que GameFreak nos obliga a ir a toda velocidad por los niveles ya que si no corremos, los ‘andares’ del elefante son tremendamente lentos y aburridos, como deben ser los de un elefante, vaya.
Tembo nos obliga a ir rápido, como ya he dicho, cual Sonic, convirtiéndonos en una bola que rodará en posición oblicua a toda velocidad para acabar con los muros y enemigos, así como realizar golpes verticales en sentido descendente (el golpe fuerte al suelo de toda la vida, vamos) para acabar con suelos endebles que den acceso a otras zonas del nivel.
También nos podremos apoyar en el salto mantenido, lo que hará que Tembo mueva las patas ‘a lo Yoshi’ para mantenerse en el aire y conseguir llegar un poco más lejos. Otra forma de impulsarnos será con el ataque vertical ascendente y con nuestra trompa, si. Y es que, en los niveles habrá una serie de surtidores de agua que debemos utilizar para rellenar nuestro medidor de agua, algo fundamental para superar los niveles y obstáculos, ya sean paredes incendiadas o bolas de fuego alrededor de calaveras, unas que se apagarán de por vida y otras sólo durante unos segundos, que pulularán por los niveles.
Poco más podemos decir, a excepción de alguna sorpresa, sobre la jugabilidad de Tembo a nivel activo, lo que nosotros tenemos disponible para realizar. Podremos combinar estos ataques, como recubrirnos de agua mientras atacamos a toda velocidad, para superar algunos niveles pero cuidado, porque si utilizamos este ataque, por ejemplo podremos regar ‘flores’ que no serán flores, sino enemigos que saldrán de la tierra para atacarnos.
A nivel de escenario habrá varios elementos que podremos aprovechar, desde un ‘rulo’ del que nos colgaremos para saltar en la dirección conveniente hasta cajas en las que subirnos para llegar más alto o plataformas que iremos ‘descubriendo’ al regar ciertas semillas voladoras. Esto, más los clásicos trampolines, puertas destructibles y demás elementos que encontremos en el escenario, como cintas, supondrán elementos que ya hemos visto en decenas de juegos. Y es que, GameFreak no inventa absolutamente nada en Tembo pero combina los elementos y las referencias a juegazos del género de las plataformas de una forma magistral, lo que permite encadenar golpes, saltos y todo lo que queramos a una velocidad pasmosa que exigirá reflejos y dominio de las habilidades de Tembo.
Eso si, habrá momentos en los que moriremos bastante y es que el control no es todo lo fino que debería en un título de estas características, sobre todo cuando queremos hacer un salto medido, algo que nos desesperará en algunos momentos y ocasionará que nos precipitemos en la toma de decisiones, conllevando la muerte repetida.
Hay que tener cuidado con esto ya que nuestro elefante puede morir y aquí existe el Game Over en cada nivel. Si agotamos las 6 vidas de Tembo volveremos a la base y tendremos que iniciar la fase no desde el punto de control sino desde el principio. No molesta demasiado ya que son fases de unos 10-12 minutos, así que no es un gran problema. Cada vez que muramos tomaremos un frasco de mantequilla de cacahuete y arreglado, listos para luchar un día más.
Y hablando de cacahuetes, diseminados por los niveles hay tres cosas: cacahuetes, enemigos y humanos en cárceles extraterrestres. Los cacahuetes nos ayudarán a subir un medidor de mantequilla que usaremos para ganar vidas. Los enemigos serán de diversos tipos, desde enemigos rasos hasta tramposos con cuchillo, lanzallamas, tanques, dragones y otros jefes finales que ocuparán toda la pantalla y que nos lo pondrán difícil hasta que nos aprendamos su rutina. Los humanos serán coleccionables que tendremos que desbloquear en cada nivel para conseguir un logro final.
Este factor, el de los humanos, es lo que otorga al título esa rejugabilidad que comentábamos al principio y es que habrá alguno bien escondido en los niveles. Sin embargo será posible encontrarlos a todos de una en cada partida teniendo algo de cuidado y prestando atención a los caminos alternativos y a la lógica de continuidad en los niveles en este tipo de juegos.
Elefantes psicotrópicos
Vamos a hablar del apartado visual de Tembo, un juego que, sinceramente, no sé si está diseñado en 3D pese a tener un desarrollo en 2D. Vamos a dejarlo en que se trata de un juego 2.5D de esos que están tan de moda como Rayman Legends u Ori and the Blind Forest.
El juego es un auténtico espectáculo visual, algo que se demuestra, sobre todo, cuando vemos el título en movimiento. Las animaciones, las letras que van saliendo cuando atacamos o corremos, en plan cómic, el colorido de algunos escenarios del segundo nivel, el diseño de… todo, en general. Tembo: The Badass Elephant está diseñado con mimo y gusto por el detalle, siendo este apartado algo que acompaña a la perfección a la diversión que ofrece el título. A título técnico, el juego va estable en todo momento excepto cuando nos cargamos decenas de elementos en pantalla, donde el motor ‘rasca’ un poco durante unos breves segundos.
Es una gozada ver como atravesamos los niveles a toda velocidad y se va destruyendo todo a nuestro paso a ritmo de melodías clásicas con un tinte militar. Los efectos sonoros, como cuando conseguimos cacahuetes, rompemos superficies, los gruñidos de los enemigos, etc… todo es simpático y acorde con el juego que tenemos entre manos.
Diversión barata
Tembo: The Badass Elephant es un buen juego, un gran juego de hecho. Divertido, un poco corto pero barato. Se puede encontrar por unos escasos 13€ en la Store en España.
GrameFreak ha demostrado que sabe hacer las cosas muy, muy bien lejos de Pokemon y SEGA ha dado un golpe en la mesa y un cachete a todos los que ya perdimos la fe en la compañía nipona.
Es divertido, tanto en su faceta jugable como audiovisual. Es frenético, la destrucción ‘mola mucho’ y no puedo dejar de recomendaros este Tembo. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, aunque parece rejugable la verdad, no incita a ello y no tiene ningún modo además de la campaña. Tiene un leaderboard online pero es algo que, la verdad, no ha merecido nuestra atención.
Son unas 4 horas de juego pero os viciaréis tanto que merecerá cada euro que paguéis por él. Tembo: The Badass Elephant es un gran videojuego, al igual que su protagonista.
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Lo bueno
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- Excelente jugabilidad
- Derrocha sentido del humor
- El desarrollo de niveles
- El apartado audiovisual
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Lo malo
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- Unas 4 horas para completarlo
- No hay coleccionables ni varios modos de juego
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