En el año actual, los juegos deportivos tienen una mayor relevancia de lo habitual. Y toca atender a otro de esos juegos que seguramente tenga un gran impacto para los fans de un deporte como el tenis. Nacon Interactive ha planteado Tennis World Tour 2, como un juego que evoluciona su primer acercamiento al tenis. No hay muchas alternativas y es importante ver qué es capaz de ofrecer, y de ahí, que os ofrezcamos nuestro análisis de Tennis World Tour 2 para Xbox One.
De primeras podríamos pensar que entre los juegos deportivos hacen falta nuevos representantes que puedan hacer disfrutar a los fans. Y lejos quedan aquellos años en los que el tenis tenía varios títulos muy importantes en los diferentes catálogos. Desde Virtua Tennis, hasta Top Spin, este deporte no ha conseguido encontrar un sucesor digno. En los últimos años hemos visto que han habido intentos, pero no lo han logrado y Tennis World Tour 2 intenta acercarse a todos esos usuarios que buscan algo dinámico.
Tennis World Tour 2 llega como una propuesta que busca ofrecer auténtico tenis
Una propuesta algo dinámica
Tennis World Tour 2 se expone como un juego que busca encontrar su sitio en el catálogo y busca el reclamo de los amantes del tenis. Y lo hace proponiendo una experiencia que va desde los modos más o menos rápidos, contando con tenistas profesionales reales, hasta forjando un nombre en la clasificación general, en un modo carrera.
De este modo se ofrecen dos vertientes, sin encontrarnos realmente nada que nos pueda introducir en algo meramente arcade. Los partidos de tenis suelen ser largos, y en Tennis World Tour 2 se puede personalizar el tipo de partido que se puede jugar, ajustando los juegos y los sets. Lo mejor de todo, es que si queremos jugar un partido largo y no nos da tiempo, podemos parar y seguir en otro momento.
Al menos, en los modos de juego rápidos, esto puede permitirnos ciertas alternativas, porque el modo principal, el reclamo más importante, es el de crear tu propio tenista y escalar en la clasificación hasta el primer puesto.
Combinando físicas, se encuentra un bonito equilibrio entre arcade y simulación
La gran escalada
Como buen juego deportivo hay un modo carrera. En este caso, no hay más opción que gestionar un tenista y hacerlo subir por el ranking. No es un ranking que goce del prestigio de la licencia oficial de la ATP, pero no es por esto menos interesante. Como bien se sabe, los tenistas tienen que afrontar los diferentes torneos de la temporada con el objetivo de sumar puntos. La suma de esos puntos es lo que hace ascender en la clasificación. Cada torneo ofrece un número de puntos diferente en base a su prestigio e importancia en el circuito anual.
Comenzando por la personalización del tenista, hay un buen catálogo de opciones, aunque todas ellas son muy básicas. Y es que lejos de poder editar las partes del rostro, debemos elegir entre una serie de partes preconfiguradas. Es algo que ofrece una clara limitación a buscar un alter ego que se parezca a nosotros. Se puede optar tanto por jugador, como por jugadora, y a partir de este primer aspecto, llega el progreso de jugador.
Ascender al número 1 de la clasificación es el objetivo del modo carrera
Como es de esperar, nos encontramos con un juego en el que repartiremos los puntos por tres aspectos que definirán las mejoras generales aplicadas a las estadísticas del jugador. A más nivel, más puntos y con ello, mejor rendimiento. Del mismo modo se consigue dinero, este puede servirnos para equipar mejor a nuestro tenista, donde las diferentes raquetas pueden proporcionar un mayor equilibrio en las estadísticas.
El cómo gestionar cada semana es algo que usa un estilo muy propio de los juegos arcade. Cada semana se ofrecen una serie de opciones, y tenemos que elegir una. Hay que tener en cuenta aspectos como la contratación de personal, para obtener bonificaciones, así como el entrenamiento para potenciar temporalmente nuestras habilidades y el descanso. Partidos de exhibición o torneos completan hasta 5 opciones aleatorias que debemos gestionar.
Cada mes tiene sus eventos importantes, como son algunos de los torneos más conocidos y, como no, los Masters. Adecuarse a cada uno de ellos, gestionar el progreso y el cansancio, así como la microeconomía, serán la base de una experiencia que nos llevará año tras año a buscar conquistar el primer puesto del ranking.
El progreso del modo carrera tiene mecánicas arcade, donde elegimos cada semana qué hacer
Sin licencia oficial, pero reconocible
Que el juego no goce de la licencia oficial de la ATP no le deja cojo. Tenemos un catálogo importante de tenistas, donde podemos destacar ejemplos como Rafa Nadal o Garbiñe Muguruza. Obviamente, los fans de este deporte pueden echar en falta algunas ausencias como puede ser Djokovic, o la reciente ganadora del Open de Estados Unidos Naomi Osaka.
Del mismo modo encontramos una serie de torneos reales, como puede ser Roland Garros o el Mutua Open Madrid, pero la mayor parte de ellos son ficticios, con clara relación a los campeonatos oficiales. En cierto modo, la licencia podría haber ofrecido algo más de juego para darle más realismo a esta campaña. No obstante, no deja de ser algo anecdótico, considerando que lo principal es ofrecer una experiencia de juego en la que igualmente lucharemos por escalar en la clasificación.
Un calendario de torneos mayoritariamente ficticio para sumar puntos cada año
Tennis World Tour 2 intenta ser una recreación lo más fiel posible al realismo. Es por ello que considera diferentes aspectos de los diferentes tipos de superficie para hacer la experiencia más realista. Sabemos bien que no es lo mismo jugar en superficie dura que en hierba o tierra, e incluso, han añadido que haya más factores que afecten a la jugabilidad. No será lo mismo un día soleado que uno con mucha humedad cuando hacemos frente a un partido en superficie de tierra.
El mayor de los problemas que podemos encontrar es que, pese a parecer intentar ser un juego realista, combina algunos elementos que hacen que el juego entre en conflicto.
Completar entrenamientos potenciará ciertas habilidades por un tiempo limitado si conseguimos superar el desafío.
Raquetas y cartas
A la hora de jugar, sobre todo cuando comenzamos con nuestro tenista en un nivel bajo, nos encontramos que Tennis World Tour 2 es un juego bastante exigente. Uno de los principios, que se puede entrenar en el modo específico, nos lleva a ser precisos con los golpes. Hay un timing especial para ejecutar el golpe correctamente y, sino, corremos el riesgo de exponernos al ataque rival, o sencillamente, a cometer un error no forzado.
El tenista se mueve por la pista con bastante fluidez, pero sin llegar a mostrarse extremadamente ágil. Incluso los tenistas mejor valorados no podrán moverse con ese toque arcade de títulos como Top Spin o Virtua Tennis. A la hora de efectuar el golpe, se puede ejecutar de forma precisa tocando el botón en el momento adecuado, siendo un golpe preciso, o bien se puede cargar el golpe para añadir fuerza.
En el entrenamiento va todo muy bien, pero cuando cogemos la raqueta con un tenista de poco nivel, nos damos cuenta que gestionar bien ese tempo no es tarea sencilla. De este modo nos podemos percatar que Tennis World Tour 2 no intenta facilitar las cosas, intenta ser realista para los fans de este deporte. Combinar los diferentes golpes, será lo que determina nuestro éxito en cada punto de cada juego.
Con la compra de sobres, obtenemos cartas, que potenciarán a nuestro tenista durante los partidos
Como hemos sugerido, no resulta tan sencillo como parece cuando jugamos con los tenistas mejor valorados o practicamos en el entrenamiento. Puede llegar a ser una auténtica tortura, pero es parte de este deporte. No siempre se podrá coordinar a la perfección ese golpe en el momento preciso. No siempre se llegará a tiempo a una bola, correr también afecta a la precisión del golpe. Cometer un error no forzado será tan habitual al principio para el jugador, como para la IA. Además, se puede llegar a protestar un punto, gracias al uso del Ojo de Halcón, incluido en el juego.
Cuando se progresa en el modo carrera, nos damos cuenta que poco a poco vamos mejorando. Lo hacemos a la vez que el tenista, y con ello, poco a poco se podrá ir participando en torneos más prestigiosos y sumar un botín de puntos y dinero más jugoso. La recreación general de la experiencia profesional en el modo carrera, es una de las cosas que más puede apetecer en este juego. Pero pese a que estamos exponiendo un juego que ofrece un grado de realismo bastante elevado, nos encontramos con que en ocasiones el juego parece algo confuso sobre qué tipo de juego es.
Que la gestión del modo carrera adopte una dinámica arcade no es tanto un problema como a la hora de incluir cartas. Son cartas que potencian habilidades y que se adquieren en mazos en la tienda del juego con dinero del juego. Se pueden configurar varios mazos para usar en los partidos. Hay cartas que duran el partido entero, como si fuesen habilidades pasivas, otras en cambio, tienen usos limitados. Pero dado que el juego es una recreación bastante precisa y busca el realismo, nos daremos cuenta de que esta opción parece un poco fuera de lugar.
Elije tu mano, y activa la carta en el momento preciso para sacar ventaja
Parecidos razonables, por los pelos
Una de las cosas que nos están acostumbrando mal algunas licencias deportivas, es a tener una recreación muy fiel de los deportistas que seguimos en la televisión o redes sociales. Si hablamos de fútbol, baloncesto o fútbol americano, nos encontramos con planteles ingentes de jugadores donde muchos de ellos son reconocibles sin ningún problema. No es el caso de Tennis World Tour 2.
Se ha logrado mejorar lo que más importa, la jugabilidad. En parte, esta mejora se debe a que han logrado implementar más animaciones y la fluidez del juego es realmente buena. La recreación de los estadios, los efectos de iluminación y demás, son muy buenas, dejando una aspecto general bastante satisfactorio cuando se juega. Pero cuando la cámara intenta recrear una secuencia realista de la retransmisión del partido, se acerca demasiado a los rostros de los jugadores.
Ya sea Rafa Nadal, Federer o Garbiñe, nos encontramos que el juego aquí flojea. Y lo hace bastante, siendo un elemento que podemos notar con el editor de personajes que hemos citado antes. La herramienta no está al nivel de lo que hoy día suele ofrecerse, sobre todo en aquellos juegos donde el personaje creado está en el centro de la aventura. No es algo que pase solo en este juego, las recreaciones de pilotos tampoco logran un nivel demasiado elevado. Y todo parece estar relacionado con el modelado de los tenistas, que no está al nivel que debería.
Una buena lista de tenistas profesionales reales, aunque algunos se parecen más que otros
El pelo es el mejor ejemplo, porque hay algunos peinados que parecen un bloque rígido. No es que vayamos a exigir que se recree pelo a pelo. Pero cuando atendemos a la configuración, vemos que los rostros no presentan una calidad adecuada. Cuando los fans del tenis quieren jugar con Rafa Nadal, se debe parecer más al tenista real que a una recreación de caricatura cuando el juego busca ofrecer realismo.
Del mismo modo, no se han molestado mucho en recrear la ropa con un nivel de detalle algo más adecuado. Es un común denominador en algunos proyectos, que buscan convencer por la experiencia y caen estrepitosamente por su aspecto. En esta ocasión, el verdadero problema está en que han fallado en el epicentro de la experiencia, por que lo demás, está a un buen nivel.
Las animaciones son correctas, hay una variedad interesante, pero no para tirar cohetes. La recreación de los partidos, durante el juego, es fluida, constante y el audio ayudan a meternos bien en los partidos. El juez de silla o los jueces de línea, hacen su función adecuadamente y lejos de intentar abordar una retransmisión televisiva con comentaristas, se limitan a ofrecer una experiencia de juego lo más cercana a la realidad posible.
Jugabilidad fluida, rendimiento estable, pero a nivel gráfico con bastantes carencias
Tenis en estado puro
Si bien hemos comentado que el juego no va a entrar por los ojos, si puede hacerlo una vez cogemos la raqueta. Tennis World Tour 2 es un juego que llena un vacío y lo hace con algo más que promesas. Su experiencia es algo limitada y en ocasiones resulta algo confusa en su planteamiento. Mezclar realismo y arcade, como lo han hecho, puede ser tan intrigante como intrascendente.
Pero para los que busquen tenis, es un juego que va a ofrecerles eso. Un modo carrera que se puede ajustar a cada momento, a cada perfil y que puede llevarse a la más pura recreación realista. Y es posiblemente lo que más apetece ver de este juego, que se puede ajustar a todos los niveles y disponibilidades, tanto para los partidos de exhibición, torneos rápidos como el modo carrera.
Un juego desafiante, que puede llegar a gustar y enganchar a los fans de este deporte, pero no es perfecto.
Más allá, podría echarse en falta algún modo de juego más, ya que han optado por incluir unas cartas que rompen un poco el concepto general de ser un simulador de tenis. Del mismo modo, puede ser que se quede un poco corto en contenidos, faltarían tenistas y equipamiento. Un mayor número de opciones de gestión de la carrera, o algo que diese un poco más de juego y no abrazase tanto ese progreso arcade.
Un apartado técnico irregular, que fallaría en el elemento visual más trascendente, pero que no disuade si lo que interesa es meterse de lleno en el circuito y conseguir ascender al número uno. Accesible y muy disfrutable, Tennis World Tour 2 es un juego que satisfará a los amantes del tenis que tanto quieren seguir disfrutando de este deporte, incluso en Xbox One.