¡Colegialas con Katanas! Solo podía ocurrir en Asia. Por fin tenemos disponible uno de los pocos juegos de Xbox One exclusivos del territorio japonés que se ha decidido a llegar a occidente. Se trata de Mitsurugi Kamui Hikae, un hack and slash desarrollado por la compañía independiente ZENITH BLUE. ¿Quieres saber qué es lo que tiene que ofrecer esta alocada aventura? Acompáñanos en el análisis de Mitsurugi Kamui Hikae.
Adolescentes japonesas repartiendo leña
Nada más empezar el título, conoceremos la historia de Misa, una adolescente japonesa armada con una espada templaria, capaz de extraer el mal de los demonios a los que corta. La misión de Misa es salvar a su amiga, poseída por una espada demoníaca y convertida en una villana. No será tarea fácil, pues por el camino tendrá que enfrentarse a multitud de enemigos en forma de demonios y robots de todas clases y tipos. Pero eso no será excusa para quitarse el uniforme de la escuela, claro está.
Aunque en principio la historia promete, por desgracia no volveremos a saber de ella hasta prácticamente el final de la aventura, cuando nos toque enfrentarnos a nuestra querida amiga. El resto del tiempo el juego se convierte en una aventura en oleadas de un clásico hack and slash en un entorno cerrado circular, cuya ambientación va cambiando a medida que avanzamos y vamos superando las oleadas (una calle, un bosque, etcétera), aunque mantiene la misma estructura circular y el mismo tamaño (que parece excesivamente pequeño en algunas ocasiones).
Lo que si van variando son los diferentes enemigos a los que nos enfrentamos. En primer lugar tendremos a los esbirros clásicos, que son algo así como demonios vestidos de traje con unos cascos de moto, pero a medida que avancemos estos irán variando en color y fuerza, hasta el punto de llegar a encontrar robots gigantes y otros enemigos capaces de suponer un verdadero reto.
Lo mejor, su jugabilidad
Donde el juego destaca y muestra su potencial es en su jugabilidad. Como nos encontramos en un entorno cerrado, los combos y movimientos son esenciales para hacer un juego divertido, y en este caso ZENITH BLUE, si bien no nos ofrece una cantidad de combos abrumadora, oferta la suficiente variedad para convertir Mitsurugi Kamui Hikae en una aventura más que interesante.
Tendremos los habituales ataques rápidos del género cuando pulsemos «X», que causan poco daño pero nos proporcionan un mayor poder para la estada (que nos permitirá recuperar salud, desbloquear habilidades, etcétera), mientras que si utilizamos «Y» realizaremos ataques más potentes. Además de eso tenemos la posibilidad de esquivar a los enemigos, realizar ataques especiales y un buen puñado de combos que nos permitirán divertirnos masacrando enemigos durante las 5 horas aproximadas que puede durar esta aventura (dependiendo de lo patosos que seáis en el género).
Lo peor, todo lo demás
Mitsurugi Kamui Hikae es un juego independiente de bajo presupuesto creado por un estudio pequeño, y eso se nota. Si bien han conseguido crear una aventura divertida en lo jugable, no han sido capaces de alcanzar muchos de los niveles mínimos de calidad que se esperarían de un título lanzado en Xbox One.
El modelado de los personajes y escenarios es bastante pobre. Cabe destacar los diseños de las dos protagonistas, que se ven bastante bien trabajados y cuyo resultado es bastante aceptable, pero los enemigos y los escenarios parecen simplemente estar inacabados, y el resultado roza lo meramente aceptable.
La banda sonora también es casi inexistente, con solo un par de temas disponibles que se repiten durante toda la partida. Y el doblaje obviamente está en la versión original en japonés, cosa que tampoco sería un gran problema de no ser porque el título tampoco viene subtitulado al castellano (aunque, por suerte, si en inglés). Poco más podía esperarse de un juego que pesa poco más de 200 MB, aunque es una lástima que los límites de presupuesto hayan empañado el buen trabajo que ha hecho el estudio de desarrollo.
En definitiva
Mitsurugi Kamui Hikae es el debut de ZENITH BLUE en Xbox One, con un juego de poco presupuesto que apenas ocupa espacio en nuestras consolas, pero que nos proporcionará un par de horas de diversión sin agobios ni distracciones al más puro estilo japonés. Por desgracia el apartado técnico no está tan cuidado como el divertido gameplay, pero es un buen comienzo para el estudio, al que habrá que seguirle la pista en sus futuros títulos.