En un mundo en el que los videojuegos que adaptan películas simplemente funcionan como obligación comercial y acaban siendo un producto descuidado, soso e intrascendente tenemos pocos ejemplos de juegos que verdaderamente valen la pena, sobre todo si hablamos de películas de gran nivel de Hollywood. La excepción a este caso posiblemente la ponga World War Z, juego basado en la película y a su vez en las novelas de Max Brooks. La explicación a que incluya ambas cosas en la comparación es porque el juego toma prestado el estilo visual de la película (al fin y al cabo está basado en el mismo universo), pero en cuanto a acción, comportamiento de los Zeta y trama es más fiel a las novelas.
World War Z es un juego que seguramente haya pasado por alto gran parte de los jugadores que buscan una experiencia cooperativa divertida y adictiva y ya os adelanto que es una pena, porque en ambos apartados el juego cumple de sobra. Si queréis seguir leyendo nuestra opinión del juego os dejamos con el análisis de World War Z para Xbox One.
Bienvenido al apocalipsis
World War Z no te engaña desde el principio. El juego de Saber Interactive te propone machacar hordas de miles de zombies (con hasta 500 de ellos en pantalla al mismo tiempo) junto a tus amigos o en solitario apoyándote en la IA. World War Z podría haber apostado por un estilo en primera persona, pero ciertamente la cámara en tercera persona le siente mejor, además, pasarse al FPS ya sería la guindilla para acabar de «copia» a Left for Dead. Y es que, efectivamente, World War Z quiere ser una especie de sucesor espiritual de Left for Dead, con un estilo, mecánicas y niveles parecidos. Lo mejor de todo es que todo eso lo hace muy bien.
El planteamiento de la campaña de World War Z es simple: juega con una IA o con tus amigos a través de 4 episodios distintos y consigue sobrevivir. Eso es algo que podréis conseguir sin muchos dolores de cabeza en las primeras dificultades, ya que el juego cuenta con hasta cinco tipos de dificultades distintas. Aun así, ver como se te acercan cientos de Zetas y te rodean todos tus flancos agobia igual sea la dificultad que sea.
Inicialmente, World War Z no está pensado para que mueras, sino para que experimentes situaciones límite en las que siempre consigues escapar. Durante los 4 episodios (basados en Nueva York, Jerusalén, Moscú y Tokyo) nos hemos encontrado con 4 protagonistas distintos en cada uno. Una de las cosas que no me esperaba era el poder saber de ellos, todos y cada uno de los personajes jugables tiene un pasado, definido por una pequeña descripción en el menú del juego. Una vez superamos un nivel (cada capítulo cuenta con 3 niveles, excepto Tokyo con 2) con uno de ellos desbloqueamos un vídeo de unos 2 minutos que nos cuenta su pasado y las motivaciones actuales. Básicamente esos vídeos son los únicos resquicios de una «historia» que se cuenta en el juego y cada uno de ellos cuenta con un estilo artístico distinto.
World War Z no cuenta una historia como tal, sino que te pone en la piel de 4 personas distintas en 4 puntos del planeta, todos cayendo a manos de la plaga de zombies que están acabando con todo. Las únicas cinemáticas que veremos son las del inicio y final de nivel así como los vídeos animados de los personajes. Todo lo que hay a partir de ahí es gameplay puro y duro que consiste en avanzar acabando con hordas de zombies o mantener la posición al más puro estilo Horda de Gears of War. En general no es que el juego cuente con una variedad abrumadora, pero sí, los 4 enclaves distintos alrededor del mundo le dan cierto toque original a cada fase. Pero puede ser que al final sientas que estás haciendo el mismo tipo de nivel una y otra vez salvo en ocasiones limitadas.
¡Acaba con todos!
He leído análisis de compañeros del medio sobre este juego y me ha llamado la atención ver que en alguno de ellos se quejan del gunplay. Servidor, fan de cantidad de shooters tanto en primera como en tercera persona, no tiene pega alguna en ese aspecto. Es más, me encanta el gunplay y me parece de lo mejor del juego, lo que consigue darle ese punto de adicción. Sí, quizás las armas no tienen el «peso» que deberían pero cada una de ellas se siente distinta, hace un tipo de daño diferente y obviamente no se comporta igual. Quizás las armas a las que más pegas puedo poner son las especiales, que ocupan la tercera ranura, y que se sienten demasiado efímeras.
En World War Z contaremos con tres ranuras, dos de ellas dependen inicialmente de la clase que escojamos para nuestro personaje de entre las 5 disponibles (Pistolero, Destructor, Manitas, Médico, Rebanador, y Exterminador), de manera que al iniciar partida tendremos una arma principal y secundaria acorde la clase. La ranura especial la llenamos con armas que recojamos durante nuestra travesía por el nivel. Durante mis partidas he dado con sierras mecánicas (maravillosas), RPG, lanzagranadas, ametralladoras ligeras…
En general, la variedad de armas de World War Z es una gozada. La pega es que nuestra clase esté ligada de inicio a dos armas, aunque luego las podemos intercambiar por las que encontremos en el nivel. Las clases también tienen objetos arrojadizos característicos, desde granadas a cócteles molotov, pasando por C4 y mucho más. Cada clase cuenta con una cantidad de habilidades que se intercambian por puntos que obtenemos al completar niveles. Esos puntos también sirven para mejorar las armas que nos aparecen en los niveles, pero no con las que empezamos. Pero bueno, diría que en todas las fases que he jugado he cambiado de arma principal unas 5 o 6 veces por nivel, así que tampoco es preocupante ese detalle.
Los niveles están cargados de hordas de Zetas que nos superarán ampliamente en número, aunque por suerte esto no es Resident Evil y los zombies caerán con bastante facilidad. Uno o dos tiros bastarán para derribar -en las dificultades más fáciles- a cada enemigo. El problema es que serán muchos y muy inteligentes, de manera que nos atacarán por varios flancos a la vez, superarán obstáculos en su camino y se ayudarán y apiñarán para escalar grandes distancias. Y es que la IA de World War Z está muy cuidada y no veremos comportamientos «scriptados». Los zombies no siempre vendrán de la misma dirección ni nos atacarán por los mismos lugares sino que variarán según nuestra posición, ya que el juego cuenta con un sistema que mueve las hordas de manera procedural y no actúan por scripts de patrones de movimiento.
En cuanto a variedad de enemigos contaremos con los zombies más básicos que nos atacarán con sus garras y se aprovecharán de su velocidad, agilidad y sobre todo de su superioridad numérica. Aunque luego tenemos tres clases distintas especiales. La primera es el Toro, un zombie blindado que embestirá y atacará además de estar protegido por una gran armadura. El segundo es un Acechador que no se encuentra en el radar y se esconde para lanzarse encima de nosotros y atacar sin piedad. Si nos dedicamos a explorar alejados del grupo puede ser que nos encuentre solos y cuando lleguen nuestros amigos a rescatarnos sea demasiado tarde. Por último, el tercero es el Gritón, un zombie que se queda rezagado y que atrae con sus sonidos a nuevas hordas de zombie, deberemos tener buena puntería y acertar de lejos si no queremos vernos en peligro.
Sangre, desmembramientos y esas cosas chulas
El motor de Saber Interactive utilizado en World War Z se merece todos mis respetos. No sólo por mostrar un juego fluido a 30 fps sino por una resolución nítida (siendo sinceros, no os sabría decir la cifra exacta, pero en One X el juego se ve muy nítido), un buen sistema de iluminación, buenas texturas pero sobre todo el detalle en los Zetas. Los zombies pueden ser desmembrados de todas las extremidades de su cuerpo, contar con grandes perforaciones en su torso, eso en cada uno de los 500 que vemos por pantalla cada vez que jugamos. Las explosiones, que en si no son gran cosa, resultan en una avalancha de zombies por los aires, así que las salvan un poco.
Al apartado técnico -que roza el excelente- le debemos sumar un apartado sonoro justito. Se agradecería un sonido más contundente en las armas o unas explosiones con un sonido no tan enlatado. Los actores de doblaje (audio en inglés) tampoco es que sean gran cosa, pero no importa demasiado por el tipo de juego con el que estamos. La banda sonora pasa tan desapercibida que no estoy segura de que exista algún tipo de canción durante el juego.
Análisis de World War Z – Xbox One
World War Z podría ser considerado por muchos como el sucesor espiritual de Left for Dead, tanto por su planteamiento, como gameplay así como lo mucho que consigue enganchar a los jugadores por su diversión. World War Z puede disfrutarse en solitario con ayuda de la IA o en cooperativo con amigos, así como varios modos multijugador que incluyen enfrentamientos jugador contra jugador y zombies.
Con un lanzamiento a precio reducido por debajo de los 40 euros, World War Z es un juego que aquellos que busquen una experiencia cooperativa divertida no deberían dejar pasar. Saber Interactive ha hecho un gran trabajo con este juego y ha creado una experiencia divertida, que agobia en ciertas ocasiones y resulta satisfactoria al terminar cada nivel.