Hace unos pocos minutos os he traído el análisis de Xbox Series X y ahora le toca a la hermana pequeña. Aquí tenéis el análisis de Xbox Series S, la opción económica de la nueva generación de Xbox para aquellos que quieran dar el salto y no tengan un equipo 4K o simplemente no sean puristas de la resolución, aunque no se quieran perder las ventajas de la próxima generación, una oferta que se complementa con la de Xbox Series X, sumando al ecosistema de Xbox junto a xCloud y Game Pass.
Para este análisis se ha probado Xbox Series S primero en un monitor a 1080p, uno de los targets de la propia Xbox y luego en un televisor a 4K y con HDR10+.
Análisis de Xbox Series S: La consola más pequeña de la nueva generación
Xbox Series S es la consola más pequeña de la generación y la más pequeña de toda la historia de Xbox. Además de su tamaño también sorprende su peso, siendo extremadamente ligera. El marketing de Xbox llevó con muy buen humor y de forma eficaz todas las filtraciones que se produjeron de la consola, siendo uno de los secretos peor guardados de la historia de los videojuegos.
El día llegó, Xbox Series S se hizo oficial y su precio nos dejó boquiabiertos. 300 euros por una máquina next gen, una cifra por debajo, por ejemplo, de Xbox One X o de Nintendo Switch, dos consolas que sobre el papel son inferiores en cuanto a capacidades. La cosa es que Xbox Series S ofrece una propuesta que en potencia sí se queda por debajo de Xbox One X y muy lejos de Xbox Series X. La promesa de Microsoft fue la de que lo único que notaríamos entre Xbox Series X y Xbox Series S es una menor resolución.
La realidad es bastante diferente y es que Xbox Series S es una consola que se queda algo corta en cuanto a capacidades, algo a lo que ya ahondaré más adelante. De momento toca hacer un repaso a qué es las novedades next gen que trae Xbox Series S, una Xbox Next Gen completamente digital, por lo que no cuenta con lector de discos.
Xbox Series S también es Next Gen
Xbox Series S tiene todas aquellas características calificadas como Next Gen que en Xbox han mencionado y que ya he repasado en el análisis de Xbox Series X. Contaremos con Xbox Velocity Architecture, Smart Delivery y Quick Resume. ¿Cómo funcionan en Xbox Series S? Pues os cuento un poco el proceso.
Además, al igual que con Xbox Series X, las partidas se transfieren gracias al guardado en la nube de Xbox. Incluso he probado varios juegos entre las dos Series y al pasar de una a otra seguía el juego ahí donde lo había dejado. Da igual en qué Xbox juegues, que tu partida siempre estará ahí.
Xbox Velocity Architecture
Como Xbox Series X, Xbox Series S mejora todos los tiempos de carga de los juegos de Xbox, Xbox 360 y Xbox One gracias a Xbox Velocity Architecture. El nuevo SSD de Xbox Series S, que es el mismo que el de Xbox Series X (aunque con la mitad de tamaño), así como su Velocity Architecture, que comprende cuatro componentes principales: el custom SSD NVME, bloques de descompresión acelerados por hardware, una nueva capa de API de DirectStorage y Sampler Feedback Streaming (SFS), sirven para que los tiempos de carga de todos los juegos se reduzcan de forma dramática.
Al igual que con Xbox Series X, encender la consola en modo económico y que esta nos muestre el menú nos llevará unos 10 segundos, todo un mundo de diferencia respecto a Xbox One. Si no utilizamos el modo económico de Xbox Series S y la dejamos en un estado de «Stand By», en cuanto pulsemos el botón de encendido veremos el menú de la consola y nuestra sesión iniciada. Ni un segundo os llevará. Como recomendación y debido a que consume menos energía y tan solo esperaréis 10 segundos, os recomiendo que utilicéis el modo económico.
La primera diferencia con Xbox Series X llega aquí y es que la retrocompatibilidad no mejora tanto los juegos como la hermana mayor. Xbox Series X parte de la versión de Xbox One X de los juegos, que cuenta con un enorme abanico de títulos mejorados con texturas y resolución a 4K, así como rendimientos optimizados.
Xbox Series S reproduce la versión de Xbox One de los juegos, por lo que a veces partimos de resoluciones de 900 y 1080p y ningún tipo de opción de mejorar el rendimiento. Sí, los tiempos de carga mejoran, si tenemos un monitor o TV compatibles obtendremos el mismo HDR automático de Xbox Series X, pero en ese sentido, las versiones retrocompatibles de Xbox Series S se quedan algo pobres.
Smart Delivery
Al igual que con Xbox Series X, Xbox Series S cuenta con juegos optimizados, de hecho es la misma lista, así que una vez más debemos diferenciar entre juegos retrocompatibles y juegos optimizados. Si un juego está optimizado para Xbox Series X|S quiere decir que cuenta con una versión nativa y que se aprovecha al completo del nuevo hardware, creada por los desarrolladores.
Guía de compra de Xbox Series S/X
Smart Delivery se asegura de que lo que se te descargará será la versión de Xbox Series S en tu consola, luego gracias al ecosistema Xbox y las partidas en la nube mantienes tu progreso. Si en tu hogar tienes una Xbox One, podrás jugar a la versión de One allí sin problemas. Podéis consultar la lista de juegos que soportan Smart Delivery por si tenéis alguna duda.
Quick Resume
Otro de los añadidos next gen de Xbox Series S es el Quick Resume, una técnica que deja los juegos en suspensión para que los iniciemos y pasemos directamente a la acción, sin pasar por menús ni logos de compañías o cargas. Se puede utilizar con varios juegos a la vez, de hecho desde Xbox hablaban de como mínimo 3 juegos. En menos de 5 segundos volveremos justo donde lo dejamos gracias a Quick Resume.
¿Qué diferencia hay entre Xbox Series S y Xbox Series X?
Una vez comentados los puntos técnicos de la consola en cuanto a novedades que el usuario notará en su calidad de vida, toca hablar de la parte gráfica, el motivo principal por el que alguien se compra una consola. Como os he dicho al inicio del análisis, he probado Xbox Series S en dos escenarios, el primero era al que estaba destinado: un jugador con un monitor HD. El segundo ha sido el mismo escenario que con Xbox Series X: un jugador con un televisor 4K y HDR10+.
Las impresiones iniciales con el monitor HD fueron extrañas. Por un lado me sorprendían todas las novedades que os he mencionado en el apartado anterior, ya que era la primera vez que utilizaba la consola. Xbox Series S es rápida, muy rápida. De hecho estoy trabajando en una comparativa con hasta 7 juegos mostrando los tiempos de carga en una y otra consola. Aun así, mi sensación es que en Xbox Series S los juegos cargan más rápido. Además, desconozco si la antena WiFi es diferente, pero Xbox Series S descarga a mayor velocidad, estando las consolas uno al lado de la otra. Aunque si utilizáis cable Ethernet esto os dará igual.
Volviendo a la parte gráfica. Después de presenciar la extrema velocidad de Xbox Series S en aspectos como el Quick Resume (literalmente 5 segundos abrir y ponerme a jugar a Star Wars Jedi: Fallen Order) y las ventajas del Velocity Architecture, hay que destacar lo comentado anteriormente y es que la versión retrocompatible de Xbox One resta mucha calidad a la imagen final de Xbox Series S.
En su momento utilicé Xbox One X con un monitor HD y la propia consola rebajaba la calidad de la imagen para mostrarlo a 1080p, aquí al tratarse de una versión que parte por debajo de 1080p lo muestra a una resolución nativa mucho menor. Juegos como el mencionado Fallen Order, Kingdom Hearts III, NieR: Automata, Alan Wake, Mass Effect o Gears of War 2 (entre los muchos juegos que he probado) se muestran con unas características que personalmente considero que la consola podría mejorar. En otras palabras: Xbox Series S debería dar para más.
Así que decidí mover la consola al lado de su hermana mayor, conectarla a la tele 4K y ver si la máquina hacía algún tipo de re-escalado propio para mostrar los juegos a 4K, como Xbox One S en su momento hacía. Efectivamente la consola emite una señal de 4K (aunque los juegos no lleguen a esa resolución) y los juegos se ven algo mejor, sumado al HDR. Pero el punto de partida siguen siendo las pobres resoluciones de los juegos originales.
Partiendo de esa base, mi recomendación con Xbox Series S es que no la utilicéis en monitores HD y que busquéis alternativas tanto en 1440p como en 4K. Si podéis, aprovechad que en los monitores es más común permitir frecuencias de 120Hz, algo que os permitirá jugar a 120 fps.
Dejando de lado estas pruebas en los juegos retrocompatibles, tocaba probar los juegos optimizados para Xbox Series X|S. Al igual que con Xbox Series X, estos fueron Yakuza Like a Dragon, Gears 5, Forza Horizon 4, The Touryst, Gears Tactics y Sea of Thieves,
Con Gears 5 la diferencia es notable y no solo en la resolución. Se pierden detalles, texturas, efectos, iluminación… De hecho, no parece que estemos ante una versión mucho mejor que la que ofrece Xbox One X. Aun así, el juego luce de escándalo, para qué negarlo y más a unos 60 fps de lo más estables en todo momento.
En la galería del párrafo de abajo podéis ver ciertos aspectos Next Gen como los reflejos mejorados (combinando SSR y RT) y los retoques en la iluminación, pero también el menor detalle en las armaduras. Al igual que en Xbox Series X, también podemos disfrutar del modo multijugador a 120 fps. Cabe destacar que estas capturas de Gears 5 en Xbox Series S han sido tomadas con un output a 4K, por si hay dudas. Si estáis en un móvil, al hacer click en la imagen os debería llevar a la galería:
Por otro lado, tenemos Forza Horizon 4, que ofrece un rendimiento a 60 fps estables sin caída alguna, pero volvemos a notar una resolución algo más pobre. Eso sí, en reflejos e iluminación me atrevería a decir que el resultado es mejor que el conseguido en Gears 5, con un mayor detalle y espectacularidad. Una vez más, es la resolución y las texturas las que se quedan algo apartadas.
En las siguientes capturas podéis ver Forza Horizon 4 en Xbox Series S, aunque cabe destacar que estas capturas han sido tomadas con ambos outputs, tanto a 1080p, como a 4K, desde el modo foto e intentando resaltar los reflejos en los coches y los detalles de la iluminación. Si estáis en un móvil, al hacer click en la imagen os debería llevar a la galería:
En otros juegos también he podido apreciar esta misma tendencia. Por la norma general, aunque el título esté Optimizado para Xbox Series X|S, lo que veremos en Xbox Series S es una resolución que oscila entre los 1080p y los 1440p, con un rendimiento que puede ofrecer desde 30 fps a 120 fps.
Por ejemplo en otros títulos third como Yakuza Like a Dragon, el juego seguía la tendencia comentada, ofreciendo una versión con una resolución por debajo de la versión de Xbox Series X y con texturas menos detalladas. En cuanto a iluminación, eso sí, el juego seguía igual.
Ruido y calor de Xbox Series S, ¿son un problema?
Al igual que con Xbox Series X, Xbox Series S es muy silenciosa, de hecho cuando la tenía conectada al monitor estaba a unos pocos palmos de mi y ni siquiera la escuchaba, resaltando así el trabajo de Xbox en este aspecto. Por otro lado sí que es cierto que Xbox Series S se calienta algo más que su hermana mayor. El panel negro de su superficie emana bastante calor en comparación con el de Xbox Series X, aunque está por debajo de lo experimentado con otras consolas, así que tampoco os preocupéis.
Al igual que con Xbox Series X, contaremos con una interfaz que evoluciona la de Xbox One y que añade funcionalidades dedicadas a la toma de capturas. Los nuevos mandos de Xbox traen un botón dedicado a realizar capturas. Creedme, me ha costado no hacer el engorroso procedimiento de botón guía + Y y aprovechar de forma instantánea un botón que con tal solo pulsarlo nos hace una captura. Ah, y si queréis capturar lo último que ha pasado mantened una pulsación larga.
Sobre el nuevo mando, toca decir lo mismo que con el de Xbox Series X y recalcar que más allá del nuevo botón notaremos un agarre mejorado tanto en la parte frontal como en los gatillos y botones RB/LB. Contamos con vibración en los gatillos que en shooters y juegos de conducción da un feedback de lo sucedido y vuelven una vez más las pilas como baterías para que su duración sea más elevada que con una batería convencional (os recomiendo que utilicéis pilas recargables).
El espacio de la consola nos ofrece casi 400 GB que sí, se quedan cortos. De hecho, para esta review de Xbox Series S creo que lo máximo que tuve descargado a la vez fueron 6 juegos y sobraban unos 6 GB. El almacenamiento de Xbox Series S se queda corto y es ahí cuando una tarjeta de expansión se vuelve más que necesaria. El problema es que literalmente cuestan 50 euros menos que lo que nos costó Xbox Series S, un precio demasiado elevado.
Si no os queréis gastar los más de 200€ podéis utilizar vuestros HDD y SSD externos para almacenar los juegos que en ese momento no queréis jugar, ya que si los jugáis desde esos dispositivos (solo se podría hacer con los de One) no contaríais con las mejoras que ofrece la Velocity Architecture o el Quick Resume, por ejemplo.
Conclusiones – Análisis de Xbox Series S
Xbox Series S es una consola con un público muy específico en mente: jugadores casuales a los que la calidad de imagen les da igual, que quieren una consola Next Gen para jugar a Xbox Game Pass y que no están dispuestos a gastarse 500€. De hecho, uno de los factores que siempre he tenido en cuenta mientras jugaba es que, efectivamente, Xbox Series S cuesta tan solo 300€.
Es una locura pensar que una máquina por ese precio pueda hacer lo que hace esta consola y sí, las mayores pegas que le encuentro están relacionadas con la calidad de imagen y al hecho de perder algunos extras Next Gen más allá de la resolución (como son las texturas, iluminación…), algo que parece que no debería importar al target de público de esta consola. El rendimiento, las mejoras en los tiempos de carga y el tener toda tu biblioteca de Xbox (junto a Xbox Game Pass) la convierten en el punto de entrada a Xbox para muchos jugadores.
El tiempo -y los desarrolladores- dirán si esta opción económica de Xbox ha sido correcta. De momento, lo que ofrece, es una experiencia a medio caballo entre Xbox One S y Xbox Series X, olvidándose del 4K y centrándose en la velocidad, sinceramente, por ese precio poco más se puede pedir.