Aunque el futuro de la industria parece diversificarse y evolucionar, gracias a la llegada de las diferentes plataformas de Cloud Gaming y los nuevos hardwares, la realidad es que todo está en el aire. La falta de información concreta de Xbox Scarlett y Playstation 5 tras el E3 2019 y las diferentes teorías sobre lo que acapararán Google Stadia y xCloud, hacen que las opiniones de diferentes individuos del sector resuenen especialmente. El estudio responsable de proyectos como el nuevo Baldur’s Gate 3, Larian Studios, confirman que el Cloud Computing puede hacer cosas que las nuevas consolas no podrán.
Es una conclusión realmente impactante la que ha ofrecido el CEO de Larian, Swen Vincke, en una entrevista concedida a wcctech. Según expone el máximo responsable de Larian, el Cloud Computing puede hacer cosas que las nuevas consolas no podrán, como son aspectos relacionados con la capacidad de procesamiento y la gestión de las físicas. Una de las novedades que si se han confirmado para los futuros hardwares es el uso de unidades de almacenamiento rápido, los SSD, pero Vincke advierte que «las personas ya tienen SSD en sus PC, por lo que no es una revolución tan grande». Cierto es que la tecnología presentada por AMD permite rebajar los tiempos de carga, pero eso no es lo que realmente definiría la próxima generación.
Según comenta Vincke, » El streaming es una tecnología muy importante para los juegos modernos, por lo que cuanto más rápido pueda transmitir sus datos, puede poner más de ella y tendrá activos de mayor calidad». Hay que considerar que en todo este proceso, lo que realmente se transmite no deja de ser más que el resultado de lo que se ha procesado, abriéndose nuevas cuestiones relativas a cada juego y requerimiento. A la hora de valorar este requerimiento, las plataformas de Cloud Computing permiten configurar una configuración óptima.
Las grandes preguntas serán: ¿cuánta memoria conseguirás para hacer eso? ¿Hay suficiente memoria para jugar? ¿Cuánta potencia de CPU estamos obteniendo? Porque eso también es importante, pero son las cosas clásicas que vemos con cada generación. Quiero decir, ¿cuánta potencia de GPU obtenemos? Pero al final del día, siempre va a ser más, va a ser más detallado, nos permitirá hacer simulaciones más precisas
Es por esto que Vincke opina que «Creo que la pregunta más interesante es cómo cosas como Google Stadia cambiarán las cosas. Le da a los desarrolladores algo diferente». Además, se atreve a confirmar que estos hardwares destinados al Cloud Gaming son centros de datos, máquinas interconectadas entre sí, que pueden llegar a ofrecer una evolución en determinados cálculos y procesamientos. «lo que podría empezar a pensar en hacer cosas como la representación elástica, como hacer un par de servidores para hacer simulaciones físicas que pueden no ser posibles en el hardware local actual. Creo que verás mucha evolución en esta dirección», comenta el CEO de Larian.
Evidentemente, esto es algo que un hardware cerrado en local no puede hacer. Aquella implicación de Microsoft por el Cloud Computing no fue aplicada debidamente por los límites que los usuarios presentan en sus diferentes capacidades de conexión. No se podía vincular un determinado proceso a un cálculo remoto porque no todos tenían la capacidad. Pero en esta ocasión, al igual que sucede con las mejoras para el multijugador que introduciría el Cloud Gaming, los centros de datos tienen una mejor prestación para comunicarse entre ellos. Se salvan distancias relacionadas con los límites de las conexiones de los usuarios, traduciéndose en capacidades de procesamiento conjunta mayores o la ausencia total de lag en las partidas multijugador.
Son aspectos que Phil Harrison, máximo responsable de Google Stadia, expuso hace un tiempo, donde decía que «Cuando tiene una cantidad casi ilimitada de cómputo en un centro de datos que puede usar para respaldar el diseño y la ambición de su juego, ya sea en un modo multijugador muy superior, ya sea en física distribuida o simulación masiva, hay cosas que podemos hacer adentro un centro de datos que nunca podría hacer dentro de un dispositivo independiente».
Aquellos que conozcan como funciona este tipo de sistemas de procesamiento en la nube, ya saben que se pueden configurar los equipos según convenga, incluso, de una forma dinámica en base a los requerimientos que puedan ir añadiéndose. Obviamente, un hardware local, bien sea un PC o una consola, tiene unos límites marcados por su configuración. Eso es lo que los centros de datos no tienen y esa es la ventaja que quieren dar a conocer en estas declaraciones. Pero el problema, lo que sigue generando escepticismo, es como esas capacidades llegan al usuario dada la dependencia de una conexión a internet y de un ancho de banda concreto.
En el fondo, ni para unos ni para otros, porque en cualquier caso parece que los límites siempre aparecen para poner los puntos sobre las íes.