Ubisoft ha hecho un trabajo maravilloso con la franquicia de Assassin’s Creed, ya que ha conseguido contar historias históricas alternativas en distintos formatos de forma excepcional. Cuando la franquicia irrumpió en escena en 2007, con el primer título llamado Assassin’s Creed, que tuvo lugar en Tierra Santa durante la Tercera Cruzada, su mundo abierto era algo novedoso para los videojuegos de aquel entonces, y este, al igual que la mayoría de los títulos de la serie, estaban centrados totalmente en la historia, sin un número irritante de misiones secundarias, algo que la gran mayoría añoran.
Ahora, el próximo Assassin’s Creed que según rumores podría llamarse Ragnarok, busca pasar página hacia la historia nórdica, que se presta a innumerables oportunidades para contar hechos bastante interesantes y similares a los dos últimos títulos que se componen por elementos mitológicos. Con los rumores que han estado rondando por las redes, podemos determinar dónde tendrá lugar el próximo juego, pero sin embargo, hasta ahora los detalles son bastante escasos en cuanto a la historia que viviremos, el género y demás, algo que ha creado bastante revuelo entre los fans.
Assasin’s Creed ha sido tradicionalmente un juego empapado en hechos históricos, pero este ha ido evolucionando la forma de contarlos. La mayoría de los títulos de la serie siempre se han centrado en contar con precisión las historias, pero hay una gran probabilidad de que los elementos mitológicos del posible Ragnarok sigan la estela de Origins y Odyssey (RPG). Sin duda, pasar al RPG fue un cambio masivo, ya que luchar contra un Cíclope, un Minotauro o la mismísima Medusa, es una gran diferencia en comparación con un asesino que derriba sigilosamente a sus enemigos humanos.
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A raíz de este cambio, planteamos la siguiente pregunta: ¿Continuará siendo el próximo Assassin’s Creed un RPG o volverá a centrase en la historia manteniendo así sus raíces más históricas?
Para ser sinceros, muchos jugadores echan de menos poder revivir historias con mucho más peso en los mundos históricamente alternativos de Assassin’s Creed. Sentirnos como Altaïr en Tierra Santa, como Ezio Auditore en la increíble triología de la Italia Renacentista, como Connor en la Revolución Americana, como el pirata Edward Kenway en el Caribe sin ley del 1975, como Arno en plena Revolución Francesa o como los hermanos Frye en busca de la liberación de la ciudad de Londres.
Muchos pensarán que con Raganarok, el estilo RPG será lo adecuado para contar la mitología de la misma forma que en Origins y Odyssey, pero me da la sensación de que ya nada se siente igual desde que la franquicia cambió y exprimió de mala manera sus nuevos y masivos mundos. Aún así, nunca hay que perder la esperanza, porque como bien dice el dicho, siempre hay un roto para un descosido. Unir lo mejor de ambas partes de una forma correcta, hará que todo vuelva a recobrar fuerza.