El Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil aprobó el miércoles la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft con un documento público. El documento, que puede leerse solo en portugués, afirma que la compra ha sido aprobada sin restricciones. Y con una sentencia bastante curiosa que sirve de respuesta a los reclamos hechos por Sony y Playstation ante el ente regulador de este país, como de otros.
Según dice el documento, el objetivo central de las actividades del CADE es la protección de la competencia como medio de promover el bienestar de los consumidores brasileños, y no la defensa de los intereses particulares de competidores específicos. De esta manera, la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft tiene un ente regular menos sobre el qué preocuparse. También puede interesarte conocer la web oficial de la adquisición de Activision Blizzard y sus beneficios para todos los jugadores.
Aprobada la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft en Brasil
Brasil no es el primer regulador que aprueba la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Arabia Saudí tampoco tiene objeciones a la compra. Pero lo de Brasil es notable. Como parte de su investigación, el CADE publicó los detalles de las consultas realizadas a Microsoft, Sony y varias empresas de terceros sobre cómo afectaría el acuerdo a la industria de los videojuegos, lo que supuso un inusual intercambio de opiniones, ya que Sony afirmó que el acuerdo influiría en las elecciones de los jugadores.
«En este sentido, aunque se reconoce que parte de los usuarios de las consolas PlayStation (de Sony) podrían decidir migrar a Xbox en el caso de que los juegos de Activision Blizzard -y especialmente Call of Duty- pasen a ser exclusivos del ecosistema de Microsoft, SG/Cade no cree que tal posibilidad represente, en sí misma, un riesgo para la competencia en el mercado de consolas en su conjunto.»
Todavía habrá que esperar para que la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft –el mayor de la historia de los videojuegos, con casi 69.000 millones de dólares– se complete, ya que todavía tiene que ser aprobado o no ser impugnado por otros entes reguladores de todo el mundo. La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos está investigando la operación, al igual que la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA) y, más recientemente, la Comisión Europea.