Desde hace muchos años, los fans de Warhammer 40000 llevan esperando el nuevo episodio del Capitán Titus. En este análisis de Warhammer 40000: Space Marine 2 , veremos cómo se ha buscado dar continuidad a una aventura que introdujo una trama realmente interesante en torno a esta figura dentro de una ambientación tan amplia y poderosa. Muchas veces, destacar entre tanto juego en un universo con tantos matices, no es sencillo.
Y durante muchos meses hemos visto que la propuesta de Saber Interactive ha buscado impresionar. Tanto por su contundencia técnica, como por su acción, donde Bolters, Boltguns, fusiles de plasma y espadas de sierra atravesando a hordas de enemigos. Cómo reclamo, es interesante, pero no podemos quedarnos solo con eso.
Podremos comprobar cuán contundente es este juego de acción en este análisis de Warhammer 40000: Space Marine 2
Y es que Space Marine 2 es un juego que ha puesto encima de la mesa una propuesta que abarca muchas posibilidades y lo hace con un planteamiento osado. Estuvimos probando la beta donde tuvimos un primer contacto con ese elemento atractivo del PvE aplicado al Modo Operaciones. Y es que, si os parece poco vivir la continuación de la historia del Capitán Titus, este juego promete mucho más en el futuro.
Un artefacto peligroso y un Marine Espacial
Resulta obvio que gran parte del poder de esta saga viene de tomar un universo tan intenso, extenso y atractivo como Warhammer 40K. Un universo que puede dar muchas historias importantes y está sirviendo para otorgar a muchas propuestas un escenario ideal para sus ambientaciones. Space Marine surgió como una gran oportunidad de dar una aventura de acción pura, creando una historia en torno a un conflicto y a una figura como el Capitán Títus.
La historia de Space Marine 2 tiene lugar en torno a 100 años después de los acontecimientos del primer juego y en donde el Capitan Titus se ve enfrentado a un ataque salvaje de los orkos en busca de un artefacto de poder que puede poner en jaque a la humanidad. Y es que, en esta ambientación, el Imperio de los Humanos, constituido como un régimen fundamentalista, tiene muchísimos enemigos que intentan poner en jaque su poder.
Nuevamente, el Capitán Titus es reclutado para combatir al enemigo en un conflicto donde la clave es un artefacto que conoce muy bien
Ahora, los enemigos que llegan en horda son los temibles xenos, a los que deberemos de enfrentar tras ser reclutado nuevamente por la orden de los Marines Espaciales por los sucesos que están volviendo a poner en jaque al régimen por ese artefacto de poder que nuevamente surge como un elemento crítico para el mantenimiento del poder de la Humanidad en este universo de conflictos y traiciones. Y es que en el fondo, no tardaremos mucho en darnos cuenta de que este conflicto es mayor de lo que inicialmente parece.
Un escenario ideal para promover una campaña narrativa donde seremos partícipes con el poder de los marines espaciales, buscando ahondar en nuevas formas de plantear una implicación en un lore tan extenso, para una historia tan interesante, que disfrutar en solitario o en compañía de nuestros amigos. Y es que se han añadido algunos elementos interesantes para darle más peso al componente multijugador, que lo implica directamente con los acontecimientos de la historia principal.
La brutalidad del universo Warhammer en un juego de acción visceral
Un aspecto que destacó durante la promoción era su aparente similitud con los juegos de Gears of War. No obstante, debemos considerar que su verdadera inspiración es un primer juego que, en su momento, no tenía nada que ver con el juego que ahora maneja The Coalition. En su promoción se ha centrado mucho en mostrar una acción que es tan visceral y brutal como parece. La abrumadora cantidad de enemigos es uno de los factores que invade la pantalla y hace sentir una sensación de frenetismo que se traslada al mando gracias a las importantes novedades que se incluyeron desde el primer juego.
Si bien podemos recurrir al artículo que os hicimos llegar con el acceso a la beta para resumir la jugabilidad en esta ocasión, reiteramos cómo Warhammer 40000: Space Marine 2 es un juego que tiene su propia personalidad. Se pueden buscar referencias para entender el concepto, pero se trata de un shooter en tercera persona que también permite ampliar su propuesta a un juego de acción en tercera persona cuando empuñamos el arma cuerpo a cuerpo. La velocidad de la acción y la cantidad de enemigos no posibilitarían un tipo de combate tan lento y basado en coberturas como es el de Gears of War, de forma que la comparativa podría ser tan válida como si hablamos de Fortnite.
Una característica de esta aventura es poder ver que el escenario y el área de combate, confluyen en una experiencia bélica inmersiva que deleita al jugador
En lo relativo a las mejoras introducidas de una propuesta que ya en 2011 supo implementar ciertas mecánicas interesantes, está lo relativo al combate cuerpo a cuerpo. Con más armas, mejores opciones para ser preciso con las armas de fuego, gran parte de la mejora está enfocada en el control, la precisión de los movimientos y en añadir opciones de acción en los combates con la espada, tomando ideas de esos RPG de acción que tanto gustan en estos días. Y es que, en cierto modo, si nos centramos en esa parte del combate, nos encontramos casi una opción impresionante para disfrutar de esta opción de combatir las hordas enemigas.
El hecho es que tenemos unos soldados de grandes dimensiones con grandes y pesadas armaduras que limitarán la movilidad del personaje. Algo que, no solo es una cuestión técnica que condicionarán la agilidad de la acción, sino que es parte intrínseca de una ambientación que tiene fuertes connotaciones medievales y se sustenta en la contundencia de la fuerza de fuego de estas unidades de combate. Un catálogo de armas de gran poder destructivo serán la guía a la hora de entrar en combate a distancia. Un elenco limitado por licencia pero que tiene suficiente variedad para las preferencias de los usuarios, con más o menos cadencia, más o menos poder y enemigos que sucumbirán ante la lluvia de proyectiles y plasma. Ahora bien, a diferencia de su primer título, solo podremos equipar dos armas de fuego, habiendo configuraciones en las que solo podremos empuñar una. De esta forma, se denotan ciertos límites que podrían estar relacionados con el multijugador, y la implicación del cooperativo
Pero gran parte de la esencia de combinar grandes hordas y armas potentes pero con una cadencia baja, es que los enemigos se acercarán sin remedio. De forma que la acción pasa a ser la de un juego de acción cuerpo a cuerpo, en la que se han implicado en añadir la función de bloqueo para la defensa. Pero no es un bloqueo que permite aguantar, sino una función de bloqueo para ser precisos y habilitar ciertos movimientos de contraataque. No solo se trata de atinar en el momento del impacto, también podemos optar por la esquiva, con una consecuencia similar. De esta forma, lejos de resistir ataques manteniendo presionado un botón, debemos de intentar combinar esquivas, bloqueos y ataques de una forma que se puede complicar mucho con la cantidad de enemigos que salen.
Aunque gran parte de la acción pueda parecer a distancia, la cantidad de enemigos obligará a envainar las espadas y atacar cuerpo a cuerpo, con nuevas mecánicas muy dinámicas
Encontramos una función curiosa que otorga un dinamismo potente a los combates, ya que por ejecutar una esquiva sincronizada, o un bloqueo sincronizado, se activa una opción de contraataque. Los enemigos, además, marcan ciertos ataques que pueden responderse con un contraataque o deben ser esquivados con iconos azules o rojos según situación. De este modo, la acción abre dos frentes que pueden exponer estrategias que tienen más relevancia según el personaje sea Titus o alguna clase de los Marines Espaciales de los modos multijugador.
De este modo, estamos viendo que Warhammer 40000: Space Marine 2 es un juego de acción con su propia identidad y, además, una personalidad que lo distancia de forma notable del resto de propuestas. Una combinación equilibrada, de una forma magistral, de cómo se podría interpretar la acción con estos personajes tan carismáticos. Nos permite sentir que estamos dentro de esas armaduras y a querer aprovechar toda esa potencia de fuego y ataque.
Algo más que una historia
No cabe duda de que Warhammer 40000: Space Marine 2 ofrece una experiencia de juego contundente como pocos. Pero lo mejor es saber aprovechar esa baza y hacerlo para convertirse en un refugio para el entretenimiento. La campaña es un elemento vital, porque es complicado concebir un juego de esta ambientación que no aproveche el lore para contarnos una historia. Además, darle continuidad a los acontecimientos del primer juego era importante y lo han hecho de una forma magnífica.
Pero ofrece algo más, y es ahí donde encontramos un planteamiento que combina la campaña con sus modos multijugador. En varios momentos de la campaña aparecemos en la base de guerra. Una base en la que tomaremos prestada la Thunderhawk para acudir a las misiones de campaña, operaciones o el PvP. Y ese lugar es el que se convierte en el menú de juego cuando queremos elegir a qué jugar y puede romper la dinámica de la campaña. Esta no es una concatenación de secuencia y acción y puede dejar momentos de desconexión cuando estamos totalmente implicados. Cierto que han hecho cosas, como meter parte de esos diálogos en entorno de juego, dentro de esa zona, evitando que ese efecto fuese demasiado notable. Incluso, hacer coincidir esta parte de la campaña con lo que se entendería como el menú de gestión de recursos para el resto de modos, permite ver que la campaña y el Modo Operaciones están totalmente vinculados.
En varios momentos de la historia nos encontraremos con los escuadrones que nos acompañarán en las misiones que forman parte del Modo Operaciones.
Y es que, esas misiones del Modo Operaciones son misiones que se ejecutan de forma paralela a los acontecimientos de la historia. De hecho, le especifican a los jugadores por que de hacerlas antes de jugar la campaña, podrían destripar acontecimientos que suceden en la misma. Con esta opción, es una oportunidad de vernos acompañados por amigos tanto en las misiones de la campaña, como en esas operaciones especiales que tienen una trascendencia importante. No es un añadido aleatorio, sino algo que tiene relevancia a la hora de ser ejecutadas.
Ahora bien, no es lo mismo acudir a la campaña con los personajes protagonistas, Titus, Chairon y Gadriel, que la oportunidad que Warhammer 40000: Space Marine 2 ofrece a los afines al universo, poder meterse en la piel de diferentes unidades con diferentes aptitudes, ya que son clases separadas, que luego podremos evolucionar y personalizar con todo lujo de detalle. Cada clase tiene su propia configuración de arsenal, sus armaduras y sus habilidades. De forma que no se trata solo de superar la misión, es también descubrir las opciones y el poder de cada una de estas unidades, superando cada misión en los diferentes niveles de dificultad. Algo que va ligado al poder que se va desbloqueando al subir de nivel a la clase y las armas al obtener experiencia.
Clases que son comunes para el modo Guerra Eterna y se añaden a la facción de los Astartes, la de los Heréticos que conforman los soldados de la Orden del Caos. Con este modo PvP, que enfrenta en partidas 6vs6 en diferentes modos de juego de corte tradicional, se añaden horas de juego con un mismo concepto por bandera. Subir de nivel las clases, las armas y pasar buenos ratos. Para ello, han ofrecido tres modos de juego, con el habitual Aniquilación, y otros modos con un componente más estratégico como el modo Toma del Terreno y el modo Captura y Control.
La acción contra los cuantiosos enemigos dista mucho del PvP, pero en todos los casos se define por la contundencia e inmersión que permiten disfrutar de una gran experiencia de juego
Cuantiosos enemigos para una acción frenética
Puede que desde un principio el apartado técnico fuese uno de los aspectos más destacables del juego. Y es que pocas veces vemos un juego de semejante contundencia con una ingente cantidad de enemigos y un acabado precioso. Gran parte de la fuerza de su diseño artístico es heredado de la potente ambientación de un universo como Warhammer. Casi siempre atendemos a un diseño artístico muy característico que depara grandes propuestas que destacan en este aspecto.
Warhammer 40000: Space Marine 2 es un juego que pretende centrarse en la acción y, con ello, recrear un escenario que muchas veces vemos en cinemáticas, pero que pocas veces es parte de la jugabilidad. Uno de los aspectos más destacables es la cantidad de elementos que forman parte de los escenarios. No son elementos que interfieran en el juego y permiten introducir al jugador en la acción que se muestra en los laberínticos pasillos donde se dan los principales combates.
El mayor alarde técnico, es haber conseguido que todo ese escenario, consiga introducir al jugador en una experiencia salvaje y visceral de acción que logra alcanzar, en el modo rendimiento de Xbox Series X, un rendimiento de 60fps muy consistente. La otra opción, que prioriza la resolución, mantiene bien los 30fps. Pero puede que para el frenetismo de la acción, más cuando hablamos del multijugador, la opción de los 60 fps parece la más interesante dado que no se pierde demasiado en la calidad visual. Para lograr esto, tomando como referencia la prueba que hicimos en PC, podríamos atender a un recorte general de un escalón, y en lugar de visualizarse en ultra, estaría en un ajuste Alto-Muy Alto.
La iluminación es uno de los elementos que mejor trabajada está, sabiendo que no alcanza las cotas de PC, el resultado es espectacular para garantizar una experiencia sólida a 60fps
Con esto, podemos ver un espectáculo repleto de enemigos, animaciones y una contundente acción que también luce espectacular por los efectos visuales y la exquisita iluminación. Cierto que los efectos de reflejos y sombras están algo capados en la versión de consolas, más para obtener 60fps, pero sigue luciendo espectacular. Un resultado que, posiblemente, se haya logrado implementando bien esas secuencias de fondo que lucen espectaculares, con escenarios jugables bastante escuetos. Esta limitación del área de juego, es lo que permite que la acción se concentre. Así que no es tanto una cuestión técnica, como una decisión que favorece a una jugabilidad sobresaliente.
A esto, añadir un excelente trabajo en el apartado sonoro. La contundencia de las armas de fuego y el rechinar del metal cuando colisiona en el cuerpo a cuerpo permite disfrutar de la acción. Acompañado de una banda sonora orquestal que a muchos les generará cierta nostalgia, la fortaleza de esta propuesta va tomando un tono épico combinando todos los elementos que hacen disfrutar de su acción. Unos diálogos bastante constantes, doblados con mimo al español, permiten no tener que desviar la atención a textos cuando abordamos una acción repleta de enemigos, que hubiese imposibilitado poder disfrutar de ella, o enterarse de la historia.
Las misiones suelen tener fases en las que hay que enfrentarse a hordas, a bosses, a completar secuencias o escoltar objetivos, mientras nos llegan enemigos a raudales
Ahora que gusta tanto buscar referentes gráficos, podemos decir que no es para tanto el caso de Space Marine 2. No obstante, sí que en algunos aspectos tiene mucho mérito lo que se ha logrado al introducir con semejante acabado una propuesta que supera a esos referentes técnicos en términos de cantidad y frenetismo. En cierto modo, si bien podemos intentar verlo de una forma absoluta, también podríamos decir que es un juego que sorprende por la combinación de elementos para cuadrar un producto que quería ser como es. Parece que lo han dejado lo mejor posible para no perder su intensidad, ni espectacularidad.
Una guerra que nunca termina
Ahora bien, una de las cosas que puede resultar interesante para esta ocasión es cómo Warhammer 40000: Space Marine 2 ha buscando hacer confluir una experiencia de campaña individual, que hereda de su antecesor, con las nuevas tendencias del PvE. Si bien es algo que podía añadir contenido a futuro, como es el caso del PvP, nos encontramos con una interconexión de la campaña con las misiones del Modo Operaciones. De hecho, como hemos comentado, no es recomendable hacer ninguna de ellas antes de superar la campaña, por que se complementan y pueden hacer spoiler.
Además, podemos notar que la presencia de los soldados que forman parte de esos escuadrones que cumplen con esas misiones adicionales, son parte de esas fases de diálogo. Su presencia ahí es lo que permite interconectar y ser consciente de en qué punto trataremos de combatir las fuerzas enemigas con esos marines que podemos personalizar. Una personalización que es muy extensa y que invita a los jugadores a jugar mucho. Hay motivos, sobre todo por las dificultades, ya que no deja de ofrecer una experiencia repetitiva si contamos con “tan solo” 6 misiones.
El modo operaciones y el modo Guerra Eterna buscan que los jugadores obtengan experiencia de clase y de armas para subirlas de nivel y obtener nuevas ventajas
Es algo que, en cierto modo, no se nota tanto en el modo Guerra Eterna que engloba el PvP. En el caso del Modo Operaciones puede parecer escaso por la necesidad de reiteración de misiones. No obstante, está confirmada la hoja de ruta de los contenidos que llegarán al juego en el primer año, al puro estilo de Saber Interactive. Lo más interesante, es que el estudio ha visto que este tipo de propuestas pueden mantenerse si los contenidos favorecen a la comunidad y se añadirán armas, misiones, escenarios y un nuevo modo de juego totalmente gratis con el paso de las temporadas.
Y en este apartado, podemos hablar de la gran cantidad de opciones de personalización que incluye el juego. Sabemos que ahí será donde se buscará sacar algún cuarto que otro con los DLC. Pero no deja de ser algo que complemente una cantidad bastante extensa de artículos para diseñar vuestros propios soldados. Y es que cada clase tiene sus diseños, con piezas por parte de la armadura, y si bien encontramos unos diseños predeterminados a diferentes niveles de maestría, podemos hacer el nuestro propio con cada clase, en cada bando. Del mismo modo, las armas también pueden ser personalizadas, siendo más una demostración de nivel de arma, que cuestión de gusto personal.
Todo lo relativo a lo estético es algo que sirve para incentivar al jugador a seguir jugando, pero lo que se ve un poco extraño es que se use la misma moneda que para obtener habilidades al subir de nivel. Hay un solo recurso para todo y esto hace pensar que, si la prioridad puede ser desbloquear habilidades, las extensas funciones de personalización quedan atrás. Más si consideramos que hay heráldicas, basadas en otro tipo de elementos de personalización, como colores y símbolos, que también van a parte. Muchas cosas, sabiendo que no es precisamente extensa la parte del PvE, y el PvP no es para todo el mundo.
Hay que dedicarle mucho tiempo, muchas partidas y obtener muchos recursos para poder hacer frente a la completa colección de diseños y colores que hay disponibles en el juego
Por tanto, ya no es solo poder disfrutar de la campaña en cooperativo, sino ampliarlo con misiones que tiene un significado implícito en la propia historia. Se añade un sistema de progresión de clases y armas que invita a jugar y niveles de dificultad que llegan a exponer a los jugadores a combates que son un infierno de adrenalina. Por tanto, la lucha de los Marines Espaciales no terminará nunca, siempre y cuando el jugador aguante en pie.
Unos Marines Espaciales conquistando el género
Puede ser un juego que parece muy dirigido a un perfil de jugador muy concreto. La ambientación de Warhammer puede ser algo que confiere una contundencia y debilidad muy concretas. Pero si nos centramos en la propuesta, puede ser de esos juegos que generan afición. Una vez consideramos la historia del Capitán Titus, su secuela permite ahondar en un conflicto que es perfecto para introducir una saga que puede tener mucho más y, sin duda, se debe a la gran propuesta que se encontrarán los aficionados a la acción.
Gran parte de su identidad, lo que le confiere un extra que muchos otros no ofrecen, es parte de esa magnificencia de Warhammer 40K. Pero a lo largo de este análisis de Warhammer 40000: Space Marine 2 , hemos visto que este juego tiene todo lo que los amantes de los juegos de acción narrativa suelen buscar. Y además, esta historia permite ampliarse de forma acertada con otros modos que ampliarán sin límite este juego. Un juego que, además, rompe los moldes establecidos con un apartado técnico que encaja a la perfección con lo que se quiere promover.
Las inmensas hordas de enemigos que se enfrentan en cada misión, con un perfil muy sencillo y atractivo, junto a grandes bestias y bosses cruciales, son respaldados con un apartado técnico cuidado a la vieja usanza. Un apartado visual extraordinario, con escenarios que parecen vivos y que introducen al jugador en la acción lineal y desbocada de enemigos sin fin. Una banda sonora épica que acompaña al martilleo metálico de los rifles y el gorgoteo de la sangre al rematar a los enemigos. Un doblaje exquisito, que no desentona y que incluso nos ayuda a estar atentos a muchos matices que denotan el mimo que han tenido para traer ese universo a nuestras habitaciones.
Space Marine 2 es una experiencia de acción brutal y emblemática propia del universo de Warhammer 40K. Una propuesta que no decepciona y que se convierte en un referente a futuro
A día de hoy, podríamos decir que de lo que llevamos de generación, Warhammer 40000: Space Marine 2 se puede consolidar como un referente en este género. Y lo hace con una fórmula distinta a las referencias que muchos han citado, por que es una fórmula que ya se intentó implementar en su primer juego, que merece la pena recordar estos días. Una fórmula que sabe sacar lo mejor de cada estilo, desde el shooter en tercera persona, hasta el beat’em up en la lucha cuerpo a cuerpo. Y eso es posible por esta ambientación en la que los Marines Espaciales se convierten en ese icónico guerrero contra hordas enemigas que ponen en jaque el equilibrio de un universo y tiene una personalidad que pocas ambientaciones consiguen alcanzar.
Y del mismo modo, nos hemos encontrado con un juego que goza de una personalidad propia y que lo hace con la contundencia que merece. Un juego espectacular de principio a fin que dejará embelesados a los jugadores que no podrán despistarse de semejante despliegue técnico para no recibir los ataques de unos enemigos despiadados que no dan tregua. Una joya visceral para el género de acción.