Aunque no siempre ha dado el mejor de los resultados, adaptar libros al formato videojuego suele ser una opción segura a la hora de desarrollar una historia, ya que buena parte del guion está preparado y solo es necesario realizar las modificaciones pertinentes para que se adapte a un medio más interactivo. Hoy os traemos el análisis de The Invincible, un videojuego basado en la novela de ciencia ficción polaca del mismo nombre que salió en el año 1964.
Stanisław Lem, autor de The Invincible, nos sacó de la típica «space opera» y nos hizo pensar sobre el propio concepto de humanidad, la tecnología, qué relación tenemos con ella y, en definitiva, en cómo la filosofía de cada uno influye en un conflicto que pronto se nos escapa de las manos. ¿Es el videojuego tan inspirador? ¿Necesita una adaptación serlo? ¿Hemos de conocer el libro para disfrutar de este videojuego? Éstas y otras preguntas son las que intentaremos responder viendo en detalle The Invincible, creado por Starward Industries y 11 Bit Studios.
Análisis de The Invincible
Del libro al videojuego: cómo se adapta la narrativa
La adaptación de narrativas de ciencia ficción conocidas a videojuegos es un desafío considerable. Satisfacer las expectativas de los fans mientras se crea una experiencia accesible para los jugadores en general es una tarea complicada. The Invincible toma esa dificultad e intenta adaptarla en forma de «walking simulator», lo que nos lleva a una narrativa muy guiada en la que, en todo momento, se dejan pocas dudas al jugador. Eso en lo que concierne a la forma de contar la historia claro, porque pronto empezarán a surgir otras inquietudes, cuando la misión inicial se complique más de lo previsto.
Desde los primeros momentos, The Invincible envuelve su narrativa en misterio. Despiertas como Yasna, una investigadora enviada a Regis III para rescatar a nuestros compañeros. No hay certeza de que haya que realizar un rescate, pues nuestros compañeros llevaban ya un tiempo investigando en la superficie del planeta sin muchos inconvenientes, pero la repentina interrupción de las comunicaciones ya hacen que te pongas en lo peor y comiences a estar en tensión. Para colmo, nuestra protagonista presenta unos repentinos y sospechosos problemas de memoria a corto plazo, por lo que nuestra misión inicial es orientarnos y determinar cuáles serán nuestros próximos pasos a seguir.
En ese sentido, y como decíamos un poco más arriba, el juego te guía a lo largo de la historia en forma de transmisiones de radio con nuestro superior, el astronavegador Novik, que procurará darte indicaciones con el fin de que seas capaz de llevar tu misión a buen puerto. Lo poco que no recuerdes con tus problemas de memoria pronto se resolverán, pues a medida que avancemos en la historia, una serie de flashbacks nos contarán brevemente qué ha ido sucediendo, por qué Regis III, el planeta en el que trascurre la historia, es interesante para nuestra tripulación y en qué localizaciones encontraremos a nuestros compañeros.
De la teoría a la práctica: cómo Yasna interactúa con su entorno
Como decíamos, Yasna, reconocida astrobióloga, es la encargada de ver el estado de nuestros compañeros y proceder a su rescate, en caso de ser necesario. Armada con su diario de investigación, su traje espacial y su mochila, nos lleva a través de los primeros paisajes desérticos de Regis III. Nuestra primera misión es orientarnos adecuadamente, algo que se hará más difícil por la pérdida momentánea de conexión por radio con Novik, pero que como pronto veréis, no se antoja complicado.
Para poder situaros mejor, será imprescindible el uso de vuestro diario de investigación, que cuenta con mapas sencillos con una ruta trazada que debéis seguir. En la mochila de Yasna también tendréis unos prismáticos, que os servirán para encontrar puntos de referencia y así, elegir mejor el camino que os lleve a la ruta más acertada. A priori, muy interesante, ¿no es cierto? Sin embargo, aunque al principio parece que tomar referencias del relieve y consultar el mapa va a ser algo muy importante, pronto caerá en desuso, cuando la misión se complique más allá de lo previsto. Si, seguirá siendo útil consultar el mapa para no perderos más de la cuenta, pero no tanto como el juego pretende enseñarnos desde el principio del juego, algo que nos deja un sabor algo agridulce, pues da la sensación de que no se aprovecha este diario tanto como nos gustaría.
No obstante, la exploración funciona y sabe llevarnos a algunos momentos de auténtica tensión. Como pasa en cualquier misión que se complica, Yasna pronto tendrá que ir tomando decisiones para ver cómo afrontar los «problemas» que van surgiendo. The Invincible nos anima a tomar decisiones desde el principio del juego y hasta el mismo final, ya sean simples conversaciones con nuestro superior sobre nuestro pasado o nuestras convicciones o con otras elecciones que serán, sin contar muchos spoilers, «a vida o muerte». No todas las opciones que elijamos serán 100% relevantes a la hora de influir en el desarrollo de la historia, pero el juego cuenta con hasta 11 finales distintos, lo que desde luego da mucho más peso a nuestras elecciones que en otros videojuegos del género.
Cuando hayamos encontrado a nuestros compañeros, tendremos una nueva misión por delante relacionada con los misterios que arroja Regis III. Gran parte de esta misión nos ofrecerá muchas conversaciones con Novik, cuyas conversaciones no solo sirven para aportarnos datos, sino que también arrojan luz sobre los temas centrales de la historia. Temas profundos como la evolución y la naturaleza de la humanidad frente a las máquinas serán temas habituales de discusión entre Yasna y Novik, ayudando a mantener la atmósfera de tensión cuando el juego lo necesita o dejando un ambiente más relajado cuando la situación esté más «controlada».
En estos momentos en los que las cosas estarán más tranquilas tendremos que usar otras herramientas para abrirnos camino, aparte de nuestro mapa. Poco después de comenzar el juego podremos usar un rastreador de señales y un detector de metales. El rastreador nos ayudará a encontrar las señales que emiten las radios de nuestros compañeros e incluso podremos localizar sondas que tengan datos relevantes para la investigación. Con el detector de metales podremos buscar algunas de las estructuras que los investigadores han estado estudiando desde que llegaron a Regis III, algo que de primeras no parece muy resolutivo, pero que pronto tendrá una gran importancia.
Para cumplir alguna de estas misiones, tendremos que usar algo más que nuestras piernas para movernos por el planeta. Como ya habréis visto en algún tráiler del propio juego, también tendremos bastantes momentos en los que el uso de un vehículo motorizado para poder desplazarnos por Regis III. Esta especie de «rover» todoterreno nos agilizará algunos momentos de exploración en los que tendremos que cubrir grandes distancias para completar nuestras misiones. Sin ser la panacea, aportan variedad a la exploración, que a veces se puede hacer tediosa cuando hay que andar distancias más largas de la cuenta.
Regis III ¿Un planeta muy «vivo»?
The Invincible busca siempre mantener cierto grado de tensión a lo largo de toda la trama. Ya desde el primer momento no sabes qué ha sido de tus compañeros, en un planeta que no parece tener grandes signos de vida y los problemas de memoria no ayudan a tomarse las cosas con calma en un planeta donde los víveres escasean (por no decir que son inexistentes). Si a eso añadimos que pronto surgirán otras cuestiones más importantes que salvar las vidas de tus compañeros (en el caso de que lo necesiten), el juego definitivamente cumple a la hora de mantenernos inmersos en su historia.
Porque es así, la inmersión en The Invincible es bastante buena. Los paisajes, que al principio os pueden parecer algo sencillos, pronto alcanzan algo más de interés, variando en ambientes y que nos dejarán en algún momento con la boca abierta. La mayoría de escenarios siguen siendo áridos y rocosos a medida que el juego avanza, pero encontraremos entornos con vegetación, algunos lagos aislados, mesetas elevadas e incluso alguna que otra colada de lava. El modo foto, aunque algo simple, cumple su función y nos permitirá sacar algunas capturas con una buena perspectiva en tercera persona (ya que el videojuego transcurre siempre en primera persona).

La banda sonora sabe acompañar bien cada momento, con acordes que nos recuerdan a algunas composiciones (salvando las distancias) como las escuchadas de Vangelis o Jean Michel Jarre. El doblaje (que por desgracia, no es en castellano) está muy bien conseguido, haciendo a los personajes protagonistas de esta historia mucho más reales. Tan reales que, incluso después de haber dejado de jugar, aún podemos recordarlas con total claridad, algo de lo que no muchos videojuegos pueden presumir.
Conclusiones – Análisis de The Invincible
The Invincible nos lleva a una historia de ciencia ficción en las que la filosofía, la humanidad, la tecnología y la toma de decisiones tienen un gran papel protagonista. Aún con algunos elementos jugables como el detector de metales o el propio rover, se queda en algo quizá demasiado sencillo y que podría haber sido mucho más ambicioso. El apartado sonoro sabe acompañar bien los momentos de intriga y tensión y los gráficos, sin ser absolutamente espectaculares, cumplen bien con su función. En definitiva, un gran walking simulator que recomendaríamos a fans de la ciencia ficción en general, tanto si sois conocedores del libro original como si solo queréis un juego que, aunque sirva para desconectar, también os hará pensar.