Los chicos de Milestone están trabajando a destajo para hacer llegar múltiples títulos basados en diferentes disciplinas del mundo del motor. Recién lanzado Sebastien Loeb Rally EVO, no ha pasado mucho hasta que nos han hecho llegar un nuevo título, esta vez, basado en la competición de dos ruedas que abandona el limpio y regular asfalto por las superficies offroad del mundial oficial de motocross, FIM Motocross World Championship. Los amantes del motor tienen en Milestone un valor constante de propuestas alternativas a los juegos de conducción habituales, como fueron en su momento con WRC, lo siguen siendo con la licencia MotoGP y también con una propuesta tan interesante como RIDE, una especie de Forza Motorsport con motos en vez de coches.
Pero toca abordar el FIM Motocross World Championship, para lo que tras el lanzamiento de una primera entrega que vio la luz en Xbox 360, la segunda entrega da el salto a Xbox One para dar cuenta de una experiencia muy radical y atractiva, donde los saltos, el barro y la competición se tornan, en parte, salvaje y frenética. Haciendo gala de la licencia oficial de este campeonato, los usuarios tendrán en MXGP 2 un exponente a otro tipo de juego de conducción. ¿Os atrevéis con el reto?
FIM Motocross, un mundial con categoría
Milestone es experta en hacer llegar juego vinculados a licencias oficiales, tal como hizo con el mundial de rallies o hace con MotoGP, hace valer bien los límites que estos juegos exponen en sus contenidos. Gracias a MXGP 2 tendremos acceso al FIM Motocross World Championship, en el que sus héroes anónimos se enfrentan en un mundial que recorre el mundo en 18 circuitos diferentes. Claro que, en esta ocasión, no estamos ante un juego donde nos exponemos a 18 trazados, sino también, a diferentes superficies, lo que obligará al piloto a adaptarse de un modo algo diferente.
Atractiva propuesta que es inusual dentro del género
En cierto modo, las licencias oficiales limitan mucho los contenidos que podemos encontrar en un juego, sobre todo, porque tanto los circuitos, como los pilotos, como los fabricantes que participan en los mundiales, son los que son. De este modo, se diferencian diferentes modos de juego, tanto individuales como multijugador, donde podremos dar cuenta de todos los contenidos. Incluso, hay que describir el modo MXoN, donde intentar incentivar al jugador a participar en una especie de “aventura” en la que Milestone ha puesto las normas, aunque en realidad, se basa en la iniciativa de la bebida Monster, que expone una especie de competición por nacionalidades. En MXGP 2, este modo de juego nos permite competir con los pilotos del país seleccionado, uno por uno.
Pero claro, si nos damos cuenta de lo que Milestone acostumbra en sus juegos, debemos hacer hincapié en el modo carrera, que suele ser el centro de la experiencia de esta clase de iniciativas. En estos modos, Milestone presentaba una experiencia básica, donde simplemente nos presentábamos como un candidato más, aspirando a ser contratados por una escudería que nos diese acceso a la competición y estableciese nuestros objetivos, pero ha habido algunos cambios, cambios que combinan mejoras presentadas en varios juegos de la desarrolladora, como MotoGP y RIDE.
Construyendo un equipo
El modo carrera de MXGP 2 nos expone un pequeño cambio de rutina, donde en vez de configurar un piloto con sus asesores, configuramos un equipo. De este modo, entramos en el FIM Motocross World Championship como Wildcard en un primer año donde solo participaremos en dos pruebas. A partir de nuestro resultado, obtendremos el interés de otros equipos, lo que nos da a elegir entre mantenernos en nuestro equipo en busca de patrocinadores, o emigrar a otra estructura y formar parte de ella, asumiendo que en ambos casos, habrá objetivos que cumplir.
De este modo, un segundo año implica participar en todas las pruebas con un nivel de exigencia marcado por conveniencia, bien por mantener los patrocinadores o bien para conseguir que no nos echen del equipo. De ahí, la necesidad de ir mejorando nuestras aptitudes en un título que nos expone a una serie de circunstancias variables que hacen de cada circuito un reto a superar. Obviamente, entramos en un mundial que consta de 18 pruebas diferentes, en las que podemos configurar la duración de la misma, accediendo a una útil sesión de entrenamientos, que nos permite ajustar los reglajes y hacernos al trazado, así como a una sesión de clasificación y dos carreras. En estas carreras conseguiremos puntos, buscando superar siempre los objetivos marcados, obteniendo un resultado en el mundial, siempre, con el objetivo de progresar.
Milestone mejora su modo carrera, pero puede exigirse algo realmente nuevo
Y este progreso es algo difuso, ya que en cierto modo, nos encontramos con que existen dos categorías, con sus respectivos equipos, que mostrarán mayor o menor interés. La libertad de poder participar, como equipo, en cualquier categoría, parece hacer prescindir a la división inferior, aunque suponga un reto más directo con una dificultad algo mayor, no obstante, es algo que se puede regular, pero que al estar totalmente abierta, puede determinar que la experiencia sea menos duradera, al menos, en lo que hace referencia a la consecución del campeonato de la categoría principal.
Claro que en esta ocasión, a estas opciones que derivan de MotoGP, en la que podemos construir un equipo, se unen otras que proceden de RIDE, en las que la personalización de motocicleta y piloto, hacen que el juego sea más interesante, siempre y cuando nos pongamos ciertos retos de completar determinados hitos.
Un producto realmente oficial
En cierto modo, uno de los aspectos que hacen de MXGP 2 un juego interesante es el catálogo de motocicletas y accesorios que dispone. En cuanto a las motos, tenemos a los fabricantes oficiales, marcas propias del campeonato con escasos modelos por fabricante. Pero las motos pueden ser personalizadas con accesorios, en un catálogo realmente basto de opciones, pues la cantidad de fabricantes y artículos que estos disponen, es elevado y las combinaciones resultantes son cuantiosas.
Además, aunque pueda parecer irrelevante, algunos de estos objetos confieren mejoras en la moto, ya que cuando cambiamos elementos como el tubo de escape, la suspensión o los neumáticos, estamos alterando el comportamiento natural de la moto. En cierto modo, a partir de los créditos que obtenemos por conseguir determinados resultados en cada prueba, lo más interesante es mejorar la moto atendiendo a los aspectos de personalización una vez nos sobre el dinero.
Y es que no solo es personalizar la moto, pues, del mismo modo, el piloto es otro elemento que, al ir en moto es visible en todo momento. Con ello, nuevamente, un catálogo de accesorios sobresaliente, por la cantidad de fabricantes y la cantidad de ropas, cascos y accesorios que cada uno ofrece. De este modo, el conjunto de posibilidades es infinito y para aquellos que les gusta tener un fondo de armario variado o un catálogo de motos extenso, desbloquear todo esto puede suponer muchas horas de juego. Horas de juego que serán muy intensas, gracias a lo que MXGP 2 propone como juego.
Acción pura en el barro
MXGP 2 es una propuesta muy atractiva, no solo porque es diferente a todos los juegos de conducción que hay en el catálogo. Dista mucho de sus equivalentes arcade a los que estamos acostumbrados, pues viniendo de Milestone, podemos esperar un juego con un rango de opciones que lo convertirán en una experiencia muy exigente. Es así como pasando por un ajuste de controles, podemos alternar entre físicas arcade y pro, siendo estas últimas un reto para los más hábiles.
Controlar las físicas pro ya supone un reto a la habilidad importante
Los circuitos disponibles se caracterizan por un trazado, pero también, por un tipo de superficie. Alternando tierra, barro o arena, el modo de trazar y de conducir son diferentes, exponiéndonos a verdaderos retos si consideramos una configuración de físicas más exigente. Y es que hay que tener en cuenta que en MXGP 2 el circuito no es algo constante, el paso de hasta 22 vehículos en las diferentes rondas alterarán la superficie, suponiendo un problema si creemos que cada curva la podemos dar igual al principio que transcurridas varias vueltas. Resulta evidente que, ante los saltos, las pendientes y las curvas pronunciadas, cuyo interior se ve alterado, según sea la dureza de la superficie, la adaptación del piloto será continua y los tiempos obtenidos pueden mejorar o empeorar.
Y es que, además, hay que considerar que el grado de dificultad en las físicas afecta al comportamiento de la moto, un comportamiento que requerirá de un control absoluto del jugador de cómo gobierna cada situación. A mayor dificultad de las físicas, menos son las ayudas, obligando al jugador a tomar cada botón y stick del mando para dominar tanto los frenos, trasero y delantero, como la posición del piloto, así como el uso del embrague, de vital importancia para conseguir obtener ciertas trazadas y salir disparado en la recta.
De este modo encontramos un auténtico reto, pues manejar todas estas opciones confiere un control total sobre lo que sucede en la pista, pero no siempre saldremos bien parados. Picar el embrague permite que la moto pueda deslizar cuando estamos acelerando, suponiendo en estas superficies, un derrape constante que puede ayudar, pero también es un riesgo que puede hacernos caer, más si atravesamos alguna irregularidad que desequilibra la moto. Es así como ser rápido resulta tan vibrante como frustrante, más cuando debemos controlar con precisión el piloto sobre la moto, aunque lo que resulta frustrante, es el comportamiento de la IA, la cual, es ajena a nuestra presencia e inamovible ante los impactos, siendo, como norma, nosotros quienes caemos ante un enfrentamiento con contacto.
De hecho, este aspecto resulta un problema importante, que se puede agravar con una sensibilidad exagerada de la dirección, sobre todo, por las circunstancias de la carrera. Y es que en ocasiones, nos encontraremos con resaltos, baches y terrenos que nos hacen desviarnos, reaccionando de forma abrupta a un control que podría ser más suave o preciso, pues al mínimo que nos salimos de la pista, lejos de caernos, se nos reubica sin aviso en algún punto de la pista. Hay que observar que esto supone un problema, que bien se puede solventar usando el rebobinado, pero teniendo un número limitado de ellos, entre una cosa y otra acabaremos por reiniciar la carrera o asumir nuestro puesto.
Saltos, derrapes y caídas
MXGP 2 nos expone a una experiencia muy diferente, en la que hemos visto que lejos de pilotar sobre una superficie suave y consistente, nos exponemos a un modo de competición que se define por su espectacularidad. Muchos pilotos en pista, saltos y horquillas, derrapes continuos y una superficie traicionera. Una manera interesante de afrontar cada circuito como un desafío, para nosotros mismos y con respecto al crono, pues, como es habitual, el más rápido se hará con la victoria.
Es así como nos debemos enfrentar a 22 pilotos por carrera, donde la IA se comporta de un modo poco apropiado, por no decir, totalmente ajeno a nuestra presencia. Pero lo más relevante es que a la hora de configurar la dificultad de la IA, encontramos un salto demasiado grande entre dos dificultades en las que los usuarios suelen involucrarse, la media y la difícil, habiendo otra por encima de esta. Ahí es donde MXGP 2 expone algo que no encaja, pues si la media resulta fácil, el siguiente nivel de dificultad se convierte en una especie de tortura. El principal problema, no es tanto el exigirnos un control total y una preparación minuciosa de la moto, es competir codo con codo con los otros pilotos.
Por un lado, hay que constatar que el rendimiento de los pilotos mejora en torno a 2 segundos entre ambos niveles, lo que es una barbaridad si lo extrapolamos a lo que supone en una carrera. Resulta evidente que cuando sacamos un segundo por vuelta, la carrera se desvirtua y el único reto es no caerse en la carrera, tomándolo con calma, es posible. Pero cuando subimos la dificultad, los pilotos de la IA se vuelven imparables. Como todas las rondas presentan a todos los pilotos en pista, tanto en los entrenamientos como en la clasificación, verse entorpecido por estos es inevitable, considerando, que su presencia omite la nuestra y cuando entramos en contacto en curva, lo más habitual, es que nos caigamos.
El comportamiento de la IA está poco trabajado
Esto supone un problema cuando intentamos mantener su ritmo y si ya parece difícil mantenerse encima de la moto a la velocidad que ellos imponen, de acercarnos para superarlos, o cuando ellos van a superarnos, es exponerse a caídas que deberían implicar a ambos. Y es que, si cambiamos los roles en la misma acción, los que se van al suelo, somos nosotros. De este modo, el juego comienza a resultar frustrante, pues en ocasiones, no podremos defendernos o tendremos que ir por una trazada evitando la confrontación directa, suponiendo una pérdida de tiempo que notamos en las estadísticas y al final de la carrera.
Descubriendo mundo
Claro que a la hora de disfrutar de MXGP 2 tenemos que tener en cuenta muchos factores, siendo el primero, uno de los más relevantes, el rendimiento. Y es que los circuitos de la FIM Motocross World Championship recorren diferentes ubicaciones de todo el mundo, en entornos bastante reducidos, donde dadas las características del terreno, podremos divisar gran parte del terreno desde algunos puntos. Es precisamente este aspecto el que hace que el juego resulte tan espectacular como exigente para los hardwares.
Y es que tener que gestionar un escenario, abierto, con una deformación de terreno, con una serie de animaciones de la moto y piloto, exige lo suficiente para que el rendimiento se vea algo comprometido. Este compromiso llega de forma irregular, pero la realidad es que, casi, en todo momento, da la sensación de que el juego va a remolque de un rendimiento ajustado. De hecho, se han reducido muchos elementos de lo que podemos encontrar en versiones para otras plataformas, a nivel de texturas y resolución, principalmente, pero no se consigue que el rendimiento se mantenga del todo estable, al menos, no da la sensación de que lo sea. Precisamente, parte de la gracia del juego es poder ver lo que sucede en otra parte del trazado cuando estamos en una ubicación desde la que se ve, pero se ha reducido de forma notable la distancia de dibujado para obtener menos impacto en esas circunstancias, ya que lo que queda lejos del circuito, tampoco parece necesario ver con detalle.
Una licencia oficial establece límites evidentes
No se puede negar que se ha conseguido optimizar el rendimiento, más si tomamos como referencia RIDE, cuyo rendimiento se desplomaba. En esta ocasión, esa reducción no supone tampoco una distorsión de un acabado que puede resultar realmente atractivo, aunque no goce de un acabado que le confiera un grado de realismo que pueda ser más impactante. El resultado es notable, ya que debemos considerar un buen número de aspectos en movimiento en cada momento, desde 22 motos con todo lujo de detalle, sus pilotos y un escenario con público en el que la pista se deforma con el paso de las motos. El rendimiento parece haberse ajustado mejor que en otros títulos, pero se puede notar que va a remolque de lo que debería ser una experiencia algo más fluida. Dado el nivel de exigencia que tiene en algunos momentos, puede resultar confuso.
Motocross al límite
MXGP 2 es un título muy interesante, que nos expone a una disciplina deportiva poco usual en el catálogo. Resulta una propuesta muy atractiva, pues en torno a esta experiencia hay muchos factores para disfrutar de forma innegable, en un juego atractivo visualmente, con importantes hitos técnicos y en cuanto a jugabilidad. Un abanico amplio de opciones, pese a lo limitado que parece una licencia oficial, con una atractiva propuesta basada en las físicas, avalado por un concepto que siempre ha resultado atractivo, pese a que estuviese vinculado a propuestas arcade insulsas.
Propuesta apta para todos, desde los amantes arcade hasta los que buscan un reto
Pero no podemos negar que los diferentes frentes habilitados por dificultades configurables establecen una necesidad de ser optimizados. No tanto por la compleja conducción, si establecemos físicas realistas, como por un comportamiento de la IA que nos deja expuestos al fracaso en todo momento, con una graduación de dificultad que pasa de excesivamente fácil, a extremadamente frustrante. El mero hecho de disfrutar de cada circuito, con un catálogo de motos personalizables bastante extenso, puede ser suficiente para aquellos que estén aburridos de tantos coches rodando por el limpio asfalto. Enfundarse las botas y terminar de barro “hasta las cejas”, puede ser una propuesta muy interesante, más, cuando se nos expone de forma acertada a una conducción tan diferente.
MXGP 2 es un título interesante, que puede marcar nuevos objetivos a Milestone, que siempre promulgan buenas iniciativas, aunque se limiten a juegos de conducción. Desde aquellos juegos de Superbikes, Milestone ha ido mejorando sus propuestas con pequeños pasos, hasta convertirse en una desarrolladora capaz de garantizar grandes experiencias en torno a competiciones de motor, siendo MXGP 2 su última gran propuesta. Una propuesta atractiva, donde superar todas las adversidades puede ser un reto que puede resultar más atractivo que frustrante.