RGG Studio ya tenía planeado cómo encararía la saga Yakuza cuando Yakuza 3 salió al mercado y es que en Japón el lanzamiento de ambas entregas tan solo lo separó un año, aunque la diferencia entre ambos juegos es abismal. Con Yakuza 3, tal y como os dije en su análisis, lo que sus creadores querían era indagar en el otro lado de Kiryu, aquel que al que no le retiene nada en Kamurocho y cuya máxima preocupación son los niños de su orfanato.
Si Yakuza 3 quiere que nos olvidemos del clan Tojo, la Alianza Omi y las incansables peleas de Kamurocho, lo que quiere Yakuza 4 es que nos olvidemos de Kiryu al presentar hasta 3 nuevos personajes jugables. Yakuza 3 era un juego con muchos puntos negativos, pero que servía para entender lo que estaba por llegar, principalmente en Yakuza 4. Así que si me queréis acompañar, este es el análisis de Yakuza 4 Remastered de SomosXbox en Xbox One.
4 héroes, 4 historias
Cuando comencé Yakuza 4 ya sabía que tenía 4 personajes jugables, pero lo que no esperaba era que Kiryu no fuese el primero. Nada más comenzar el juego no paramos de ver caras desconocidas, así como la del que -os aviso- será uno de vuestros personajes favoritos de la saga. Shun Akiyama es la primera novedad de Yakuza 4. Este hombre trajeado regenta un despacho en un lugar muy conocido por los fans de Yakuza en el que presta dinero sin pedir demasiados datos.
La naturaleza de Akiyama es peculiar, sin duda, estamos ante un fanfarrón pero que sin duda sabe de lo que habla. Este personaje (del que no quiero desvelaros más) os acompañará en vuestras 5 primeras horas de juego durante 4 capítulos antes de pasar al siguiente. Ahí entrará en juego Taiga Saejima, una historia que servirá para cerrar ciertas incógnitas que nos dejó Yakuza 0 (siempre y cuando los estéis jugando en orden cronológico, sino el efecto es al revés).
La historia de Saejima pese a ser algo más personal y -al inicio- lineal sirve para reencontrarnos con caras conocidas, además de ver escenas tremendamente icónicas de la saga, que sirven para entender muchos sucesos del pasado. Pese a las pocas palabras que utiliza el bueno de Taiga derrocha carisma por todos lados.
La tercera trama nos lleva con Masayoshi Tanimura en lo que cada día tengo más claro fue el germen de Judgment. Sin aparente relación tanto con Saejima como con Akiyama, Tanimura es un detective de la policía de Kamurocho que se ve arrastrado en una conspiración que involucra a miembros de su profesión y con cargos importantes. La trama de Tanimura no es la peor, pero sí es cierto que su personaje es el más soso, de hecho es el único personaje del juego que no se vuelve a controlar en entregas futuras.
Tanimura no es un mal personaje y su trama es la que acaba casando las demás, pero sí es cierto que al chico le falta algo más de virtud, no lo voy a negar. Por último, la trama de Kazuma Kiryu sirve para acabar de unir las piezas del puzzle antes de un capítulo final donde se nos permite controlar a cualquier personaje y afrontar el final del juego.
Y 4 formas diferentes de jugar
En Yakuza 4 volvemos a encontrar una narrativa fuerte y entretenida, con momentos épicos y donde no sentiremos que estamos haciendo de niñeros o simplemente viviendo unas vacaciones virtuales a la orilla del mar. Sin duda Yakuza 4 remonta lo visto en Yakuza 3 con una trama a la altura de lo que nos tenía la saga acostumbrados.
Pero claro, Yakuza es una saga con un fuerte componente narrativo, pero también jugable. Tener 4 personajes implica tener 4 registros de pelea diferentes, un a primera vez en la saga (recordemos que Yakuza 0 y los remakes se lanzaron después que esta entrega). Akiyama peleará mucho con las piernas y contará con una enorme velocidad, Saejima será un tanque lento pero que hará infinidad de daño con cada golpe, Tanimura mezclará puñetazos rápidos con movimientos de artes marciales y Kiryu… bueno, será Kiryu.
Con cada personaje comenzaremos de 0 cuando lleguemos a su capítulo, por lo que la progresión es más acelerada. Por desgracia, tanto la IU como la forma de mejorar a nuestro personaje siguen intactos respecto a Yakuza 3, así que tendréis que seguir utilizando el extraño sistema de mejora. El hecho de que sea más rápido subir de nivel y mejorar las habilidades implica que de un capítulo al otro aumentaremos un montón nuestras características, así que notaremos más de golpe la progresión.
Por otro lado, cada personaje contará con sus misiones secundarias, así que la faena completista se multiplica por 4. Como todo Yakuza, esta entrega está cargada de secundarias tronchantes y minijuegos entretenidos.
Otro remaster que podría dar más de sí
Yakuza 4 Remastered nos llega a 1080p y 60 fps, una resolución algo por debajo de lo que estamos acostumbrados últimamente. En cuanto al rendimiento no nos podemos quejar, pero sí es cierto que el detalle en las texturas y la claridad del juego en sí podrían ser mucho mejor. En cualquier caso, los entornos y los personajes se ven algo mejor que con Yakuza 3, ya que pese a utilizar el mismo motor el equipo actualizó ciertos assets.
Por desgracia Yakuza 4 Remastered nos llega sin localizar, con los textos en inglés y voces en japonés que han sido una tendencia en la saga hasta Yakuza: Like a Dragon. La banda sonora sigue estando a un enorme nivel, eso sí.
Análisis de Yakuza 4 Remastered en Xbox One
Yakuza 4 remonta las sensaciones que nos dejó Yakuza 3 y se parece más a lo que esperamos de un juego de esta saga, aunque con la sangre fresca necesaria como para aguantar otros años más. Yakuza 4 presentó en su día a 3 personajes nuevos de los cuales 2 de ellos han sido relevantes en futuros juegos y que han servido para darle algo de descanso a un Kiryu que quería dejar atrás todo lo relacionado con la Yakuza y que vio como su regreso en Yakuza 3 volvió a traerle más desgracias.
Tras el bajón que os pueda haber dado Yakuza 3, Yakuza 4 Remastered ofrece una experiencia más satisfactoria y entretenida y sienta las bases de la que será una de las mejores entregas de toda la saga. Aunque el remaster podría haber sido mucho mejor, Yakuza 4 Remasterd nos ofrece por primera vez la oportunidad de jugar a este título en una consola Xbox, que no es moco de pavo.