Ya quedan solo unos días para que se ponga a la venta el nuevo mando Elite Series 2, el próximo 4 de noviembre. La nueva revisión del scuf creado por la propia Microsoft pensado para jugar tanto en Xbox One como en PC. La edición original del mando Elite ya la conocéis, y si no lo tenéis, al menos muchos de vosotros habréis tenido la ocasión de probar el mando. Pero el Elite Series 2 supone una versión que mejora todavía más las prestaciones del mando Elite original, con más opciones de personalización, mayor confort y algunos añadidos extra que lo convierten en una opción todavía más atractiva, como una batería integrada.
El salto entre ambas versiones no es demasiado grande, y su concepto es similar, pero estamos ante un producto de todavía mayor calidad, más premium. Nosotros ya hemos tenido la suerte de probarlo a fondo, y aquí os contaremos qué nos ha parecido el nuevo Elite Series 2, y cuál es nuestra opinión sobre si es un periférico que merezca la pena comprar, o incluso si merece la pena sustituir un viejo mando Elite por esta nueva versión.
Qué es lo que incluye la caja
Comenzamos por el contenido incluido en la caja del mando Elite Series 2. En este aspecto ha habido algunos pequeños cambios respecto al Elite original. Como el producto premium que es, el Elite Series 2 viene estupendamente presentado, e incluye un montón de elementos de personalización, además de un estuche de calidad para guardarlo todo, un soporte de carga y su correspondiente cable (en este caso la conexión es USB-C).
En cuanto al contenido de personalización incluido, nos encontramos con las palancas traseras, dos de cada tamaño, similares a las del Elite original. También se ha añadido la posibilidad de emplear una cruceta clásica o un d-pad facetado, perfecto para juegos de lucha, o cualquier otro uso que le podamos encontrar. Mientras que en esta ocasión, en cuanto a los sticks, se han sustituido los dos medianos por dos sticks con un diseño clásico, más ancho y redondeado, por si los preferimos en lugar de los sticks estándares de los mandos de Xbox One. Sí se conserva uno de los sticks largos, que muchos jugadores, entre los que me incluyo, nos gusta usar para los shooters, y además esta vez se ha incluido un stick redondo con forma de cúpula; una opción más para que sea el jugador quien decida qué usar en cada caso y cada juego.
En cuanto a la batería, de 40 horas de uso, me ha gustado mucho el método de carga incluido. Por supuesto, podemos optar por cargar el mando conectándolo directamente a la consola. Pero también contamos con la opción de cargarlo en un pequeño dock que se incluye en el estuche. El dock funciona con un sistema imantado (mismo método empleado para intercambiar todos los elementos personalizables del mando), en el que podemos acoplar el mando de forma muy cómodo una vez terminamos de jugar, para contar siempre con la batería a tope. Pero además también podemos dejar el dock dentro del propio estuche y cargar aquí el mando, ya que incluye un pequeño agujero por el que podemos pasar el cable de forma muy práctica.
Más ergonómico y personalizable
Lo que primero vemos al mirar al nuevo mando Elite Series 2 es su renovado aspecto exterior. Aunque en cuanto a tamaño y peso, el diseño del mando es similar al original, esta vez los grips ocupan un mayor espacio, ya que abarcan todo el agarre del mando, incluida la zona delantera. Queda por ver, esto el tiempo lo dirá, si se ha mejorado la sujeción de las gomas, ya que uno de los principales problemas del Elite original era la facilidad con la que estas se despegaban. Aunque al menos las sensaciones a primera vista son mejores, y ofrecen un aspecto más compacto que invita a pensar que este problema puede estar solucionado. Y esta vez también encontramos un poco de relieve rugoso arriba de los gatillos, lo que ofrece un tacto algo mejorado al presionarlos y mantener los dedos en ellos.
Algunas pulsaciones han cambiado. Lo más perceptible es el botón de Xbox, que ahora es más rígido y su pulsación es más firme. Algo que no creo que afecte, en cualquier caso, a la experiencia de juego, pero entiendo que es un aspecto que Microsoft pretender incluir en los próximos mandos, y no algo específico del Elite Series 2. Por otra parte, la pulsación de las palancas también es algo más rígida ahora. Esto hace que al pulsarlas tengamos una mayor sensación de estar pulsando un botón. O dicho de otro modo, la sensación de haber accionado la palanca se ha mejorado ligeramente.
Mientras que otro cambio importante es el haber añadido una posición más a los gatillos. Si antes podíamos recortarlos hasta la mitad de su recorrido, para mejorar la velocidad de reacción en los juegos, ahora podemos recortarlos todavía más. De esta manera los gatillo no llegan a sentirse como botones, pero su recorrido queda reducido aproximadamente a un 20%, por lo que la reacción será todavía mayor en los juegos que nos pidan este tipo de uso de ellos.
Un añadido muy interesante es la posibilidad de tensar los sticks (LS y RS). Me ha sorprendido en este aspecto lo sencillo que es realizar esta acción, ya que me imaginaba algo más engorroso, pero en realidad no tenemos más que emplear una pequeña pieza que hace las veces de llave para cambiar entre tres posiciones diferentes: la normal, una que tensa más, y otra que tensa al máximo. Una funcionalidad pensada para aquellos jugadores que se sientan más cómodos jugando con unos sticks algo más duros de lo normal. Como ya he dicho, todo esto va en cuestión de gustos y de encontrar ese punto en el que más cómodo te encuentras. Y en eso, el Elite Series 2, es sin duda el mejor mando que hay en el mercado.
Más opciones en su interior
Podemos pasar ahora a los elementos personalizables dentro del propio mando, ya que hasta ahora hemos hablado de los aspectos más físicos. Pero hay todavía más, ya que si accedemos a la aplicación, ya sea en nuestra consola o en Windows 10, podemos elegir entre una serie de opciones que nos permiten modificar todavía más cosas, como el tipo de respuesta que deseamos en los sticks, si queremos optar por la respuesta clásica, con algo de retardo o por el contrario una más sensible; o controlar la vibración de los gatillos y el recorrido que queremos marcarles hasta que se activen.
Estos aspectos ya estaban presentes en el Elite original, por lo que no os resultarán una novedad si ya habéis tenido el mando. Donde sí encontramos una novedad es en la posibilidad de asignar un botón “mayus”, que funcione de un modo similar al shift de un teclado. Es decir, un botón (es muy cómodo por ejemplo asignarlo en una de las palancas), que al pulsarlo, cambie el mapeado de los botones del mando, permitiéndonos así contar con todavía más acciones asignadas.
Dadas todas estas posibilidades, no es de extrañar que ahora se nos permitan guardar hasta 250 perfiles distintos dentro de la aplicación. Mientras que en el propio mando podemos guardar tres de estos perfiles, y cambiar entre ellos pulsando un botón, de un modo similar al del Elite original, aunque este solo nos permitía guardar dos perfiles dentro del mismo mando.
Conclusión
Llegados hasta aquí, creo que pueden surgir dos preguntar diferentes. La primera es si merece la pena tener en casa un mando scuf, y de si entre esos mandos, el Xbox Elite Series 2 es la mejor opción. Como ya he explicado muchas veces a amigos y compañeros, tener un mando scuf no implica jugar “mejor”, en contra de lo que se suele pensar, sino que se trata más bien de jugar más cómodo. Es un producto pensado para jugadores que pasan mucho tiempo jugando a los mismos juegos, normalmente competitivos pero cualquiera es igual de válido para marcar esa diferencia, y que quieren intentar sacarse el mayor rendimiento posible. Para jugadores a los que les puede merecer más la pena invertir ese dinero en un mando mejor que en comprarse nuevos juegos u otros periféricos que quizás no necesita. Y dentro de ese tipo de mandos, el Elite Series 2 es sin duda la mejor opción que he podido probar. Un mando altamente personalizable, con un excelente acabado premium, que cuenta con lo mejor del diseño de los mandos normales de Xbox y que además incorpora una serie de mejoras respecto a su anterior versión.
Y a raíz de esto, precisamente, viene la otra pregunta, ¿merece la pena el Elite Series 2 si ya tienes el Elite original? La respuesta es aún más personal que la anterior, ya que depende de muchos factores. Depende del estado y las horas de uso que lleve encima ya tu mando Elite anterior. Depende, también, de si vas a ser un jugador que saque partido a las mejoras incorporadas, ya que es posible que aspectos como el de tensar los sticks no te afecte en absoluto. Las mejoras en general resultan bastante sutiles, pero sirven para ofrecernos un producto todavía de más calidad. El Elite Series 2 es un producto todavía más redondo, si cabe, que su anterior versión. No sería capaz de decir hasta qué punto es un mando que cuesta esos 179€. Pero como cualquier producto premium, debes ahora valorar tú si te conviene o no su compra.