Bienvenidos a nuestro análisis de Overwatch y bienvenidos a la primera propiedad intelectual completamente nueva por parte de Blizzard. Hacía 17 años, que se dice pronto, que la desarrolladora no sacaba un juego que no estuviese basado en algunas de sus licencias (Warcraft, Starcraft o Diablo) y, además, supone el primer paso de la compañía en el género shooter en primera persona.
El mundo necesita héroes y nosotros veremos en el análisis de Overwatch qué tal se le ha dado a Blizzard este primer acercamiento a un género superpoblado, el de los multijugadores online en primera persona. A estas alturas mucho se ha dicho del juego, pero en nuestro análisis de overwatch pretendo mostrar no sólo mi más sincera opinión sobre el juego sino la experiencia tras invertir muchas horas en la beta y en el producto final ya que, creo, la distancia al lanzamiento puede ser tanto el mejor amigo como el peor enemigo del juego.
Recall – Historia
Overwatch no tiene historia en sí. Se trata de un juego multijugador online que carece de narrativa dentro del propio videojuego más allá de la introducción que protagoniza Winston. Sin embargo, durante el juego, en los comentarios de los personajes antes de iniciar cada partida, escuchamos pequeñas conversaciones entre personajes como Reaper y Soldado 76, Widowmaker y Tracer o Hanzo y Genji. Estas conversaciones nos dan a entender que ha pasado algo en el mundo de overwatch pero.. ¿Qué?
Bien, todo ocurre en la Tierra dentro de unos cuantos años donde, al parecer, Overwatch era una especie de fuerza especial reclutada para poner paz en la guerra entre Omnicos (robots) y humanos. Sin embargo, cuando la guerra finalizó y la situación con los robots se normalizó. Los diferentes gobiernos conspiraron contra Overwatch para hacerle creer a la población que se trataba de una organización criminal, por lo que el pueblo empezó a temer a estos héroes venidos a menos.
Con la organización cerrada, algunos miembros se cambiaron de bando, como Reaper o Windowmaker, dos de los personajes que tienen conversaciones con los héroes de Overwatch, lo que da a entender que existe un pasado común. Eso, sin embargo, es un contexto genial pero que luego en el juego no se pone en práctica ni en un modo historia (ya hemos dicho que no tiene) ni en las propias partidas, pudiendo tener equipos con 6 Reapers u otros con un Reaper, Widow, Tracer, Bastion, Soldado 76 y Pharah, casi todos enemigos entre ellos pero aliados en las partidas.
El no tener un modo campaña es algo que se está criticando mucho aunque, en mi opinión, hay que valorar un producto por lo que ofrece y no por lo que nos gustaría que ofreciera. Sin embargo, sí da cierta pena ver como Blizzard se ha currado un contexto interesante y unos cortos alucinantes que no van a desarrollar, al menos por el momento, en el juego, centrándose sólo en combates multijugador.
Viva – Hero Shooter
Tras esta pequeña introducción contextual, voy a centrarme en lo que ofrece el juego a nivel jugable aunque, eso sí, tampoco se puede profundizar demasiado más de lo que lo hizo mi compañero Alberto cuando os trajo las impresiones de Overwatch gracias a la beta del juego, una beta que, para ser sinceros, no era más que el juego final abierto durante un fin de semana para fastidiar el lanzamiento de Battleborn, cosa que consiguieron. ¿Por qué digo esto? No sólo los modos de juego son los mismos sino que, tanto los niveles como los personajes y todos los elementos del juego estaban abiertos y no han cambiado ni un ápice, exceptuando algún reajuste en algún personaje (como Bastion o Widow).
En Overwatch encontramos 21 héroes (no voy a hablar ni de ‘buenos’ ni de ‘malos’ porque no tiene sentido), disponibles para disputar partidas de seis contra seis en mapas que no son demasiado grandes pero que ofrecen un buen diseño. Lo primero que destaca de Overwatch es el equilibrio entre todos y cada uno de los personajes (excepto Mei, que no tiene un personaje específico que le haga ‘counter’).
En el juego encontramos a los diferentes personajes divididos por clases. Tenemos así los de ataque, como Tracer y Reaper, personajes con poca vida pero buena rapidez y ataque. Les siguen los tanques, personajes como D.VA que tienen gran salud pero son inútiles a distancias medias y largas. Defensivos como Bastion (una torreta móvil) o Widowmaker y de apoyo como Mercy o Lucio, personajes que potencian el ataque de los demás, además de su barra de vida, pero que tienen un poder ofensivo muy limitado.
Lo grande de Overwatch es que, elijamos al personaje que elijamos, si jugamos bien nuestras cartas, conocemos nuestra función y las habilidades del personaje, terminaremos la partida con un buen número de bajas (a los personajes de apoyo se les suman las bajas de los personajes a los que potencian en el momento de la baja) y de estadísticas en general, lo que nos servirá como motivación para seguir probando héroes y no estancarnos en un sólo personaje, algo que ocurre muchas veces en este tipo de juegos online, donde nos vemos ‘fuertes’ con una determinada clase y no salimos de ahí, desaprovechando el 90% del contenido que el juego pone a nuestra disposición.
Contar con un buen equipo será de gran ayuda para ganar las partidas aunque, también es verdad, no hará falta tener el equipo más compensado del mundo (algo a lo que ayuda el propio juego indicando las carencias de nuestro equipo, pero sin obligar a nada) para salir victoriosos. Lo que sí será importante es trabajar en equipo ya que, en las partidas donde debemos proteger la carga no será de gran ayuda que cada uno vaya a su bola y en las que tenemos que capturar zonas será una tontería que los jugadores vayan de forma individual al salir del ‘respawn’ a por la zona objetivo.
Gearbox no confió en los jugadores, obligando en Battleborn a no repetir personaje y Overwatch confía demasiado. Creo que, para el usuario que no juega comunicándose con el resto del equipo, el sistema de Overwatch puede ser mejor ya que puedes elegir al personaje que quieras sin necesidad de ser un médico por obligación cuando tu no sabes manejar a un médico. Es un ejemplo. Eso sí, si no queremos hablar con los otros jugadores, tenemos a nuestra disposición una serie de comandos con órdenes rápidas para intentar ponernos de acuerdo con el resto del equipo.
Si en la parte de los personajes no encuentro ninguna pega, con un buen surtido de personajes carismáticos, equilibrados, atractivos (por el diseño de TODOS los personajes) y con habilidades que compensan las carencias de la clase, como por ejemplo la opción de volar de D.VA, que compensa su nula efectividad a distancia, donde encuentro escaso el juego de Blizzard es en los modos de juego.
Básicamente tenemos… dos modos de juego: proteger una zona (con la variante de proteger zonas estáticas o capturar una zona que puede ser re-capturada por el enemigo) o proteger una carga en movimiento desde nuestra base a la base rival. Aunque el juego es súper adictivo y estos dos modos no se nos harán escasos, cuando lo pensamos fríamente nos damos cuenta que Blizzard ha sido tremendamente rácana a la hora de trabajar otros modos. El no incluir un Deathmatch es absurdo, por ejemplo. Encontramos así estos dos modos básicos multijugador, otro llamado Arcade donde las reglas cambian semanalmente y el clásico entrenamiento con bots.

Las microtransacciones sólo desbloquean contenido que no afecta al gameplay.
Vale, se va a actualizar y ampliar de forma gratuita en un futuro pero, desde luego, en el momento del lanzamiento es insuficiente. Eso sí, al menos funciona como debe ya que los servidores de Blizzard no me han dado lag ni una sola vez y la partida se encuentra rápidamente, al contrario que los de id Software con DOOM. La experiencia es inmejorable en Overwatch más allá de algunos momentos en los que los servidores avisan con un mensaje que no están disponibles. Si salimos de la partida y volvemos a entrar se solucionará.
Por último hay que mencionar el polémico sistema de microtransacciones. En Overwatch lo único que está bloqueado son aspectos, voces de personajes, nuevas frases y firmas que nuestros personajes dejan en los escenarios. Nada de esto interfiere en nuestra experiencia de juego y, además, aunque se pueden comprar con dinero real (son excesivamente caras) nos pueden tocar de forma aleatoria jugando y subiendo de nivel.
Dragones – Apartado audiovisual
Donde no hay ningún pero es en el apartado audiovisual. Aunque es poco frecuente, vamos a comenzar hablando del sonido. Y es que, Overwatch llega doblado a nuestro idioma con un plantel de voces alucinante donde, además de Bruce Willis (en VO) y la voz que dobla al actor, encontramos otra serie de actores de doblaje de juegos como Assassin’s Creed, Uncharted y grandes producciones de cine.
El nivel de las voces es soberbio y la banda sonora original no se queda atrás, con temas inspirados en cada uno de los mapas del juego y un tema principal que nos recordará enormemente al de Los Vengadores. Donde el juego también es prácticamente perfecto es en el apartado de los efectos de sonido. En Overwatch hay un montón de armas que suenan de manera característica y perfectamente reconocible, tanto el fusil del Sondado 76 como las escopetas de Reaper o las pistolas automáticas de Tracer.
El sonido es un apartado que Blizzard siempre ha mimado, así como el apartado visual, donde Overwatch destaca sobremanera. Con un rendimiento de 60 frames por segundo que da una jugabilidad exquisita, el juego pone ante nuestros ojos escenarios basados en localizaciones reales de la Tierra, la primera vez en la historia de la compañía, con un diseño futurista y, a su vez, perfectamente reconocible.

Hay bastantes referencias a otros juegos de Blizzard, incluso en las descripciones de algunos personajes.
Los personaje,s por su parte, cuentan con un montón de animaciones, como el movimiento de dedos y muñecas de D.VA, el tintineo de la mira del arma de Bastion o Junkrat, el efecto recall de Tracer, el arma y la torreta de Torbjorn, la conversión del fusil de Widow… todos tienen algo que los hace únicos, pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos pero que, en el fondo, ahí están.
Además, los efectos de luz, las explosiones, los plasmas, las texturas, el decorado de los escenarios, las referencias para los fans de Blizzard… pocos juegos se me antojan más redondos en el apartado audiovisual que este Overwatch.
Heroes – Conclusión
¿Es perfecto? Ni de lejos, la falta de modos y los pocos escenarios pesan demasiado en un conjunto que, por otra parte, es casi perfecto. Overwatch es divertido, adictivo, no nos cansaremos de jugar, pensaremos en hacerlo cuando estemos jugando a otra cosa,estudiando, comiendo… en definitiva, nos enganchará como pocos. ¿Lo malo? No sé cuánto tiempo durará ese efecto de ensoñación que tiene la comunidad con lo nuevo de Blizzard, algo que dependerá totalmente de la compañía norteamericana. Son expertos en los eSports, casi podría decirse que lo inventaron, y es una compañía famosa por el soporte a largo plazo que da a sus juegos, por lo que, seguramente, a final de año tendremos que hacer una revisión del análisis de Overwatch para ver qué ha cambiado.
De momento tenemos un juego que funciona realmente bien y que es adictivo como pocos. 60 euros, si, pero no os vais a arrepentir de la inversión ya que lo amortizaréis rápidamente. Y, por si tenéis alguna duda sobre qué personaje utilizar al principio, aquó os dejamos nuestra guía de personajes de Overwatch.