Como cada año las licencias deportivas nos exponen nuevas propuestas actualizadas. Este año, las competiciones deportivas se han visto alteradas y no es la primera vez que notamos que los juegos representan una normalidad para los fans de cada disciplina deportiva. Y ahora es el turno de presentar el análisis de WRC 9, el último título de la licencia oficial de la WRC que busca sumergir a los pilotos en una experiencia mejorada.
Desde que BigBen, ahora Nacon, se hiciese con la licencia, KT Games se ha hecho cargo de ofrecer cada año los juegos vinculados a esta licencia deportiva. Dado que este año la World Rally Championship se ha visto alterada como todas las disciplinas deportivas, WRC 9 se convierte en una alternativa más completa. Si le sumamos que el juego nuevamente introduce mejoras sustanciales, es la mejor propuesta para los fans de esta disciplina de las competiciones de motor.
El mundial de la WRC se presenta en un simulador que ha evolucionado mucho en los últimos años
El universo de los Rallies
Para los amantes de la velocidad, las diferentes disciplinas existentes son formas muy distintas de afrontar un mismo desafío. Ser más rápido que los demás es siempre la premisa para convertirse en el mejor piloto sea donde sea, pero en los rallies, se requiere de algo especial.
Siempre se pueden dar vueltas a un circuito de asfalto y conseguir se más preciso en cada curva, pero cuando la superficie es irregular, las cosas cambian. Los rallies siempre han buscado exponer esa habilidad innata, ese talento, o esa intuición adicional que requieren sus pilotos. Al fin y al cabo, ir a altas velocidades por sinuosos tramos rodeados por obstáculos, requiere de un instinto muy afinado y nervios de acero.
Y la saga ha ido perfeccionando su experiencia hasta llegar a la actual edición, WRC 9. Un juego que no revoluciona, pero si ofrece esos pasos que confieren a este título nuevos aires y en un momento en el que los fans de esta competición más lo necesitan. Y para ello dispone de todos esos modos de juego que han venido ofreciéndose en los anteriores, ampliando la experiencia individual, con un completo modo trayectoria, a las opciones multijugador variadas, desde los eSports, hasta los desafíos que pondrán a prueba a todos los pilotos.
Parte de la historia se vive en las carreras históricas
Incluso, se permite ahondar en la experiencia multijugador creando tus propios campeonatos para tus amigos, o jugando en la misma consola en pantalla partida. Los modos rápidos también permiten experimentar, de una forma más superficial y directa, todo lo que WRC 9 es capaz de ofrecer. Al fin y al cabo, no se desecha lo que funciona y se intenta mejorar lo que se puede.
Desde la Junior a la WRC
El modo trayectoria sigue siendo uno de los principales modos de juego. Los juegos basados en licencias deportivas están sabiendo sacar partido a este modo, sobre todo cuando no se limita solamente a correr. Hemos visto cómo este año otros juegos han adoptado una modalidad de juego más amplia que en la anterior entrega llegó a WRC. Y de este modo, nos plantean comenzar en la Junior WRC o en la WRC 3, donde pasaremos a formar parte de un equipo.
En ese equipo no solo pilotamos, también nos introduciremos en la gestión y, debido a esto, nuestra implicación con el progreso de la trayectoria se amplía. Siguiendo la línea de su predecesor, nos introducimos en un equipo donde podemos gestionar el personal y el desarrollo del coche. Para ello, obviamente, hace falta un presupuesto, que dependerá de nuestro rendimiento y la obtención de patrocinios.
Mirar el rendimiento relativo de cada rival nos proporciona mucha información
No resulta complicado para aquellos que ya hayan disfrutado de este modo en anteriores entregas. Desde mecánicos, a agentes, pasando por otros miembros como meteorólogos, hay que considerar sus aptitudes, salario y cansancio. De esta forma, cuando nos preparemos para un nuevo evento, o una competición, contaremos con todas sus capacidades de forma más eficiente.
Entre los eventos, no solo nos encontramos con las pruebas del campeonato, sino que existen otros eventos que pueden aparecer. Entrenamientos, pruebas de meteorología extrema o de constructor, es un modo de conseguir mejorar la moral del equipo, algo de dinero y reputación. Con todo esto, se va completando un calendario de eventos que podemos programar y se hace obvio que es bueno tener más de un miembro, o permitir cierto descanso después de algunos eventos.
Subir de nivel de piloto, reputación y contentar al equipo serán prioridades
La parte de la gestión del equipo es lo suficientemente compleja como para llegar a requerir de una implicación bastante importante. Y es que seleccionar bien el personal nos puede ayudar mucho a conseguir los mejores resultados. Incluso el meteorólogo puede sernos de ayuda. Del mismo modo, la evolución del equipo en el departamento de I+D. Leer los correos electrónicos para recibir propuestas, atender a los objetivos a medio y corto plazo, así como el objetivo general, son aspectos fáciles de tratar. De no conseguir cumplir con ellos, nuestra relación con el fabricante, y por ende, con el equipo, puede deteriorarse hasta el punto de que nos veamos de “patitas en la calle”.
Esto es lo que se ofrece en un modo trayectoria. Un desafío a largo plazo que requerirá de una implicación adicional. Algo que no suele ser un problema, pues añade mucho a una experiencia de juego de conducción que de otra forma sería muy plana y vulgar. Al fin y al cabo,de lo que trata este modo trayectoria es de ir labrando una reputación en el campeonato, y eso requiere de resultados en las pruebas oficiales.
Evolucionar el equipo permite ver que en futuras pruebas se estará mejor preparado
Y ahí nos encontramos con el buen uso de la licencia oficial de la World Rally Championship que nos llevará a todos los rincones del planeta para ir lo más rápido posible.
De rally por todo el planeta
Una de las facetas que hacen que WRC 9 sea tan especial es su licencia, porque permite recrear un mundial previo al coronavirus. Un mundial planteado por los rallies distribuidos por todo el mundo, permitiendo así dar una diversidad de paisajes muy interesante. Aunque en el fondo, los fans de esta competición saben que más que el escenario, lo que cambia es la superficie por la cual se corre.
Pero en todo caso, lo que más interesa en este juego es comprobar que es capaz de introducir al usuario en la experiencia de un piloto de la WRC. Usando toda la iconografía de la competición, no resulta complicado tener ese contacto directo con la competición oficial. Recorriendo los rallies oficiales, con sus emblemas oficiales, todavía lo es menos. Y en cuanto a cómo se recrea cada uno de ellos, podemos ver que el juego mantiene la línea del gran salto que inició su anterior entrega.
Visualmente el juego luce espectacular gracias a mejores efectos visuales
En esta ocasión no se ha requerido de más saltos, sino de pequeños ajustes que han buscado enfatizar esos efectos de post-procesado sin perder un ápice del rendimiento. De este modo, se consigue mejorar ligeramente un juego que ya se veía muy bien, en la medida que han permitido las consolas. Y sin llegar a decir que han conseguido mantener el rendimiento sólido durante todos los tramos en todo momento, la mayor parte del juego mantiene un rendimiento bastante constante y adecuado.
Sin opciones gráficas que permitan priorizar calidad o rendimiento, el acabado gráfico es bastante bueno en general. De hecho, no se abusa de efectos que distorsionen la imagen para dar sensación de velocidad, con lo que la exigencia para los hardwares es mayor al recrear, con precisión, todo el escenario en todo momento. Incluso se llega a apreciar algún que otro efecto de post-procesado, como pueden ser hojas cayendo, polvo, o cuando la metereología no acompaña, buenos efectos visuales relacionados con la lluvia o con la nieve.
La iluminación puede ser la que más destaca, porque es la que proporciona un aspecto más realista al conjunto. Que se pueda activar la luz de los faros para poder hacer frente a las oscuras sombras de los bosques. Y es que la iluminación es contundente, y ofrece un fiel reflejo de lo que se podrían encontrar los pilotos cuando recorren zonas boscosas, donde las sombras son muy intensas.
Aunque no todo está al mismo nivel, el rendimiento está bastante bien ajustado
Pero no todo parece estar al mismo nivel. Si bien el diseño de los escenarios es amplio, y no se limita al recorrido, algunos elementos están diseñados con menos cuidado. De esta forma podemos ver ese típico público demasiado estático, o esos elementos como edificios o vehículos de asistencia, que están a un nivel muy inferior del conjunto. Y es que resulta demasiado evidente considerando que el protagonista central de todo, son los coches de rally.
Y estos están diseñados y recreados con mucho más nivel de detalle. Esta recreación irregular es muy habitual en estos juegos, de forma que no es algo que nos sorprenda, ni que debamos considerar como un problema, pues el conjunto funciona bien. Y es que no hay mucho tiempo para fijarse en los pequeños detalles cuando se va a altas velocidades, en los tortuosos trazados intentando no perder el control.
Exigencia máxima para los pilotos más hábiles
Y ahora es cuando debemos entrar a exponer cómo la saga WRC ha evolucionado desde el primero de los juegos de Kylotonn hasta esta última entrega. Buscando ser cada vez mejor, el estudio ha ido dejando a un lado las mecánicas arcade de los juegos de rally para seguir la estela del realismo. Es de este modo que nos encontramos, nuevamente, con un juego que solo será apto para los que quieran implicarse, pues no es un juego permisivo en absoluto.
Si bien se puede ajustar la dificultad para que sea más accesible, en los grados más exigentes el juego se convierte en un auténtico desafío al control. Y es que los rallies son así, un constante desafío en tramos sinuosos en superficies irregulares y rodeados de obstáculos. El cronómetro no se para, y no hay opción de rebobinado tal cual. Como sucede en la competición, un error se puede pagar más o menos caro, pero nunca se sale impune de haberlo cometido.
Diferentes superficies, diferentes estilos de conducción, hay que adaptarse rápido
Es por esto que a la hora de manejar uno de estos vehículos y llevarlos por los diferentes tramos en diferentes situaciones, el jugador obtiene un grado de información notable del comportamiento del vehículo y debe considerar lo que lleva entre manos. No es lo mismo un vehículo de baja potencia y tracción delantera, que un monstruo de tracción total o un clásico de tracción trasera.
WRC 9 puede disfrutarse tanto con mando, como con volante, siendo obvio que esta segunda opción es la que proporciona una experiencia más inmersiva. Pero en ninguno de los dos casos el jugador va a sentirse cómodo y confortable, porque pilotar estos vehículos a ese nivel siempre es complicado. Los ajustes ayudarán a cada uno a encontrarse más cómodos y es algo que se debe considerar ajustar tanto para un caso como otro.
Ya sea en asfalto, como en tierra, hielo o gravilla, la conducción se siente en todos sus ámbitos. Y hay mucha información que nos llega al control, la cual es importante para conseguir adaptarse a cada curva, a cada salto. Las instrucciones del copiloto, que están dobladas al castellano, como todo el juego, sirven de guía en las pruebas de tramo. Del mismo modo, es importante agudizar el oído, ya que el apartado sonoro, que hemos obviado en la parte del análisis relativa al apartado técnico, juega un papel fundamental.
El camino desde la Junior WRC a ser campeón del mundo del mundial de rallies es largo
Los tramos suelen ser extremadamente complejos, donde incluso llevar el vehículo en línea recta no es algo que nos permita respirar tranquilos. Como hemos dicho, el reloj no para, y los contrincantes tampoco parecen ser muy “humanos”. Aunque se pueda ver que en ocasiones cometen errores, que nosotros los cometamos es mucho más habitual. Y es que para igualar sus tiempos, al menos en niveles de dificultad altos, requerirá de ser muy osado en la conducción.
Pero ser osado en WRC 9 nos expone a un riesgo enorme a cometer un error. La experiencia, sin ayudas, es realmente desafiante, y en ocasiones, puede llegar a intimidar. Asegurar los tramos puede ponernos en desventaja, si bien arriesgarse puede acabar con nuestro coche en la cuneta o con daños graves. Pero en cierto modo, es algo que puede hacer especialmente atractivo a WRC 9, porque no es un juego que no de sensación de permitir progresar y ser cada vez mejor, superando la adversidad y permitiendo que seamos realmente hábiles a los mandos de estos vehículos.
Son muy improtantes los eventos para ganar dinero y prestigio en el modo trayectoria
Opciones para todos los niveles y gustos
Aunque el modo trayectoria pueda ser el más profundo e intenso de los modos de juego incluidos en WRC 9, las opciones de juego que ofrece son muy diversas. Desde hace algunas entregas, WRC viene siendo un juego que, al contar con la licencia oficial, ofrece un consistente soporte a los eSports. Ahí está la opción de participar con los mejores, pero en torno a las opciones multijugador hay varias que son igualmente atractivas.
Entre ellas, los típicos y adictivos marcadores, donde pruebas diarias, semanales y especiales, nos permiten competir con la comunidad. Fuera de este ámbito, las partidas multijugador convencionales nos permiten participar en rallies o tramos para rivalizar directamente con otros jugadores. No hay opciones de carreras directas, no hay rallycross, de forma que siempre será el cronómetro quien determine qué piloto es el más hábil. Y como pasa con el multijugador, también se puede plantear en el modo solitario la participación en un tramo concreto, o bien en un rally independiente.
Los siempre adictivos marcadores se presentan en desafíos temporales
Pero no todo es bueno, porque si hay algo que se deja notar, quizás más que nunca, es que WRC 9 es un juego con licencia oficial. Y en estos juegos siempre pasa lo mismo, que se limita el número de vehículos que pueden presentarse como parte de la experiencia general. El número de vehículos está muy limitado, y donde han podido extenderse, que son los clásicos, apenas encontramos una decena.
Es algo que, sobre todo en su implicación multijugador puede llegar a hacerse notar. Incluso, a la hora de afrontar las diferentes temporadas de la trayectoria, nos percatamos de que no hay mucho donde elegir. Pero es que, en este último aspecto, es lo que la competición dicta y no lo que se pueda llegar a ofrecer por voluntad y deseo.
Una licencia desafiante y limitada
Los juegos deportivos basados en licencias tienen la virtud de poder ofrecer a los fans lo que están buscando. Pero del mismo modo, nos encontramos que en algunos casos, los límites que impone son bastante importantes. Ya sea el caso de F1 2020, o incluso de Assetto Corsa Competizione, la licencia les obliga a tener un catálogo de coches muy limitado y una experiencia encorsetada por la licencia. En WRC 9 pasa lo mismo, y en estos tiempos se nota mucho más que antes.
No obstante, WRC 9 nos ofrece un nuevo episodio dentro de esta competición, con cambios notables que evolucionan frente a su predecesor. Ahora bien, todo es muy similar, donde no se llegan a ofrecer novedades importantes, sino ajustes visuales, de optimización y de jugabilidad. Pequeños cambios que permiten que WRC 9 siga siendo igual de atractivo, o quizás un poco más, que su antecesor. Y es que convertido en un simulador, los amantes de esta disciplina del motor.
WRC 9 es exigente, es apasionante, es el mundial de rallies en tu sofá
Un juego técnicamente imponente, que deja capturas de bella factura, en el caso de Xbox ha priorizado el rendimiento. Aun así, hay momentos en los que se nota que no se llega a mantener una tasa constante, y en estos juegos en los que cada segundo cuenta puede suponer algún problema. Y es un problema con una propuesta desafiante en cada metro, porque la conducción, al ser simulación, requiere de mucha atención en cada momento.
Sin duda es una entrega que sabe continuar un gran trabajo de evolución de una licencia que está entre los juegos más intensos e interesantes para los amantes de la conducción. Una disciplina que tiene su público, para un juego que no será apto para todo el mundo por la dificultad que puede llegar a tener. Si buscas desafíos y te gustan los rallies, abandonando esos juegos arcade exagerados, tienes una gran propuesta en WRC 9.