El supersampling es una técnica de reescalado que ayuda a mejorar las imágenes que vemos en una pantalla 1080p, cuando la salida nativa de la señal es superior a dicha resolución, llegando incluso a los 4K. El supersampling es también algo de lo que los usuarios de Xbox One X que usan una pantalla Full HD, y todavía no han dado el salto al 4K, o sencillamente les compensa por sus preferencias tener una pantalla un poco más pequeña en Full HD para jugar, se están beneficiando desde el primer día que la consola lleva a la venta.
Sin embargo recientemente, la principal competidora actualmente de Xbox One X en el mercado, PS4 Pro, ha introducido dicha opción a través de una nueva actualización de su firmware. Obviamente no hace falta a estas alturas que os expliquemos las evidentes diferencias que hay a nivel técnico entre ambas consolas, siendo Xbox One X una máquina con bastante mayor potencia. Pero puede que alguno de vosotros que tengáis una Xbox One X en casa hayáis andado despistados con todo este tema del supersampling, y que tras la noticia de que PS4 Pro ha incorporado dicha opción a su sistema, os hayáis preguntado qué pasa con el supersampling en Xbox One X.
Cómo se aplica el supersampling de Xbox One X
En nuestro caso ya os explicamos hace unos meses, con la consola recién lanzada, en qué consistía exactamente el supersampling. Pero lo que quizás no aclaramos fue cómo se aplica este a los juegos en Xbox One X. Y el caso, en realidad, es que no hay mucho que explicar, puesto que Xbox One X es una consola preparada para hacer uso de esta técnica de forma automática cuando jugamos en una pantalla 1080p. O dicho de otro modo, el supersampling en Xbox One X se aplica de forma nativa, y no a través de una opción que debamos activar, como es el caso ahora de PS4 Pro.
¿Qué es el supersampling de Xbox One X que mejora los juegos en 1080p?
Es decir, que si conectáis (o ya la tenéis conectada) una Xbox One X en una pantalla Full HD, automáticamente vais a percibir una mejoría en la calidad de imagen si el juego en cuestión ofrece soporte para una resolución superior en la consola. Por ejemplo, Si jugáis a Assassin’s Creed Origins o Wolfenstein II The New Colossus, que son dos de los juegos que mejoran su resolución en Xbox One X, en vuestra pantalla veréis una imagen reescalada a 1080p mucho más nítida, gracias al efecto del supersampling. Esto no es algo que debáis activar vosotros, sino que la consola por sí misma reconoce y aplica cuando usamos una pantalla 1080p. Por eso en juegos que ofrecen diversas opciones gráficas en Xbox One X, como The Witcher 3: Wild Hunt, Monster Hunter World o Rise of the Tomb Raider, podemos optar por la opción 4K aunque juguemos en una pantalla Full HD. De hecho, si esta es la opción por la que nos decantamos, las mejoras que notaremos son en realidad gracias al efecto de reescalado del supersampling.
En definitiva, si tenéis una Xbox One X en casa, el supersampling no es algo de lo que os debáis preocupar (eso es algo de lo que ya se ocupan los desarrolladores con los parches de cada juego), puesto que las mejoras se aplican automáticamente, y no perdéis a cambio ningún otro tipo de mejoras. En cualquier caso, si os queda alguna duda, ¡no dudéis en dejarla en los comentarios!