XCOM 2 fue uno de los mejores juegos publicados el año pasado, y uno de los mejores juegos de estrategia de los últimos años. Tardó unos meses más en llegarnos a Xbox One tras su estreno en PC, pero finalmente lo hizo con una buena versión adaptada. Y ahora, un año más tarde, nos llega War of the Chosen, una grandísima expansión que incluye múltiples novedades, convirtiéndolo en un título todavía más completo y profundo. Con solo decir esto, y si ya habéis probado el juego en su versión original, os podéis ir haciendo una idea de lo que supone este añadido, pero te lo contamos con más detalle en nuestro análisis de XCOM 2: War of the Chosen para Xbox One.
Profundizando más en una fórmula compleja
Ante la ausencia de mods para XCOM 2 en Xbox One, la llegada de War of the Chosen se antojaba todavía más apetecible. Y finalmente el resultado está lejos de ser decepcionante. La expansión coge el juego base y lo convierte en algo más complejo y profundo en dos vertientes: historia y jugabilidad.
Y es mejor empezar comentando lo primero, ya que es lo que da pie a la aparición de los nuevos elementos jugables. El objetivo principal, y la base del juego, siguen siendo los mismos. Es decir, deberemos liderar la resistencia por medio del Proyecto Avatar; por lo que los pilares del juego no van a sufrir en este sentido ninguna transformación. Si recordáis la propuesta original, los humanos que intentan resistir la invasión alienígena disponen de tiempo y recursos muy limitados, cosa que afecta tanto a la trama del juego como al desarrollo de las misiones. Pues con las nuevas capas que se añaden a la historia, que también incluyen nuevas cinemáticas, esos cambios repercuten de igual manera en el desarrollo de la partida, dando lugar a nuevas situaciones y formas de afrontarlas, con tareas secundarias o la presencia de los Elegidos.
Se añaden así unas cuantas capas de complejidad a nivel narrativo mediante la inclusión de tres nuevas facciones aliadas, los Elegidos y algunos enemigos más. Por el bando «bueno», hablamos de los guerrilleros, los segadores y los templarios, tres nuevos bandos con los que podremos colaborar en nuestra lucha. Con la aparición de las nuevas facciones entra en juego la relación que mantenemos con ellas y la posibilidad de realizar nuevas tareas secundarias, que nos ayudarán a mejorar nuestro ejército. Claro que, el uso de los soldados de las nuevas facciones y sus habilidades, también nos brindará numerosas nuevas posibilidades tácticas.
Los guerrilleros, muy poderosos en las distancias cortas, son antiguos miembros de Advent que han recuperado su libertad. Los segadores ofrecen extraordinarias posibilidades de sigilo, y son humanos especializados en la caza de alienígenas. Y los templarios ofrecen nuevas opciones psiónicas, pues son humanos con una mente mejorada.
Pero no os equivoquéis, la idea de War of the Chosen, a pesar las nuevas posibilidades que ofrece al jugador, no es ponernos las cosas más fáciles. Aquí se viene a sufrir, como siempre en la saga, y para contrarrestar los añadidos nos encontramos con nuevas fuerzas enemigas que nos soprenderán de un montón de formas diferentes. Los más llamativos son los Perdidos, una especie de seres zombis que introducen mecánicas al ser enemigos muy abundantes aunque débiles, capaces de ponernos en más de un aprieto si no planificamos bien nuestros pasos o somos cuidadosos. También hay otras unidades como los Purificadores, portadores de lanzallamas, o los Sacerdotes, enemigos bastante poderosos.
Y luego también están los Elegidos, que son tres: la Asesina, el Brujo y el Cazador. Son unos personajes enemigos que tendrán mayor o menor peso durante la aventura, según nuestro estilo de juego, y que aparecerán cada cierto tiempo para ponernos las cosas más difíciles. Lo más interesante de los Elegidos es que reaccionarán al desarrollo de nuestra partida y podrán ir adaptándose a determinadas situaciones para ponernos las cosas más difíciles aun, a menos que los persigamos de forma a través de misiones secundarias y logremos acabar con ellos.
Cada uno cuenta con características muy diferentes entre sí, basados en poderes psíquicos, sigilo o combate a larga distancia. Es mejor que vayáis descubriendo cada uno por vosotros mismos, pero ya os adelanto que hasta que aprendáis a esperar sus ataques sorpresa, os encontraréis con más de una situación de vulnerabilidad crítica. A veces su aparición puede resultar incluso injusta, pero la realidad es que con War of the Chosen, Firaxis ha querido que la tensión no decaiga nunca y deberemos permanecer atentos y preparados en todo momento. Para eso al fin y al cabo contamos con las nuevas opciones estratégicas.
A todo esto tenemos que añadir otras posibilidades en el apartado de «gestión», fuera del combate. Como el modo de ascender a los soldados, la opción de crear vínculos entre ellos, de enfrentarnos a tareas secundarias según la estrategia que queramos seguir en nuestra aventura, o la integración que decidamos tener con los nuevos aliados.
Más personalidad y personalización que nunca
La personalidad que tiene XCOM es muy destacable, pero con War of the Chosen se ha logrado llevar un poco más allá. La probabilidad de perder a los soldados para siempre es, como decía en el análisis de XCOM 2, una putada, pero también lo que hace que lleguemos a crear cierto vínculo con ellos. Nosotros les ordenamos y ellos cumplen, pero sus vidas son nuestra responsabilidad. El uso que se hace en la saga de esto es muy inteligente, pero se encuentra poco explotado. Algo que se ha intentado aprovechar mejor con la expansión.
Hay más opciones de personalización, y cosas como fotografiar a nuestros soldados para convertirlos en héroes de las fuerzas rebeldes, no cuentan con funciones reales en el gameplay, pero dotan a la partida de un trasfondo necesario. Porque como juego de gestión y estrategia XCOM 2 ya era sobresaliente, pero ahora ha mejorado más en la identificación del jugador con su propia partida.
El vínculo también ayuda a crear esa sensación. Es un elemento que nos permite realizar una acción extra cuando dos unidades vinculadas entran en juego a cierta distancia. Esto supone un añadido táctico a tener en cuenta, pero además ayuda a crear una especie de vínculo también entre el jugador y esos dos soldados. Estas nuevas características que se han incorporado ayudan a crear una narrativa emergente que, con War of the Chosen, es más rica y equilibrada.
Conclusión
Todo esto crea un título todavía más complejo y repleto de opciones y variantes que encantará a quienes ya disfruitasteis del juego original, porque War of the Chosen es una ocasión perfecta para volver a XCOM 2, contiene las suficientes sorpresas para que llegue a parecer un juego prácticamente nuevo. Y lo mejor, por muy bien que conocieseis el original ya, lo vais a volver a pasar mal, bastante.
XCOM 2 ya era una obra redonda que planteaba un reto totalmente apasionante a los jugadores exigentes, pero War of the Chosen consigue mejorarlo todavía más, y lo más importante, sorprender en varios frentes a quienes ya lo habían jugado. Un imprescindible si sois aficionados a la estrategia, y por supuesto si lo sois a la saga.