Tras haber convencido a muchos de los amantes del motociclismo con la última entrega de MotoGP, Milestone ha querido dar un nuevo paso en su evolución para ofrecernos una nueva entrega de la otra saga dedicada a las motocicletas y el asfalto. RIDE 4 aparece en escenar en un gran año para la velocidad y lo hace con importantes novedades. Un título que se muestra ambicioso sobre el papel y que hemos tenido el honor de probar en una build de acceso anticipado que nos permite ofreceros este avance de RIDE 4.
Para los que no conozcan la saga, RIDE 4 repite esa fórmula de los Run&Collect, ofreciendo un catálogo muy extenso de motos, circuitos y opciones de pesonalización. Una versión sobre dos ruedas de los clásicos Forza Motorsport o Gran Turismo, que llega para satisfacer la demanda de los que les gustan los desafíos fuertes. Y es que RIDE 4, por las características de los vehículos, marca una gran diferencia con el resto de juegos de conducción.
A nivel técnico el juego entra por los ojos desde el principio
El fundamento está en combinar un buen catálogo de opciones, y aunque en un avance no se llega a comprobar toda la amplitud que ofrecerá el juego final, si ofrece una buena idea de lo que ofrecerá. Dividiendo las motocicletas en tipos y basándonos en el típico recurso de las clases y el índice de rendimiento, gestionaremos nuestro garaje para hacer frente a las pruebas que se nos expongan.
Entre estas, hemos podido participar en carreras rápidas, pruebas cronometradas y las novedosas carreras de resistencia. En cierto modo, este último modo busca abarcar una nueva y desafiante forma de afrontar algo tan simple como competir. Y es que en lugar de hablar de un número de vueltas, se expone un tiempo en el que hay que conseguir llegar más lejos que el resto. Dadas las circunstancias, aspectos como el desgaste, juegan un papel fundamental, incluyendo así la gestión del consumo de combustible entre los diferentes aspectos a tratar.
No será una tarea nada sencilla, porque las carreras de resistencia obligan al jugador a dosificarse, a no abusar y ser constante. En las pruebas en las que hemos tomado parte, la IA se veía demasiado agresiva para ser justos, pero es de suponer que la versión final, ajustando ese aprendizaje con ANNA, hará que los pilotos no sean tan alocados y lleguen al final poniendo las cosas muy complicadas. Y tras haber probado un poco de todo, porque se pueden configurar aspectos como el momento del día o la metereología variable para las carreras, nos hemos adentrado en la dinámica de su jugabilidad. Que realmente, parece su punto más fuerte.
La meteorología variable expone al piloto a cambios notables en la conducción
Siendo una experiencia que exige más control sobre el vehículo, era especialmente interesante ofrecer una mayor profundidad. Se ha trabajado mucho en mejorar la conducción, y es algo que gracias a la sucesión de títulos de las licencias citadas, ha logrado llevar a un nuevo nivel. Conducir estas motos no será ir sobre raíles, aunque no se puede ignorar que hay ayudas para que no sea una tortura. Y aunque no llegue a ser imposible de gobernar, si que se puede notar que en cuestión de físicas, RIDE 4 consigue ofrecer un nuevo nivel de desafío para los más osados.
La conducción se nota con aplomo, donde las ayudas ralentizarán a aquellos que sepan y noten que pueden ir más rápido sin ellas. Aun así, se recurre a ese menú con la cruceta que gestiona el control de tracción, el freno motor y los caballitos para controlar mejor nuestra moto. Con ello, lo lógico es empezar desde abajo, con motocicletas menos potentes, donde este tipo de opciones pueden ser reducidas para notar que la conducción es muy exigente. Controlar la posición del piloto, meterse en el carenado para las rectas y gestionar la frenada en freno delantero y trasero, no será tan sencillo como solía ser.
En el futuro llegará el Ray Tracing, pero la iluminación ha ganado enteros
Y es que en en RIDE 4 no será complicado verse por los suelos si creemos que podemos abusar del gas o del freno. Ir rápido en los diferentes circuitos dependerá mucho más de la pericia y la precisión que de ser valiente. Y entre los circuitos encontramos, divididos por continentes, variantes de todo tipo. Circuitos reales, como Laguna Seca, Mugello, Nurgburgring, Suzuka, o Macau, combinado con otras alternativas no reales. Cierto que en cuestión de contenidos no debemos anticipar demasiado, porque no estaba todo lo que llegará en el juego definitivo, pero sabemos que será algo que no decepcionará.
Del mismo modo, las opciones nuevas de personalización, que se conocen, pero no hemos podido ponerlas a prueba. Lo cierto es que la herramienta de diseño de cascos será todo un detalle para los fans de este tipo de vehículos y es heredado de MotoGP 20. Podemos anticipar que no es tarea fácil que quede bien, pero tampoco es un problema invertir muchas horas para tener el diseño personalizado que nadie tiene. Del mismo modo, el mayor número de opciones de personalización de las motos que tampoco estaba disponible, le añadirá mucho más al juego. Al menos, parece mucho mejor opción que meter cascos, monos y vinilos para la moto vía DLC.
La combinación que promete en contenidos con esas sensaciones de conducción mejoradas hacen de RIDE 4 una propuesta que se intenta desmarcar y destacar entre tanto juego dentro del género. Sabemos que el punto fuerte de este juego es el modo carrera, donde cada uno irá ganando reputación, nivel, dinero y lo invertirá en nuevas motos o mejorará las que tiene. Sin lugar a dudas, la combinación de tipos de carrera, las opciones de personalización y el catálogo de motos y circuitos, son ese refugio para los amantes de la velocidad.
Siendo un aperitivo, deja con ganas de que llegue su lanzamiento
Todo apunta a un juego redondo, una evolución lógica de los juegos de velocidad de Milestone que no decepciona. RIDE 4 es otro de esos productos que se nota madurado. Madurado por no haberse perdido la cabeza en el constante desarrollo y la constante mejora de propuestas alternas que parecen buscar ser un nuevo referente. Solo hay que esperar un par de semanas para comprobar si las piezas que faltan son las piezas que se echan en falta y RIDE 4 se convierte en uno de los máximos exponentes de la velocidad de este año.