El pasado día 26 de mayo, salió a la venta el tercer y último paquete de contenido descargable para The Evil Within, el hijo bastardo de Resident Evil 4, la visión más visceral sobre el survival-horror de manos del genio del terror, Shinji Mikami. Bethesda y Tango Gameworks dan una vuelta de tuerca en este último episodio, poniéndonos a los mandos de uno de los enemigos más temidos y amenazantes con los que nos hemos topado durante el viaje a la total demencia que nos propuso en su día, Mikami. Este es el Análisis de The Evil Within: The Executioner.
STEM
Tu hija está atrapada dentro de STEM, prisionera de su conexión. En The Executioner formaremos parte de un experimento el cual explorará un método de extracción desde el entorno de STEM.
La influencia de STEM borrará paulatinamente los recuerdos de nuestra hija, alterando gradualmente su personalidad y físico hasta que finalmente sea dominada por completo y acabe convirtiéndose en una criatura más, por lo que tendremos que actuar antes de que eso ocurra. Aunque dentro, nuestra apariencia física no será la misma, esto se convertirá en un factor que podremos usar a nuestro favor. Nuestro objetivo consistirá en rescatar a nuestra hija, quien ya se encuentra dentro del sistema, eliminando a los demás sujetos de prueba conectados.
«Papá, la doctora ha dicho que ibas a venir a ayudarme, ¿Pero podrás llegar hasta aquí?»
El Guardián
Viviremos en primera persona toda la fuerza devastadora del guardián en The Evil Within: The Executioner. Armados inicialmente con el característico martillo de este personaje, nos enfrentaremos a enemigos de diferentes tipos en una especie de arenas y a varios villanos emblemáticos de la campaña principal de The Evil Within para ganar nuevas armas y mejoras, tal y como sucedía con el detective Sebastián Castellanos.
The Executioner nos devuelve a la mansión de los Victoriano, donde tendremos que luchar a lo largo de sus dos pisos y el sótano. En ocasiones tendremos acceso a unos portales, que nos trasladarán a lugares externos de la mansión pero igualmente reconocibles de la campaña. El juego combinará combates cuerpo a cuerpo en primera persona con algo -muy poco- de exploración a la vez que nos permite descubrir la historia de un hombre obligado a convertirse en El Guardián. Gracias a una onda portadora para escanear huellas residuales de emociones intensas, podremos encontrar notas que nos va dejando nuestra hija, archivos de la organización Mobius repartidos por la mansión y coleccionables ocultos a simple pista.
«Los temblores no cesan. No recuerdo el rostro de papá. Poco a poco me olvido de quien soy.»
Ya no tengo miedo
Somos un mastodonte de dos metros, incansable, de una fuerza y resistencia descomunales, armados con un martillo gigante, una motosierra, espada, lanzacohetes, minas, dinamita y cócteles molotov. Ahora los que damos miedo somos nosotros. No habrá ningún enemigo que nos suponga un problema, ni siquiera los jefes. Nada puede asustarnos en esta aventura, nada nos meterá en tensión, puesto que somos un tanque andante que ira masacrando cualquier cosa que se interponga en el corto camino hacía nuestra primogénita.
Abrimos puertas a patadas y nos arrancamos la cabeza para pasar de un sitio a otro si hace falta. En The Evil Within: The Executioner, nosotros sembraremos el terror de la manera más gore y no habrá quien nos tosa. Más aún cuando al acabar la partida, se abra el modo Nueva Partida +. Como ocurría en el juego original, la segunda vez la empezaremos con todas las mejoras que comprásemos anteriormente, con más monedas para gastar y con nuestras armas bien afiladas. Todo se convertirá en un tranquilo paseo por el campo mientras acabamos los desafíos y conseguimos todos sus logros.
«Sé que he visto toda clase de cosas aterradoras, pero no las recuerdo, así que no estoy asustada.»
El Verdugo
The Executioner no da miedo y estamos hablando de un juego de terror. The Executioner es muy fácil -solo tiene un nivel de dificultad- y es aún más corto. El juego dura alrededor de una hora en circunstancias normales, los enemigos son totalmente inofensivos y podemos acabar con ellos en unos segundos. Además, al cabo de un par de golpes podremos aniquilarles con tan solo pulsar un botón. Se abalanzan sin sentido contra las paredes y tardan una eternidad en atacar, haciéndolos facilmente esquivables.
No lucharemos contra todos los jefes finales de The Evil Within, solo contra algunos, y en el camino hasta ellos, nos encontraremos con apenas una veintena de enemigos normales. Aunque siempre podremos optar por entrar en las «arenas» de combate, donde tendremos que aguantar una serie de oleadas contra un puñado de infectados, solo para recoger fichas que usaremos para mejorar las estadísticas de nuestro personaje y sus armas. Lo que nos hará aún más fácil la aventura.
En mi opinión este DLC solo se salva porque nos deja manejar a tan carismático personaje que tantos problemas nos dió en The Evil Within. Si le quitas los sustos y el miedo a un juego de terror, ¿Qué te queda?, si le quitas las armas a un Call of Duty, ¿Qué te queda? pues eso. Fácil, corto, repetitivo y por lo tanto aburrido. La historia te toca un poco la patata y aunque hay algún jefe «sorpresa», poco puedo salvar de este totalmente olvidable The Executioner.
«Siento que algo se acerca. Supongo que es mi final. Lo siento papá, sé que lo intentaste.»
A modo de bonus os dejo un vídeo grabado por mí en Xbox One, con algo de gameplay, para que podáis comprobar por vosotros mismos la «dificultad» de la que os hablo:
[row_box class=»box_cols»]
[col type=»1_2″ class=»»]
Lo bueno
[arrow_list]
- Somos El Guardián
- Sensación de invencibilidad
- Nueva forma de jugar
[/arrow_list]
[/col]
[col type=»1_2″ class=»»]
Lo malo
[arrow_list]
- Corta duración
- Dificultad mínima
- Número reducido de enemigos
- IA pobre
- Adiós al terror
[/arrow_list]
[/col]
[clear]
[/row_box]