Siempre me fascinaron las películas basadas en hechos reales, máxime cuando se trata de películas de terror. Quizá por eso me atrajo desde el principio The Town of Light, el primer videojuego que he jugado donde, al empezar, aparece un aviso que nos informa de que la historia que vamos a jugar está inspirada en sucesos que ocurrieron realmente. LKA.it., el estudio responsable del juego, nos avisa así de que nos encontramos ante una experiencia muy diferente a la que estamos acostumbrados. ¿Qué significa exactamente eso? Acompáñanos en el análisis de The Town of Light para Xbox One y averígualo con nosotros.
De vuelta al manicomio de Volterra
Los sucesos a los que hace referencia el juego ocurren en Volterra (Italia) en 1942. Aunque la historia de Renné, nuestra protagonista, no parece ser cierta, para la reconstrucción del manicomio y todo lo que en él ocurre se ha recurrido a documentación real y a los casos de pacientes reales que allí estuvieron. Un proceso de investigación exhaustiva que ha dado como resultado una fiel representación de la institución, ahora abandonada, y una de las historias más profundas que se pueden jugar en un título de corte independiente.
Renné se verá encerrada en el sanatorio de Volterra con solo 16 años debido a sus trastornos mentales. Ciega y muda, volverá años después para descubrir qué sucedió bajo los techos de aquella infame institución. Mientras avanzamos, los pensamientos de Renné serán la única ayuda que tendremos, y nos servirán para indicarnos lo que debemos hacer y cómo avanzar por los diferentes pasillos y habitaciones del manicomio.
Esta experiencia no es para todos. Y no me refiero a que no sea para niños, sino que, cuando te pones a recoger coleccionables como fotografías, documentos o incluso cuando avanzas por la trama y descubres como las personas ingresadas en este tipo de centros eran tratadas (porque, recordad, esto es una historia real) se te revuelven las tripas. Y esto ocurrirá varias veces durante las cuatro o cinco horas de duración del juego. Pueden parecer pocas, pero son exactamente las que tienen que ser y nos hacen vivir una serie de emociones muy intensas.
Un gameplay atípico
La jugabilidad se aleja también de lo convencional. Aquí no encontramos enemigos ni QTE, ni tendremos ningún elemento en pantalla como mapas o indicadores que nos digan a donde dirigirnos. Si habéis jugado a títulos como Dear Esther o Layers of Fear (aunque a este último quizás no se asemeje tanto) sabréis exactamente de qué hablo. The Town of Light es un juego que apuesta el todo por el todo a la historia, reduciendo su jugabilidad a una única mecánica: moverse por el mapa y, de vez en cuanto, interactuar con algún objeto para cogerlo o abrir una puerta. Nada más. Y realmente creo que no es necesario mucho más para el planteamiento del juego.
El punto más interesante o que aporta dificultad es que debemos de estar atentos a lo que Renné nos cuenta en algunas ocasiones, ya que lo que narre será clave para definir nuestro siguiente movimiento por el sanatorio. Sin entrar mucho en detalle para no revelar nada acerca de la trama, si Renné nos dice por ejemplo que tiene frío, deberemos de buscar un lugar cálido.
Dejando de un lado su acabado artístico, en el apartado técnico nos encontramos con unos gráficos bastante cumplidores La iluminación merece sin duda mención especial, y hace que las imágenes del juego lucen de maravilla, aunque bien es cierto que cuando estamos en movimiento el juego luce algo peor. Esto es culpa principalmente de su bajo framerate y un rendimiento algo pobre que al final acaba desmejorando todo el conjunto final. La banda sonora es bastante buena también, y sabe entrelazarse con los momentos más intensos para conseguir aumentar la carga sentimental de cada escena.