Yooka-Laylee nació como idea en 2015 cuando varios ex empleados de Rare presentaron en Kickstarter su nuevo proyecto. Los objetivos económicos se cumplieron en pocos minutos, consiguiendo todos los objetivos extra a las pocas horas. Su propuesta de un sucesor espiritual a Banjo-Kazooie fue suficiente para enamorar a los fans nostálgicos de Rare y los amantes de los juegos de plataformas de antaño. Casi dos años después llega a nuestras manos Yooka-Laylee. ¿Conseguirá cumplir con las expectativas? ¿Mantendrá esa esencia única de Rare? Seguid leyendo nuestro análisis de Yooka-Laylee.
Éranse un camaleón y un lagarto
Como buen juego de plataformas, Yooka-Laylee nos da el contexto justo para que disfrutemos de su mundo. Básicamente este tipo de juegos se basa en formar una relación con los personajes protagonistas, contar con aliados que nos proporcionan mejoras y un malo con sus secuaces. La fórmula es la misma que antes y eso lo vais a notar nada más comenzar el juego.
Hay inmensidad de referencias a los juegos de antes y los actuales. Guiños a compañías y consolas.
Yooka es un camaleón que siempre va acompañado de su amiga Laylee, un murciélago. Ambos se encuentran tomando el sol tan tranquilos cuando de repente un suceso les pone en marcha. Tras completar una pequeña fase que sirve de tutorial nos adentramos en la Colmena del Saber, hogar del malvado Capital B. Allí están recolectando todos los libros del mundo entre el que se incluye el de Yooka y Laylee, un libro con unas páginas doradas que al ser absorbido ha soltado por todo el mundo. El cometido del lagarto y su amigo será el de recoger todas las páginas perdidas del libro y acabar con Capital B.
El contexto de la literatura sirve para que cada mundo que visitemos sea un libro. Libro al que accedemos consiguiendo un determinado número de páginas y que podemos expandir para tener una versión completa del mismo. Así pues Yooka y Laylee tienen que visitar los mundos disponibles para reunir el mayor número de páginas (llamadas Pagies en el juego).
Como viene siendo costumbre en este tipo de juegos la trama no deja de ser la excusa para que lleguemos a nuevos mundos y nos encontremos con desafíos jugables, que al fin y al cabo es lo que buscamos en un juego de plataformas. El trato a la trama en Yooka-Laylee no es malo, por supuesto, pero obviamente si este juego os engancha no será porque queráis saber «qué pasa después».
Sobre los personajes no os podemos contar mucho, pero el dúo principal seguro dejará su huella en muchos jugadores. Siendo Yooka el más sensato, astuto y calmado, mientras que Laylee es el personaje loco, impulsivo y valiente. Las conversaciones que tienen entre ellos y los demás personajes seguro que os sacan una sonrisa más de una vez.
El elenco de personajes secundarios y antagonistas también es muy variopinto. Como antagonistas tenemos a Capital B (una abeja acaudalada) y el Dr Cuack (un pato cuyos inventos utiliza Capital B). Entre los secundarios están Vendi (una máquina que nos venderá tónicos para potenciar una habilidad a escoger), Nimbo (una nube cuya mujer le abandonó por un tifón), Rextro (un T-Rex aficionado a las máquinas de juegos arcade) o Trowzer (un soldado que nos venderá nuevos movimientos a cambio de plumas).
Golpes en estéreo
Al principio contamos con escasos movimientos, tenemos que superar un tutorial para que Trowzer nos venda el primer movimiento a cambio de unas pocas plumas. A partir de entonces ya podremos atacar así como saltar y movernos libremente. A medida que vayamos avanzando desbloquearemos golpes aturdidores, saltos dobles o más altos, capacidades submarinas… Un gran elenco de movimientos repartido paulatinamente que hará que tengamos que buscar plumas por los mundos para cambiarlos a Trowzer, que nos venderá en cada mundo dos movimientos especiales que nos servirán para avanzar.
Los mundos están repartidos en libros dentro de la Colmena del Saber, cuya zona servirá como centro -o HUB. A partir de esa zona accedemos a los demás mundos situados en lugares específicos del HUB que tendremos que alcanzar gracias a las habilidades compradas y a unas pruebas que superaremos en otras zonas de la Colmena.
Los mundos que encontraremos serán variados. Desde una isla tropical a un mundo helado, un pantano… Cada uno con enemigos acorde al escenario en el que estamos y con un boss que nos lo pondrá muy difícil. Aún así, como para avanzar sólo necesitamos reunir cierto número de páginas puede que no nos enfrentemos a todos los jefes.
En los diferentes mundos deberemos resolver infinidad de puzzles gracias a los poderes que adquirimos allí. A parte de plumas y pagies encontraremos 5 fantasmas (cada uno de ellos se atrapa de una forma distinta) y varios coleccionables. Las monedas retro sirven para jugar a la recreativa de Rextro, las moléculas las utilizamos para que la Dra Puzz nos transforme en un personaje especial con poderes únicos que sirven para resolver un puzzle oculto de cada nivel. A medida que avancemos iremos desbloqueando unos potenciadores (como si de un RPG se tratase) que escogeremos visitando a Vendi, escoged sabiamente ya que sólo podremos utilizar uno a la vez. En resumidas cuentas en Yooka-Laylee encontrarás todo lo que un jugador completista quiere. Coleccionables asequibles que sirven para dar duración al juego y que reconforta conseguir.
Contaremos con plantas y objetos con los que si tenemos comprada la habilidad correspondiente podremos adquirir su poder: disparar fuego/hielo/agua o iluminarnos, volvernos más pesados para que el aire no nos afecte, contar con mayor adherencia para subir rampas…
En ciertos lugares el juego cambiará su estilo de «mundo abierto» con cámara a la espalda. Por ejemplo en el segundo mundo hay un palacio de hielo que se juega únicamente con una perspectiva isométrica. En los juegos de Rextro -claros guiños a clásicos de Nintendo 64- participaremos en varias pruebas arcade desde una cámara cenital al más puro estilo recreativo de antaño. Lo mejor de todo esto es que esas pruebas no están limitadas al juego individual sino que las podemos jugar en multijugador local de hasta 4 personas seleccionando la opción desde el menú inicial del juego.
Luces y colores
Yooka-Laylee es de esos juegos en los que te importa bien poco sus gráficos, aunque sí buscas que su rendimiento sea estable. El juego de Playtonic consigue lo de estable algo a medias, en ciertos momentos el juego se ralentiza, durante un minijuego de carreras por ejemplo; o mientras hay efectos de fuego en pantalla. Si bien es cierto que la mayoría del tiempo he notado que va bien no llega a ser una experiencia del todo fluida. Supongo, que como viene siendo tendencia con los juegos desarrolladores en Unity, es cosa del motor. Aún así es de los mejores resultados que hemos visto en ése motor, todo sea dicho.
Los colores y efectos de luz son lo que más resalta en Yooka-Laylee. Gráficamente consigue un buen resultado, un juego vistoso y que luce como se esperaba, dándonos momentos de pura belleza (sobre todo en el primer mundo) donde la mezcla de colores y el dibujado del mapa hacen que sea una gozada recorrerlo.
En lo sonoro poco puedo decir. La banda sonora compuesta por Grant Kirkhope tiene todo aquello que caracterizó a sus otros trabajos. Destacando sobre todo el tema que suena cuando nos acercamos a las zonas de Rextro.
Sobre voces no podemos hablar. En el juego cada personaje tendrá un ruido característico pero no hablarán, solamente leeremos los subtítulos bien localizados aunque con algunas excepciones en palabras malsonantes.
2 nuevos amigos
Yooka-Laylee ha traído de vuelta el espíritu del juego de plataformas, algo que echábamos de menos. Con dos nuevos héroes que no tienen nada que envidiar a los clásicos. Un juego con la esencia de los clásicos de Rare y un digno sucesor espiritual de Banjo-Kazooie.
Puede tener algún que otro bug, quizás su planteamiento tan abierto confunda al principio y a veces su rendimiento pegue bajones, pero una vez te atrapa es uno de esos juegos que no puedes soltar. Una experiencia fantástica que seguro satisfará a todos aquellos que echaban de menos este género que tantas alegrías nos dio con verdaderos juegazos a finales de los 90 y principios de siglo XXI. Yooka-Laylee nos demuestra lo mucho que puede volver a dar de si el género de las plataformas y quizás sea un toque de atención a otras compañías que abandonaron el modelo y sus personajes.
Yooka-Laylee nos trae una experiencia tan larga como nosotros decidamos, podemos ser completistas o explorar el mundo por encima. Si queremos hacernos con todo veremos como el juego se presta a ello y nos da situaciones variadas que no pecan de demasiado repetitivas y así vamos inflando el contador de horas jugadas. Si vais muy a saco podéis terminarlo en poco más de 8-10 horas.
Un gran elenco de personajes, un humor sorprendentemente adulto muchas veces, incontables referencias a juegos y consolas, un gameplay divertido y un resultado de lo más sólido. Yooka-Laylee demuestra que los juegos de plataformas todavía tienen hueco en este mundo.