Si conocéis lo justo la forma de trabajar que tienen en CD Projekt Red os habréis dado cuenta que para dar vida a una gran historia el estudio polaco no tiene ‘pelos en la lengua’ a la hora de plasmarla en sus juegos. Se llega hasta un punto por ciertas circunstancias y, pese a que ciertas escenas de The Witcher 3 por ejemplo, a simple vista no parezcan tener ninguna relevancia o sean innecesarias en la trama principal, la realidad es que cada detalle cuenta, todo tiene una conexión que nos hace llegar hasta el final.
En cierta parte esa es la filosofía de la compañía y tema del que hablaremos hoy pues, gracias a la entrevista realizada al productor de Cyberpunk 2077 John Mamais por el medio ONMSFT, hemos descubierto alguna información muy interesante sobre el próximo título como la cantidad de misiones secundarias con las que contará. Pero dicha entrevista trató otros temas clave para los fans como su situación ante la censura. Y es que, tal y como cuenta el productor, debido a las estrictas normas de Australia, el juego futurista estaría en la cuerda floja de la censura por tratar diferentes temas delicados como la violencia sexual y las drogas:
«Tenemos una gran lista de cosas que podrían ser malas para nosotros en Australia. Las dos grandes cosas son la violencia sexual y las drogas como recompensas, pero realmente no puede haber un mundo cyberpunk sin drogas, ¿no crees?
No es por suavizarlo, pero no creo que haya situaciones en las que pueda tomar una droga real con nombre de calle y obtener una recompensa de ella. Y definitivamente tampoco habrá violencia sexual de mal gusto. En el mundo real, hay mucha violencia sexual, ¿verdad? Sucede. Por lo tanto, podría existir en este mundo, pero el jugador nunca estará involucrado en algo así.»
John Mamais continua insistiendo que elementos así forman parte del universo cyberpunk, pero que también lo hacen en la vida real, es por ello que quieren añadirlos para conservar ese toque ‘realista’ y ‘delincuente’ con el que cuentan títulos como GTA u otros. Simplemente como complementos del ambiente, por supuesto sin obligar al jugador a realizar actos de mal gusto:
«Estamos tratando de hacer el juego lo más maduro posible. Es una forma de arte, o queremos que sea una forma de arte, y queremos hablar sobre temas difíciles como ese pero sin cruzar la línea de hacer un juego en el que el jugador pueda hacer ese tipo de cosas. Sería horrible e insípido.»
Pase lo que pase en Australia tras el lanzamiento del juego, la única buena noticia es que en España aún así podremos disfrutar de la idea original que nos tiene preparada el estudio.