Tras haberse convertido en el juego más popular del último año en Steam, parece difícil que haya quienes todavía no sepan muy bien de qué va PlayerUnknown’s Battlegrounds, pero intentaremos explicárselo a quienes no presten mucha atención a la actualidad de los juegos en PC, que sabemos que muchos de vosotros solo, o casi únicamente, jugáis en consola; y precisamente por eso esta versión para Xbox One que ha llegado de forma exclusiva en consola a la plataforma de Microsoft tiene un valor añadido. No sabemos si de forma permanente o no, pero si quieres jugar a PUBG en una consola, ahora mismo, tienes que tirar de una Xbox One y eso es muy positivo para la consola, teniendo en cuenta que se trata de un juego que cuenta actualmente con el mayor número de jugadores simultáneos a diario en Steam.
Análisis de PlayerUnknown’s Battlegrounds en Xbox One
Supongo que a estas alturas la mayoría de vosotros sabéis bien en qué consiste PlayerUnknown’s Battlegrounds, pero lo explicamos brevemente para quienes no. El juego se basa en partidas multijugador independientes con hasta 100 jugadores que luchan en igualdad de condiciones en un extenso mapa. Al comienzo de cada partida, un avión, que transporta a todos los jugadores, sobrevuela el mapa, y nosotros decidimos en qué punto bajarnos con el paracaídas. En cuanto bajamos del avión no tenemos nada más que la ropa que llevamos puesta, por lo que debemos comenzar a buscar rápidamente por casas, edificios, fábricas y en cualquier lugar que podamos, armamento y equipo, como botiquines de salud o chalecos antibalas. A partir de ese momento comienza la supervivencia, y de un modo u otro, debemos intentar llegar al final de la partida como el único jugador en pie.
La extensión del mapa es aquí fundamental. Es posible que al comienzo de una partida nos topemos con otro jugador con el que debamos enfrentarnos rápidamente para obtener las primeras armas. Pero también puede ser que pasemos un rato hasta que encontremos a otros jugadores. Por eso, cada pocos minutos, la zona jugable del mapa se va reduciendo de forma aleatoria mediante una especie de niebla eléctrica que va cercando el mapa, haciendo cada vez más pequeña la zona segura, y obligando a los jugadores a encontrarse y enfrentarse entre sí. Para desplazarnos más rápido también disponemos de vehículos como coches, motos o lanchas.
Solo puede quedar un jugador en pie en cada partida, y la muerte es definitiva. Por lo que intentar evitar el enfrentamiento directo y quedarse a resguardo, si podemos, es una alternativa tan válida como ir a pecho descubierto acabando con todo enemigo que nos encontremos. Así, aunque es difícil encontrar una propuesta similar, para que os hagáis una idea de cómo se juega a PUBG, podemos quedar en que su jugabilidad se convierte en una especie de mezcla entre Ghost Recon Wildlands y The Division (sin sistema de coberturas), pero completamente multijugador. La posibilidad de jugar en solitario, duo o escuadra de cuatro jugadores supone una variante importante, y afecta también directamente al modo de afrontar cada partida.
No he cogido un arma en mi vida
Aunque más adelante hablaremos sobre cómo está adaptado PUBG a Xbox One, no solo en cuanto a su rendimiento (que quizás es lo que más ruido ha hecho estos últimos días) sino también en cuando a controles o conexión, entre otras cosas, creo que una pequeña descripción de mi primera partida es un ejemplo perfecto con el que comprender mejor qué es PUBG y qué es lo que nos ofrece la propuesta de Bluehole Studio.
Había visto algunas partidas en vídeo de gente jugando en PC, pero puesto que yo no lo uso para jugar, esta ha sido mi primera vez en PUBG. Después de pelearme con el paracaídas un rato (creía que esto de lanzarse al vacío era más sencillo) y caer en mitad de la nada, logré llegar a una casa en la que conseguí una escopeta y una AKM. En el siguiente problema me pasé unos cinco minutos, en los que mientras me recorría la casa buscando algo más de equipo del que valerme en la partida, intentaba recargar el arma presionando de forma insistente el botón X sin que el personaje realizase ninguna acción. ¿Será algún error? No, es que hay que dejar el botón presionando un instante en lugar de darle un solo toque como es más típico en los juegos. Con mi escopeta de dos tiros ya cargada, y tras haber pasado los primeros minutos de miedo encerrado en una casa sin nada útil con lo que defenderme, me atreví a salir al aire libre. Tampoco me quedaba otra, ya que en poco tiempo me quedaría fuera del círculo que va cerrando la niebla eléctrica.
Así que, mientras llevaba a cabo mi primer acto de valentía de los muchos que realizaré en PUBG a lo largo de las próximas semanas, me topé con un señor en calzoncillos que cruzaba de forma inconsciente ante mí. Al ver que esta persona en lugar de un arma en las manos lo que llevaba era un RedBull, pensé que quizás podría ser buena idea intentar matarlo para robarle la azucarada bebida. Cosa que hice tras encontrarlo arrinconado y muerto de miedo tras un barril y haber fallado el primer escopetazo a bocajarro.
Ya con mi primera víctima cobrada, me vine arriba, y encontré un coche en el que montarme para escapar rápidamente de la niebla que ya me había alcanzado y estaba bajando lentamente la vida. Nuevo problema aquí, porque con los nervios de estar recibiendo daño eléctrico, me monté en el asiento del copiloto y tardé un buen rato en averiguar la situación, y que tenía que cambiar de asiento para que aquello echase a andar. Cuando lo conseguí, me eché a la caza de otro vehículo que igual que yo intentaba escapar de la niebla, y a lo Mad Max, aproveché la ventaja de que mi coche era más grande para arrinconarlo contra una roca, bajarme y hacerle una bonita foto, de nuevo, con mi escopeta. Mi segunda víctima, fácil.
Hasta que ya a salvo de la niebla, comenzó a dispararme a unos veinte metros otro jugador. Mientras ambos intercambiábamos disparos -más por hacer ruido e intimidar que otra cosa, porque probablemente no nos acertamos ni una sola bala- vi como un todoterreno se abalanzaba sobre mi enemigo, literalmente, haciéndolo trizas. De la que me he librado, pensé, hasta que ese mismo vehículo se daba la vuelta sobre sí mismo para comenzar a perseguirme a mí. Cual buen torero, conseguí esquivar sus embestidas un par de veces mientras intentaba matar al conductor, algún cristal incluso rompí, pero lamentablemente mis piernas acabaron trituradas. Primera partida terminada en el puesto 28, dos rivales asesinados, ya sé conducir, recargar un arma, y esconderme en una bañera, lo que a todas luces es un balance positivo. Ahora, a por otra…
Esta experiencia, por supuesto, ha sido solo la primera de muchas que han venido después. He conseguido hasta ganar alguna partida. Pero, a decir verdad, hay veces que hasta me lo he pasado mejor en partidas más intensas, llenas de adversidades y enemigos a los que hacer frente, en las que he terminado en peor posición. He jugado con desconocidos y con amigos, y me han pasado todo tipo de anécdotas que merecería la pena contar. Pero lo mejor, en este caso, es que tengáis las vuestras, porque al fin y al cabo de esto va PUBG, de vivir hazañas que merezca luego la pena rememorar; de reírte sobre todo, pero también de frustrarte y picarte cuando lo tenías todo de cara y te han cazado por la espalda. Da igual si has ganado matando a 10 enemigos o solo le pegaste un sartenazo por la espalda al último que quedaba en pie, pero dime qué has hecho el resto del tiempo, y te diré qué tipo de jugador de PUBG eres.
El concepto es sencillo, sí, pero ahí está la gracia. Frente a otros juegos que nos ofrecen experiencias cerradas, a pesar de disponer de caminos diferentes, PlayerUnknown’s Battlegrounds te suelta en el aire, y ahí ya tú decides lo que quieres hacer. He conseguido quedar en segundo lugar en una partida en la que jugué con un desconocido que se dedicó durante la mayor parte del tiempo a conducir un coche por todo el mapa y tocar una melodía de claxon cada vez que nos acercábamos a un edificio, mientras otro de los de mi equipo lanzaba granadas por la ventanilla. Seguramente no es la mejor estrategia a seguir, pero oye, no seré yo quien os juzgue si así os lo pasáis mejor y lográis entrar en el top 10. Hemos venido a jugar, ya habrá tiempo para cenar pollo.
Progresando frame a frame
Hay otra cuestión que puede chocar frente a la mayoría de juegos. Lo habitual, para mantener a los jugadores activos, es que se implemente algún tipo de sistema de progreso con el que invitar a los jugadores a que no abandonen el juego y a querer seguir mejorando. Incluso, los juegos más centrados en el competitivo, como pueden ser Overwatch, Rainbow Six Siege o Rocket League, no cuentan con un sistema de progreso muy profundo, pero sí un sistema de rangos y niveles con los que guiarse un poco a la hora de comprobar nuestro paso por el juego.
PlayerUnknown’s Battlegrounds tiene algo, pero se queda lejos de esto. Teniendo en cuenta de que por su propio concepto, no puede ofrecer a los jugadores nada que les otorgue algún tipo de ventaja en la partida, para no destrozar la experiencia jugable, lo único que queda son los objetos cosméticos y algún tipo de sistema de estadísticas. Esto sí está implementado, aunque no de forma muy profunda. Tenemos la opción de ir adquiriendo ropa con la que personalizar a nuestro personaje o crearnos uno nuevo con los puntos del juego que ganamos tras cada partida, pero no es precisamente barato, y la verdad es que la ropa ni siquiera tiene tanto peso a nivel estético, teniendo en cuenta que por el mapa encontramos también tirada ropa de todo tipo con la que podemos cambiarnos.
También tenemos un sistema de estadísticas en el que podemos comprobar nuestra trayectoria jugando en solitario, duo o escuadra, comprobando nuestra media de enemigos vencidos o porcentaje de victorias, entre otras cosas. E incluso contamos con un ranking dividido por servidores (Europa, América y Asía). Pero ocurre que PUBG también incita a no tomarnos siempre la partida tan en serio. A de vez en cuando buscar probar a hacer algo divertido y loco, con muchas probabilidades de salir mal, que a quedarnos a cubierto en una habitación con tal de quedar un poco mejor de entre los 100 jugadores, y esto hace que el peso de estas estadísticas pierda algo de fuerza. Lo cierto es que una vez que entras en la dinámica de partida y partida, no se echa en falta mucho más, y es algo que nos choca más por lo acostumbrados que estamos a otros sistemas, pero algo un poco más desarrollado podría ser uno de los añadidos interesantes de cara al futuro del juego y su versión final.
Pasamos a la propia adaptación a Xbox One de PlayerUnknown’s Battlegrounds empezando por un complejo control, con numeroso comandos y variantes. Ha sido uno de los mayores retos para los desarrolladores mapear el control en el mando de Xbox One, pero se ha llevado a cabo de forma bastante satisfactoria. Si decimos que se trata de un control complejo es, más que nada, porque hay un alto número de acciones, entre administrar el equipo, movernos, disparar y conducir.
Estos son los complejos controles de PUBG en Xbox One
Quizás es lo primero lo que suponía mayor problema, ya que en PC cambiarte una pieza de equipo es tan sencillo como arrastrarla con el ratón. El manejo del menú de mochila en Xbox One se hace un tanto raro al principio, pero con cada partida vamos adaptándonos poco a poco hasta que llevamos a cabo las acciones de forma bastante intuitiva. Algo parecido ocurre a la hora de disparar. En PUBG podemos jugar tanto en tercera persona como en primera, por lo que contamos con un botón para ir cambiando la perspectiva según creamos más conveniente. Aunque quizás lo más extraño se nos hace a la hora de apuntar. Ya que el juego diferencia entre apuntar (manteniendo LT) y usar la mirilla (un solo toque a LT para entrar y salir). También contamos con la posibilidad, vital en el combate, de ladear presionando los LS o RS. Algo similar a lo que hacemos en otros juego como Rainbow Six Siege, o automáticamente en Battlefield 1, y que es fundamental a la hora de apuntar desde las esquinas.
Más que acostumbrarse al control en sí, cuesta más hacerse a tantas variantes, y no es difícil que en vuestras primeras partidas, con la tensión del combate, no sepáis muy bien si jugar en tercera persona, en primera, usar mirilla… y acabéis haciendo un popurrí que no os beneficie demasiado. Cuestión de acostumbrarse, al fin y al cabo, al igual que al apuntar de forma estática, ya que disparar en movimiento, como hacemos en la mayoría de shooters, equivale a no controlar la trayectoria de las balas. En definitiva es una buena adaptación a consola, aunque al principio os chocará un poco su manejo, por esas pequeñas diferencias frente a otros juegos.
El mayor problema por ahora lo encontramos en cuanto a rendimiento, framerate y temas de conexión. PlayerUnknown’s Battlegrounds es todavía un juego en estado anticipado. Y como tal, es uno de los títulos que en mejor estado hemos podido probar dentro del Game Preview, pero es obvio que su forma no es todavía la final y que aun presenta problemas. Empezando por un rendimiento que, más que irregular, es bajo, rondando los 25 fps. Y siguiendo por algunos problemas como el lag, al comienzo de las partidas sobre todo, o crasheos puntuales, en especial en Xbox One y Xbox One S (en términos generales el rendimiento en Xbox One X es superior), que nos sacan de la partida unos segundos aunque nos dejen reconectar.
Un pequeño truco para mejorar el framerate de PUBG en Xbox One
Problemas normales teniendo en cuenta que es un juego Game Preview, y que en Xbox One se encuentra en la versión 0.5. Aun así PUBG es ya un título perfectamente jugable y sobre todo disfrutable. Depende de vosotros, si no soportáis este tipo de fallos, esperar un poco más a su versión final, o si tenéis tantas ganas de jugarlo como nosotros, asumirlos como una parte más del juego actual, que irá siendo corregida poco a poco mediante actualizaciones. Al igual que poco a poco irán llegando otros contenidos que también se han ido incorporando a la versión de PC.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que PUBG no luce mal a nivel gráfico (contando con que se encuentra lejos de ser un título puntero), y que está primera versión preliminar es mejor de la que disfrutaron los usuarios de PC al principio, donde el juego ahora sí se encuentra más pulido, ya que está a punto de ser lanzado. Y que contamos con algunos elementos que, aunque son bastante recientes en PC, se han incorporado en Xbox One, como la animación que nos ofrece la posibilidad de saltar a través de las ventanas o muros. Algo tan básico que, sin embargo, afecta notablemente al gameplay.
PlayerUnknown’s Battlegrounds es un juego Game Preview, con todas las imperfecciones que eso conlleva. Pero es desde ya un juego totalmente disfrutable y de lo más divertido que podéis probar en Xbox One. Una buena muestra de ello es que, con apenas unos días a la venta, ya ha vendido más de 500.000 copias entre los jugadores de Xbox One, y que a pesar de que sus partidas son de 100 jugadores, apenas tardamos unos segundos en encontrar una a la que entrar. Poco a poco se irán puliendo errores e incorporando mejoras. Por eso este análisis, por el momento, no está puntuado, y lo actualizaremos cuando el juego llegue en su estado final.
Conclusión
Podrás llegarle a echar más horas o menos, pero por el precio que tiene su Game Preview, nadie que tenga una Xbox One y no lo haya jugado en PC puede dejar escapar la oportunidad de probar PlayerUnknown’s Battlegrounds. No hay nada igual. Parecido sí, por ejemplo Fortnite Batlte Royale, pero el encanto de PUBG debería estar sí o sí en tu disco duro; aunque solo sea por echar un rato online con tus amigos, aunque solo sea por saber de qué va ese juego que se ha convertido en el fenómeno más importante del año. Ahora sí podemos responder con algo de certeza a la pregunta de qué es PlayerUnknown’s Battlegrounds. Ante todo, es una fuente de experiencias, y para eso jugamos, ¿no?