No es algo nuevo y tras meses repletos de cierres, cancelaciones y despidos, la crisis de Ubisoft no nos sorprende del todo. Una empresa que ha tenido un año 2024 realmente negativo, por lanzamientos que no han cumplido e inversiones que no se rentabilizan, hacen que el futuro de esta empresa penda de un hilo. Tanto es el riesgo que tienen que asumir con el lanzamiento de Assassin’s Creed: Shadows, que ninguno de sus icónicos héroes sería capaz de mantener el pulso ante semejante misión.
Se viene hablando del futuro. Aciago en previsiones dada la necesidad imperiosa de tener resultados que levanten el vuelo. Se especula, incluso, con la desmantelamiento de una empresa que nos acompaña por décadas y ha dejado grandes licencias y grandes aventuras. Pero los informes que están saliendo, decantan la balanza a un claro problema que solo se puede resumir como la falta de resultados.
La crisis de Ubisoft se ha originado por la falta de resultados de sus juegos, incluyendo la joya de la corona para 2024
En una información publicada por VGC, se está señalando a un juego como el responsable de que esta situación se haya dado así. El título de acción y aventura Star Wars Outlaws ha tenido una recepción comercial decepcionante para Ubisoft, según un informe reciente. A pesar de las expectativas generadas por sus tráileres y el hecho de ser desarrollado por Massive, el juego solo logró posicionarse como el 47º más vendido en Europa en 2024. En contraste, un juego como Star Wars Jedi: Survivor logro obtener un mejor registro en ventas en un periodo equivalente.
Star Wars Outlaws sigue recibiendo actualizaciones para abordar algunos de sus problemas más grandes, incluyendo cambios en las mecánicas de sigilo y el sistema de combate. Pero por otro lado, el DLC Wild Card, también fue criticado por su escritura y diálogos mediocres, corta duración y un mal jefe final.
Hemos tomado medidas decisivas para remodelar Ubisoft y ofrecer experiencias de jugador de primera clase, mejorar la eficiencia operativa y maximizar la creación de valor. Recientemente hemos nombrado asesores y estamos explorando activamente varias opciones estratégicas y capitalistas para desbloquear el potencial de valor completo de nuestros activos. Estamos convencidos de que hay varios caminos potenciales para generar valor a partir de los activos y franquicias de Ubisoft.
Es evidente que no se puede culpar solo a que un juego haya fallado. 2024 fue un año prolífico en lanzamientos para Ubisoft. Vimos varios juegos, y salvo el cuestionado Skull & Bones, el resto de juegos tuvo una recepción muy buena en la crítica. Tanto Prince of Persia: The Lost Crown, así como XDefiant, arrancaron de forma popular. Pero como pasa en otras empresas que también necesitan insuflar beneficios con ventas, y no suscripciones, lo popular que es un juego en redes sociales y Metacritic, no da dinero que pague facturas. Pero en el caso de Ubisoft, no tiene una empresa madre que pague facturas o suscripciones populares que insuflen efectivo a las arcas.
La ingente factura generada por algunos proyectos, sumado a que el que podía levantar la situación siquiera tuvo el apoyo de la crítica, con críticas que señalaron problemas en las mecánicas de sigilo y secciones de juego de fallo instantáneo, hicieron que los resultados obtenidos fuesen modestos. Pero claramente insuficientes para resolver un año que podía haber sido mucho mejor. Tras esta situación, y sabedores de cómo las tendencias negativas afectan en bolsa y hunden económicamente una empresa, convirtieron algo negativo, en algo desastroso. La caída en los precios de las acciones de Ubisoft y la búsqueda de una posible compra por parte de la familia Guillemot, fundadores de la compañía, que buscan rescatar la empresa.

No está ayudando la situación a la empresa, metiendo más presión que nunca a Assassin’s Creed Shadows, que tras un primer retraso notable y una marejada de reproches y críticas internas, volvió a retrasarse de febrero a marzo y pone todavía más en el patíbulo al proyecto y a la empresa. No sabemos bien qué pasará, pero es evidente, viendo los planes de futuro que se manejaban en la empresa, que si se llega a lo peor, la industria va a perder una de los que fue pilar de la industria.