Hoy os traemos el análisis de The Council – Episodio 4: Burning Bridges para Xbox One. The Council, el juego episódico de Big Bad Wolf, está cada vez más cerca de su final. Burning Bridges es el cuarto y penúltimo episodio del juego. La trama se complicada cada vez más para Louis de Richet. Aunque Big Bad Wolf sigue sin solucionar los fallos técnicos presentes en el juego, la historia y el argumento dan un importante giro en este capítulo y logran que nuestra atención siga clavada en el juego.
Focus Home Interactive crece a pasos agigantados
Como ya os hemos comentado en los anteriores episodios, The Council llega a nuestras manos gracias a Focus Home Interactive. Distribuidora francesa que ha vivido un gran año este 2018; año que promete acabar con importantes novedades. Vampyr, uno de sus juegos estrella, contará con una adaptación a la televisión. El universo de Dontnod Entertainment no solo ha conquistado a crítica y publico de videojuegos, sino que además dará el salto a la pequeña pantalla. Pero todavía desconocemos los detalles del proyecto.
Por otro lado, The Council no será el único título de la compañía que nos llegue de aquí a final de año. El battle royale Fear The Wolves y Farming Simulator 19 son otros de sus esperados juegos. Eso sin olvidarnos de Call of Cthulhu, RPG de investigación que nos llevará al universo lovecraftiano. Call of Cthulhu es obra de Cyanide Studios. Estudio que también ha colaborado junto a Big Bad Wolf para traernos The Council. Entre su catálogo se encuentra también Styx, juego de sigilo lanzado hace algún tiempo. Así que esperamos que Call of Cthulhu mantenga el nivel que hemos conocido con estos otros juegos.
Burning Bridges nos ofrece nuevas e interesantes habilidades
Burning Bridges, como ha ocurrido con los episodios anteriores, comenzará justo al terminar el anterior. Louis de Richet ya ha encontrado a su madre Sarah y juntos han dado con una misteriosa puerta, cuyo código de apertura han conseguido descifrar. Louis se adentrará en una nueva zona donde descubrirá e irá desvelando más misterios que rodean a Lord Mortimer y todo lo que le rodea. Misterios relacionados con la religión, el poder y el dominio sobre los demás.
El capítulo nos ofrece las mismas mecánicas que hemos conocido anteriormente. La base de nuestra aventura estará en los puzzles que debamos resolver y en las confrontaciones que tengamos que superar. Y tanto unos como otras se volverán más complejas e importantes. Las Confrontaciones nos pillarán más desprevenidos que en los capítulos anteriores. Si en otras ocasiones iban precedidas de conversaciones normales, con las que podíamos intuir estar a punto de comenzar una Confrontación, en Burning Bridges ya no. Porque podrá suceder que nuestra primera conversación con un personaje sea directamente una Confrontación. Pillándonos totalmente por sorpresa, pero dando ese plus de dificultad al juego que esperamos de cada capítulo nuevo.
Los puzzles, por su parte, nos sorprenderán tanto por su importancia de cara a la trama (de ellos dependerán muchas cosas que se resolverán en el episodio final) como por la dificultad que entrañan. Es de agradecer que Big Bad Wolf siga retándonos como jugadores, obligándonos a pensar detenidamente en los puzzles y pistas que queramos escoger. Porque las consecuencias de nuestras decisiones pueden ser abrumadoras.
En Burning Bridges seguiremos encontrándonos los mismos objetos que en los capítulos anteriores: Jalea (para restaurar puntos de esfuerzo), Abrojo (que permite revelar temporalmente inmunidades e invulnerabilidades), Agua del carmen (que elimina el coste de la próxima habilidad que usemos) y Elixir dorado (para curar las alteraciones negativas que puedan dificultarnos las confrontaciones). Y, como ya ocurrió en el capítulo anterior, los objetos que más utilicemos escasearán. Principalmente la Jalea.
El gran acierto de Big Bad Wolf en este episodio ha sido la posibilidad de conseguir nuevas habilidades. Algo que, por un lado, ha resultado por un lado sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta a la altura que nos encontramos ya de la aventura. Y que, por otro, ha sido un soplo de aire fresco. Con estas nuevas habilidades se nos abre un nuevo abanico de posibilidades para enfrentarnos a los personajes, para poder manejar nuestras conversaciones y para conseguir llevarlos por donde queremos. Pero, como siempre ocurre en The Council, estas habilidades no son gratuitas y llevan su coste.
La trama de The Council continúa mejorando
Big Bad Wolf sigue haciendo un trabajo argumental y narrativo muy bueno, que consigue llegar más lejos con este cuarto episodio. El objetivo principal de Louis de Richet era acudir a la mansión de Lord Mortimer y descubrir el paradero de su madre desaparecida, Sarah. Pero, conforme han ido avanzando los episodios, se han abierto más frentes y han ido surgiendo más incógnitas. Algunas de las cuales se aclaran en este episodio. Burning Bridges es el punto culminante de la historia hasta el momento y el que abre paso al esperado desenlace. Muchas de las cosas que Louis no entendía ya cobran sentido, pero a la vez se abren nuevos caminos. Desde el punto de vista argumental, Burning Bridges sube el listón de Hide and Seek y Ripples y despierta nuestras ganas de descubrir cómo acabará nuestra historia.
Los personajes también evolucionan mucho y algunos cambian radicalmente respecto a lo que conocíamos. The Council se nos presentó, en The Mad Ones, como un juego donde no todo es lo que parece. Y Burning Bridges toma este principio al pie de la letra. Personajes como Sarah de Richet, Lord Mortimer o Jacques Péru nos mostrarán más detalles de su personalidad. Serán muy significativas nuestras conversaciones con Sir Gregory. Uno de los personajes más intrigantes del juego y del que apenas sabíamos nada hasta ahora. Además en este capítulo tomaremos ciertas decisiones vitales para el desarrollo de Louis de Richet y de los demás personajes. Además de que veremos las consecuencias de decisiones pasadas y cuán graves han llegado a ser nuestros errores.
El capítulo sigue presentando fallos técnicos
The Council siempre ha presentado un apartado técnico con importantes fallos y Burning Bridges sigue esta misma estela. En este capítulo aparecen bugs, ralentizaciones y fallos en las conversaciones de los personajes. Sin embargo, es cierto que Big Bad Wolf continúa trabajando en este aspecto. Y, a través de las actualizaciones, poco a poco soluciona esos detalles.
El juego mantiene el nivel artístico que hemos conocido de anteriores episodios. El arte, la religión y la cultura cobran una gran importancia en Burning Bridges. Siguiendo el modelo de los anteriores episodios, este cuarto capítulo pone a prueba nuestros conocimientos como jugador y la cultura que podemos llegar a tener. Y lo hace de una forma muy importante a nivel argumental. El juego no es tan largo como The Mad Ones, pero nos ofrece una duración bastante extensa para un juego de este tipo: alrededor de 3 horas.
Conclusión: Burning Bridges se prepara para el esperado desenlace
Burning Bridges es el penúltimo episodio de The Council, el juego episódico que nos sorprendió a principios de este año. El capítulo nos presenta interesantes novedades jugables, como las nuevas habilidades de Louis de Richet. Habilidades que nos abren nuevos caminos. Aunque técnicamente el juego siga sin estar a la altura, es cierto que Big Bad Wolf continúa trabajando en ello mediante parches, para ofrecernos la mejor aventura posible. En cualquier caso, Burning Bridges es un episodio muy bueno, que nos prepara para el esperado desenlace.